|
Siguiente letra
Volver
LOS ENANOS
En una gran estancia bajo las montañas de la Tierra Media, Aulë, el Herrero de los Valar, dio forma a los Siete Padres de los enanos durante las Edades de la Oscuridad, cuando Melkor y sus siervos malvados de Utumno y Angband dominaban toda la Tierra Media. Por ello Aulë hizo a los enanos fuertes y resistentes, inmunes al frío y al calor, y más recios que las razas que surgieron después de ellos. Aulë conocía la gran maldad de Melkor, y por eso hizo a los enanos tenaces, indomables y persistentes en el esfuerzo y el trabajo. Eran valientes en el combate y su voluntad y orgullo no podían doblegarse. Eran mineros, albañiles, artesanos del metal y los más maravillosos artesanos de la piedra. Estaban bien preparados para los trabajos artesanales de Aulë, quien había dado forma a las montañas, ya que eran fuertes y duros, aunque no altos, pues sólo medían entre un metro y veinte y uno y medio de estatura.
Se les concedió una vida en torno a los dos siglos y medio, ya
que eran mortales. También podían encontrar la muerte en el combate. Aulë hizo a los enanos muy sabios en el conocimiento de sus técnicas artesanales y les dio un idioma propio, el khuzdul.
En este idioma, Aulë era Mahal y los enanos los khazâd, pero era un idioma secreto que nadie que no fuera enano conocía, aparte de unas pocas palabras, y que ellos protegían celosamente.
Los enanos siempre dieron las gracias a Aulë y reconocían que por él adquirieron forma.
Pero la verdadera vida se la dio Ilúvatar. Se cuenta que, cuando Aulë hizo a los enanos, los ocultó a los demás Valar y creyó que tanto ellos como él mismo escapaban al conocimiento de Ilúvatar. Pero Ilúvatar se apercibió de lo hecho por Aulë y juzgó que era un acto sin malicia, por lo que santificó a los enanos. Pero no permitió que esta raza apareciera antes que sus hijos preferidos, los elfos, que debían ser los Primeros Nacidos. Así que, aunque los enanos ya estuvieran completamente acabados, Aulë los cogió y los escondió muy profundo bajo las rocas y en esa oscuridad durmieron los Siete Padres de los enanos durante muchas edades antes de que volvieran a iluminarse las estrellas y se acercara el Tiempo del Despertar. Fue así que los elfos despertaron en Cuiviénen en el este, en la Primera Edad de las Estrellas. En los años que siguieron, los Siete Padres de los enanos despertaron y su cámara de piedra se abrió y se alzaron y quedaron maravillados. Se dice que cada uno de estos Siete Padres construyó una gran mansión bajo las montañas de la Tierra Media, pero las historias élficas de estos primeros días sólo hablan de tres. Eran los reinos enanos llamados Belegost y Nogrod en las Montañas Azules y Khazad-dûm en las Montañas Nubladas. La historia de Khazad-dûm es la más larga porque ésta era la casa del Primer Padre, llamado Durin I o Durin el Inmortal. Durante la Edad de las Estrellas, los enanos de Belegost y Nogrod fueron una bendición para los elfos de Beleriand, porque fueron al reino de los elfos grises con armas y herramientas de acero y mostraron gran habilidad en el trabajo de la piedra. Y, aunque los elfos grises no conocían previamente a aquella raza, a la que encontraban poco agraciada, y a la que llamaron los naugrim, el "pueblo menguado", pronto comprendieron que los enanos eran diestros en las artesanías de Aulë y por eso los llamaron gonnhirrim, "maestros de la piedra". Hubo mucho comercio entre elfos y enanos, y ambos pueblos prosperaron.
En las Edades de las Estrellas, los enanos de las Montañas Azules dieron forma al mejor acero que nunca había visto el mundo. En Belegost (que también recibía los nombres de Gabilgathol y Mickleburgo) se hizo por primera vez la famosa cota de malla enana, hecha de anillos engarzados, mientras que en Nogrod (que también se llamaba Tumunzahar y Morada Hueca) vivió Telchar, el mayor herrero enano de todos los tiempos. En aquella época, los enanos forjaban las armas de los sindar y construyeron para los elfos grises del rey Thingol su ciudadela de Menegroth, las Mil Cavernas, que tuvo fama de ser la más hermosa de las mansiones de la Tierra Media.
