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Ramon Ramonet Riu
Barcelona, Octubre de 2009.

Egipto: ROSTRO humano cerca de la esfinge de Giza (Gizeh-Egypt)
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el dia 5.5.05

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GIZA, EN EGIPTO:
ENORME ROSTRO EN FOTO AEREA

 

INDICE DE CAPITULOS



LA ESFINGE SALUDA AL SOL EQUINOCCIAL

UNA CHOCANTE IMAGEN DE CARA GEOGRÁFICA

¿DE QUIÉN APRENDIERON TANTA CIENCIA?

LAS CREENCIAS EN EL ANTIGUO EGIPTO

¿PARA QUÉ CARAS EN LUGARES SAGRADOS?

LOS INICIOS DE EGIPTO A VISTA DE PÁJARO

CULTO SOLAR DEL UNIFICADOR REY MENES

EL SINCRETISMO RELIGIOSO

COSMOLOGÍA HELIOPOLITANA

¿EL OJO DE HORUS?, NO, ¡EL OJO DE RA!

EL ÁNGULO MÁS OLVIDADO DE LA MESETA DE GIZA

LA ENTRADA A LOS SUBTERRÁNEOS DE GIZA

EL SIMBOLISMO DE TÚMULOS Y ESCARABAJOS

MAADI: COLINA EQUIDISTANTE DE LAS PIRÁMIDES

CONSTELACIÓN DE ORIÓN Y LAS PIRÁMIDES ALINEADAS

CARA DE HATHOR EN EL TEMPLO DE DENDERA

EL "Osiréion" DEL TEMPLO DE ABYDOS

PROLIFERACIÓN DE DIVINIDADES EGIPCIAS

DIVINIDADES ENFRENTADAS: EL DOGMA-LO ACCESORIO

LA CÁMARA SECRETA DE SOKAR

¿DÓNDE ESTÁ ESCONDIDA LA TUMBA DE THOTH?

¿ESTÁN RELACIONADOS SHA-RE Y SA-RA?

¿DÓNDE ESTÁ LA SALA DE LOS ARCHIVOS?

"TIEMPO DEL DIOS" ¿DE OSIRIS O DE RA?

INSPIRADOS POR RA: ATUM Y AMÓN

SÍMBOLOS INICIÁTICOS ETERNOS

¿FUE AL-FAYUM EL LAGO MOERIS?

LA TUMBA DE LA HIJA DEL REY MICERINOS

NOVEDADES RELIGIOSAS EN LA V DINASTÍA

MARDUK-RA-KETZALCOALT ¿UNO SÓLO?

CONSIDERACIONES RESIDUALES



I N T R O D U C C I Ó N

Ante la perplejidad de la gente por mi descubrimiento de una sorprendente imagen de rostro humano sobre un montículo arenoso de la meseta de Giza (para mi la menor de cuantas formas de cara he descubierto en fotos aéreas), supongo que de mi pensarán, por haberlo divulgado, que soy un oportunista y que, culturalmente hablando, pretendo "convertir la arena del desierto en oro". Ello es cierto, pero al modo como tantos innovadores antes que yo obraron, más que para beneficiarse ellos mismos, en beneficio de la sociedad en general. Sus inolvidables ejemplos me dicen que justamente fue la incredulidad de sus contemporáneos lo que mejor acredita su creatividad.

Todos los nuevos descubrimientos son, a veces incluso traumáticos llegada la hora de aceptarlos,... aunque luego cueste también de dejarlos de lado. Unos prefieren ignorarlos y otros los estudian porque aman el progreso. Puesto que ahora se trata de dar el "visto-bueno" a unas enormes imágenes de rostro que parecen haber sido esculpidos por una superior inteligencia, mi actitud es hacer evidente mi buena fe al darlos a conocer. Pero este no es mi verdadero objetivo. Procuraré dar "vida" a la imagen de rostro sobre la arena e incluso intentaré con todas mis fuerzas dotarla de un alma. Otra cosa será explicar que su formación fuese obra de la volutad humana, porque en caso de ser casual sería aún mucho más prodigioso.

Ni esta investigación ni ninguna pueden resultar divertidas de leer, pero procuraré intentarlo y para ello empezaré desmenuzándola en breves capítulos, apoyados por series de imágenes, de forma que cada uno pueda dar una idea de lo demás. Me obligo con ello a ser reiterativo, pero dada la complejidad de las divinidades y sus funciones puede que sea también de agradecer no tener que leerlo todo de una vez. Aparte de lo que el título proclama, aportaré opiniones que permiten considerar una religión precozmente monoteista en el Antiguo Egipto, precursora de las grandes religiones posteriores, de las que vale decir que son por igual un hecho tan universal como íntimo. En efecto, y cual un prisma de mil caras, todas las religiones tienen algo en común que es el propio prisma, y puede ser entendido cuando superamos las capillitas en que la famila humana está dividida.

Además de la novedad que representa un rostro allí, en el plano físico también trataré de evidenciar las grandes posibilidades de la existencia de un mundo subterráneo en la colina Maadi vecina a la Esfinge. Es la gran olvidada de aquel sector. Asimismo rescataré de un muy injusto olvido a la más gran reina, una sacerdotisa y noble que fue cual una bisagra viva entre la más prestigiosas dinastías de aquel antiguo país.

En lo referente al nuevo rostro descubierto, quienes buscaron configurarla en un muy preciso emplazamiento cerca de la Esfinge de Giza y luego moldearon la superficie de la arena con una imagen de aspecto inteligente y optimista, me obligan a suponer que debajo del suelo construyeron también espaciosos túneles, quizá semejantes a los que existen cerca de las pirámides desmoronadas de Abusir. De todo ello espero haber rehuido testimonios escritos suficientes de la antigüedad, los cuales si bien han permanecido indescifrables a lo largo de muchas generaciones es evidente que pasaron a través del rey Salomón hasta las órdenes militares medievales que en Palestina hicieron méritos para ser custodios de iniciáticos secretos.

