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HELM MANOMARTILLO
RAZA: Hombre del Norte.
Nació en 2691 de la Tercera Edad.
Se convirtió en el noveno rey de Rohan en 2741. Gobernó durante diecisiete años antes de
que Rohan sufriera una devastadora invasión dunlendina.
Tras la derrota de los rohirrim en los
Vados del Isen en 2758, Helm y su ejército se retiraron a la fortaleza de Cuernavilla, donde
mantuvieron al enemigo a raya durante el Largo Invierno. A menudo aterrorizaba a los sitiadores
dunlendinos saliendo a la nieve por la noche y matando en silencio a sus enemigos con las manos
desnudas. En una de esas salidas, Helm murió congelado. El Abismo de Helm, la Empalizada de Helm
y la Puerta de Helm fueron todos bautizados en honor a Helm Manomartillo.
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LOS HOBBITS
Cuando el brillante fuego de Arien, el Sol, apareció en el mundo, surgió en el este el pueblo
mediano que recibiría el nombre de hobbits. Eran gentes, emparentados con los humanos
, que excavaban agujeros y vivían en ellos. Eran más pequeños que los enanos y con una
esperanza de vida en torno a los cien años. Nada se sabe de la raza de los hobbits antes del año
1050 de la Tercera Edad, cuando se dice que vivían con los Hombres del Norte en la cuenca septentrional
del Anduin, entre las Montañas Nubladas y Bosqueverde. En ese siglo, una fuerza maligna entró en
Bosqueverde, que pronto sería conocido como el Bosque Negro. Quizá fuera este hecho lo que obligó
al pueblo hobbit a abandonar la cuenca del Anduin. En los siglos posteriores, los hobbits emigraron
hacia el oeste, cruzando las Montañas Nubladas, y entraron en Eriador, para vivir con los elfos
y los hombres en una tierra fértil y despejada. Los hobbits poseían ciertas características comunes.
Todos medían entre sesenta y ciento veinte centímetros de estatura. Poseían dedos largos, un aspecto
algo rollizo, el pelo castaño y rizado y unos pies enormes que llevaban descalzos. Eran
un pueblo conservador y sin pretensiones, cuyos excesos se limitaban a vestir con colores vivos y
tomar seis buenas comidas al día. Su única excentricidad era el arte de fumar hierba para pipa, lo
cual, decían ellos, era su contribución a la cultura del mundo. Se decía que había tres ramas de hobbits:
los Pelosos, los Albos y los Fuertes. Los PELOSOS, la más numerosa de las ramas hobbit, eran también
los más pequeños. Tenían el pelo y la piel de color castaño oscuro. Les encantaban las regiones de
colinas y fueron el primer pueblo hobbit que atravesó las Montañas Nubladas y entró en Eriador.
Casi un siglo después, en el año 1150 de la Tercera Edad, los Albos siguieron a sus parientes Pelosos.
Entraron en Eriador a través de los desfiladeros que se encuentran al norte de Rivendel. Los
ALBOS
eran la rama hobbit menos numerosa. Eran más altos, más delgados y se pensaba que más dispuestos
a correr aventuras que sus parientes. Los FUERTES fueron los últimos hobbits que llegaron a Eriador.
Eran los más parecidos al hombre de su raza, más corpulentos que las otras ramas
y para maravilla
de sus parientes, algunos tenían barba. Preferían vivir en tierras llanas cerca de ríos y conocían
la fabricación de embarcaciones, la pesca y el arte de la natación. Se dice que los Fuertes no
empezaron a emigrar al oeste hasta el año 1300, cuando muchos de ellos atravesaron el Paso del
Cuerno Rojo. Quedaron pequeños asentamientos en zonas tales como los Campos Gladios hasta
doce siglos más tarde de esa fecha.
En su mayoría, los hobbits de Eriador se dirigieron a las
tierras de los hombres cercanas a la ciudad de Bree. En el año 1601, casi todos los hobbits de
Bree volvieron a marchar hacia el oeste, a las fértiles tierras al otro lado del río Brandivino.
