El
proyecto presentado ayer por el Presidente: dispone que todos donan
si no se manifiesta la oposición Polémica por la ley del
donante presunto
Las sociedades de trasplantes y un especialista en bioética lo
consideran "autoritario y antidemocrático"; otras voces
Recuerdan
que la ley vigente prevé una campaña masiva de educación
y concientización que el Estado no llevó a cabo
Lo apoyan el Incucai y algunos cirujanos que realizan implantes
El
rechazo de la comunidad médica hacia la instauración en
la Argentina de la figura del donante presunto de órganos resulta
prácticamente unánime. Y también los expertos en
bioética, clérigos o laicos, consideran inadecuada la
medida para estas latitudes. Sin embargo, tiene el apoyo de representantes
de las religiones católica, musulmana y judía.
La
mayoría de los consultados por LA NACION consideró que,
para aumentar la procuración de órganos -el motivo que
alegan las autoridades para impulsar el cambio en la legislación-,
resulta necesaria una ardua campaña educativa para generar conciencia
entre la población. Por otro lado, objetaron la pérdida
del derecho sobre el propio cuerpo y el surgimiento de un Estado abusivo.
En
este punto, cabe una aclaración: el proyecto de ley enviado por
el Ministerio de Salud antes y ahora por el Presidente al Congreso mantiene
la obligación de consultar a la familia sobre la última
voluntad del fallecido respecto de sus órganos. Por más
que la persona no haya dejado constancia expresa de su negativa a donar,
no será donante si los parientes concuerdan en que no deseaba
serlo.
Tanto
la Sociedad Argentina de Trasplantes (SAT) como la Sociedad Argentina
de Terapia Intensiva (SATI) han emitido documentos contrarios a la figura
del donante presunto.
"No
es moral"
"Nosotros somos los que decretamos la muerte cerebral y tenemos
argumentos morales para oponernos. En primer lugar, el Estado no puede
disponer del derecho personalísimo del propio cuerpo, presumiendo
que si una persona no dice que no, dice que sí. No es moral y
roza lo antidemocrático por disponer y por presumir", sostuvo
Carlos Gherardi, médico y titular del Comité de Bioética
de la SATI.
Gherardi
destacó: "En una Argentina que atraviesa una tragedia económico-social,
con 10 millones de personas incapaces de comprender un texto por falta
de educación, suponer que la gente sabe de qué se trata
es ignorar la realidad del país".
Justificó
el rechazo de la SATI. Esta ley -que prevé que se exprese la
negativa y no la voluntad de donar los órganos- "dividirá
a la población entre generosos y no generosos, quien no quiera
donar llevará el calificativo moral de antisolidario. La gente
ya está bastante dividida moralmente".
"En
los países más adelantados en procuración de órganos,
la masa de dadores no obedece al consentimiento presunto, sino al contexto
sociofamiliar. La donación debe ser un acto de altruismo basado
en la educación y no en la compulsión", concluyó.
En
la SAT coinciden con Gherardi. "No resuelve el problema de la procuración,
toda vez que éste radica en la insuficiente formación
de los médicos y equipos sanitarios, y en la falta de una campaña
de educación permanente en la población", explicó
la sociedad en un documento presentado ante el Congreso.
Y
agregó que esta figura parte de la premisa de considerar al cuerpo
como propiedad estatal y no individual o familiar. "Al desatender
el valor simbólico y mítico del morir, de la muerte y
de los procesos de duelo, el consentimiento presunto llevaría
a situaciones de discordia y afectaría la confianza pública",
concluyeron los médicos de la SAT.
El
padre Alberto Bochatey, director del Instituto de Bioética de
la Universidad Católica Argentina, repitió las observaciones
a la violación del derecho de disponer sobre el propio cuerpo
y de presumir que la gente desea donar si no deja constancia de lo contrario.
"El que presume es el Estado, no la gente", sintetizó.
Bochatey
recordó que la ley en vigor ya tuvo en cuenta en sus últimos
artículos la puesta en marcha de esta figura luego de la realización
de una intensa campaña de educación y difusión
sobre la donación de órganos. "En 10 años,
esta campaña no se hizo. Instaurar ahora el consentimiento presunto
por ley valida la no información. Pensar que así se solucionará
la pésima cultura de donación de órganos en la
Argentina es muy abusador", sentenció el sacerdote.
Compromiso
en vida
En cambio, el cirujano Fernando Boullon, ex titular de la SAT y actual
jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Francés,
con 20 años de experiencia en trasplantes, apoya la figura del
donante presunto. "Peor es nada. Ahora, si una persona expresó
su voluntad de donar, el día que se muere hay que buscar los
papeles que lo acreditan. Si se modifica la ley, se simplifica el trámite,
sin pasar por arriba de la familia", consideró.
El
presidente del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación
e Implante (Incucai), Carlos Soratti, defendió el proyecto. "La
legislación debe acompañar los avances registrados en
el desarrollo de instituciones, profesionales y equipos de trasplantes.
Será un salto cualitativo. Hoy hay que expresar la voluntad afirmativa;
si la norma prospera, habrá que expresar la negativa. Servirá
para quitar a la familia el peso de elaborar la decisión de donar
los órganos en una situación de pérdida de un ser
querido", concluyó.
Por Angeles Castro, La Nacion, 2 de octubre de 2004
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El
presidente Néstor Kirchner respaldó ayer con su
firma y envió al Congreso de la Nación el proyecto
de ley del donante presunto de órganos. En el acto estuvieron
Abril Dispenza y su hermano Nicolás
Foto: Presidencia de la Nación
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Dudas
frecuentes
Edad
Se pueden donar órganos cadavéricos de personas de cualquier
edad, incluso de un recién nacido.
Identidad
del donante
En la Argentina, la ley pone la condición de reserva de identidad
de donantes y receptores.
Organos
y tejidos
Muchos órganos y tejidos pueden trasplantarse, como el páncreas,
los pulmones, los intestinos, la médula, la piel, las córneas,
etcétera. Con un donante multiorgánico, se pueden realizar
más de diez trasplantes.
Accidente
Si se sufre un accidente, el equipo médico que lo trate no es
el mismo que el que hará la ablación. El centro asistencial
no avisa al Incucai hasta que todos los esfuerzos por salvar la vida
del paciente han fallado y se ha determinado la muerte.
Voluntad
Se puede especificar qué órganos se quieren donar. En
todos los casos se respetará ese deseo.