Me referiré a rostros detectados por fotos aéreas sobre lugares especialmente sagrados del mundo. Son sólo reconocibles desde el aire y desde un determinado ángulo visual cuando están debidamente iluminados. En mi opinión sería aún más inverosímil creer que son fruto de las fuerzas de la Madre Naturaleza puesto que debe de tener un "alma" más poderosa que cualquier persona, según leo que se vuelve a divulgar, puesto que incluso se le atribuyen los misteriosos círculos en las cosechas. En tal caso sería comparable a cuando los primitivos, no teniendo idea de la existencia de la electricidad, atribuían sus efectos a milagros divinos.

Ante el nuevo rostro de Giza asistimos al despertar de una ciencia desconocida, cuyas consecuencias somos incapaces aún de entrever en el mundo de las ideas, porque todo depende de su desarrollo positivo y la utilidad que les sea asignada en el futuro. Intuyo que al ocuparnos de una imagen de circunspecta cara que tiene por condición ser resaltada por el ángulo de incidencia de los rayos del sol al iluminar las arenas de Giza, ofrece una nueva vía para el redescubrimiento de los valores sociales más eternos y fiables, empezando por admitir que en nuestro entorno cotidiano existe un superior nivel espiritual intangible pero que se puede manifestar.

Las reglas del arte egipcio no han de impedir el reconocimiento de tan sofisticado arte, pues la tal "escultura" puede ser anterior a todo lo conocido. Por otra parte, opino que quien la crea tan sólo fruto del puro capricho de las emanaciones telúricas de la Tierra, aún la debería de apreciar mucho más. Algo hay de cierto: Una foto la ha inmortalizado.

El tiempo es un factor que importa mucho, empezando por advertir que el dicho lugar ha podido permanecer milenios inalterable mientras que a pocos metros en todo su alrededor se ha removido tantísimo el terreno, ya fuese para enterrar o para hacer excavaciones. Existe un tiempo sagrado e indestructible que está fuera del curso de las civilizaciones. En cualquier caso, aquí estoy para tratar de dar vida a un rostro mudo pero elocuente en varios sentidos.

Ante lo que para muchos no pasará de ser un montón de arena, al menos deberían admitir que, por ser sólo arena, ya representa aquello que habiendo sido, hoy no existe. Es como aludir a lo que nuestro mundo actual será cuando deje de ser lo que es. Es una cuestión de tiempo que sea un pasado perdido. Bueno es tener raíces, pero más aún tener alas. Ahora bien, aquel que tenga alas para volar y no las use, será "gallina", porque hay situaciones como esta en las que debemos rastrear todas las ruinas de la memoria común y entonces se encuentra lo que nadie se imagina. He aquí mi invitación a la superación personal (sin relación con lo económico).

Al S.E. de la Gran Pirámide, se aparece este fenoménico rostro en visión aérea. La foto de procedencia Stern, existe desde mediados el siglo XX, siendo muy divulgada en publicaciones especializadas de gran formato. No se detectó, con anterioridad por un motivo bien fácil de entender, y es que, por increíble que pueda parecer, nunca nadie la había buscado; afortunadamente yo si tuve la dicha iniciativa.

Un fenómeno semejante a la aparición del nuevo rostro humano de Giza dibujado por la evolución solar se produce en la gran pirámide-templo maya de Chichén-Itzá (Yucatán). Cada equinoccio el sol poniente (Tum) allí también hace resaltar en el más bajo de sus 91 peldaños: la cabeza en piedra de una serpiente. Con tales fenoménicas cabezas, los mayas simbolizaron el período que vivió en la tierra su dios Kukulkán antes de regresar al cielo. Tal sutileza les exigió un alarde de observación, planificación, ejecución, técnica y "know-how", todo lo cual es muy difícil admitir que fuese fruto de la humana evolución en aquellas latitudes.

LA ESFINGE SALUDA AL SOL EQUINOCCIAL

Obligado paso previo fue informarme acerca de las esfinges. En Egipto tuvieron su apogeo durante el Imperio Medio y llegaron a ser readaptadas por las culturas clásicas. Las esfinges presentan normalmente un cuerpo de felino agazapado con cabeza erguida de hombre entre mesopotámicos e hititas, así como entre los pueblos mayas de la antigüedad, si bien las puede haber también, con cabeza de hembra, como en Grecia. Si tienen cuerpo de toro, no son esfinges.

En el Museo de Asuán, en el sur de Egipto, se conserva un huevo de avestruz decorado exteriormente con el río Nilo al pasar por delante de las tres inconfundibles pirámides alineadas de Giza. Lo sorprendente es que su antigüedad se ha calculado por los estratos donde fue encontrado que se remontaría a unos 10.500 años. Aunque parece una exageración hay otro detalle de las mismas pirámides que el investigador Bauval ha confirmado por la posición de los tres astros del llamado "Cinturón de Orión". Aquí me referiré exactamente al ángulo de 172º de las tres citadas pirámides que sólo coincide con el que tuvieron las dichas estrellas de las mismas proporciones y alineadas nada menos también presentaban hacia el año 10500 a.C..(actualmente su ángulo es de 181º). Demos tiempo a los expertos que están en nómina de los grandes centros de investigación para que lo reconsideren.

La tan grandiosa y famosa de Giza está en contradicción con el tiempo que se ha datado, porque entonces sería el 2500 a.C., dominando el firmamento la constelación Tauro. Antony West demostró, empleando programas de informática, que el punto venal de Egipto en primavera la constelación Leo se remonta al 10500 a.C. En Tassili (hoy desierto del Sahara libio), hay pinturas rupestres de carros egipcios del año 8000 a.C. ¿...cuando Egipto aún no existía?

