De ermita a ermita

 

De ermita a ermita,
de la ermita Mazón hasta Las Rasas
te meces y te acuestas, te prolongas
tendido al pie de la colina de La Loma,
escapas impaciente, como un pájaro,
dibujando tu verde en los Oteros,
abres el corazón junto a Valioso.

La Brena vivifica tu jornada,
sueñas tus ilusiones en La D'hesa.

Descansas arropado por la niebla,
ortigas, flores silvestres, zarzamoras,
destellos de memoria adolescente
en lento transcurrir del agua mansa,
apuntas a la luz como un destello
bosquejo de jardín, Quintanaentello.

Jose Luis Abad Peña