La Guerra de las Joyas estalló en la Primera Edad del Sol, y en ella la mayoría de los enanos lucharon al lado de los elfos contra los siervos de Morgoth. De todos los enanos de esa época, el rey Azaghâl, Señor de Belegost, fue el más famoso. En la Batalla de las Lágrimas Innumerables sólo los enanos resistieron las llamaradas del fuego de los dragones, porque eran una raza de herreros, acostumbrados a las altas temperaturas, y en sus yelmos llevaban máscaras de acero que les protegían los rostros de las llamas. Pero no todos los hechos de los enanos en esa edad fueron dignos de elogio.
Porque, los enanos de Nogrod codiciaban el Silmaril y para conseguirlo asesinaron al rey Thingol y saquearon Menegroth. A partir de finales de la Primera Edad del Sol, las historias de elfos y hombres que hablan de los enanos se refieren principalmente a aquellos del linaje de Durin que vivían en Khazad-dûm. Cuando llegó la destrucción de Beleriand con la Guerra de la Ira, las mansiones de Belegost y Nogrod se derrumbaron y desaparecieron. Los enanos de estos reinos fueron a las Montañas Nubladas en la Segunda Edad e hicieron que Khazad-dûm, la más grande mansión de los enanos en la Tierra Media, fuera aún más grande. En la Segunda Edad muchos de los elfos noldor de Lindon entraron en Eregion, cerca de la Puerta Occidental de Khazad-dûm, y fundaron un reino para poder comerciar con los enanos y conseguir mithril, el metal precioso que allí se encontraba en abundancia. Estos elfos eran los Gwaith-i-Mírdain, que más tarde se llamaron a sí mismos Herreros elfos. Gracias a la sabiduría de estos elfos y al engaño de Sauron, se forjaron en este lugar los Anillos de Poder. Y, aunque siete de estos Anillos fueron entregados a los enanos, no se vieron arrastrados a las guerras que se sucedieron hasta el final de la Segunda Edad. En Khazad-dûm, los enanos cerraron las puertas de sus mansiones a los problemas del mundo. Nadie podía forzar la entrada en su reino, pero a partir de entonces se pensó que era un reino aislado y tenebroso y por eso Khazad-dûm fue rebautizado como Moria. Así los enanos del linaje de Durin llegaron a la Tercera Edad del Sol, aunque para entonces sus mejores días ya habían pasado y el pueblo enano había comenzado a menguar. Moria se mantuvo durante cinco Edades de las Estrellas y tres Edades del Sol y hasta el siglo veinte de la Tercera Edad seguía siendo rica y orgullosa. En el año 1980, siendo rey Durin VI, los mineros enanos excavaron demasiado hondo bajo las montañas y liberaron a un gran demonio.
Se trataba de uno de los balrogs de Morgoth, quien avanzó furioso y mató a Durin VI y a su hijo Náin y expulsó a los enanos de Moria para siempre. El pueblo de Durin se convirtió en un pueblo errante, sin hogar. En el año 1999 el hijo de Náin, Thráin, fundó el Reino bajo la Montaña, en Erebor.
Durante un tiempo Thráin y algunos de los enanos de Moria prosperaron, porque Erebor era rico en metales y piedras preciosas. El hijo de Thráin, Thorin, abandonó el lugar y en el año 2210 se marchó a las Montañas Grises, donde se decía que ya vivían la mayor parte de los antiguos habitantes de Moria. Aquí Thorin fue aceptado como rey y con su Anillo de Poder consiguió que su pueblo volviera a crecer y prosperar. Tras Thorin gobernó su hijo Gróin, después Óin y Náin II, y las Montañas Grises se hicieron famosas por el oro de los enanos. Durante el reinado del hijo de Náin II, Dáin, llegaron del Desierto del Norte muchos dragones del frío. Estos dragones codiciaban la riqueza de los enanos y venían en son de guerra y mataron a los enanos y los expulsaron de las Montañas Grises. En el año 2590 el heredero de Dáin I, Thrór, llevó a parte de los supervivientes de las Montañas Grises de vuelta al Reino bajo la Montaña en Erebor, mientras que ese mismo año, su hermano, Grór, llevaba a los que quedaban a las Colinas de Hierro. De nuevo, durante un tiempo, todos prosperaron porque había mucho comercio entre los enanos, los hombres de Valle y Esgaroth y los elfos del Bosque Negro. Pero para el pueblo de Durin la paz fue breve, porque en 2770, durante el largo reinado de Thrór, el