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XXIII Congreso de Nacional de Cirugía
Taller: ABC de la Gestión Clínica y de la Gestión de Calidad.
Dr. Andoni Arcelay. Director Gerente. Hospital Txagorritxu (Vitoria)

GESTIÓN CLÍNICA Y MODELO EFQM DE EXCELENCIA

MODELO EFQM

   El modelo Europeo de excelencia (EFQM) constituye hoy en día un referente imprescindible a la hora de desarrollar el modelo de gestión de cualquier empresa u organización.

   Este modelo se basa en una serie de conceptos fundamentales que proceden de la Calidad Total y que básicamente se pueden sintetizar en:

  • Orientación al cliente

  • Orientación hacia los resultados

  • Liderazgo y constancia en los objetivos

  • Gestión por procesos

  • Desarrollo e implicación de las personas

  • Aprendizaje, innovación y mejora continua

  • Responsabilidad social y enfoque ético

De forma resumida, el modelo EFQM puede definirse de la siguiente forma:

“Los resultados excelentes con respecto al rendimiento de la organización, los clientes, los trabajadores y la sociedad en general se logran mediante un liderazgo que dirija e impulse la estrategia, las personas de la organización, los recursos y los procesos”.

 Gráficamente, el modelo de la EFQM redefinido en el año 2000 expresa de forma didáctica la importancia de los 9 elementos o “cajones” considerados fundamentales y transmite la idea del ciclo: Gestión è Resultados è Innovación è  Aprendizaje.

 

GESTIÓN CLÍNICA

La gestión clínica representa actualmente un hito en la evolución de los modos de gestionar nuestras organizaciones sanitarias y cierra un ciclo de innovaciones parciales que encuentran su sentido en este modelo integral e integrado en la gestión de cualquier centro sanitario.

Por gestión clínica entendemos otra forma de gestionar las unidades asistenciales basada, fundamentalmente, en la codirección de clínicos y gestores, integrando ambas culturas a fin de conseguir:

  • Mejorar los resultados en niveles de salud, eficiencia clínica, satisfacción  del  usuario, utilización de recursos, etc..

  • Descentralizar la organización propiciando mayor autonomía de gestión en  las unidades clínicas e implicando a los profesionales en la gestión de los  recursos, facultándoles adecuadamente para ello (Concepto de               empowerment)

  • Impulsar una nueva forma de trabajo enfocada hacia la gestión de procesos, la mejora continua y la autoevaluación.

Los pilares básicos para propiciar la aplicación de la gestión clínica en el ámbito sanitario son:

  1. Existencia de un liderazgo efectivo

  2. Compromiso de corresponsabilidad

  3. Presupuesto clínico

  4. Sistema de información que permita gestionar con datos.

  5. Programa de gestión y mejora de procesos

  6. Sistemática de autoevaluación

  7. Líneas de incentivación

  8. Plan de gestión de la unidad

  9. Gestión de Recursos Humanos

CONFLUENCIA EFQM/ GESTIÓN CLÍNICA

Como no podía ser de otra forma, los criterios definidos como básicos para la aplicación práctica de la gestión clínica tienen una estrecha relación con los  9 criterios del modelo EFQM de manera que podemos establecer estrechos vínculos entre ellos, tal y como queda representado en el siguiente gráfico.

    A pesar de la obviedad de estas relaciones, debe de subrayarse la dificultad que entraña el abordar la gestión clínica de las unidades/servicios en el actual marco organizativo y cultural de nuestros centros sanitarios.

    El avance en la implantación de la gestión clínica requiere una serie de pasos previos y una maduración organizativa y, sobre todo, cultural totalmente imprescindible a la hora de abordar con garantía la transformación de nuestras clásicas unidades asistenciales rígidas, burocráticas, funcionales en estructuras dinámicas, innovadoras, horizontales y enfocadas inequívocamente al cliente y a los resultados.

    Ello exige un liderazgo y asunción de responsabilidad por parte de los clínicos integrantes de las unidades y un decidido impulso, facilitación y transferencia de autonomía por parte de los gestores.

    Los múltiples ejemplos incluidos en este taller, constituyen excelentes ejemplos   (Gestión de procesos, “producto” de los servicios, indicadores de calidad, satisfacción del usuario) de esa paulatina transformación de la estructura y cultura de nuestras organizaciones hacia formas de gestión que se aproximan a los modelos de excelencia.