En 1956 se descubrió en Saqara la entrada a una tumba, aún inviolada, dentro de la pirámide de Sekhemket. Para proceder a su abertura se reunieron allí grandes autoridades y muchos periodistas internacionales, dado lo insólito del hallazgo pues todos esperaban poner al descubierto los fabulosos tesoros de su interior. Pero sucedió que, como en tantos otros sarcófagos, no había nada dentro. Estaba vacío ya que una vez más tan sólo se trataba de un cenotafio.

Los espacios subterráneos en Egipto permanecen en su inmensa mayoría ignorados en su subsuelo a lo largo de curso del Nilo actual y probablemente también en el que tuvo antes de ser modificado. No obstante una muestra de aquel furor constructivo bajo tierra se puede admirar en el llamado Serapheum, unas galerías de varios kilómetros y laberínticas con 22 tumbas gigantesca clavadas en el suelo a modo de tapón, las cuales también aparecieron vacías. Lo seguro es que tanto trabajo subterráneo no se emprendiese sin la intención de desarrollar allí algún inimaginable proceso energético físico/químico, el cual humildemente debemos reconocer que todavía resulta incomprensible para nuestro actual estadio de saberes científicos. Es evidente que con tan grandes contrucciones conmemoraban un acontecimiento miles de años más antiguo, de mismo modo como los templos católicos remiten a la vida y pasión de Jesucristo. Durante la IV Dinastíaa la Gran Pirámide se la consideraba Guardiana del Cementerio Real capaz de inspirar terror a los profanadores de tumbas por dimanar de la escultura un poder religioso aterrador. Cuando superaron aquel papel, las esfinges fueron la afirmación plástica del poder político y del orden social.

Actualmente a las 6'10 horas del amanecer del día 20 de mayo de cada año se repite exactamente el perfecto alineamiento de la Esfinge de Giza con el "Tiempo Primero", o sea, aquel que cualquier religión que se precie conmemora su repetición y en Egipto era coincidente con la época de la gran inundación del Nilo (que ahora evita la gran presa de Asuán). Ignoraron la división anual en estaciones. De aquella antigua civilización también sorprende mucho comprobar como, con el paso del tiempo, sus gentes fueron degenerando respecto a los antiguos saberes, y sucedió en todas sus expresiones artísticas.

El nombre más antiguo que se tiene constancia de aquella inmensa escultura en forma de esfinge con cabeza de faraón y cuerpo de felino agazapado, fue traducido "Horus en el horizonte". Ahora bien, aquel no sería el "Tiempo inicial" ni mucho menos. Antes de Horus estaba su padre Osiris, y antes aun Ra, para no citar al inefable Pta, que se compara al aliento creador del mundo, o sea su voz (fue "El Verbo (Aj) del A.T. Para empezar ya lo invocaban con la siguiente fórmula en los Textos de las Pirámides (nº 610-1713 b): "Que tú salgas (al oir mi voz), y te hagas un ser luminoso". Realmente quienes construyeron la gran pirámide de Giza dominaron un especial sonido de inimaginable frecuencia. Lo llamaré estelar porque entonces la forma estuvo en funció de los templos y toda piámide apunta al cielo.

La cultura egipcia se distinguió por su duración y por su unidad. Un sacerdote egipcio llamado Manetón, que vivió en el siglo III a.C., (nótese que vivió más próximo a nuestro tiempo que a cuando se construyó Hiéraconpolis) dejó escrita una relación de muchísimos reyes predinásticos con los que la Arqueología no quiere saber nada porque se remontan a miles de años antes de todo lo conocido, pero en cambió han podido constatar la veracidad de Manatón en lo referente a los nombres de los considerados gobernantes dinásticos. Los occidentales de hoy día quizá incluso podamos considerarlos a sus descendientes nuestros maestros de la escritura en símbolos, dado que en Sumer, si bien dejaron muestras más antiguas, se trató tan sólo de números para cuentas.

Para entender la importancia de la escultura en el Antiguo Egipto hay que saber que no hacían imágenes como arte ni como símbolos. Eran obras fruto de las diversas experiencias religiosas influidas por la magia autoritaria que creyeron dominar; no en vano el gran sacerdote era el "Mayor de los Artesanos" y quien mejor debió de saber activar y desactivar tanto las imágenes como los símbolos escritos así como todo el espacio del mudo. En el arte pictórico su tema principal fue el hombre, incluidas sus sagradas inscripciones, aunque no se haya aún podido verificar ni tan siquiera de los famosos Textos de las Pirámides. Para quienes los redactaron eran textos de Salida a la vida porque imaginaron otra forma de existencia después de la muerte física, cuando los difuntos renacían diariamente incorporados al sol. Tanta moral tuvo un premio: La firme y general convicción de que las personas buenas podrían vivir eternamente. Tales ideas se dispersaron triunfantes, de forma que no sólo se encuentran en el cristianismo, sino que también los alquimistas medievales usaron la metáfora de "convertir el polvo en oro" para significar el paso desde la ignorancia a la iluminación. El principal objetivo del ser humano era, es y será lograr divinizarse. La inmortalidad la ha perseguido quien ha podido, porque es la verdadera luz de la vida, del mismo modo que el sol es la luz de la Naturaleza.

