En
los Estados Unidos
Condenan a dos periodistas por no revelar sus fuentes
Podrían ir a prisión por 18 meses
Judith Miller, de The New York Times, y Matthew Cooper, de la revista
Time, investigaron la revelación del nombre de una agente de la
CIA
Rechazo internacional a la medida
En
un caso que vuelve a dejar en evidencia la siempre delicada relación
entre la libertad de prensa y el poder político, un juez norteamericano
ordenó el encarcelamiento de dos periodistas por negarse a identificar
sus fuentes de información.
El
juez de distrito Thomas F. Hogan dispuso que Judith Miller, de The New
York Times, y Matthew Cooper, de la revista Time, fueran encarcelados
hasta que accedan a revelar la identidad de una fuente ante un gran jurado
que investiga la difusión pública del nombre de una agente
de la CIA. Los periodistas podrán permanecer en libertad mientras
apelan la decisión pero, si no tuvieran éxito, podrían
ser condenados a 18 meses de cárcel.
El
panorama no es muy alentador. En los Estados Unidos, el secreto de las
fuentes de información periodística no está protegido
en la Constitución y existe jurisprudencia preocupante para los
periodistas.
En
un voto dividido (cinco contra cuatro), en el caso Branzburg c/ Hayes,
en el que se juzgaba a tres periodistas que se negaban a revelar sus fuentes
ante un gran jurado, la Corte Suprema norteamericana entendió que
"dar a un periodista el derecho de que no declare es violar el principio
de igualdad ante la ley", según comentó a LA NACION
Damián Loreti, especialista en derecho a la información.
En
otros países
En la Argentina, el secreto de las fuentes de información periodística
está protegido en el artículo 43 de la Constitución
Nacional, incluido en la reforma constitucional de 1994. Considerada una
herramienta esencial del ejercicio del periodismo -parte necesaria de
la libertad de investigar-, en España se reconoció como
derecho constitucional en 1978.
Francia
lo hizo por ley en 1993 y Dinamarca, en 1992. En ambos casos hay jurisprudencia
de arrestos de periodistas anteriores, como en Italia.
El
conflicto
La disputa en EE.UU. comenzó en junio de 2003, cuando el periodista
Robert Novak publicó en The Washington Post un artículo
en el que, basándose en dos fuentes gubernamentales anónimas,
identificaba como agente encubierta de la CIA a Valerie Plame.
La mujer está casada con el ex diplomático Joseph Wilson,
quien viajó a Africa por encargo del gobierno de George W. Bush,
en 2002, para investigar si Irak intentó comprar allí uranio
para fabricar armas nucleares. Wilson concluyó que se trataba de
una pista falsa, pero el gobierno de Bush desoyó sus informes.
La
identidad de Plame se hizo pública ocho días después
de que Wilson escribiera una columna en The New York Times contando su
punto de vista. Investigaciones posteriores sobre el caso sugirieron que
funcionarios del gobierno habían filtrado el nombre de Plame a
Novak, un periodista con buenos vínculos con la Casa Blanca, en
represalia contra Wilson.
El gobierno abrió una investigación porque, desde 1975,
revelar la identidad de un agente de inteligencia es un delito federal.
Miller y Cooper investigaron el caso, como otros tres periodistas -pertenecientes
al Washington Post, Newsday y NBC-, que también fueron llamados
a declarar.
En tanto, el Instituto Internacional de Prensa (IPI) envió una
carta al fiscal general de los Estados Unidos, John Ashcroft, en la que
condena la decisión del juez Hogan. "El derecho de los periodistas
a manejarse con sus fuentes bajo confidencialidad es una herramienta central
en su profesión, sin la cual no podrían convencer a algunas
personas de brindar información sobre asuntos de interés
público", dice la misiva del IPI.
Por Silvia Pisani, La Nacion, 14 de octubre de 2004
La
información identificaba, según "fuentes oficiales
pero anónimas", a una agente encubierta de la CIA
Un juez de EEUU encarcela a una reportera del New York Times al negarse
a revelar la fuente de un artículo que ni siquiera escribió
Judith
Miller, reportera de The New York Times, junto a al editor ejecutivo del
diario Bill Keller.
Agencias (08/10/04, 05.04 horas)
Un
juez federal ordenó el encarcelamiento por desacato de la periodista
Judith Miller, del diario 'The New York Times', quien se ha negado a revelar
sus fuentes de información en un caso vinculado a una agente de
la CIA.
El
juez Thomas Hogan decidió que Miller, que podría permanecer
en prisión hasta 18 meses si mantiene su negativa, siga en libertad
mientras apela el fallo.
El
caso se remonta a junio de 2003 cuando el columnista Robert Novak publicó
en el diario 'The Washington Post' un artículo basado en fuentes
oficiales pero anónimas, en el que identificaba como agente encubierta
de la Agencia Central de Información (CIA) a Valerie Plame, esposa
del ex embajador estadounidense Joseph Wilson.
En
Estados Unidos es un delito federal la revelación de la identidad
de agentes secretos. Novak, un columnista conservador y bien relacionado
con la Casa Blanca, se ha negado a revelar quién le dio la información
sobre Plame.
La
identidad de la agente se hizo pública después de que su
esposo, el ex embajador Joseph Wilson, publicara una columna en 'The New
York Times' en la que afirmaba que el presidente George W. Bush utilizó
información falsa cuando declaró que el derrocado presidente
iraquí Sadam Husein intentó comprar uranio en Africa para
fabricar armas nucleares.
Sus
críticas fueron mal recibidas por la Casa Blanca y Wilson afirmó
que el Gobierno finalmente se vengó de él al revelar que
su esposa había trabajado para la CIA.
Hasta
ahora se desconoce si los investigadores han entrevistado o citado a Novak,
pero sí han citado e interrogado a otros periodistas que publicaron
artículos más adelante sobre quiénes en la Casa Blanca
pueden haber dado la información al columnista.
Floyd
Abrams, el abogado de Miller, presentará una apelación de
inmediato y señaló que la periodista ni siquiera había
escrito un artículo sobre el caso Plame, y sólo había
reunido material para escribirlo.
"Realmente
es para asustarse cuando se puede enviar a prisión a los periodistas
porque hacen su trabajo de manera eficaz", declaró Miller.
El
fiscal federal Patrick Fitzgerald, que lleva la investigación,
ha citado también a periodistas de la cadena de televisión
NBC, la revista 'Time' y el diario 'The Washington Post'.
Algunos
han dado información limitada acerca de sus fuentes, especialmente
después que Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick
Cheney, les relevó de su compromiso de mantener la reserva.
Miller
y el director ejecutivo del 'New York Times', Bill Keller, han dicho que
no aceptarán bajo ninguna circunstancia ofrecer testimonio.
A
finales de agosto quedó anulada la declaración de desacato
dictada por un juez federal contra el periodista Matthew Cooper, de la
revista 'Time', después de que prestara declaración en el
caso.
Con
su decisión de declarar, Cooper se libró de una condena
de al menos 18 meses de prisión y su revista evitó una multa
de mil dólares diarios. |