TRAGEDIA
EN CARMEN DE PATAGONES: "NO LOS VAMOS A OLVIDAR"
Un velatorio marcado por el dolor y la tensión
Se hizo en un club. En medio del estupor hubo incidentes y corridas con la
prensa.
Después
de los estampidos de los balazos en el aula de la Escuela Islas Malvinas,
el silencio y el luto se instalaron en Carmen de Patagones. Los cuerpos de
Sandra, Evangelina y Federico fueron velados en la cancha de un club local.
En un clima de mucha tensión, allí sólo se oyó
el llanto de los familiares y de los amigos de los chicos.
Fueron
muy pocos los que no se acercaron al Club Atenas; nunca hubo menos de trescientas
personas en la cancha de básquet donde se alinearon los tres ataúdes
y una hilera de coronas.
Hasta
allí también llegaron el gobernador, Felipe Solá; el
ministro de Educación bonaerense, Mario Oporto, y el secretario de
Educación de la Nación, Alberto Sileoni.
Fue un
desfile de gente que comenzó a las 17 y que se prolongaba durante la
madrugada de hoy. A las 11, los cuerpos serán inhumados en el cementerio
de la ciudad.
La imagen
más frecuente, dentro y fuera del estadio, fue la de adolescentes abrazándose
largamente, entre sollozos. Los compañeros de los chicos casi no se
separaron de los ataúdes, que de a poco se cubrieron de pequeños
ramos de flores con tarjetas de despedida: "No los vamos a olvidar",
"Siempre van a estar con nosotros", decían.
El velatorio
fue el lugar donde parte de los casi 30.000 habitantes de esta localidad,
la más austral de la provincia de Buenos Aires, se reencontró
después de la mañana más trágica de su historia.
Pero
nadie, más allá de las numerosas hipótesis que se manejaban
anoche, conseguía explicarse "lo que hizo Junior". La Policía
tuvo que desviar el tránsito a causa de la cantidad de gente que se
acercó y, por momentos, algunos agentes debieron ubicarse en la puerta
de acceso. Fue cuando comenzaron a instalarse en la vereda los trípodes
de las cámaras de televisión.
Unos
minutos después de las nueve de la noche hubo una estampida, aparentemente
provocada por un familiar de una de las víctimas que habría
mostrado un revólver para intimidar a un periodista.
El episodio
no quedó claro, pero a partir de la confusión y la presencia
de policías ya nadie pudo ingresar con cámaras.
Unos
minutos antes, Juan Carlos Roleri, fotógrafo de la agencia de noticias
Télam, había denunciado que familiares de las víctimas,
en medio de un forcejeo, lo golpearon, le quitaron la cámara y se la
entregaron a la Policía sin la memoria donde estaban guardadas las
imágenes. En la comisaría local dijeron que se la devolverían
cuando se reciba la orden de la Fiscalía.
Los vecinos
de Carmen de Patagones creen que la tensión que se percibía
anoche en el velatorio tiene un motivo: que Rafael, el muchacho que mató
a sus compañeros en la escuela, por su edad es inimputable según
la legislación (ver A los 15..., pág. 28).
"Es
increíble que no sea juzgado", protestaban algunos. Pero, si bien
el velatorio se realizó en un club ubicado a seis cuadras del centro,
en cada rincón de Carmen de Patagones hubo repercusiones. Algunos comerciantes
de la calle Rivadavia, la principal, ayer cerraron un rato antes. Por las
calles paralelas, el malhumor y el desencanto se palpaban en el aire, en el
andar lento y los comentarios, casi susurros, de los vecinos que no podían
salir de su estupor.
Clarin, 29 de septiembre de 2004
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