Allí fundaron la Comarca, el país que a partir de entonces sería conocido como la patria de los
hobbits y tienen una cronología que comienza en esa fecha. Por naturaleza, los hobbits
tenían un temperamento pacífico y hasta el año 2747 no hubo un encuentro armado dentro de la Comarca.
Se trató de una incursión de orcos sin importancia, que los hobbits, con algo de exageración,
llamaron Batalla de los Campos Verdes. Bastante más serio fue el Largo Invierno de 2758 y los dos
años de hambruna que le siguieron. Pero en comparación con otros pueblos de la Tierra Media,
vivieron en paz durante largo tiempo. Por lo general, las otras razas los consideraban de nula
importancia y, por su parte, los hobbits no tenían ninguna ambición de las grandes riquezas o
del poder de los demás. Por toda la Comarca, sus pequeños pueblos y asentamientos crecieron.
Hobbiton, Barrancas de Tuk, Cavada Grande, Oatbarton, Ranales y una docena más. A su manera,
los hobbits prosperaron.
Hay pocos hobbits famosos antes del siglo treinta de la Tercera Edad
del Sol, porque hasta entonces la raza en sí era casi completamente desconocida para el mundo.
Pero los hobbits tenían su propio baremo de fama. En las leyendas de la Comarca,
los primeros hobbits que se nombran son los hermanos Albos: Marcho y Blanco, quienes guiaron a
los hobbits de Bree a la Comarca. Esta tierra se la cedieron los dúnedain de Arnor, a cuyo rey
los hobbits rendían un vasallaje nominal. En el año 1979, el último rey de Arnor desapareció del
norte y se instauró el cargo de Thain de la Comarca. El primer Thain fue el hobbit Bucca de Marjala,
de quien descendieron todos los Thain. Bandobras Tuk fue un gigante entre los hobbits, que medía un metro treinta y cinco,
y montado a caballo, se puso valerosamente al frente de su pueblo
en la Batalla de los Campos Verdes contra los orcos. Se dice que con un garrote mató a su cacique
Golfimbul. Por su tamaño y sus hazañas lo llamaron Toro Bramador Tuk. Otro hobbit importante por
sus hechos dentro de los confines estrechos de la Comarca fue Isengrim Tuk, llamado Isengrim II,
vigésimo segundo Thain de la Comarca, arquitecto de los Grandes Smials de las Barrancas de Tuk y
abuelo de Bandobras Tuk. El más honrado de los héroes
antes de la Guerra del Anillo fue un humilde granjero llamado Thobold Corneta de Valle Largo,
quien en el siglo veintisiete fue el primero en cultivar la planta galenas, llamada también hierba
para pipa. El primer hobbit que se hizo famoso en el mundo fue Bilbo Bolsón de Hobbiton, quien
fue empujado a desempeñar un papel protagonista en la Misión de Erebor por el mago Gandalf y el
rey enano Thorin Escudo de Roble. Se cuenta que Bilbo Bolsón adquirió un anillo mágico y
aunque en aquel momento pareció de poca importancia, fue un acto que puso en peligro a todos los
que habitaban la Tierra Media. Con el tiempo se descubrió la identidad del Anillo Único y éste
pasó al heredero de Bilbo, Frodo Bolsón. En el año 3018, el mago Gandalf visitó a Frodo y le propuso
la Misión del Anillo. Se constituyó la Comunidad del Anillo, en la que fueron escogidos
otros ocho personajes, entre ellos otros tres hobbits más, como compañeros de Frodo Bolsón, el Portador del Anillo, en su Misión.
Samsagaz Gamyi, criado de Frodo, fue uno de ellos, en una ocasión salvó tanto a su amo como a la Misión y fue Portador del Anillo durante un
breve período. Peregrin Tuk, heredero del Thain de la Comarca y Meriadoc Brandigamo, heredero
del Señor de los Gamos, fueron los otros dos hobbits de la Comunidad que acompañaron a Frodo. En el transcurso de la Misión.
