Breve Historia del Nacionalismo Cantabro
El cantabrismo contemporáneo se ha gestado una vez suprimidas las instituciones propias del Antiguo Régimen (concejos, merindades, Junta de los Valles).
Cantabrismo decimonónico
. La Restauración conoce un acercamiento al hecho diferencial del país, con la proliferación de estudios sobre el territorio, la lengua o la etnografía: el "regionalismo literario" (M. Menéndez Pelayo, J.M. Pereda, Amós de Escalante, A. De los Ríos y Ríos, Gumersindo Laverde, Eduardo de la Pedraja). Pero ligados a la derecha española, tradicionalista y católica, la visión de lo cántabro en algunos de estos autores no sólo impidió el paso a la propuesta política cantabrista, sino que se utilizó para barnizar de provincialismo al castellanismo españolizador unitarista.En la perspectiva política, solamente el republicanismo federal sostenido por sectores de la pequeña burguesía de Santander, pretendió restañar la frustación producida por el declive económico. A modo de conclusión, la etapa de la Restauración en Cantabria conoce un acercamiento a la realidad objetiva del país, iniciando dos vías de evolución del cantabrismo: la primera, acuñada por las élites locales, que sin negar las peculiaridades históricas y culturales, aprovechan estas para tamizar el proyecto nacional español e impedir, de hecho, una vía política propia; la segunda vía supone una canal de reivindicación más politizado, de carácter progresista y que se impondrá con posterioridad.
El cantabrismo republicano
. La toma de conciencia sobre la recesión económica y los problemas existentes en el desarrollo de Cantabria se enfrentaron a las voces del tradicionalismo castellano-español. Las propuestas del primer cantabrismo programático cántabro (Jesús de Cospedal, Santiago Fuentes Pila), junto a los partidos republicanos y de izquierda, propusieron el Proyecto de Estatuto del Estado Cántabro-Castellano, truncado por la Guerra Civil, y que se gesta en el contexto de un País Cántabro federado.El cantabrismo político progresista
. El régimen dictatorial franquista impidió la evolución del cantabrismo más allá del mantenimiento de ciertas instituciones de estudio o publicaciones periódicas o esporádicas. El agotamiento de esta etapa posibilita que Cantabria se inserte en la transición haciendo referencia al problema de su adscripción territorial. Junto a ADIC nace un elenco de asociaciones cantabristas (Cantabria Unida, Comunidad Regionalista Cántabra, Movimiento Nacionalista Cántabro) que desarrollan un debate ante el cual han de tomar postura todas las organizaciones políticas y sociales. La presión popular, la totalidad de organizaciones de izquierda y progresistas y algunas tendencias autonomistas de la derecha, decantan finalmente la opción autonómica de Cantabria por la vía propia.A partir de esta situación, hay que explicar el surgimiento del Partido Regionalista de Cantabria, que aunque errático, supone el primer referente de una fuerza de obediencia cántabra, evidenciando que el cantabrismo sostenido por las ideologías progresistas y nucleado en los sectores populares y clases medias se ha impuesto históricamente a las pretensiones del unitarismo castellano y españolista.
Nacionalismo cántabro en la actualidad
. La situación estructural del país (periferia del subeje cantábrico del arco atlántico de la Unión Europea), las aspiraciones de los grupos financieros internos de "subdiarizar" la economía en torno al demiurgo turistizante, la todavía decisiva implantación de los partidos de ámbito estatal y las orientaciones neoespañolistas impuestas por los mass media estatales, hacen necesario un proyecto de construcción cántabra -nacional- que a partir de una mayoría social, relancen al país hacia un cambio de situación: giro en el modelo de desarrollo socioeconómico, avance en el autogobierno y aumento de la conciencia específica como ente nacional y político. El nacionalismo cántabro -conformado por ADIC y el Conceju Nacionaliegu Cántabru (CNC)- ha de ir profundizando y madurando en su proyecto y organización.