LA
CRISIS SOCIAL: HOY ES EL DIA DE LA SOLIDARIDAD
Un millón de personas come por día gracias a la ayuda de
la gente
Sólo
Cáritas asiste a 600.000 chicos y grandes. Y la Red Nacional de
Alimentos abastece 830 comedores. En los últimos años se
abrieron galpones y garajes, donde vecinos cocinan para los pobres.
Cada
día, chicos, hombres, mujeres y abuelos de todo el país
reciben un plato o una bolsa con comida. Dependen de otros para comer.
Nunca hay certezas. Tal vez un día la ración es poca o no
es muy nutritiva, pero permite seguir adelante. En esta urgencia más
primitiva y básica, que es combatir el hambre, la solidaridad ocupa
un lugar importante: se estima que a diario come casi un millón
de personas gracias a la ayuda de la gente.
Los
comedores comunitarios o populares no son nuevos en Argentina, pero en
los 90 empezaron a multiplicarse y con la recesión aparecieron
por todos lados. La crisis de 2001 terminó de convertirlos en centros
fundamentales de subsistencia de miles de personas que viven en villas,
en pueblos del interior o incluso en barrios céntricos de la ciudad.
Imposible
reflejar el hambre en números, pero ciertas cifras dan una idea
más clara de la situación: en 2001 Cáritas daba alimentos
a 200.000 personas. Ahora llega a 600.000.
Ese
mismo año se creó el primer Banco de Alimentos en Buenos
Aires. La comida se repartía a 40.000 personas en 300 comedores
de Capital y Gran Buenos Aires. Hoy hay una Red Nacional de 12 bancos
de alimentos, que llegan a 130.000 personas de 830 comedores. "Crecimos
porque la necesidad persiste. Y llegaríamos a más, si se
aprueba una ley que hay en el Congreso", dice el coordinador, Steve
Camilli.
En
2002 la Red Solidaria creó Rutas Solidarias, un puente entre gente
dispuesta a dar comida y quienes la necesitan. Figuran 294 centros, con
35.000 chicos.
Estas
son las organizaciones más grandes por volumen de donaciones, pero
hay miles de asociaciones civiles dedicadas a paliar el hambre. Ejemplos
sobran. La Legión de la Buena Voluntad que alimenta a 1.350 personas
y hoy mismo hará una "Ronda de Caridad" en Plaza Miserere:
repartirán 500 platos de comida.
Muchas
son asociaciones informales, con poca infraestructura, que se montan en
galpones, casillas, garajes. O son grupos de vecinos que se juntan en
una esquina a dar lo que haya. La voluntad es mucha. La ayuda es grande.
Igual, no hay organización no gubernamental de escala nacional.
Para eso está el Estado.
"Entre
las prestaciones, nuestra proyección es que cubrimos el 70% de
las necesidades básicas. En la emergencia está bien la ayuda
de la gente. Pero hay una tarea que es indelegable del Estado —dice
Daniel Arroyo, secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano
de la Nación—. Debe dar el pescado, enseñar a pescar
y garantizar que haya peces en la laguna, es decir, que también
funcione la economía local".
El
ingeniero Pedro Antonini es el director ejecutivo de Cáritas. Admite
que este año, por primera vez, reciben un subsidio del Estado,
pero "ínfimo": "Las donaciones son de particulares
y de empresas privadas". Y dice que la crisis "disparó"
las donaciones en dinero como en especie. "Nos gustaría intensificar
la ayuda, pero en calidad. Darle un horizonte a la gente, dignidad".
En
eso acuerda Juan Carr, de la Red Solidaria: "Hay que dar de comer,
pero hay que crear otras propuestas, como las huertas. Nosotros ahora
estamos armando las Unidades de Desarrollo Comunitario, formadas por empresas,
veterinarios, agrónomos y maestros, para que trabajen con la comunidad.
Eso es lo ideal".
Mario
Roitter, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), lo dice
así: "El aporte es valioso y contribuye al desarrollo. Pero
es una forma de solidaridad limitada. El sector privado no puede cubrir
lo más básico, para eso debe haber políticas públicas.
Los problemas del país no se resuelven así. El tema es cómo
se hacen efectivos los derechos y cómo se genera autonomía".
Clarin, 26 de agosto de 2004
Por
qué se celebra hoy
El 26 de agosto de 1998 se celebró, por primera vez, el Día
de la Solidaridad y la Responsabilidad Social. La fecha fue elegida por
el Foro del Sector Social, y coincide con el nacimiento de la Madre Teresa
de Calcuta.