Tanto Pippin como Merry (así se los llamaba más comúnmente) fueron hechos caballeros de Gondor.
Fue otro hobbit el que destruyó el Anillo Único. Sméagol Gollum fue el único hobbit
que sucumbió a las artes malignas. Era un hobbit de la rama de los Fuertes que vivía
cerca de los Campos Gladios, donde fue encontrado el Anillo Único. Gracias al poder del Anillo
su vida se alargó, pero su aspecto se transformó en algo espectral y la tenebrosa influencia
del Anillo le hizo rehuir la luz. Durante casi cinco siglos, Gollum vivió oculto en cavernas
bajo las Montañas Nubladas, hasta que el hobbit Bilbo Bolsón llegó a su escondite y cogió el
Anillo Único. De Bilbo pasó a Frodo Bolsón y en los ocho años en los que el Anillo no estuvo
en sus manos, Gollum jamás dejó de buscarlo. Al final cayó sobre Frodo Bolsón en el Monte del
Destino. Gollum consiguió apoderarse del Anillo, pero tropezó y
cayó con su preciado premio a las ardientes entrañas de la Tierra, y el Anillo Único fue destruido.
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LOS HOMBRES
Al igual que los elfos aparecieron con el Renacimiento de las Estrellas, los hombres surgieron
con el Nacimiento del Sol. En la región que los elfos llamaron Hildórien, "la tierra de los seguidores",
que se encontraba en el extremo oriente de la Tierra Media. A diferencia de los elfos, los hombres eran mortales,y
comparados con los enanos, sus vidas eran breves. No podían equipararse a los elfos ni en fuerza física
ni en nobleza de espíritu. Eran una raza débil que sucumbía fácilmente a las epidemias y los duros
elementos del mundo. Por este motivo, los elfos los llamaron engwar, los "enfermizos". Pero, como raza, los humanos
eran tenaces y se reproducían con mayor rapidez que cualquier otra raza, con la única
excepción de los orcos y aunque morían en gran número, se multiplicaban hasta que
acabaron por prosperar en las tierras orientales, por lo que algunos los llamaron "los usurpadores".
Morgoth llegó a esas tierras y encontró en los hombres, al menos en su mayor parte, un pueblo al que
podía doblegar con facilidad. Algunos huyeron de su maldad y se esparcieron hacia el oeste y el norte.
Acabaron llegando a Beleriand y a los reinos de los elfos noldor. Éstos aceptaron aliarse con aquellos
hombres y los llamaron atani, los "Segundos Nacidos". Más tarde, como la gran mayoría de los
habitantes de Beleriand hablaban el idioma de los elfos grises, se los conoció más comúnmente como
edain, los "Segundos". Los edain se dividían en tres : la Primera Casa de Bëor, la Segunda Casa
de Haladin, y la Tercera Casa de Haldor. Las hazañas de las Tres Casas de amigos de los elfos fueron muy
renombradas. Uno de los relatos humanos de la Primera Edad es el "Narn i Hîn Húrin", que versa sobre Húrin,
el matador de trolls; de Túrin, quien mató a Glaurung, el Padre de los dragones; de Beren, que arrancó
un Silmaril de la corona de hierro de Morgoth, y de Eärendil el Marinero, quien pilotaba Vingilot y
llevó a los cielos a la Estrella de la Mañana. En la Primera Edad llegaron más hombres
procedentes del este. Eran un pueblo distinto del que los elfos llamaron hombres cetrinos y Orientales.
