EDITORIAL
Advertencias que deja un crimen
La
matanza en la escuela de Carmen de Patagones ha conmovido al país
y puesto en discusión temas cruciales para el desenvolvimiento
de la sociedad.
Los
asesinatos fueron perpetrados por un chico de quince años que no
tenía antecedentes de violencia ni de mala conducta y que tenía
un buen desempeño escolar. El hecho se produjo, además,
en una escuela prestigiosa y sin conflictos evidentes. El crimen ha sido
una reacción individual cuyas motivaciones serán establecidas
por los estudios profesionales, pero por sus características, puede
considerarse también un síntoma social cuyos alcances y
consecuencias deben ponderarse.
El
primer elemento a tener en cuenta es que el agresor utilizó un
arma de su padre y que demostró que sabía utilizarla. El
padre del chico es un suboficial de la Prefectura, por lo cual no se trata
de un caso de armamentismo civil, pero puede mostrar que el prefecto no
fue cuidadoso en mantener el arma fuera del alcance de su hijo. Además
se inscribe en la tendencia a la utilización de la violencia y
de las armas de fuego como forma de resolución de conflictos, en
la cual intervienen adultos de quienes inevitablemente aprenden los menores.
El
crimen de Patagones se incorporó a la lista de asesinatos y agresiones
perpetradas en los últimos años en varias escuelas de diferentes
puntos del país. La escuela, aquí y en otras partes del
mundo, registra las expresiones de descontento y las reacciones, muchas
veces extremas, de los jóvenes frustrados por las carencias de
su vida familiar o por las condiciones de la sociedad en la que les ha
tocado vivir.
Como
señalan los expertos en el tema, la adolescencia es un momento
de emociones fuertes y conductas agresivas que pueden ser estimuladas
por la crisis de la familia tradicional o por el entorno cultural. Por
eso, casos como el que se comenta demuestran la importancia de reflexionar
sobre las condiciones de vida y los mensajes que se ofrecen a los jóvenes.
Y también sobre la necesidad de contar con sistemas de detección
y prevención de problemas en los ámbitos en los que los
adolescentes se desenvuelven, en primer lugar en la escuela.
El
crimen de Patagones y casos similares advierten sobre la importancia de
reflexionar sobre las condiciones de vida y los mensajes que se ofrecen
a los jóvenes y de contar con dispositivos de detección
y prevención de sus problemas.
Clarin, 30 de septiembre de 2004 |