Servicio y Cliente
Una de las inquietudes más
corrientes entre los empresarios pequeños y medianos
es el tema del servicio al
cliente. Todos reconocen que este es un aspecto importante para el
éxito de toda empresa, sea cual sea su actividad. Es un tema sobre el cual
se escribe demasiado, se presentan muchos seminarios, se habla por todos
lados, pero lamentablemente pocos entienden y se practica mucho menos. Se
repite incansablemente patrones provenientes de las culturas
anglo-sajonas, que nos llegan de traducciones de libros publicados
especialmente en los Estados Unidos.
El tema se complica por los tratadistas y tiende a comunicarse de una
forma compleja. A veces se olvida el objetivo del mensaje y solamente se
quiere demostrar que se sabe mucho. Se olvida que los mensajes más
poderosos son simples y directos. El mensaje ni tan siquiera tiene que ser
original. Lo importante es que se entienda.
La primera pregunta que debe hacerse un empresario, en cuanto a
servicio se refiere, es si realmente está dispuesto a aceptar todos los
riesgos y retos que significa orientar su empresa hacia el cliente, para
dar el "servicio" que el cliente quiere. Esto incluye invertir en un
indoctrinamiento de todo el personal, y un cambio personal en su actitud.
En segundo lugar estaría definir exactamente lo que para el dueño de la
empresa y todo el personal que labora directa e indirectamente con es ese
personaje llamado: "el cliente". Definir lo que es un cliente no es
difícil. Aceptar las todas consecuencias de esa definición es un asunto
totalmente diferente.
¿Qué es una "cliente"?
Tanto los conceptos de "mercadeo", como los relacionados con "calidad
total" insisten que el "cliente" es importantísimo y la empresa debe estar
orientada totalmente hacia ese personaje llamado genéricamente "cliente".
Hay muchas definiciones genérica, pero las opiniones difieren en forma
increíble.
Por ejemplo, yo le preguntaba hace poco a un dueño de empresa en la
cual estaba dando asistencia, que me explicara quién era para él dueño de
su empresa. La conversación se suscitó más o menos así, entre Alberto
dueño de la empresa y el consultor:
- Carlos, como su consultor, quiero hacerle una pregunta. Quiero que me
diga, con toda sinceridad, ¿a quién considera usted el verdadero dueño
de esta empresa?
- Jorge, usted sabe que el único dueño de esta empresa soy yo. Yo la
inicié, hace 9 años de la nada. Yo puse el capital, yo trabajo aquí desde
primeras horas. El único dueño y patrono soy yo. Yo tengo puesto en esto
toda mi vida y dedicación. Yo espero pensionarme dentro de unos años y
entregar este negocio a mis hijos, quienes son mis herederos.
Dejé ahí el tema y me encaminé a encuestar al personal de producción,
administración y ventas de la empresa. Esta vez la pregunta al personal
fue la siguiente:
- ¿A quién considera usted como un cliente?
La totalidad de los consultados respondió de inmediato y sin vacilar
"el que compra nuestro producto". Al responder me miraban un poco
raro pensando que yo, para ser consultor, era bastante ignorante y
preguntaba tonterías sin sentido.
Si ustedes hacen esta misma pregunta en cien empresa, lo más probable
es que obtengan respuestas similares a las que obtuve. (Es posible que
muchos de los que leen este artículo, estén pensando lo mismo que los
encuestados, lo cual no me extraña para nada).
Modelo Cliente - Servidor
El concepto "cliente" podría ser mejor entendido si utilizamos el
concepto informático del mismo. Este modelo dice que hay computadores
(servidores) que "sirven" las necesidades de otros, en todo momento y sin
restricción de ninguna clase. No hay dudas, vacilaciones o dudas para
servir total y completamente al cliente. El "servidor" está conectado al
"cliente" y mientras esta relación existe, obedece ciegamente sus
designios.
El computador "cliente" por su parte es un dictador mientras desempeña
su papel. Dictador total y completo. Se limita a dar órdenes y las cuales
deben ser obedecidas. De lo contrario el sistema no funcionará, colapsará
y entrará en el más completo caos. (Todos lo conocemos porque es lo que
sucede cuando los sistemas de cómputo se "caen")
Lo más notable del concepto "cliente servidor" es que los papeles
pueden cambiar en cualquier momento. Esto es el "servidor" pasa a ser
"cliente" y viceversa, dependiendo de las circunstancias. Existe una
interdependencia permanente para que el "sistema" se mantenga sano y
eficiente.
