Consumidor tipo
- Personas entre 20 y 45 años, clase media alta
- Se
conectan a cualquier hora, desde el trabajo o domicilio.
- Compran
ocio y consumo.
- Valoran seguridad, credibilidad y rapidez en los
envíos.
- La compra media ronda las 10.000 pesetas.
- El
cliente que compra y recibe buen servicio repite.
(fuente: Banco Sabadell)
Ventajas para el usuario
- Comodidad: evita desplazamientos y horarios.
- Tener acceso
a más diversidad e información.
- Facilita y acelera el proceso de
comparación y selección.
- Mercado más competitivo y por lo tanto más
barato.
- Evita la acción directa del comerciante en la toma de
decisiones
Ventajas para la empresa
- Acceso al mayor número de clientes potenciales.
- Máxima
disponibilidad al menor coste.
- Evita la necesidad de los costes
físicos.
- Facilidad de extensión del negocio y entrada en nuevos
mercados.
- Artículos digitales con coste de distribución cero.
- Contacto directo con el cliente, evita intermediarios.
-
Mayor eficiencia en las transacciones.
- Facilita el marketing y el
soporte al cliente.
- Mercado accesible a las pequeñas empresas en
igualdad de condiciones.
Para los comerciantes, las expectativas son aún mejores. No necesitan una tienda física, lo que reduce los costes fijos y de personal ; Tienen la posibilidad de extender su negocio a un número enorme de clientes, todo ello por un coste mínimo y obteniendo la máxima disponibilidad. La tienda perfecta, abierta 24 horas al día incluso festivos, y siempre dispuesta a recibir a los clientes de todo el mundo.
A cambio, los vendedores deben tener en cuenta una serie de factores que hacen del e-commerce diferente al comercio tradicional. La rapidez en la entrega se presenta como uno de los puntos más valorados por los consumidores. Es necesario tener un circuito lo más optimizado posible, teniendo en cuenta el stock de productos y el canal de distribución, la empresa también debe prever un porcentaje de devoluciones y/o rechazos junto con un método de comunicación con el consumidor mediante el cual poder evaluar la aceptación del sistema. Si los productos tienen una proyección internacional, además se deberá tener en cuenta el idioma, la moneda y el envío.
En principio todo son ventajas, tanto para los consumidores como para los propietarios del negocio, pero no son los únicos que se las desean felices. Los estudios y proyecciones que se presentan sobre el Comercio Electrónico muestran cantidades desorbitantes. Según el último informe de la prestigiosa Forrester Research (www.forrester.com), se prevé que el mercado del software destinado al e- Commerce crezca de los 121 millones de dólares del año 1997 a 3.800 en el año 2002 sólo en EE.UU. Tomando en cuenta Europa y Asia, esta cantidad se estima en 4.900 millones de dólares. Los ISPs y casas de software han tomado buena cuenta de ello y han comenzado a librar una batalla de soluciones que permiten a cualquier tipo de empresa presentar sus productos en la Red de una manera fácil y atractiva.
Pero para cifras, las que se calcula que manejará el Comercio Electrónico en Internet. Si en 1997 se movieron 8.000 millones de dólares, con un aumento del 1.000 % respecto a 1996, para el año 2002 se baraja alcanzar los 327.000 millones.
Aquí es donde entran en juego los bancos y entidades de tarjetas de crédito que asumen una fuerte intervención en los sistemas de pagos a través de la Red. Al igual que en los pagos tradicionales, a cambio de la seguridad que aporta a la transacción el respaldo de una entidad bancaria, éstas se embolsan las ganancias obtenidas por la transferencia de fondos y emisión de credenciales a consumidores y comerciantes.
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |