PLANETA RODRIGUEZ
(Historias no Oficiales)
Quién
sabe, quizás al hombre alguna vez le contaron que el rey Salomón
tuvo 700 esposas y 300 concubinas (aunque los historiadores -quizás
por eso de que no hay cuerpo que aguante- las redujeron modestamente
a 60 y 80 respectivamente), y la misma Biblia nos cuenta que Raquel
y Lía ofrecían a su esposo Jacob sus doncellas (además,
ellas mismas habían sido compradas). Herodes "El Grande"
dominaba pueblos y ciudades pero no su hogar: tuvo diez esposas, durante
nueve a la vez... e innumerables dolores de cabeza y ni que hablar del
célebre rey David, francamente de costumbres poco edificantes,
por lo menos para las nuestras. Los cherokees cambiaban de esposa 3
o 4 veces al año y peor los damaras: la esposa era cambiada semanalmente...
adivinamos un extraño brillo en los ojos de algunos lectores
de ambos sexos... sin embargo (¿esta suerte?) solo la disfrutaban
(¿o padecían?) los poderosos, en el resto, generalmente,
la moralidad se ajustaba a los recursos de que disponía...
El caso es que nuestro buen amigo, joven, gomero "con maxi servicio
las 24 horas", sin señas notables particulares, por
lo menos visibles; decidió, así porque sí, desembarazarse
de su esposa e hijos: los llevó hasta Luján y allí
literalmente los abandonó, y sin dinero, hubieron de caminar
kilómetros hasta encontrar refugio.
Muy
entusiasmado con su nuevo estado civil, retornó a su casa libre
de su esposa, y acaso de culpa... pero la cosa no venía gratuitamente,
ya estaba entreverado con una damita de las vecindades; también
muy entusiasmada por estrenar marido, casa... y un padre para su pequeño
hijo. Pero nuestro amigo "servicio las 24 horas", le rogó
unos días de espera, pues "la gorda" no se dejaría
echar tan fácilmente y se aprestaba seguramente a dar batalla;
sobre todo para reconquistar -sino su marido- lo que era nada menos que
su casa. En tanto la damita aguardaba esperanzada y muy ilusionada: "aguantá
un poco más, un poco más" rogaba él.
El 29 de enero en frente a la casa del amigo "servicio las 24
horas" se detuvo una camioneta y en ella empezó a cargar
los enseres domésticos, incluso aquel flamante lavarropas comprado
especialmente para la damita, porque después de todo, nada, ni
el amor, la libraría de convertirse en dócil ama de casa.
El caso es que la damita, sin la paciencia de Penélope y harta
de la espera, decidió dirigirse a la casa de su novio, que no estaba.
En eso asoma la cabeza del vecino quien le dijo que su bienamado había
abandonado la vivienda, con enseres, muebles, un flamante lavarropas...
y su nueva pareja (que no era ni "la gorda" ni la paciente
damita) estableciendo sus nuevos reales en la zona próxima a la
empresa Fresh Water.
No se sabe muy bien qué pasó luego. El caso es que la damita
aparentemente osó reprochar al amigo "servicio las 24 horas"
su poca caballerosidad, apareciendo con un ojo morado.
De "la gorda" se aguarda la lucha de la reconquista.
La damita, ha dejado a su hijo en guarda y frustrada (o despechada) corretea
por allí, ofreciéndose por unos pocos pesos y, acaso en
su extravío, por nada...
El amigo "servicio las 24 horas" que trabaja en lo suyo
muy bien, sigue trabajando y la tercera, la tercera -suponemos- ha estrenado
el flamante lavarropas.
Acción, 19 de Febrero de 1999
