París, Berlín, Valencia, Madrid, Bahía Blanca, Barcelona, Cabildo. Este enlace lleva a imágenes escaneadas de una edición antigua de estos textos. Sólo para fans... (las fotos tardan un poco en cargarse, pero si tienes un modem veloz NO TE LAS PIERDAS !)

A Julio y Jorge
Hoy me perdí para siempre. Caminaba por París con la sensación de no pertenecer ya a Phil. Mi breve encuentro con Clifford me ayudó a decidir. Conocía solo una aristocracia. No era como en las demás casas. Un alano moteado estaba tendido frente al fuego encendido de la chimenea, las patas reposaban en la alfombra y eran la parte del animal que más cerca se encontraba del hombre, escribo todo esto sin saber que no soy ese hombre ni ese perro. Los que leen se enteran de muchas cosas. Palabras hierros de collares cerámicos. El otro dictaba: Escribirán para ti las preciadas veces que son veintisiete. Te verás reflejado en décadas y uno irá primero. Todo esto lo encontraré citado en Simak al leer alguna noche de invierno el libro que me regaló Bioy frente a la chimenea de la estancia. En la edición de 1988, el perro reposa en la misma silla que el hombre. La cubierta de papel hace gráfico esto de manera admirable. La tapa dura me revela una primera página desechable, en la segunda una dedicatoria que alude a un vago Julio. Quizás el dueño anterior del libro era amigo de ambos pues el regalado ejemplar decía: "Para Peter Quinto Horacio Flaco, el que hace nueve años mencionó a Julio como nexo orional en un -oximoron vuelto axolotl. Que estas vanas cintas que pueblan hoy tus días pasen al olvido como tus tardes pasaron. No te regalo una ciudad invisible. Eres tú el regalado por el cumpleaños del reloj." Nunca entendí esa dedicatoria, pero había algo vagamente Artaud en la orilla izquierda del Turia.


Hoy me perdí para siempre. Caminaba por Berlín con la sensación de no pertenecer ya a Lem. Mi breve encuentro con Odd me dió la duda que me faltaba. Conocía solo una acracia. No era como en las demás ficciones. Un mutante moteado estaba tendido frente al equipo de música con los auriculares puestos, por la digitalización se lo presumía vivo, sus piernas eran la parte que más cerca se encontraba del otro mutante levitando en la misma sala. Los que escuchan se enteran de muchas cosas. Palabras cerámicas. El prólogo decía: Te visitarán y leerás para miles de millones las preciadas veces que son cuatro ceros. Te verás reflejado en uno y sabrás que vas primero. Todo esto lo encontrarás citado en Orión al leer ¿PIENSAN LOS ORDENADORES EN AVISPAS ELECTRICAS? frente a la biblioteca de la División Digital Dafnis Denver. En la edición de 1898 los mutantes reposan. La Tapa revela un dibujo de monedas desechables, en la primera página el título del volumen y su autor Diego de Orbaneja-New York Society: Quizá en la dedicatoria se aludía amistosamente a Los Shintos pues el ejemplar decía: "Para Jorge Luis Porte, que hace treinta años mencionó la breve llave que imprevista nos devuelve los colores de un mapa, la fecha que nos abre una casa. Que estas palabras que lees hoy pasen a la memoria como tu imagen pasó. No te regalo la cifra. La cifra es." No le pregunté al flaco si seguía escribiendo, había algo vagamente Oscar en la céntrica isla valenciana.


Hoy me perdí para siempre. Caminaba por Valencia con la sensación de no pertenecer ya a Will. Mi breve encuentro con Olaf me dió un conocimiento que no tenía. Conocía solo una ataraxia. No era como en las otras películas. Un clon moteado estaba tendido sobre su propia substancia, sus pensamientos eran lo más cercano a la lucidez humana que el clon sentía. Los que sueñan se olvidan de muchas cosas. Palabras cerámicas como cuentas. El clon pensaba: "visitaré el mundo y conoceré su número. Me veré único." Todo esto lo encontraré citado en Dune al leer Software frente a la chimenea de la sala. En la edición de 1988 los robots pretenden ser clones reposando. La primera y la segunda página no son iguales. Rudy dedica a Phil su novela y Phil premia a Rudy con la dedicatoria: "Para el lector de las pantallas últimas que premió mis días con el recuerdo de su nombre Pere Ezequiel Punk Fran Portes, quien hace tres años mencionó a Ford Coppola en Koyaanisqatsi. Que esta cinta que puebla hoy tu noche pase al olvido como tú pasas. Eres una nave clónica regalando tiempo." No regresé nunca a la orilla izquierda del Sena.


Hoy me perdí para siempre. Caminaba por Madrid con la sensación de no pertenecerme. Mi breve encuentro con Alex me dió la palabra que me faltaba. Conocía solo una casa. Que parecía como las demás. Un clon suspendido era lo más cercano a la lucidez, para los que soñaron. Palabras elementales del mundo de los números. Seré yo. Estas páginas citan las mismas intenciones que otras. Editadas en 1899 las enciclopedias eran vastas y necesitaron reposar. La primera y la segunda página no son iguales. Pedro dedica a Diego su libro y Diego otorga a Pedro la dedicatoria: "...para mi hermanito, lector de líquidas pantallas, que me otorgaron el recuerdo de su nombre Ezequiel Punk, quien el 23 de abril fue a ver un atardecer en el mar. Que esta dedicatoria pública pase a tus noches, como tú pasas al olvido. Eres un puente a tiempo...". No regresé nunca de la visita a los cristales tras los que me hospedaba la escritora.