mayor dragón de la Tercera Edad, el dragón alado de fuego llamado Smaug el Dorado, llegó a Erebor. Nadie podía hacer frente a esta fiera. Mató como quiso, arrasó Valle y expulsó a los enanos de la Montaña. Smaug permaneció allí durante dos siglos, como Señor de la Montaña Solitaria. Una vez más los enanos habían sido expulsados de sus hogares. Algunos se retiraron a las Colinas de Hierro en busca de refugio. Otros supervivientes siguieron al rey Thrór y a su hijo, Thráin II, y nieto, Thórin II, en grupos errantes. En esta época, Thrór murió a manos de los orcos de Moria y su cuerpo fue mutilado y su cabeza cortada fue entregada a su pueblo. Todas las Casas de los enanos se reunieron y decidieron declarar la Guerra de los Enanos y los Orcos. Duró siete largos años y por todas las regiones occidentales el ejército enano limpió cada cueva de orcos y aniquiló a las bandas orcas, hasta que al final llegó a la Puerta Oriental de Moria en el año 2799. Aquí se libró la Batalla de Azanulbizar. En esa batalla los orcos del norte fueron casi totalmente exterminados por los enanos. Pero los enanos encontraron poca alegría en esta victoria, porque la mitad de sus guerreros perecieron. Los enanos regresaron a sus reinos llenos de tristeza. El nieto de Grór, Dáin Pie de Hierro, volvió a gobernar en las Colinas de Hierro, mientras que Thráin II con su hijo Thorin II (ahora llamado Escudo de Roble) se dirigían al oeste, a las Montañas Azules, y fundaban allí un humilde reino. Pero Thráin II no reinó mucho tiempo, porque durante un viaje fue capturado por Sauron cerca del Bosque Negro y encerrado en Dol Guldur.
Le fue arrebatado el último de los Anillos de los enanos y fue torturado hasta morir.
Thorin Escudo de Roble se puso en contacto con el mago Gandalf en el año 2941 e inmediatamente se pusieron de acuerdo en el plan de una gran aventura, que es narrada por el hobbit BilboBolsón en el "Libro Rojo de la Frontera del Oeste". Este mismo hobbit y doce enanos acompañaron a Thorin en su misión para recuperar su reino. Los doce eran: Fíli, Kíli, Dori, Ori, Nori, Óin, Glóin, Balin, Dwalin, Bifur, Bofur y Bombur. Como se cuenta en la historia del hobbit, Thorin cumplió su misión. El dragón Smaug el Dorado resultó muerto y Thorin II tomó posesión del reino que le pertenecía por derecho. Su gobierno fue breve.
A continuación vino la Batalla de los Cinco Ejércitos en la que orcos, lobos y murciélagos lucharon contra enanos, elfos, hombres y águilas. Aunque las legiones de orcos fueron destruidas, Thorin perdió la vida. Éste no fue, el final del linaje de Durin, porque Dáin Pie de Hierro había acudido a la Batalla de los Cinco Ejércitos con quinientos guerreros de las Colinas de Hierro y era el heredero legal de Thorin, al ser al igual que éste bisnieto de Dáin I. Así Dáin Pie de Hierro se convirtió en Dáin II y gobernó con sabiduría hasta los últimos días de la Guerra del Anillo, cuando cayó luchando junto al rey Brand de Valle ante las puertas del Reino bajo la Montaña. Este reino enano resistió el ataque de los siervos de Sauron y el heredero de Dáin, Thorin III, a quien también se llamaba Thorin Yelmo de Piedra, gobernó largo tiempo hasta bien entrada la Cuarta Edad del Sol.
El Reino bajo la Montaña no fue el último y único hogar del pueblo de Durin en la Cuarta Edad.
Otro noble enano, descendiente de Borin, hermano de Dáin I, fundó un reino enano al comienzo de la Cuarta Edad, después de la Guerra del Anillo. Este enano era Gimli, hijo de Glóin; ganó justa fama en la guerra y fue uno de los miembros de la Comunidad que se eligió para la Misión del Anillo. Al final de la guerra, Gimli llevó a muchos enanos del Reino bajo la Montaña a las maravillosas cavernas del Abismo de Helm y todos lo reconocieron señor de Aglarond, las "cavernas centelleantes". Gimli, el amigo de los elfos, gobernó Aglarond durante más de un siglo. A la muerte del rey Elessar dejó el gobierno en manos de otros y se fue al reino de su gran amigo Legolas, el Señor elfo de Ithilien. Allí, Gimli se embarcó en una nave élfica y con su compañero navegó por encima del Gran Mar hacia las Tierras Imperecederas.