Estoy tratando de explicar la existencia de gigantescas esculturas de imágenes de rostros subliminales también en su mensaje. Son obras gigantescas, las cuales, si representaron a personas que existieron realmente, hay que suponer que debieron de merecer ser inmortalizados. El caso es que, dada la ayuda que prometen para fomentar el crecimiento humano en los siglos venideros, ya encontrarían en ello su razón de ser. Porque, en efecto, una vez dada a conocer su existencia, ya no es posible ignorarlas. Con esta inesperada imagen de rostro humano, el Antiguo Egipto por psiquismo o por lo que sea logró renovar a comienzos del siglo XXI un icono de su inmortalidad, mucho más efectivamente que cuando la Piedra de Roseta resucitó su lenguaje jeroglífico;...por no hablar de la resurrección del dios Osiris por mediación de Isis, su hermana-esposa. Se objetará que es una imagen que no está de perfil como fue su norma al dibujar las cabezas, pero, a parte que se trata de un relieve, también hay otras excepciones de rostros egipcios en perspectiva frontal, y quien sabe si gracias a su frontalidad aún debe considerarse como más importante, ...sino divina.

Aun cuando expongo mi parecer en lo referente a que van a ser imágenes capaces de ser un revulsivo positivo en el mundo de las ideas sociales, también reconozco que yo las he estudiado en solitario siempre. En consecuencia, mi opinión es muy subjetiva, debiendo admitir además que me he apresurado para poder divulgarlo. Para colmo, a menudo debo rectificar mis escritos al respecto, y también otros sobre descubrimientos en muy diversas investigaciones particulares que tengo planteadas, la mayoría inéditas.

CHOCANTE IMAGEN DE CARA GEOGRÁFICA

La nueva imagen de rostro una vez ampliada la incluí muy contento en mi particular álbum de perfiles y siluetas de cara humana en montañas, rocas y costas (tengo recogidas varios centenares). Inicié mi colección al descubrir los muy enigmáticos rostros que se configuran en las cimas del Mt. Sinaí (también en Egipto), y en los 25 Km. de perímetro de la montaña de Montserrat (en Cataluña, NE. de España). Esta última imagen de rostro humano tomada por el satélite Landsat de la NASA, sólo debe a la erosión el hecho de llevarse su "funda" de tierra blanda porque está formada por dura roca del tipo pudinga. .

En todos los casos no estoy seguro de que todo sea fruto de las fuerzas lentísimas de la erosión endógena. ¡Que la dinámica interna de la Tierra la juzguen los geólogos! Por mi parte yo simpatizo con las ideas del New Age y su sincera preocupación por la preservación del medio ambiente desde poco tiempo después de su divulgación inicial en 1960. El imperio egipcio en principio sigue aún interesando mucho por haber superado (reconocidamente duró más de 3000 años) a cualquier otra civilización, pues por ejemplo la del sur de la India fue más esplendorosa en su decoración desde el furor constructivo del belicoso Rajaraicha, constructor de varias pirámides, siendo una de ellas, de duro granito, tan grande como la de Keops. Los miles de esculturas del templo de Meenakshi (Madura) y otros semejantes, merecieron por impúdicas el olvido de la sociedad victoriana que las descubrió en 1838, pero su influencia llegó hasta el complejo religioso mayor del mundo: Ankor-Vat (Camboya).

Como todos siempre me interesé por la meseta de Giza, en las cercanías de El Cairo, motivo por el cual al ver una foto aérea del sector al completo, me concentré en la situación de cada detalle porque no quedé retenido por la famosa "mirada de la Esfinge". Mi preparación para escrutar incluso los menores repliegues de la geografía del sector me hizo dar cuenta de que allí había configurada una nueva Cara de persona para mi colación.

Supongo que los medios de comunicación no se ha hecho nunca eco de mis particulares descubrimientos, primero porque, reconociendo no ser expertos, procuran no salirse de sus cauces habituales, como son las agencias de noticias, a veces presuntamente al servicio de algún protector. Quizá también consideraron las dichas imágenes de caras demasiado mías, quiero decir fruto de trucajes, tal como tengo comprobado que se dan con frecuencia. Como no es mi caso, una vez debidamente registrada en la Propiedad Intelectual, la nueva imagen de Rostro humano en Giza la adjunté con una muy breve presentación a las páginas de internet.

En principio la llamé "Cara de Sidonia" en la Tierra por su hallazgo, mediante la foto aérea, parecido a como se descubrió en el planeta Marte, y sobre la cual aún se sigue discutiendo acerca de su naturalidad o artificialidad. Esta que doy conocer, ni en el caso de ser oficialmente reconocida, siempre tendrá un 17% de incrédulos, pues -según J.F. Kennedy dijo- es el porcentaje fijo de opositores se haga lo que se haga.

En fin, si me creía que ya lo sabía todo sobre los antiguos egipcios, cada día voy viendo más claramente que no era así y la meseta de Giza puede aportar aún algo quizá comparable a las mismísimas pirámides. Estamos lejos de poder hoy calibrarlo. Mis palabras son enanas ante la realidad de una foto como ésta.

Entre las cientos de mejores formas de rostro humano que tengo recopiladas, no se aprecian como tales sin una iluminación adecuada (alguna conozco que es visible solamente en determinados días del año). No sólo condiciona siempre el dicho fenómeno la luz y su ángulo sobre la dura roca, sino que sobre todo juega el punto de vista del observador,...por no hablar de una muy particular atención, obviamente imprescindible. Dicho fenómeno luminoso, que resulta tan imprescindible para mi aportación, se encuentran en escritos iniciáticos de Egipto precisas referencias documentales. Incluso aquellos sacerdotes le dieron el nombre de Aj a un ser luminoso que decían era capaz de abrir las mentes, intelectualmente hablando

Valorando las luces y sombras, este aspecto humano que ofrecen ciertas montañas, me lleva a reflexionar que puede incluso servir de norma de conducta para la vida misma.

Representa un gran problema incluir tal rostro sobre un montículo de arena entre la simbología del Antiguo Egipto conocida. La solución que propongo es compenetrarse al máximo con la fe del corpus de creencias que hicieron configurar un sol sobre las cabezas de los dioses. Quiero considerar todo cuanto pueda tener relación con el dicho hallazgo.

