Reunión en Bahía Blanca
Buenos Aires, Neuquén y Río Negro
buscan apurar el Trasandino Sur
BAHIA
BLANCA, 13 OCT (AIBA).- Con la presencia de los gobernadores de las provincias
de Buenos Aires, Felipe Solá; Neuquén, Jorge Sobisch; y
Río Negro, Miguel Saiz, se desarrollará mañana en
Bahía Blanca una reunión para intentar avanzar en la concreción
del Trasandino del Sur.
La
idea es motorizar reuniones políticas "claves" que deriven
en la puesta en marcha del servicio ferroviario y, de ese modo, reforzar
el corredor bioceánico establecido entre el puerto de Ingeniero
White y la ciudad chilena de Talcahuano, lo que permitiría incrementar
el intercambios comercial.
"Este
es el corredor más importante que tenemos en el sur de la Argentina
y necesitamos que el presidente (Néstor) Kirchner nos apoye",
señaló el intendente bahiense Rodolfo Lopes, quien destacó
el "compromiso e interés que demostró tener" el
mandatario provincial.
"Debemos
tener en cuenta que, de todos los corredores que hay, los únicos
dos que están funcionando realmente son el de Mendoza y el de Bahía
Blanca. El resto son proyectos. San Juan es un buen proyecto de inversión,
pero a llevar adelante, ya que hoy no funciona como corredor", resaltó.
En
tanto, el presidente de la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca, Carlos
Arecco, destacó la importancia que la obra tendría para
la economía argentina, de cara a las exportaciones a China.
"Hoy
Chile necesita que el Trasandino del Sur sea una realidad. La unión
bioceánica está avalada porque hoy ellos han montado de
su lado del Trasandino la plataforma de logística más importante
de todo el país. El 40 % de su exportación va a salir desde
allí. Ese proyecto necesita una contraparte desde la Argentina
en el océano Atlántico, lo que le dará una fuerte
razón de ser internacional al Trasandino del Sur", señaló.
El
titular de la entidad bursátil –principal impulsora del proyecto—
explicó que el contexto económico y geopolítico abre
terreno favorable para afirmar que "el momento del Trasandino es
ahora".
"Están
dados hechos materiales de muchísima fortaleza como el desarrollo
de proyectos de iniciativa privada que van a requerir de la red ferroviaria
desde Zapala hasta el puerto de Bahía Blanca, con un volumen de
tráfico del orden de 3 millones de toneladas por año, con
destino a Brasil, pero también distribuyendo parte de la carga
en Chile. Se esta sumando a esto otro proyecto de inversión extranjera
que va a sumar una cantidad significativa. Todo eso da la masa critica
necesaria para que hoy desde el poder político se tome la decisión"
destacó.
Al
resaltar la importancia del evento de mañana, planteó la
necesidad que Nación apoye el proyecto, y sea la impulsora. "Si
no tiene la bendición nacional, todo el esfuerzo que se hace desde
el sector privado no tiene factibilidad práctica si no hay decisión
política".
Finalmente,
Arecco se mostró confiado en que, tras la reunión del jueves,
se verá la luz finalmente en el proyecto. "Esto nació
con el desencuentro. Tiene 118 años desde su origen. Cuando estuvieron
la plata y la tecnología, no se tuvo la madurez política
internacional en el Cono Sur para llevarlo adelante. Hoy se sumarían
los dos factores, por primera vez: el político y económico.
Hoy –dijo- el trasandino no puede esperar un día más".
La
hora del Trasandino del Sur
La idea de conectar el sur de Chile con la Argentina a través del
ferrocarril ya lleva 130 años de dilaciones. Ahora, algunas acciones
permiten inferir que la historia podría cambiar. La comunicación
bioceánica de Chile y Argentina por medio de un ferrocarril trasandino
que una las zonas del sur de los dos países y el asfaltado de la
ruta 23 son algunos de los ejemplos paradigmáticos de esta tendencia
a la perpetuación de las utopías.
Los
diferentes gobiernos nacionales siempre han demorado la puesta en marcha
de los proyectos aduciendo problemas financieros para iniciar las obras
y/o existencia de otras prioridades y/o falta de estudios de factibilidad
y/o disposición de evaluaciones económico-financieras demostrativas
de la poca rentabilidad de los proyectos o contradictorias entre sí.
Aún
así, hoy se presenta un contexto favorable a unir voluntades políticas
con recursos económicos para que Nación decida llevar adelante
las obras.
Por
un lado, se vislumbra una apertura en la política nacional ferroviaria,
que apoya la recuperación de ramales y la inversión privada
en obras para extensión de vías destinadas a formar corredores
productivos.
Asimismo,
el proyecto del Trasandino del Sur está incluído en el Plan
Nacional de Inversiones Ferroviarias (Planifer). Pero aun así,
todavía no se percibe en el ambiente regional la decisión
o mística de terminar con las dilaciones y hacer realidad la utopía
tanto soñada.
Historia
La idea de conectar el sur de los dos países por medio de un ferrocarril
trasandino tuvo su origen en los últimos años del siglo
XIX. Tal vez la primera mención de una iniciativa de esta naturaleza
fue la propuesta de inversión realizada en 1872 por la firma Carlos
Casares y Cía.
En
la Argentina la historia efectiva comenzó en 1896, cuando el gobierno
nacional le otorgó a la empresa Ferrocarril del Sud el permiso
para construir la línea Bahía Blanca-Neuquén. Luego
se consolidó en 1908 mediante la sanción de la ley 5.535,
que extendió los derechos de Ferrocarril del Sud a la construcción
del tramo Neuquén/paso Pino Hachado o Lonquimay.
En
Chile el interés inicial del gobierno se puso en evidencia en 1895,
cuando motorizó el reconocimiento de la zona en búsqueda
de la mejor traza e individualización de los pasos fronterizos
más adecuados.
La
decisión bilateral más relevante en este largo camino se
dio en abril de 1922, cuando se firmó un convenio binacional entre
Argentina y Chile para construir dos vías férreas que unirían
sin transbordo Antofagasta con Salta (Trasandino del Norte) y Talcahuano
con Zapala (Trasandino del Sur). Este acuerdo fue ratificado y ampliado
en 1943, 1956 y 1974.
Dentro
del extenso elenco de acciones ineficaces que jalonan la historia del
proyecto se destaca, sin duda, la sanción, en 1985, de la ley argentina
23.253. Mediante esta norma se aprobó "pour le galerie"
la construcción del tramo Zapala/paso Lonquimay o Pino Hachado.
En
definitiva, hasta el día de la fecha, pese a los anuncios resonantes
y declamativos que se efectuaron en este lapso, poco es lo que se ha hecho
para cerrar esta centenaria historia de frustraciones del Ferrocarril
Trasandino del Sur. (AIBA) |