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Mercadotecnia y ventas
La voz del cliente
Richard Whiteley



Hoy ya no basta con satisfacer al cliente: es necesario deleitarlo. Para lograrlo hay que escuchar sus opiniones y traducirlas en acciones concretas. Escuchar al cliente y actuar para satisfacerlo está adquiriendo cada vez más importancia en el mundo de los negocios. Existen tres tipos de clientes: el externo, el intermediario y el interno. Mi preocupación central es, sin duda, el cliente externo, aquél que está al final de la línea y que, de hecho, va a usar los productos o servicios de la empresa. En una compañía aérea, por ejemplo, el cliente externo es la persona que viaja, la agencia de viajes es el intermediario y las personas que atienden al pasajero son los clientes internos.

          Comienzo explicando quién es el cliente porque, de esta manera se puede crear lo que se denomina "la cadena de valor del cliente". Nuestro objetivo final es encantar al cliente externo, pero al mismo tiempo, es necesario tener en mente que seremos capaces de hacerlo si también encantamos a los otros eslabones de esta cadena. Debemos, por lo tanto, buscar la opinión no solamente del cliente externo, sino también las de los clientes intermediarios e internos.

          La opinión de los integrantes de cualquiera de estos tres grupos nos dará tres datos básicos: su evaluación de nuestro desempeño, qué estamos haciendo mal, y qué falta hacer o podemos mejorar. De los tres, el último dato será la clave no sólo para satisfacer al cliente sino para deleitarlo.


Una estrategia vencedora

¿Por qué deleitar al cliente? Porque es necesario ir más allá de su satisfacción. Las investigaciones demuestran que incluso los clientes satisfechos pueden abandonar su producto o servicio. Entonces, hay que ir más allá de su satisfacción en dirección a lo que la gente llama encanto.

          Escuchar la opinión de los clientes significa dos cosas: la primera es escucharlo en el sentido literal de la palabra; la segunda, más importante, es actuar después de escucharlo. Yo acostumbro hacer una distinción entre la empresa consagrada al cliente y la empresa enfocada al cliente. Reconozco que hoy en día muchas organizaciones están dirigiendo su foco hacia los clientes, realizando investigaciones, organizando focus groups, etcétera. Pero muchas de ellas no actúan. No desean que la opinión de los clientes oriente las decisiones que toman en sus negocios.

          Existe una empresa textil en los Estados Unidos llamada Miliken que ganó el Premio Nacional de la Calidad. Cuando uno conversa con algún funcionario de Miliken invariablemente se percibe que la compañía es un sistema de satisfacción de clientes. "No fabricamos productos textiles. Producimos clientes encantados". En Miliken no sólo se escucha, sino que se actúa de acuerdo a lo que se oye.


Sea inteligente: descubra en los datos su nueva ventaja competitiva

Para comprender a los clientes externos es necesario escuchar a varios grupos. Un grupo obvio es el de los clientes actuales, pero éste representa sólo una parte del todo. Están también el grupo de los clientes potenciales, y el grupo de los olvidados por la competencia. Ambos son fuentes de información muy importantes para saber cómo se puede mejorar.

          Hay una lista de cinco preguntas que toda empresa debe hacerles a sus clientes externos, sean los actuales, los potenciales o los olvidados. Antes que nada, quisiera decir que muchas veces veo que esta lista de preguntas es respondida por el personal de mercadotecnia, de ventas, por los gerentes de productos, por los ejecutivos. En realidad las únicas personas que pueden responder estas cinco preguntas son los propios clientes.


Las preguntas que son las siguientes:

  1. ¿Cuáles son sus necesidades y expectativas? (Pregunta más que obvia)
  2. ¿A qué aspectos relacionados con los productos y con los servicios de la empresa usted les da mayor importancia (calidad, facilidad de uso, accesibilidad, etcétera)? Saber esto es esencial. Existe una jerarquía de necesidades y no todos los clientes van a atribuir la misma importancia a cada uno de los aspectos relacionados con los productos y servicios de la empresa. Por lo tanto es fundamental que la empresa sepa qué es lo más importante para el cliente en orden de preferencia. En esta pregunta, cada empresa debe incluir artículos específicos de sus productos o servicios para que los usuarios o consumidores puedan elegirlos.
  3. ¿Cómo estamos ahora? ¿Cómo nos evalúa? Esta sería una clasificación de la empresa desde el punto de vista del cliente, teniendo en cuenta las necesidades expuestas en el punto anterior.
  4. ¿Cómo evalúa a la competencia?
  5. ¿Qué podemos hacer para superar sus expectativas? Esta es, sin duda, la respuesta más importante de todas.

          A partir de estas respuestas la empresa será capaz de construir una estrategia a fin de producir resultados que los clientes van a considerar excepcionales.

