A
TRES SEMANAS DE LA TRAGEDIA
Primer día de clases formal para los chicos de Carmen de Patagones
Según
una psicóloga que los asiste, el grupo "está muy integrado"
y elabora "muy favorablemente"
lo ocurrido. Los chicos entran a la escuela a las nueve porque muchos
tienen dificultades para dormir.
Sibila
Camps.
scamps@clarin.com
A
tres semanas del drama en la Escuela Malvinas Argentinas de Carmen de
Patagones, donde un chico de 15 años mató a balazos a tres
compañeros e hirió a otros cinco, el curso "está
muy integrado" y elabora "muy favorablemente" lo ocurrido.
La evaluación positiva corresponde a la licenciada Mirta Areal,
quien desde el primer día participa en los equipos de salud mental,
como asesora de la Dirección de Psicología de la Dirección
General de Escuelas bonaerense.
El
drama se desató el 28 de setiembre a las 7.30, en el aula que ocupaba
el 1º B del polimodal. Aún no había llegado el profesor
cuando "Junior" —como le dicen— comenzó a
disparar con la pistola que le había sacado a su padre, suboficial
de la Prefectura.
Desde
la semana pasada, 22 chicos de esa división van nuevamente a la
escuela. "Entran a las 9 porque hay muchos chicos con dificultades
para dormir: es lo esperado en cualquier situación de duelo",
comenta la psicóloga.
Desde
el mismo día de la tragedia se conformaron equipos de salud mental
para atender a esa comunidad educativa, integrados también por
profesionales de los hospitales de Patagones y de Viedma. Un grupo trabaja
con los alumnos de 1º B y otro, con sus padres. "Nos reunimos
por la mañana y por la noche; hacemos una evaluación puntual
y ajustes permanentes. Los avances son muy significativos", observa
la licenciada Areal.
La
semana pasada, en otro salón y acompañados por los psicólogos,
los chicos comenzaron a conversar con sus profesores acerca de cómo
seguir estudiando. Areal cuenta que acordaron trabajar sobre dos contenidos
por área curricular. Lo harán en grupos, los que deberán
presentar un trabajo y hacer su defensa.
Ya
hay una cierta rutina. "Tenemos un intervalo a media mañana,
coincidente con el recreo, en el que hacemos una evaluación con
los chicos. Además, los docentes saben que, si lo necesitan, los
chicos pueden salir del aula —agrega la profesional—. También
vamos al domicilio, cuando vemos que un alumno no asiste o tiene alguna
dificultad".
¿Y
el aula de los balazos? "Son ellos los que tienen la llave. El otro
día ingresamos, analizamos algunas situaciones en el salón.
Tienen expectativas de otorgarle un significado diferente, a partir del
proceso de 'historización' que están haciendo", comenta
Areal.
"Lo
peor que puede ocurrir es que la situación quede congelada",
explica. Los chicos de 1º B han analizado qué lugar ocupó
cada uno, antes y durante el ataque. Iniciaron así un camino que
les permitirá "salir de un tiempo presente único y
comenzar a establecer un pasado y un futuro".
"No
hay ningún chico que no esté integrado. También se
juntan fuera de la escuela. Tienen un nivel de producción grupal
muy bueno. Y entre ellos tampoco hay ninguno discriminado ni señalado",
resume la psicóloga.
En
realidad, la escuela es sólo el epicentro de la labor de los equipos.
"En las crisis hay dos tareas simultáneas: la atención
de la emergencia y el fortalecimiento de las instituciones —indica
Areal—. Hay gente de la Dirección de Escuelas en todo Patagones:
hemos tenido reuniones con los docentes de todas las escuelas, con jefes
de región, con equipos de orientación escolar. La malla
que hemos tejido en tres semanas está muy fortalecida".
El
proyecto incluye reforzar, para el verano, el centro educativo complementario
de la ciudad —con talleres de teatro y de carpintería—
para poder captar a más adolescentes.
Clarin, 19 de octubre de 2004
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EL
AULA DE LOS BALAZOS. LOS CHICOS TIENEN LA LLAVE Y ENTRAN SI LO DESEAN.
LAS CLASES SE DICTAN EN OTRA AULA. (Foto Martin Acosta/Archivo)
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