Seguro que otros sabrán decir después mucho más que yo. La dificultad de la investigación reside en que nuestra actual perspectiva tiene por igual toda la antigua simbología iniciática, completamente desacreditada, aunque vivamos gozando de los frutos de quienes la cultivaron.Se me ocurre el símil de que, igualmente en la actualidad pocos son los que saben que con equinoccio de primavera (21/3) hay que empezar a plantar las semillas,... pero en el fondo todos vivimos de ello. En aquella mentalidad tan naturista, donde se interrelacionaba lo divino y lo humano mediante el telurismo, la luna, las transferencias espirituales más complejas, etc., la fiesta de la Diosa-Madre Isis se celebró justamente en tan crucial tiempo astronómico.

Desde ahora mismo aviso que nos enfrentamos a, por lo menos, unos 5000 años de misterios en Egipto y que las treinta y una dinastías de reyes históricos nos legaron obras de insuperable monumentalidad, ya que hasta construirse la Torre Eiffel en París la altura de la Gran Pirámide no pudo ser superada. Mide como ocho campos de fútbol, con 230m. de lado y está separada medio kilómetro de la pirámide de Kefren.

Los arqueólogos y egiptólogos en particular están fascinados más que nadie en el mundo por tanto despliegue de organización y sensibilidad, a la vez que de sabiduría, poderío físico y entusiasmo. Dichos profesionales en realidad se enfrentan a los frutos de la fe más inspiradora para aquella antiquísima cultura. ¿O tal vez no hacia falta fe, porque recordaron unos hechos consumados?

La altura de la colina Maadi cercana a la famosa Esfinge -y segundo lugar de atención en estas páginas-, dudo que pueda ser una formación rocosa calcárea natural erosionada por el mismo desierto, tal como lo fue en principio la gran escultura de león agazapado, a la cual inicialmente tan sólo hizo falta retocarla un poco para convertir una roca del desierto en un hierático felino (Colina Maadi) para ilustrar estas páginas, porque los monumentos que existen en la meseta de Giza actúan de imán para los visitantes. En especial causa fascinación eterna el dicho cuerpo de felino relajado, con su insólito rostro humano. La Esfinge "engancha" a pesar de ser una escultura muy tosca y desproporcionada. ¡Imagínese su impacto cuando estuvo pintada con los llamativos colores que podemos ver en la riquísima máscara funeraria del joven faraón Tutankamon!

Aún después de arrancarle a la Esfinge de Giza su pétrea nariz (tal vez utilizando una palanca) nadie parece echar demasiado en falta el tal apéndice, y en cambio sí que inquieta bastante admirar su incipiente sonrisa. Se diría que fue la obra de arte precursora ancestral de "La Gioconda" de Leonardo da Vinci. Habrá de tenerse muy en cuenta lo referente a tan grande inspiradora de leyendas, aunque no seré yo quien me entretenga en ellas.

Probablemente después de conocerse mi aportación también aquella colina Maadi y sus alrededores seran agujereadas por muchos excavadores que la convertirán en un termitero, tal como ha sucedido al entorno de los demás monumentos. Es de esperar que lo harán legalmente. ¡Que tengan éxito!. Yo divulgó una imagen rara, y si la desfiguran mucho, al menos después siempre nos quedará la foto de procedencia Stern. La presento muy ampliada en la misma página a fin de indicar su situación respecto a la pirámide del rey Micerinos)FOTOS: nº 1, A-B-C).

A partir de ahora, sabiendo lo que hay que buscar, quizá se lleguen a distinguir otras fotografías con algún fenómeno semejante, pero hay que tener paciencia. Por otra parte se debería ir insistiendo, pues las fotos no sirven cuando son hechas desde la vertical aérea del dicho lugar, puesto que en tal caso no se ve en dicha colina de arena nada en absoluto por faltarle las sombras del sol poniente. Incluyo una foto aérea tomada desde encima mismo del sector donde está el que llamaré "Rostro de Ra", y no se distingue allí más que un simple óvalo (Lo rodeo en ambas fotos de flechas para su más fácil localización )FOTOS: nº 2, A-B).

La Esfinge es obligado que sirva de referencia para situarnos, en todos los aspectos, al emprender una mejor presentación del nuevo rostro humano de la meseta de Giza. A su alrededor hay el llamado Templo de la Esfinge (que es el templo de la Pirámide de Kefrén), en cuya excavación el arqueólogo Mariette encontró fragmentos que demostraban la existencia en tiempos antiguos de unos doscientas muestras tridimensionales representando al dicho faraón. Existen otros templos, como la tumba de la hija del faraón Micerinos, a la que habré de volver a referirme porque, teniendo forma de pirámide, dejó un rastro semejante al de una ancha avenida en Giza que termina justo ante la descubierta enorme imagen de cara. (FOTOS: nº 3, A-B-C).

Para un buen egipcio al parecer la muy enigmática Esfinge, con 73 m. de longitud y 20 m. de altura es tan apreciada, o más, que las mismas Pirámides, las cuales tiene tan vecinas que podrían considerarla incluso su "guardián". Con su alma la gente la quieren más a pesar de la diferencia de tamaño, y ello no puede ser sólo debido a la reconocida afición de aquella cultura ancestral por combinar en sus esculturas la sensibilidad y poderío de ciertas especies animales con las del ser humano. Gracias al nuevo rostro, descubierto muy cerca de la Esfinge podríamos estar por fin ante aquello que dictó las preferencias para hacer tan felina escultura milenios antes de la IV Dinastía de reyes de Egipto, quienes se supone que fueron unos muy desmesurados constructores. (Tutmosis IV, el año 1400 a.C. tan sólo la hizo limpiar de tierra hasta su base, eso sí, por primera vez).

Bastantes excavaciones de Giza han dado testimonios de diferentes esculturas de cabezas rituales. Si no lo dijese ya su mismo rostro, todo en la enigmática Esfinge de Giza nos remite a un aprecio por plasmar la cara humana, y a veces desmesuradamente grande. Referente a la extraña escultura sobre la arena, diré que a pesar de ser un difícil trabajo el configurarlo para ser admirado puntualmente gracias a la visión aérea, recordaré la reconocida maestría artística lograda en el fascinante rostro de la reina Nefertiti. Pero lo que tiene mucha mayor importancia es el hecho de acertar con una iluminación "divina", porque su exclusivo monopolio es una condicionante que metafóricamente ha sido siempre bien aprovechado por las religiones y sectas desde antes de construirse las pirámides. Tal fenómeno aplicado sobre un montículo no puede ser debido a la casualidad y en cambio es justo lo sublime que se esperaba de quienes en la antigüedad, esclavos de la evolución de las estrellas y el desbordamiento del Nilo, practicaron con la mayor fe la más elaborada de las iniciaciones que se tiene noticia.

La Esfinge, a la que durante siglos se ha reconocido como: "ser a medio camino entre cielo y tierra", ha estado cuatro veces enterrada de arena hasta su cuello, siendo otras tanta desenterrada, y ello contando tan sólo desde el año 1400 a.C. y hasta la iniciativa del egiptólogo Gastón Maspero. Admitida como un vínculo entre las divinidades y su obsesión de venerar las cabezas -y más si tienen el sol encima-, sirvan a estas páginas cual idóneo punto de apoyo para testimoniar la súbita aparición en el mundo antiguo de una sabiduría y saber hacer que resulta insólito admitir propio de un pueblo de nómadas del desierto al mezclarse con muy humildes pescadores del Nilo ¿Que misterio pudo llevarles a creer, justificada y prematuramente, que ellos eran los elegidos para estar más cerca de los dioses que el resto de los demás mortales?

No parece que en la meseta de Giza antes de construirse las Pirámides existiese ninguna altura comparable a la de la misteriosa colina Maadi sobre el que reclamo la mejor atención. La merece, ya sólo por el esbelto obelisco que se puede observar (desde la Esfinge) sobre el lado derecho. Los sacerdotes llamaron al obelisco primitivo Ben-ben, y allí había nacido el primer rayo de sol, quedando petrificado. Siguen visibles su base sobre la privilegiada colina Maadi de Giza, y conserva un lado con el mismo ángulo de caída de las grandes pirámides vecinas que tanto sorprenden por combinar su colosal volumen con precisión arquitectónica. Del Ben-ben nació la idea aplicada a la punta de los afilados obeliscos, algunos de los cuales han viajado a otros continentes, pero otros no se concibe como pudieron pensar en ponerlo erguidos, ya que no se podrían "plantar" ni empleando para ello las más potentes grúas del siglo XXI. Puesto que hay certeza de que su punta tuvieron la mayoría una funda metálica, debieron tener utilidad de pararrayos, ...idea que incrementa la funcionalidad que se adivina en las pirámides, puesto que reproducen la proa de un navio.

Aquella tan provocadora como bien perfilada colina Maadi, reclama la atención a gritos, no ya por tener cerca una imagen de cara, sino también por tener una espaciosa hoquedad con arco de medio punto. Ésta cegada, pero por muy disimulada que esté se habría debido sospechar de aquel pórtico tan bien enfocado hacia la Esfinge de Giza. No se debería descartar que desde allí se entrase a un mundo subterráneo kilométrico, por el mero hecho de que los construyeron por doquier, y con el exclusivo propósito de enterrar tan sólo momias, por ejemplo, de varios millones de aves ibis envueltos con mortajas. Era su estilo de hacer las cosas.

Atendiendo a este último dato tengo una reserva que al menos voy a traspasar a continuación. Puesto que la Gran Pirámide está tan próxima a un gran abismo (quizá por desmoronamientos sucesivos a lo largo del tiempo) me pregunto: ¿cómo es que disponiendo de máquinas que abren los túneles del metropolitano, no se horada la meseta por aquella parte baja del precipicio para alcanzar en quince días el subterráneo centro de la Gran Pirámide? Los beneficios no sólo podrían ser turísticos, sino científicos, etc., pues tal vez allí cayó algún meteorito que abrió un cráter. ¿Quedará algún __x web llibre 555 giza fragmento negro como su diosa Isis?

Muchas pirámides tienen su cámara principal en la vertical del eje central. Por ejemplo, en el centro de la pirámide de Sakara existe un agujero de 32 m. de profundidad (otro pozo igual está en sus cercanias), cuyos ciclópeos megalitos de piedra se habrían puesto en sus cuadrados muros mucho antes de tener intención de edificar una pirámide escalonada encima. Hoy contrasta la falta de iniciativa de los egipcios, con el esfuerzo que representaron tantas tumbas de la orilla oeste del Nilo. No se profanaría nada excavando el antes citado túnel bajo la Gran Pirámide, aún considerada tumba de Keops (puesto que está claro que su padre no se habría construido tres tumbas). En la Gran Pirámide se supone que, además, está la secreta Cámara de los Archivos ubicada 20 m. más abajo de la Cámara de la Reina, y todo ello en la dicha vertical del eje, incluyendo el pozo más profundo allí conocido, que está a 30m. debajo del suelo de la meseta de Giza. Heródoto describió otro pozo que estaría aún otros 30m. ás profundo.Parece que en el Antiguo Egipto siempre se trató de excavar pozos. SPAN>

Hay muchos y variados motivos, pues, para perforar hasta la vertical del eje, y la única excusa sólo ha de ser el temor a dar con el foco de unas misteriosas emanaciones que, al menos en la vecina pirámide de Kefren, se demostraron capaces de altrar los sofisticados detectores de los científicos. A fin de fotografiar las pirámides de la meseta de Giza, cuando al salir el sol del día del equinoccio la cara de la gran Pirámide se divide en dos claras vertientes contrastadas (un fenómeno ingeniado por aquellos antiguos veneradores del dios Ra), algunos fotógrafos suben a la cumbre de la pedregosa atalaya que es la colina Maadi, sólo relativamente alejada. Tal "destello solar" es lo que me impide afirmar rotundamente que los constructores se equivocaron al dar cuatro vértientes a la pirámide de Keops. En la "SEGUNDA PARTE" de mi investigación de las varias estrellas de seis puntas "dibujadas" en el planeta Marte se verá que habría sido más sabio haberlas diseñado en forma de tetraedro.

Dicho fenómeno tan sofisticado en el arte de la construcción a gran escala, sucede a las 6 horas de la madrugada del "día de la diosas Isis". Recibe el nombre de relámpago por su fugaz percepción, siendo de toda lógica que, ante tan magníficos estímulos visuales de todo cuanto existe a su alrededor, quedase eclipsado el gran mirador que representa la colina Maadi. Ya merecería mucha atención por el mero hecho de que los planificadores de la Gran Pirámide ya se fijarían en la composición de su piedra el día que buscaban una cantera, siendo juzgada probablemente de mala calidad por los sacerdotes y capataces de las primeras culturas de aquel sector. No era la adecuada para sus propósitos. Pero no se ha sondeado suficiente lo qué el montículo de Maadi tiene debajo, y creo que por lo descubierto tan íntimamente relacionado con el astro rey que divinizaron, aquellas alturas habrán de dar en el futuro muy grandes sorpresas.

Voy a permitirme una muy arriesgada suposición. Si bien es improbable, en cambio no sería imposible que el descubierto rostro de Giza incluso pudiese haber tenido igualmente un subterráneo antiguamente tan vacio como para que, una vez que se hundió allí el suelo, se formaran en su frente los dos descomunales huecos configurando ahora lo que son sus desmoronadas cuencas orbitales. Entre ellas además presenta un pequeño montículo al modo de la señal hindú llamada "Tercer Ojo". Todo ello no puede ser casualidad, serían muchas en poco espacio. Son demasiadas. A propósito de los ojos, en aquella antiquísima llamémosle religión, según el Papiro Ebers (III,125,6) médicamente hablando, el dios Ra gobernaba la salud del rostro (Her); así como los ojos de la cara humana (Irty) estaban bajo protección de la diosa Hathor. Lo cual hago constar porque ambos están con insistencia presentes a lo largo de estas páginas.

¿DE QUIÉN APRENDIERON TANTA CIENCIA?

Las pirámides siempre estuvieron asociadas al poder. Desde el punto de vista iniciático, y también considerando el esfuerzo que supusieron a las comunidades que eligieron estupas, trullos o túmulos dolménicos para cubrir las formas de toros huecos, hay que considerar incluso las formas cónicas o los zigurats cual pirámides. Las terrazas de ladrillos superpuestas que en Mesopotamia llamaron Zigurats, se supone que fueron más antiguos que las Pirámides de Giza, de dura piedra, pero ni siendo los zigurats muy altos, no pueden justificar el tamaño de las pirámides. Los más primitivos egipcios habrían recibido conocimientos científicos rigurosos para poder construir con básico diseño muy gigantescas construcciones. Tales ayudas arquitectónicas incluirían en la Gran Pirámide datos tan sorprendentes como: la Ley de Variación de la Constante de Gravedad sobre la superficie de la Tierra; o bien, la distancia exacta entre nuestro planeta y el sol; o la Ley de Variaciones Periódicas de las estaciones, y también la frecuencia de los terremotos. La altura de la Gran Pirámide de Giza es de 149 m. resultando ser la milmillonésima parte de la distancia entre el sol y la tierra, dato éste que hasta el siglo XX no pudo ser establecido. La intencionalidad de dichos 149 m. se confirma por muchas otras medidas que en la IV Dinastía no podían haber sido capaces de calcular. Entre el misterio y el absurdo, alguien dijo que prefería el misterio, con lo cual yo estoy de acuerdo. Si a las diferentes medidas geométricas de la Gran Pirámide se le añaden -a cada una siempre igual- nueve ceros, resulta que se obtienen datos referentes al planeta tierra y a su relación con el cosmos. Para empezar, dos "codos" del Antiguo Egipto suman lo mismo que un metro del siglo XXI, o sea 1,04 m. Además, el premio novel de física L. Pawlirig defendió que cada molécula de agua es una estructura de forma piramidal con lados en ángulo de 52º. Pero también la forma piramidal es una sabia estructura capaz de evocar el interior de las personas porque las 206 hiladas de megalitos superpuestos en la Gran Pirámide, son también el número de huesos del cuerpo humano... ¿Más íntimo todavía?: Las moléculas de agua que estén dentro de su campo magnético se equilibrarán hasta resultar menos oxidables, pues el poder antibacteriano del interior de la pirámide evita la descomposición de los líquidos.

Por otra parte, la pirámide misma se puede presentar cual la macroescala de una molécula de agua (52º). Copiar la estructura molecular del agua, representa admitir que dispusieron en tan remoto período de una tecnología comparable a los actuales microscopios electrónicos. Dejaré de lado -por mis limitaciones- el presentar la relación de la forma piramidal con la estructura del diamante, que es carbono puro, pues al parecer de los científicos es también muy íntima. Así pues no ha de faltar razón a los que defiendan que habitar a un tercio de la vertical del eje de una pirámide aporta beneficios terapéuticos, pudiendo ser cierto que incluso la emoción humana bajo una forma piramidal tienda a purificarse. Además, da la casualidad que se descubre todo ello en la mayor construcción del mundo antiguo,... y situada en uno de los tres vértices formados por el hipotético triángulo configurado por el fértil delta del río Nilo.