          Existen tres canales a través de los cuales la empresa puede recabar la opinión de sus clientes. El canal más obvio es el formal. Por ejemplo, cada ejecutivo del Club Med recibe aproximadamente 250 mil cuestionarios respondidos por las personas que estuvieron en un Med. A su vez, la empresa llama por teléfono periódicamente a sus clientes para escuchar sus opiniones.

          Otro canal importante es el marketing receptivo. Generalmente olvidamos que una queja representa una oportunidad extraordinaria para mejorar. Es importante conocer las quejas registradas voluntariamente por los clientes, clasificarlas y trabajar sobre las más importantes y comunes para eliminar o reducir los problemas que causan. Esta información es pasiva, viene del mercado hacia nosotros.

          El último canal es casual. En el Club Med lo llaman "escucha ingenua". ¿Qué significa esto? Existen millones de interacciones entre los clientes externos y los profesionales de ventas o de atención al público. Por lo tanto, si la empresa escucha algo importante de un vendedor, estará escuchando a un cliente externo. Por eso es fundamental establecer un mecanismo que les posibilite a los ejecutivos escuchar la voz de los vendedores y de los demás empleados de primera línea regularmente.

          Esta información nos ayudará a definir la estrategia del negocio, evaluar nuestro desempeño, determinar cuáles son las prioridades a mejorar, perfeccionar los procesos y sistemas, responder a los problemas y demandas del cliente, desarrollar y mejorar productos y servicios y, finalmente educar y entrenar a los empleados de la primera línea.

          Muchas empresas actualmente están realizando trabajos dirigidos sólo a mejorar los procesos que no están relacionados con los clientes. Por supuesto que ellas se vuelven más eficientes, pero no en lo que le importa al consumidor. En la práctica, no se adquiere una verdadera ventaja.

          El gerente de una filial de Motorola me dijo una frase que me sorprendió: "los clientes son realmente maravillosos. Todo lo que uno debe hacer es escucharlos y ellos le dirán cómo conseguir su negocio". Este mensaje presenta un gran desafío pero también es fuente de motivación para el ejecutivo consagrado a sus clientes.

          Otro ejemplo que me gustaría citar es el de una empresa que escucha la opinión de sus clientes y actúa de acuerdo a la información que recaba. Es el caso de AT&T: sus ejecutivos preguntaron a sus clientes qué significaba para ellos calidad total. La respuesta fue: en primer lugar, la calidad de productos, después la forma de pago y la atención y asistencia técnica. AT&T decidió profundizar sobre la calidad de sus productos y les preguntó a sus clientes qué era "buena calidad" para ellos. La respuesta fue: ante todo, un producto confiable y fácil de usar.

          El próximo paso fue adoptar un criterio para saber si su producto era o no confiable. La empresa fijó que el número de llamadas pidiendo reparaciones después de la instalación de los equipos funcionaría como un termómetro y sería registrado. Al formar un banco de datos con varios problemas, la empresa consiguió evitar que ellos se repitieran en los nuevos productos, disminuyendo el riesgo de perder a sus clientes.

          De este modo, AT&T eliminó la razón número uno de sus problemas de confiabilidad, los reclamos se redujeron sensiblemente y se verificó una mejora en la imagen de la empresa. En este ejemplo podemos ver cómo es fundamental aplicar la opinión del cliente al trabajo que está realizando la empresa. Sólo así es posible deleitarlo.

En pocas palabras
Una empresa tiene 3 tipos de clientes: externo, intermediario e interno. El primero es el más importante.
Existen 3 canales para recabar información sobre la opinión de los clientes: el formal, el marketing receptivo y el casual.
Los clientes externos que la empresa debe escuchar: el actual, el potencial y los "olvidados".
La opinión de los clientes proporciona 3 tipos de información: qué es lo importante para ellos, cómo evalúa a la empresa y qué está haciendo mal.
 


         

Las investigaciones demuestran que incluso los clientes satisfechos pueden abandonar su producto o servicio. Entonces, hay que ir más allá de su satisfacción en dirección a lo que la gente llama encanto. Los clientes potenciales y el grupo de los olvidados por la competencia son una fuente de información muy importante para saber cómo se puede mejorar. Generalmente olvidamos que una queja representa una oportunidad extraordinaria para mejorar. Es fundamental establecer un mecanismo que les posibilite a los ejecutivos escuchar la voz de los vendedores y de los demás empleados de primera línea regularmente.



© Intermanagers 2001

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Richard Whiteley es vicepresidente y fundador de The Forum Corporation, empresa dedicada a la instrumentación de programas de calidad orientada al cliente en organizaciones de todo el mundo.
Es autor del libro The Costumer Driven Company
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