Hoy me perdí para síempre. Caminaba por Bahía Blanca con la sensación de no pertenecer a la muchedumbre. Mi encuentro con Graciela dejó la palabra futura. Conozco pocas cosas. Puedo revisar líneas erróneas. Ectoplasma suspendido entre la luz y el sueño. Elementales del mundo inmaterial. Soy. Esto lo citaré más adelante. Editado en 1990 el compendio pretendía reposar. Páginas desiguales. Pedro recuerda a Diego en su libro y Diego comprende que esos minutos al otro lado, no volverán a repetirse jamás desde su ingreso en la eternidad, confirmando la sentencia: "A Raúl elegido por el brillo de la mirada definitiva, que me devolvió a Martín, quien un día de abril estuvo en el mar viendo atardecer. Que tus dedicaciones pasen a tus días, como tú eres olvido. Alaska desde el puente regala tiempo." Había algo vagamente ficticio en la ciudad, se sentía la sensación de no pertenecerle.


Hoy perdí para siempre mis sentimientos nacionalistas. Caminaba por EUROPAMERICA con la sensación de no pertenecer ya a AMERICAEUROPA. Mi breve encuentro en los gabinetes dè diseño capilar me dió la seguridad que me faltaba. Conocía solo un lugar que no era como los demás. Un clon iluminado y otro terminal posterior a oscuras era lo que se encontraba más cerca del ser. Escribo todo esto sin saber que no soy ese clon terminal levitando sobre su propia substancia. Los elementales soñaron ser como cerámicas o cuentas. Que prologaran el nümero del reflejo. Todas las citas angulares se repiten con similares características. En la edición de 1997 publicada en Berna los vastos signos no reposan. El culto a las imágenes desechables revela páginas olvidadas. Quizá ambos comprenden que el ingreso en la eternidad confirma la dedicatoria: "A Guillermo, lector de liquidas pantallas en las que brillaba imprevisto su sello familiar PEP. Compartido desde un atardecer en el Mediterráneo con su amigo del siglo. Que en esta hora la nave clónica una todos los puentes. No te regalo la cifra. La cifra es." Hay algo vago y ficticio en la ciudad, me pertenece.


Hoy me perdí para siempre. Caminaba por la periferia de Barcelona y después de recorrer varias zonas sin Stalker estaba en Nueva York. Mi breve encuentro con un auténtico neoyorquino me otorgó the best Word I need y el recuerdo de su pelo. Conocía solo una aristocracia fascinada por los cuentos de Poe y languideciendo en los cantos de Ducasse. No era como en las cabañas cálidas del invierno, se parecía más a una sala acondicionada en pleno verano. Un gamuzino moteado se tiende al relax sobre la música directa desde un satélite. Los que viajan en naves cósmicas suelen enterarse después del regreso, que la dirección es única. La primera exploración visitará un habitat del siglo veintiuno. Todo esto se explica con una mirada por la biblioteca de aquella magnífica estancia dibujada en un lago. En la edición de 9918 los vastos signos suizos reposan a la espera de la forma que adquirirá el lector. La tapa de los libros reserva páginas idénticas o memorables según L'ere du vide. Dedicatorias: "A ti que vives cerca del mar. Que los atardeceres te den el número de tus recuerdos". No regresé a la Ciudad Condal.


Hoy me perdí para siempre. Caminaba por Cabildo con la sensación de pertenecer a Cioran. Encontrarme con La Maga me dió el mundo del otro lado. Conocía la única acrobacia. No era como en las demás localidades. Dos collies estaban echados a mis pies y en transubstanciación lloraban por mí. Soñaba que me leían y olvidaban mis palabras encadenadas como cuentas cerámicas de un collar inalcanzable. Los otros eran mi mundo elemental, conocí a muchos y a sus 2500 reflejos. Esta cita de Burroughs la encontré en Auster (La ciudad de cristal) y en un estante de la biblioteca de Ana. En 1998 fue editado el texto definitivo que por fin iba a reposar en un Web. La primera página titulada INDEX iba dedicada a Rogelio, las demás a Tyrrell, autor de las réplicas. "Para Pedro Horacio Porte Muñoz-Cruzado, lector de cientos de libros, quien después de 24 años aún recuerda. Que estas pantallas que hoy pasan por tu vida no ocupen lugar en tu memoria sino en tu corazón. Te regalo a Hérmès y della Mirandola. Para que permanezcan inalterables en la ensoñación". Siempre regreso a la calle Zapiola, a Le Cluny, a Europa.


PROPOSICION FILOSOFICA INCONCLUSA:


LA PERDIDA.

LA NO PERTENENCIA.

LA SEGURIDAD.

EL LUGAR.

LOS ERRORES.

EL CATODO.

LOS ELEMENTOS.

LOS REFLEJOS.

EL ANGULO.

LOS VASTOS SIGNOS.

EL CULTO AL VOLUMEN.

LA ETERNIDAD.

EL SIGLO.

LOS DOS PUENTES.

LA CIUDAD.

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