Cultura y Servicios
La cultura de la cual procedemos y formado en nuestros países de habla
hispana, está influenciada por el principio: "servir, es vil". Traemos en
nuestros genes poderosas grabaciones de origen hispano, la cual a su vez
tiene la influencia de más de 600 años de dominación árabe.(Esto no quiere
decir que todo sea malo en ello, ni mucho menos. Las matemáticas y la
filosofía clásica nos llega por las traducciones de pensadores árabes como
Averroes y Avicena). Nuestra cultura, como todas, es una curiosa mezcla de
miles de elementos. Pero, el "servir" no nos es muy natural, ni tampoco lo
aceptamos muy fácilmente. Nuestros genes se niegan persistentemente a
"servir".
A mayor abundamiento, los machos humanos tenemos la idea que son las
"hembras humanas" las que fueron hechas para "servir". Esto nos llega con
claridad absoluta y meridiana de nuestros ancestros indígenas (mayas,
toltecas, aztecas, quechuas, etc.) si es que tenemos algo de ellos.
De acuerdo a nuestros patrones culturales tener "sirvientes" es
considerado de un "nivel superior" de desarrollo. El llegar a ser "jefe" o
"gerente" es considerado por muchos alcanzar ese ansiado nivel. Como tal
el ese personaje se transforma y se convierte en un "dictador" prepotente
y terriblemente desagradable.
El concepto de cliente interno
En el modelo informático "cliente - servidor", que hemos mencionado,
los papeles o roles que genera el servicio son ambivalentes. Un momento se
es "servidor", y en el instante siguiente se es "cliente". De verdad, la
única forma de poder conseguir dentro de una empresa mejorar el servicio
al cliente es hacer comprender al dueño, gerentes, supervisores y al
personal de todo nivel, en primer lugar el concepto de "cliente -
servidor" y en segundo lugar el de "cliente interno". Esto no puede
conseguirse como por milagro de la noche a la mañana y constituye parte
del proceso de "capacitación permanente".
Este proceso de enseñar a "servir" debió iniciarse en los hogares,
cuando el niño comenzó a caminar. Lamentablemente nuestra permisiva
cultura nos enseñó otra cosa. Para introducir el concepto de servicio en
forma rápida en una empresa ha mostrado ser eficiente iniciar explicando
el concepto de "cliente interno". He tenido experiencias positivas en este
sentido. Parto señalando que la empresa es una red, formada por diversos
elementos, en la cual todos están ellos conectados. Que esos vínculos
internos, se conectas con los elementos fuera de la empresa que pueden ser
"clientes externos" o proveedores.
Un ejemplo al que recurro, es el del departamento encargado de
materiales y suministros. Las personas encargadas de ese departamento,
dentro de la empresa, tiene como clientes inmediatos a los compañeros del
departamento de producción. Es a ellos a quien deben servir en todo
momento, para que el producto final sea el adecuado.
La parte más difícil siempre, es hacer entender a los gerentes,
supervisores y ejecutivos que ellos son servidores de su personal ("su
cliente interno") en gran cantidad ocasiones durante la jornada de
trabajo. No solo eso, es difícil hacen entender a los ejecutivos en
general,que el "cliente externo" es el que paga los salarios, incluido el
del dueño del negocio.
En resumen, todos somos "servidores" y "clientes". Tenemos que estar
plenamente dispuestos a adoptar ambos papeles, dependiendo de la ocasión
que enfrentemos. Esta es la única manera de poder establecer un eficiente
sistema de servicio al cliente externo. Mientras se siga pensando como lo
hacen Alberto y el personal de su empresa, que mencionaba anteriormente,
es técnicamente imposible dar un servicio eficiente al cliente, pese a las
exaltadas declaraciones programáticas que se haga sobre el tema.
Parodiando a la empresa L.L. Bean, con leves modificaciones, me
atrevería a decir lo siguiente sobre lo que debe entenderse por un
cliente, destinado a conseguir resultados positivos en el servicio: