EL
INGRESO A 11 UNIVERSIDADES PUBLICAS
Ya hay 20.000 alumnos en el plan para evitar bochazos en la Universidad
Son
del último curso del Polimodal bonaerense. El proyecto incluye
también a alumnos porteños. Hay tiempo hasta mañana
para inscribirse. El curso busca que el paso a la facultad sea menos traumático.
Para derribar al fantasma de los bochazos masivos en el ingreso a carreras
universitarias, 20.000 alumnos bonaerenses del último año
del Polimodal ya se anotaron en los cursos gratuitos de apoyo escolar.
Estos cursos son impulsados por la Nación y Provincia, con el objetivo
de facilitar la transición entre el secundario y la educación
superior.
Los
estudiantes tendrán clases optativas de cuatro horas los sábados
—a partir del próximo 2 de octubre— para reforzar conocimientos
en técnicas de lectura, comprensión de textos y solución
de problemas matemáticos. Los programas elaborados por los técnicos
del Ministerio de Educación intentan profundizar conocimientos
en esas asignaturas para que el paso al nivel superior sea menos traumático.
Los
alumnos podrán inscribirse hasta mañana, en los establecimientos
donde estudian el último año del secundario. En la capital
bonaerense, la convocatoria llegó a 1.500 estudiantes que eligieron
esa posibilidad para enfrentar de manera más segura los ingresos
a la universidad en 2005. En total, se espera una inscripción de
30.000 alumnos.
En
las clases especiales, los adolescentes realizarán interpretación
de cuentos y artículos y producirán informes literarios.
Además, trabajarán en la comprensión de enunciados
matemáticos y en cómo resolver ejercicios simples y complejos.
"Intentamos
ofrecer a los jóvenes la posibilidad de trabajar en las áreas
dónde demuestran tener más dificultades cuando rinden pruebas",
explicaron a Clarín en la Dirección de Escuelas bonaerense,
organismo que también interviene en el programa. Cada año,
los exámenes para acceder a carreras universitarias dejan afuera
del sistema a miles de aspirantes (Ver "Medicina..."). Para
las autoridades académicas la explicación de los bochazos
es que los estudiantes "arrastran" falta de conocimientos desde
los últimos años del secundario.
Hace
dos semanas, las universidades de La Plata (UNLP), de Buenos Aires (UBA),
la Tecnológica (UNT) y otras ocho casas de altos estudios del conurbano
(General San Martín, General Sarmiento, Lanús, Luján,
Quilmes, Tres de Febrero, La Matanza y Lomas de Zamora) firmaron un convenio
para poner en marcha el programa de Apoyo a Estudiantes del Polimodal,
que se desarrollará en escuelas bonaerenses y de la ciudad autónoma
de Buenos Aires.
En
el caso de la capital bonaerense, los encargados de reforzar las materias
de lengua y matemáticas serán seleccionados entre docentes
que se desempeñan en el nivel Polimodal de los colegios de la UNLP,
profesores que trabajan en cursos de ingresos y docentes de la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la Educación. Las clases de apoyo
se extenderán hasta el 27 de noviembre próximo.
Medicina, el gran "cuco" de La Plata
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) tiene diferentes estrategias
de ingreso a cada una de sus 16 facultades. A diferencia de la UBA —donde
existe un Ciclo Básico Común de dos años para todos—
en La Plata cada carrera determina el sistema de nivelación: cursos
de materias básicas, clases de apoyo o exámenes restrictivos.
El
más polémico es el que realiza la Facultad de Medicina desde
hace 10 años. Los "bochazos" masivos son un clásico
en esa unidad académica: este año 1.290 comenzaron las clases
de matemática, física, química y biología
obligatorias para acceder al primer año de la carrera. Dos meses
después y luego de dos pruebas finales, sólo 517 alumnos
lograron superar el obstáculo. El año pasado, la perfomance
fue similar: apenas el 38% de los inscriptos accedieron a la condición
de alumnos regulares. Desde que está en práctica este sistema,
nunca entraron más de 600 jóvenes al primer año.
Pero
no sólo en Medicina hubo fracasos de aspirantes. En Astronomía
y Geofísica se tomó una prueba de diagnóstico a principio
del ciclo lectivo y ninguno de los 65 jóvenes que se presentaron
logró aprobar. La carrera de Ingeniería tiene un mecanismo
similar: en el primer test sólo pasó el 12% de los que se
presentaron y en febrero —después de las clases de apoyo—
aprobó un 23%.
Mónica Galmarini, Clarin, 20 de septiembre
de 2004 |