En épocas de guerra, la mayoría de estos hombres demostraron ser poco de fiar
y aunque fingieron amistad
hacia los elfos, los traicionaron ante el Enemigo. Cuando terminó la Primera Edad del Sol y Morgoth
fue arrojado al Vacío, la tierra de Beleriand fue tragada por el Mar Occidental. Todos los enemigos
que habitaban en Beleriand murieron, así como la mayoría de los elfos y de los edain. Los edain que
sobrevivieron a esa edad se dividieron. Algunos huyeron del hundimiento de Beleriand y se dirigieron
al este. Vivieron en los Valles del Anduin con otros de su raza que nunca habían entrado en Beleriand;
se los llamó Hombres del Norte, de Rhovanion. Otros edain se dirigieron al sur con los elfos. A éstos
se les concedió un país que estaba en el Mar Occidental y se los llamó dúnedain, los hombres de
Oesternesse (porque su isla se llamaba Oesternesse, que en lengua élfica era Númenor). En la Segunda
Edad, los dúnedain recibieron el nombre de númenóreanos y se convirtieron en una gran potencia marítima.
También se hicieron más longevos y más sabios y fuertes. Su historia en la Segunda Edad fue gloriosa
pero, corrompidos por Sauron, declararon la guerra a los Valar y fueron destruidos. Númenor se hundió
en un gran abismo, el Mar Occidental la cubrió y nunca más se supo de ella.
Aunque la mayor parte de
los numenoreanos perecieron, hubo algunos que se salvaron del desastre. Entre ellos se hallaban los
numenoreanos negros que se establecieron en el país de Umbar, en el sur de la Tierra Media.
Pero los más nobles de entre los numenoreanos regresaron a la Tierra Media a bordo de nueve naves.
Su jefe era Elendil el Alto y con él iban sus dos hijos, Isildur y Anárion. Estos elendili, los Fieles,
que pertenecían al verdadero linaje dúnadan, crearon dos poderosos reinos en la Tierra Media: el reino
del norte, que fue Arnor, y el reino del sur, Gondor. Pero el poder de Sauron volvió a crecer y
por ello se creó la Última Alianza de elfos y hombres que combinaba todos los ejércitos de los
dúnedain y los elfos. Los hombres eran mandados por Elendil y los elfos por Gil-galad, el último
Gran Rey. Muchos hombres, llamados haradrim, procedentes de las regiones del sur, lucharon contra
ellos, al igual que hicieron otros de Rhûn, que eran los Orientales, y algunos que vinieron de Umbar,
los númenóreanos negros. La Alianza derrotó a las legiones de Sauron. Pero murieron en la lucha
Gil-galad, Elendil y Anárion y de los jefes dúnedain sólo quedó Isildur. Fue él quien cortó el
dedo que tenía el Anillo de la mano de Sauron y el que envió a su espíritu a vagar sin forma en las
regiones más desoladas de la Tierra Media. Así comenzó la Tercera Edad. Tras coger el Anillo Único
de la mano de Sauron, Isildur no lo destruyó y en los primeros años de la Tercera Edad sucedió la
tragedia. Los orcos lo mataron en los Campos Gladios y el Anillo permaneció
perdido durante un largo período. De los dúnedain que sobrevivieron, quedaron los hijos de Isildur,
quienes gobernaron el reino septentrional de Arnor y los hijos de Anárion, quienes gobernaron el
reino meridional de Gondor. Había también otras razas de hombres que habían surgido en el este y
en el sur, muchas de las cuales hicieron acto de presencia entonces. Los balchoth, los Aurigas y
otros Orientales llegaron de Rhûn para luchar contra los dúnedain de Gondor, mientras que, del sur,
los haradrim y los variags avanzaron con los numenoreanos negros. Pero los hombres de Gondor eran
fuertes y derrotaron a todos los enemigos. En el norte surgió otra potencia en el país de Angmar.