Entre
pares
Diana Baccaro
dbaccaro@clarin.com
En la emergencia no se puede dar cátedra, hay que hacer. Por eso,
donar comida es hoy el abecé de la solidaridad, que se extiende
cada vez más entre gente común a la que no le sobra nada.
Gente común que no espera que otro comience con la justicia distributiva.
Gente común que adopta a los pobres caídos del mapa social
del país.
Pero
la solidaridad es una conducta de vida que va más allá de
la emergencia. Separar los cartones y papeles del resto de la basura,
ayudar a un anciano a cruzar la calle, no evadir impuestos, respetar una
fila, leerle un libro a un enfermo, donar los órganos. Otros buenos
ejemplos de compromiso social.
LA CRISIS SOCIAL: HOY ES EL DIA DE LA SOLIDARIDAD
La tarea de cocinar a pulmón para 180 chicos
Las dos hornallas de la cocina que armó
el herrero del barrio se prenden a las tres de la tarde. Y no se apagan
hasta bien entrada la noche. Las voluntarias revuelven fideos, estofados
y guisos que nunca alcanzan. No es fácil darles de comer a 180
chicos todos los días. Y menos saber que muchas de las mamás
se quedan esperando en la puerta del comedor, con el estómago vacío
y crujiendo.
El galpón, de paredes de material revestido
con machimbre y techo de chapa, se levantó hace cuatro años.
Está sobre la calle Barros Pazos, justo frente a la villa 1-11-14,
en bajo Flores. La idea fue de una vecina del Barrio Illia. Y otras vecinas
se sumaron.
"Mami". Así se llama el comedor
que empezó alimentando a 20 chicos y hoy son 162. También
van 18 abuelos. El lugar es chico. Así que hay que turnarse para
comer. Y también hay que llevar los platos, los vasos y las cucharas,
porque allí no hay.
A la tarde funciona como merendero: dan un vaso
de leche, pan y galletitas. Cuando las voluntarias terminan de servir,
deben ponerse enseguida a cocinar la cena, porque el primer grupo llega
a las ocho. "Estamos inscriptos en el registro de comedores comunitarios
de la ciudad. Y por eso recibimos 80 raciones", explica Angela González,
43 años, viuda, mamá de dos chicos y una de las mujeres
que cocina y sirve en "Mami".
¿Y los otros cien platos? "A pulmón.
Compramos comida de nuestros bolsillos. Les pedimos a los comerciantes
del barrio que nos donen. Es complicado. Hacer fideos para 180... son
como 40 paquetes. Y si hacemos estofado, necesitamos más de diez
kilos de carne. Hay que ingeniárselas", dice Angela.
La mujer cuenta que también dan apoyo escolar
los sábados, que hay una guardería y que quieren empezar
una huerta. Hay otros proyectos, como hacer ropa, pero por ahora la comida
es lo más urgente.
Como ayudar
Cáritas: 4342-7931/8650. www.caritas.org.ar
Red de Bancos de Alimentos: 4755-2700. www.redbdea.org.ar
Red Solidaria: 4797-9006 y www.rutassolidarias.org.ar
La Buena Voluntad: 4925-5000.www.lbv.org.ar
Internet: www.sersolidario.org.ar, www.cenoc.gov.ar
Comedor
"Mami":
15-4087-2477.
LA
CRISIS SOCIAL
Donación de las empresas alimentarias
El proyecto sobre donación de alimentos está en la Cámara
de Diputados. Tuvo dictamen de la Comisión de Salud y Acción
Social. Hay un proyecto similar en el Senado. Tuvo dictamen favorable de
la Comisión de Población y Desarrollo Humano.
¿Qué
dice el proyecto de ley?.
Crea un régimen especial para las donaciones de alimentos y establece
la presunción de buena fe del donante y del donatario y/o intermediario.
La figura exime de responsabilidad civil a ambos ante un posible daño
ocasionado por el consumo de los productos donados. Pero aclara que esa
excisión no tendrá validez si se demuestra que el daño
se produjo por negligencia o mala conducta intencional del donante o donatario.
Define las figuras de donante, donatario o intermediario y beneficiario.
Y establece que las empresas donantes deben llevar un registro de control
con fecha y descripción de productos donados e institución
a la que se entregaron.
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