Volver arriba
LOS ENTS
Eran medio hombres, medio árboles, medían más de cuatro metros de altura. El más viejo de ellos,Bárbol, llevaba vividas en la Tierra Media nueve Edades de las Estrellas y del Sol. Las historias de los elfos cuentan que, cuando Varda, la Reina de los Cielos, volvió a alumbrar las estrellas y con ello despertaron los elfos, también despertaron los ents en los grandes bosques de Arda. Procedían de los pensamientos de Yavanna, la Reina de la Tierra, y eran sus Pastores de Árboles. Demostraron ser pastores y guardianes porque, cuando se provocaba su ira, la furia de los ents era terrible y podían aplastar la piedra y el acero con sus manos desnudas. Se los temía con razón, pero también eran amables y sabios. Amaban a los árboles y a todas las olvar, y las protegían del mal. En el momento de su Despertar, los ents no sabían hablar, pero los elfos les enseñaron este arte, que les gustó mucho. Les encantaba aprender muchos idiomas, incluso los breves y cortantes de los humanos. Pero preferían sobre todos el idioma que ellos mismos habían creado, y que sólo los ents podían dominar. Surgía de sus gargantas, profundo y lleno como un lento tronar.
Aunque en ocasiones los ents tenían grandes reuniones, llamadas Asambleas de los Ents, en general eran una raza solitaria pues vivían separados los unos de los otros, en aisladas casas en los grandes bosques. A menudo, estas casas eran cavernas montañosas con abundante agua procedente de manantiales, y rodeadas por hermosos árboles. En estos lugares comían, no alimentos sólidos, sino un líquido transparente que guardaban en grandes jarras de piedra. Eran tragos de ent, y el fluido magico resplandecía con una luz dorada y verdosa. En las casas, también descansaban, y a menudo permanecían de pie durante toda la noche bajo la frescura cristalina de una cascada, para refrescarse.
Así los ents vivían sus vidas, casi inmortales y las muchas razas de la Tierra prosperaron y decayeron a su alrededor sin perturbar su grandeza. Sólo cuando los orcos llegaron armados con armas de acero, los ents se mostraron enfurecidos. A los ents tampoco les gustaban los enanos, porque llevaban hachas y cortaban leña. Y se cuenta que en la Primera Edad del Sol, los guerreros enanos de Nogrod que habían saqueado la ciudadela de los elfos grises de Menegroth, fueron atrapados por los ents y destruidos por completo. En las Edades de las Estrellas, los ents eran varones y hembras, pero, en las Edades del Sol, las ents mujeres se enamoraron de las tierras abiertas donde podían cuidar de las olvar menores: los árboles frutales, los arbustos, las flores, las hierbas y granos; mientras que los ents varones amaban a los árboles del bosque. Pero, antes de que terminara la Segunda Edad del Sol, los jardines de las ents mujeres fueron destruidos, y con los jardines desaparecieron también aquéllas. Entre ellas se encontraba la esposa de Bárbol, Fimbrethil, a quien llamaban Miembros de Junco, la de los pies ligeros. Ninguna historia habla de su destino.
Quizá las ents mujeres se dirigieron hacia el este, o hacia el sur; pero, fuera lo que fuese lo ocurrido, fue ignorado por los ents de los bosques, quienes las buscaron durante muchos años. Aunque los ents no
podían morir como los hombres, se convirtieron en una raza en decadencia. Nunca habían sido numerosos, y algunos murieron por obra del fuego o del acero, y no había nuevos ents niños tras la partida de las ents mujeres. Además, los enormes bosques de Eriador, por donde muchos de ellos habían vagado, habían sido talados o quemados al llegar la Tercera Edad, así que sólo quedaban el Bosque Viejo, que lindaba con la Comarca y el gran Bosque de los Ents de Bárbol. En la época de la Guerra del Anillo, Bárbol era uno de los tres ents más viejos que habían nacido bajo la luz de las estrellas en el Tiempo del Despertar. Además de Bárbol, estaban Finglas, que significa Zarcillo, y Fladrif, que significa Corteza, pero estos dos últimos se habían desentendido incluso de los asuntos de los otros ents.
Los ents eran hostigados por los servidores de Saruman, que habitaban en la vecina Isengard.
Por eso entraron en la Guerra del Anillo y ello constituyó la Gran Marcha de los Ents.
Fila tras fila, los ents marcharon contra la fortaleza de Isengard. Con ellos iban los ucornos, los espíritus arbóreos que los obedecían y cuya fuerza era casi tan grande como la de éstos. Las murallas de Isengard fueron destruidas por la ira de los ents y el poder de Saruman fue eliminado. En la Batalla de Cuernavilla, los ucornos avanzaron como un bosque andante y las legiones de Saruman fueron exterminadas. Después de la Guerra del Anillo, los ents volvieron a vivir pacíficamente en el Bosque de los Ents, pero siguieron menguando y se cree que la Cuarta Edad fue la última que vieron.