Un rey brujo gobernaba aquellas tierras y reunió un ejército de orcos y criaturas malignas, así
como Orientales y Montañeses de las Landas de Etten, para hacer la guerra contra el reino septentrional
de Arnor que acabó siendo asolado. Aunque Angmar al final fue destruido por los dúnedain de Gondor,
el reino septentrional de Arnor tocó a su fin. Sólo una pequeña parte de sus habitantes sobrevivieron
y siguieron vagando por las regiones ahora vacías, por lo que recibieron el nombre de Montaraces
del Norte. En el sur y desde el este se produjo un constante flujo de hombres bárbaros, corrompidos
hacía tiempo por el poder de Sauron. Los dunlendinos avanzaron en pie de guerra, al igual que lo
hicieron los haradrim y los Orientales. Pero entonces Gondor se ganó un aliado, porque los jinetes
llamados rohirrim fueron en su auxilio. Eran los Hombres del Norte, de Rhovanion, y eran parecidos
a los Hombres del Bosque y los beórnidas del Bosque Negro o semejantes a los Hombres del Lago o
los bárdidos de Valle, porque siempre combatieron los males provocados por Sauron.
Al final de la Tercera Edad, se libró la Guerra del Anillo, y todos los pueblos de la Tierra Media
tomaron partido bien por Sauron, bien por los dúnedain. El ejército de Sauron fue derrotado.
El Anillo Único fue hallado y destruido y llegó un rey único para los dúnedain. Fue Aragorn,
hijo de Arathorn, al que se llamó rey Elessar, el legítimo heredero de Isildur. Elessar resultó
ser un gobernante férreo y sabio. Aunque aplastó a muchos enemigos en la guerra y no temía
a nadie en la batalla, hizo la paz con los Orientales y los haradrim, por lo que, en la Cuarta Edad
del Sol, que fue proclamada la Edad del Dominio del hombre, hubo paz en las regiones occidentales,
una paz que perduró por muchos años gracias a la sabiduría del rey Elessar y sus descendientes.
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HUAN
RAZA: Perro lobo de los Valar. Huan, el perro de Oromë el Cazador, fue regalado al príncipe noldo
Celegorm.
Huan marchó con su nuevo amo a Beleriand. Debido al amor que sentía por la princesa élfica Lúthien,
quedó atrapado en la Búsqueda del Silmaril. Mató, uno por uno, a los licántropos de Tol Sirion,
incluyendo a su progenitor, el poderoso Draugluin, e incluso consiguió derrotar a Sauron con
forma de lobo. Por último se enfrentó a Carcharoth, el lobo más grande y poderoso de todos
los tiempos que había sido criado personalmente por Morgoth, el Enemigo Oscuro, en los Pozos
de Angband. Huan venció en ese combate, pero fue herido mortalmente por los colmillos envenenados
de Carcharoth.
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HÚRIN
RAZA: Humano.
Nació a mediados del siglo cuarto de la Primera Edad y era hijo
de Galdor, Señor de los edain. Se casó con Morwen, una dama de la Primera
Casa y fue padre de tres hijos:
Túrin, Lalaith y Nienor. Era un hombre bajo pero de poderosa complexión. En 462, el padre de Húrin
murió en la ruptura del asedio de la torre élfica de Barad Eithel. En la Batalla de las Lágrimas
Innumerables, en el 473, halló la muerte el hermano de Húrin, Huor, junto con todos los edain
de la retaguardia, excepto Húrin, quien mató a setenta trolls antes de ser capturado y llevado
a Angband. Resistió terribles torturas y engaños y fue encerrado en una grieta del Thangorodrim
durante veintiocho años. Un año después de la muerte de su hijo Túrin, Húrin ayudó sin darse
cuenta a Morgoth a encontrar la localización exacta de Gondolin. Siguió una existencia maldita
y encontró a su esposa el día en que ésta murió. Luego fue a Nargothrond, donde mató al Enano
Mezquino Mîm por haber traicionado a su hijo, recuperó el collar, el
Nauglamír y se lo llevó
a Thingol que estaba en Menegroth. Allí, en el 503, Melian la Maia limpió su mente de los
torturadores engaños de Morgoth, antes de que Húrin se alejara para morir.
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