A un mes de la tragedia de Patagones
Dura crítica del padre de una víctima
a la jueza que investiga la masacre

LA PLATA, 28 OCT (AIBA).- A un mes de la tragedia de Carmen de Patagones, Tomás Ponce, el padre de uno de los tres chicos muertos a balazos por su compañero "Junior" en la escuela "Islas Malvinas", criticó esta mañana con dureza a la jueza que investiga el caso por no mantener informados a los familiares de las víctimas.

El padre de Federido, quien murió junto a Sandra Nuñez y Evangelina Miranda en el terrible episodio del pasado 28 de septiembre, cuestionó el accionar de la Justicia: "jamás nadie me dijo nada", dijo en alusión al ámbito judicial. Y centró sus críticas sobre Silvia Ramallo, la jueza a cargo de la investigación, al considerar que "actuó mal desde el mismo momento de la tragedia", ya que -dijo- ese mismo día "prometió que no nos iba a abandonar y que mientras ella fuera jueza, este chico (en referencia al agresor) iba a estar en una dependencia en La Plata". Para Ponce, "las cosas están patas para arriba", y en ese sentido subrayó: "hace un mes que nosotros estamos sin un hijo, mientras Junior permanece por ahí, no sé donde, con sus papás, tiene todo el apoyo, lo pueden tratar y ayudar... Hace un mes que despedimos a Federico para que fuera a la escuela que él había elegido, y nos devolvieron una bolsa de nylon cerrada".

Carmen de Patagones es "un pueblo quebrado y conmovido" desde hace un mes, dijo Ponce con tono quebrado durante una entrevista radial, al tiempo que acordó con Claudia Koster, la madre de Pablo Saldías -uno de los jóvenes heridos-, respecto de los trastornos psicológicos que deben afrontar los chicos que estuvieron esa mañana en el 1° B de la escuela Islas Malvinas.

Koster sostuvo que su hijo debe soportar serias secuelas, tanto físicas como psíquicas. Dijo que al menos por este año no podrá volver al colegio, y señaló: "antes tenía a un hijo alegre y sano, y ahora tengo uno malhumorado, que pasa mal las noches y tiene que tomar medicamentos para dormir".

El padre de Junior -un suboficial de la Prefectura Naval- fue, también, blanco de las críticas de Ponce: "se portó muy mal con la vida -disparó-; le dejó una pistola Browning como si fuera una linterna, para que este chico con serios problemas, que venía con una conducta agresiva, provocara la tragedia más fuerte de Carmen de Patagones". (AIBA)