Volver arriba
EOMER
RAZA: Humana. Nació en 2991 de la Tercera Edad, era sobrino del rey Théoden de Rohan y como casi todos los de su raza era alto, fuerte y rubio. Antes de la Guerra del Anillo, era mariscal de la Marca de los Jinetes. Cayó en desgracia por su amistad con Gandalf y por su preocupación ante la maligna influencia del consejero del rey, Gríma Lengua de Serpiente. Durante la Guerra del Anillo se distinguió combatiendo en las batallas de Cuernavilla y de los Campos del Pelennor y ante la Puerta Negra de Mordor.
Cuando el rey Théoden fue herido mortalmente en los Campos del Pelennor, nombró a Éomer su heredero. Éste se convirtió en el decimoctavo rey de Rohan y gobernó hasta el año 63 de la Cuarta Edad. En 3020 se casó con la princesa Lothíriel de Dol Amroth, quien poco después dio a luz a su hijo y heredero, Elfwine el Hermoso.
Volver arriba
EÖNWË
RAZA: Dios Maiar.
Era el más poderoso de los Maiar, y el Heraldo y
portaestandarte de Manwë, el rey de los Valar. Su fuerza en el combate podía compararse incluso con la de los Valar.
Su trompeta anunció la llegada de los Valar, Maiar y eldar a la Guerra de la Ira que destruyó Angband y acabó para siempre con el reino de Morgoth. Tras la Gran Batalla, fue Eönwë quien juzgó a los elfos y proporcionó a los edain sabiduría y conocimiento.
Volver arriba
EORL
RAZA: Humana.
Sucedió a su padre, Léod, como Señor de los éothéod. Por esta razón se lo llamó Eorl el Joven.
Eorl se ganó la fama eterna por domar a Felaróf, el progenitor de los legendarios mearas, los "príncipes de los caballos" de Rohan.
En el año 2510, la caballería de Eorl salvó a los hombres de Gondor de una segura derrota en la Batalla de Celebrant.
En agradecimiento, el Senescal de Gondor entregó a sus aliados la provincia de Calenardhon que fue rebautizada como Rohan, que significa "tierra de los caballos".
Eorl gobernó como rey de Rohan desde 2510 hasta 2545, cuando a la edad de sesenta años, murió combatiendo contra los Orientales en el Páramo.
Volver arriba
EOWYN
RAZA: Humana.
Era sobrina del rey Théoden de Rohan y hermana del príncipe Éomer.
Durante la Guerra del Anillo, se enamoró de Aragorn. Desesperada ante la supuesta muerte de éste y frustrada por no poder luchar por su pueblo, se disfrazó de guerrero, se hizo llamar Dernhelm y cabalgó con los rohirrim a la Batalla de los Campos del Pelennor. Allí ganó más fama que ningún guerrero al plantarse junto al cuerpo mortalmente herido del rey Théoden y luchar contra el rey brujo, Señor de los Espectros del Anillo, que estaba protegido por una profecía según la cual se aseveraba que ningún hombre podría matarlo. Éowyn reveló entonces que era una doncella y con su espada mató a la Bestia Alada sobre la que montaba el rey brujo. Luego, con la ayuda del hobbit Meriadoc Brandigamo, mató al rey brujo. En ese combate, sin embargo, fue alcanzada por el veneno del Espectro del Anillo conocido como el Soplo Negro y cayó en un sueño como de muerte. Más adelante, Aragorn la sacaría de aquel estado utilizando la hierba mágica athelas. Después de la Guerra del Anillo, se recuperó del maligno encantamiento del rey brujo y de su enamoramiento por Aragorn. Se casó con Faramir, Senescal de Gondor
y príncipe de Ithilien.
Volver arriba
ESTË
RAZA: Espíritu Vala.
Su nombre significa Descanso y era llamada "la Curadora"
y también "la Gentil". Es la esposa de Lórien (el Señor de los Sueños). En los jardines de Lórien, en Valinor, se encuentra la isla de Estë llena de árboles altos y suaves nieblas, en el centro del lago Lórellin, mora la Curadora, la Gentil.
Sus ropajes son grises y el descanso de un sueño reparador es su don. Todos la ensalzan y sus dones son más deseados por aquellos que más sufren.
Volver arriba
Siguiente letra Volver
| |