EL ARAGONÉS
ORIGENES
El aragonés nace alrededor del siglo VIII a partir
del latín hablado en el Pirineo central, posiblemente sobre un sustrato
de habla vascona. Se desarrolla independientemente dentro del ámbito
de los futuros condados aragoneses.
El primer testimonio escrito donde se pueden hallar restos
de un aragonés hablado en la zona navarro-riojana son las glosas emilianenses
(s. X), según las conclusiones de diversos filólogos internacionalmente
reconocidos y en contra de la versión oficial que asegura, falsamente,
que están escritas en castellano.
EXPANSION
El aragonés se extendió, junto a todas las conquistas
y repoblaciones que conformaron más tarde Aragón, por todo el
territorio aragonés actual (exceptuando la franja oriental de habla catalana),
influyendo en otros territorios limítrofes, cuya política y repoblaciones
fueron en algún momento comunes a las aragonesas, como la Navarra no-vascófona
y parte de la actual Rioja.
Además, la emigración de la población aragonesa tras
la conquista de Valencia extendió la lengua aragonesa por todo el occidente
de este antiguo reino, llegando incluso hasta la región murciana. Los
territorios riojano y murciano se castellanizaron prontamente al pasar a formar
parte de Castilla.
RETROCESO
A principios del siglo XV una dinastía castellana comienza
a reinar en Aragón. Debido a esto y al entonces prestigio del castellano
como lengua culta, la corte aragonesa comienza su castellanización. Junto
a la corte todas las capas altas de la sociedad aragonesa van castellanizándose
progresivamente. Este proceso se generaliza y agrava con la unión dinástica
aragonesa y castellana, llevada a cabo por los "Reyes Católicos".
Pese a esto el aragonés continúa siendo la lengua del pueblo llano
( la gran mayoría de la población aragonesa). Debido al prestigio
que adquiere el castellano como lengua de cultura y medra social, incluso el
pueblo llano comienza a castellanizar su aragonés en un proceso que nos
lleva hasta nuestros días. Este proceso es lento y gradual geográfica
y socialmente.
Primero se castellanizaron las ciudades grandes, ante todo Zaragoza, y luego
el resto del territorio. La reducción del territorio de la lengua aragonesa
ha llevado a que, actualmente, sólo permanezca como lengua materna
en algunos valles pirenaicos, en la ribagorza occidental, y de modo precario
en los somontanos.
¿Qué
nos queda de esto?
El aragonés no ha desaparecido por completo, pero,
¿qué queda de él?. En todo el Aragón castellanoparlante
quedan restos de la lengua que una vez fue de todo Aragón. La cantidad
e importancia de estos restos depende de las distintas comarcas, según
su pronta o tardía castellanización. Un vocabulario que vosotros
podéis reconocer en vuestro hablar cotidiano, el de vuestros padres e
incluso abuelos (¡éstos son una caja de sorpresas!). Cuanto más
viajamos al pasado, mayor es la riqueza de estos restos, lo que no nos impide
imaginar que el aragonés se conservase en todo Aragón ( aunque
castellanizado) hasta el siglo ...¿XVII, XVIII?.