Causas y Consecuencias de la Primera Crisis Del Capitalismo Bibliografía Consultada:Sociedad Espacio y Cultura - Omar Tobío-Diana Pipkin-Mabel Scaltritti Esto un resumen de lo acontencido económicamente en los países occidentales a partir de la Gran Crisis de 1929 El fin de la prosperidad. La quiebra de la Bolsa de Nueva York A medida que la prosperidad aumentaba, los empresarios buscaron nuevas negocios para invertir sus ganancias. Prestaban dinero a Alemania y a otros países e instalaban sus industrias en el extranjero (la Argentina y Brasil, entre otros). También invertían en maquinarias que permitían aumentar la producción. Desde que advirtieron que tendrían dificultades para vender tanta mercadería, comenzaron a invertir en bienes de lujo, como joyas o yates, y en negocios especulativos. La compra de acciones en la bolsa se fue transformando en uno los más rentables. Muchas veces, para comprar acciones, los empresarios pedían créditos a los bancos. Debido a que la ganancia de las acciones podía llegar a un 50% anual y el interés que debían pagar por los créditos bancarios era del 12%, los beneficios que obtenían eran enormes. A fines de la década, la prosperidad, que antes estaba basada en el desarrollo industrial, pasó a depender de la especulación. En 1928, algunos síntomas hacían prever que la economía estaba en peligro. Los ingresos de la población no habían subido tanto como para que el consumo siguiera creciendo. Los almacenes estaban llenos de mercaderías que no podían ser vendidas y muchas fábricas comenzaron a despedir a sus trabajadores. Sin embargo, en la bolsa seguía la fiesta especulativa. Los precios a que se vendían las acciones no reflejaban la situación económica real de las empresas. Aunque el crecimiento de muchas de ellas se había detenido, sus acciones seguían subiendo porque había una gran demanda de los especuladores. Nadie pudo o quiso darse cuenta de la gravedad de la situación. Cuando en octubre de 1929 la Bolsa de Nueva York quebró, la crisis fue inevitable y se extendió al sistema bancario, a la industria, el comercio y al agro estadounidenses. Sus consecuencias se sintieron también en todo el mundo y perduraron hasta la Segunda Guerra Mundial. EL NEW DEAL Como
se decía antes, en octubre de 1929 se produjo la quiebra de la Bolsa de Nueva
York. El precio de las acciones que allí se negociaban bajó
espectacularmente y muchos particulares y empresarios perdieron grandes
fortunas. En los meses siguientes, la crisis en la bolsa afectó Ias
actividades bancarias, industriales, comerciales y agrarias. La
desocupación creció hasta niveles inimaginados. Ante
esta difícil situación, los inversores estadounidenses retiraron sus capitales
de Europa y de otras partes del mundo. El comercio de Estados Unidos con
el exterior también disminuyó. De esta manera, la crisis se extendió a
otros países. Sus efectos comenzaron a sentirse fuertemente en aquellos
que, como Alemania, tenían una mayor relación con Estados Unidos, pero
afectaron también al resto de Europa, a América latina y, en mayor o menor
medida, al mundo entero. En
los países industriales la producción descendió. Muchas fábricas cerraron
y una gran cantidad de trabajadores se quedó sin empleo. En el campo,
los precios agrícolas bajaron y muchos agricultores perdieron sus tierras.
Los Estados tuvieron que intervenir para, sostener una economía que se tambaleaba.
La primera reacción consistió en disminuir las importaciones para proteger la
producción nacional. El objetivo era lograr la autarquía, es decir, el
autoabastecimiento, y a la vez estimular las exportaciones. Al cabo de unos años, aunque con dificultades, Gran Bretaña, Francia, Japón y Alemania, lograron recuperarse. En Estados Unidos, la crisis fue más profunda y la recuperación más lenta. Las respuestas a la crisis en Estados Unidos: el New Deal La crisis económica en Estados Unidos alcanzó niveles de catástrofe. La producción industrial se redujo en un 50%, las ventas de automóviles cayeron un 65% y la desocupación aumentó de 1,5 millones a 13 millones. La agricultura fue uno de los sectores más afectados. Entre 1929 y 1932, los beneficios de los agricultores disminuyeron en un 70%. Muchos perdieron sus tierras y emigraron por ejemplo, a California a cosechar frutas. En
las ciudades, la situación no era mejor. Millares de familias fueron
desalojadas de sus viviendas por no poder pagar los alquileres. Algunas
terminaron viviendo en casas de cartón y lata. Otras dormían
directamente en las veredas o sobre catres proporcionados por las autoridades
municipales. Una vez en el gobierno, Roosevelt aplicó un programa de gobierno conocido como New Deal ("barajar de nuevo"). Consistía en una serie de enérgicas medidas, cuyo objetivo era poner nuevamente en marcha la economía y socorrer a los más necesitados. Para aliviar la situación de los agricultores, se redujo la producción agrícola lo que permitió elevar los precios de las cosechas. Para atacar la desocupación se pusieron en marcha obras públicas, como escuelas, calles y parques de recreación, que dieron empleo a muchos trabajadores. Además, se construyeron diques, centrales hidroeléctricas y complejos industriales para reactivar las economías regionales. El Estado firmó acuerdos con empresarios y trabajadores para establecer precios máximos a los productos industriales y fijar salarios mínimos; además, creó el seguro de desempleo, vejez y enfermedad, y suprimió el trabajo infantil. En materia laboral, legalizó los sindicatos y garantizó el derecho de huelga. Las medidas adoptadas por Roosevelt aliviaron en parte la situación de los sectores más necesitados. Sin embargo, los graves problemas económicos originados por la crisis no pudieron solucionarse. Recién en 1940 la producción alcanzó los niveles anteriores a la crisis y esta recuperación estuvo vinculada con el crecimiento de la industria armamentista. Por entonces, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo.
EL "ESTADO DE BIENESTAR"' Y LA EXPANSIÓN ECONOMICA La distensión de la guerra fría fue posible, además, por el gran desarrollo económico que se produjo en todos los países industriales a partir de mediados de la década de 1950. Los de mayor crecimiento fueron los que más habían sido perjudicados por la guerra: los países europeos y Japón. En todos, la utilización de nuevas tecnologías y la disminución del precio de la energía carbón, petróleo, gas natural y electricidad posibilitaron un aumento espectacular de la producción agrícola e industrial. El modelo de producción fordista se difundió en todo el mundo. En los Estados Unidos se aplicó en todas las industrias, desde la construcción de edificios hasta la fabricación de comida rápida. McDonald's fue un éxito de esta época. Los artículos que en otro tiempo habían sido un lujo, como las heladeras, lavarropas y teléfonos, ahora estaban al alcance de la mayoría de la población. Además, gracias a las innovaciones tecnológicas, nuevos productos invadieron el mercado: televisores, discos de vinilo, casetes, relojes digitales, calculadoras de bolsillo y muchísimos más. Una de las grandes novedades fue la miniaturización y la portabilidad de los productos como la radio a pilas. La población fue bombardeada por masivas campañas publicitarias que incitaban a consumirlos. La nuevas políticas económicas implementadas por los gobiernos favorecieron el gran crecimiento económico de la posguerra. Quedaron atrás las ideas del liberalismo que sostenían que el Estado no debía intervenir en la economía. Las experiencias del New Deal y la planificación económica, iniciadas en la década de 1930, mostraron que el Estado debía jugar un importante papel para asegurar empleos a todos los habitantes, garantizar el bienestar de la población, impulsar el desarrollo económico y evitar crisis como la que se había producido en 1929. El Estado que cumplía estas funciones fue denominado "estado de bienestar" y se difundió en muchos de los países del bloque occidental. En ellos, se modernizaron los transportes y las comunicaciones, se construyeron carreteras y vías férreas, se estimuló el desarrollo la producción de energía y, por medio de créditos y ventajas impositivas, se orientaron las inversiones de las empresas privadas. Fue muy importante, también, la política social. Gracias a ella, la población pudo gozar de atención médica y educación gratuitas, pensiones a la vejez, subsidios de desempleo y muchos otros beneficios y servicios. Estas medidas junto con la disminución de las horas de trabajo y la desaparición del desempleo, permitieron un importante aumento del nivel de vida de la población.
La crisis del “Estado de Bienestar": el neoliberalismo La crisis económica que afectaba el mundo occidental alentó la acción de muchos grupos opositores. Los ecologistas criticaban el uso indiscriminado de los recursos naturales, la contaminación ambiental producida por el desarrollo de las industrias y el peligro que representaban las armas atómicas. Otro grupo, en su mayoría economistas, proclamaba que los altos gastos del estado de bienestar" en política social afectaban las ganancias de las empresas, limitaban la competencia y desencadenaban procesos inflacionarios. Proponían volver a un Estado "mínimo", pero a la vez lo suficientemente fuerte para imponerse contra cualquiera que afectara la libertad de mercado, como los sindicatos. Reclamaban, además, un control de los gastos del Estado para equilibrar el presupuesto estatal y la reducción de los impuestos de los sectores de ingresos más altos. Estas propuestas económicas, denominadas neoliberales, fueron adoptadas por casi todos los Estados occidentales, excepto Suecia y Austria. El gobierno de la primera ministra inglesa, Margaret Thatcher (1 979-1990), es considerado el modelo más puro de neoliberalismo. Thatcher controló la emisión monetaria, disminuyó drásticamente los impuestos sobre las ganancias y sobre los sectores de más altos ingresos, aplastó importantes huelgas e impuso una nueva legislación antisindical. Además, recortó los gastos sociales y emprendió amplios programas de privatizaciones de las empresas estatales de acero, petróleo, gas, electricidad y agua. Como consecuencia de esta política neoliberal, millones de personas perdieron sus empleos. En el resto de los países europeos, si bien se impusieron modificaciones en la política impositiva, no hubo grandes recortes en los gastos sociales y se evitaron enfrentamientos con los sindicatos. En Estados Unidos, el neoliberalismo tuvo características distintas. Reagan también redujo los impuestos en favor de los ricos y aplastó las huelgas, pero los gastos estatales destinados a la "carrera armamentista" aumentaron mucho más que en cualquier otro período de la historia. La prioridad era la competencia militar con la Unión Soviética. En todos los casos, los gobiernos neoliberales se caracterizaron por un fuerte anticomunismo que contribuyó a desatar la segunda guerra fría.
En esta reforma se buscaba devolver al Estado la difícil tarea de establecer normas precisas y aceptables para el gran capital nacional, el capital extranjero y la banca acreedora. Desde el gobierno se implementaron las medidas tendientes a satisfacer las demandas de todos esos sectores, que casi nunca se llevaban bien entre sí. De esa forma, se aseguró la estabilidad económica y la paridad cambiaría. Las principales políticas económicas que se implementaron desde el gobierno en relación con la reforma del Estado fueron las siguientes: a.
Privatizaciones La
desregulación económica: - Eliminación de algunos subsidios o beneficios económicos a algunas empresas. Las que se vieron más afectadas fueron las chicas y medianas. - Eliminación de antiguos "entes reguladores", como la Junta Nacional de Granos que imponía algunas restricciones a los empresarios. - Menor atención a los problemas ambientales y a la calidad de los productos que se consumen. La
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