En el año 1877, el investigador J.Seiss en Giza quedó sorprendido también por la constante del número cinco en todas sus mediciones, comenzando por los cinco vértices de las Pirámides. Ello le hizo escribir acerca del "contenido de un gran sistema de números interrelacionados, pesos medidas, ángulos, grados, temperaturas, problemas geométricos y referencias cósmicas" de aquel monumental conjunto en la meseta de Giza. Otros han encontrado referencias a la medida del "año solar", del "año sideral" y del "año anomalístico", las leyes de precisión de los equinoccios, y también de la variación de la longitud del perihelio. Se conocen evidencias de todo tipo: en las artes, medicina, etc..

Habla de la moral de aquellos constructores, ya no las Pirámides, sino un obelisco que yace en Assuán pesa entre 1200 y 1500 tn., y mide 41,5 m. de largo por 4 m. de lado. Obviamente lo trabajaron para que, después de haberlo arrancado de la cantera, de alguna manera poder levantarlo y quizá trasladarlo, cosa que en nuestro siglo XXI aún resulta irrealizable.

Por lo dicho, no ha de extrañarnos que algo más antiguo de todo lo conocido hasta ésta mi contribución, hubiese inspirado la realización de tamañas empresas físicas. Hay muchos libros que desarrollan, incluso por separado, todos los aspectos de aquella cultura desde los tiempos predinásticos, resolviéndose que los conocimientos de los sacerdotes del Antiguo Egipto fueron tanto más exactos, cuanto más va descubriendo la ciencia. Por ejemplo, ahora se admite que en sus procesos de momificación ya emplearon la radioactividad;...un arte que por lo visto en Egipto también se consigue situando un cadaver justo en el centro de cualquier pirámide (no importa su tamaño) con tal que no sea hecha de material conductor.

Es absurdo pensar que el padre de Keops, contructor de tantas pirámides, pretndía ser enterrado, descuartizado, depositando parte de su cuerpo en cada una de ellas. En efecto las pirámides no sólo se construyeron para culto a un faraón quien, una vez embalsamado, partiría hacia las estrellas mirando la proa del navio, el difunto viviente se convertía en un ser de luz en el cielo.

Por otra parte, si hiciéramos caso de las "Profecías de las Pirámides", éstas curiosamente terminan sus vaticinios en el inicio del siglo XXI. Baste lo dicho y evito mencionar, como hacen otros, su vertiente mágico-esotérica. No hay que caer de nuevo en el error, históricamente tan lamentable, de atribuir algo enigmático a determinada cultura, como sucedió por ejemplo con los dólmenes megalíticos pues escribí un libro defendiendo cual pudo ser su cuna durante el Neolítico. Naturalmente me estudié bien su dispersión a partir del : norte de la Santa Montaña de Montserrat en Cataluña.

Dichos monumentos megalíticos tan abundantes en la Europa occidental, reprodujeron en piedra cuerpos de toro. Si antes se creyeron hechos por los druidas galos, fue por ignorar mejores candidatos, así como tampoco admitirse tiempos más remotos. Sucede lo mismo con la Esfinge y las Pirámides de Giza. Sería deseable que se propiciase un acuerdo a nivel científico a fin de poder beneficiarnos de las ventajas de haber pisado ya otros cuerpos celestes,... y ello a pesar de nuestra todavía "rudimentaria" tecnología. Los criterios de científicos de otros siglo, dictaron soluciones hechas a su medida, suponiéndolo todo con la motivación funeraria del Antiguo Egipto. Ello ha servido, pero ya no sirve, para el estudio serio de los dólmenes megalíticos europeos.

LAS CREENCIAS EN EL ANTIGUO EGIPTO

Por el mero hecho de que las piedras semipreciosas en estado bruto ofrecen de su natural formas piramidales, quizá el modelo visual para la construcción de las pirámides fuese tan simple como, por ejemplo, copiar la forma que adopta un montón de arena del desierto si se la deja caer en vertical sobre el mismo punto. Otro efecto natural para diseñar una pirámide pudieron ser los rayos solares pasando a través de un agujero en las nubes. El ejemplo de la arena tiene la ventaja de que, al amontonarse, adopta un exacto ángulo de 52º, o sea, como la mayor de las pirámides de la meseta de Giza. Quizá fuese la única norma, dado que no tuvieron un modelo estandar de planificación durante el siglo que duró la moda de construir pirámides.

La hipótesis más plausible quizá sea la de inspirar la construcción de pirámides sobre el mismo lugar donde admiraban frecuentemente espejismos. Se trata de un fenómeno natural que, por ejemplo, hace ver una isla cual si se tratase de una mesa con patas y muy ancha base. Al reproducir dicho fenómeno virtualmente, dando al ordenador una temperatura ambiente de 40º, cualquier pirámide una vez construida adopta la forma de un cáliz perfectamente simétrico.

Mi experiencia personal al experimentar con un haz de luz laser (de bolsillo) dirigido sobre una cara de pirámide de tamaño manejable, pero hecha de material transparente, es que lo refleja y proyecta el haz con el mismo ángulo perpendicular a la superficie, o cara. Tal dirección reflejada es la misma que dentro de la Gran Pirámide se proyectaron los llamados "canales de ventilación".

Se ha supuesto que, a pesar de que los egipcios dejaron dibujos en una de las criptas del templo de Dendera donde representan muy enormes bombillas, no se les puede conceder que dominaran la electricidad en aquella temprana edad de la Humanidad ,...porque si la tuvieron, ya no haría falta la luz solar para ver el aspecto de la descubierta imagen de ROSTRO de efebo configurado sobre la arena, ni tan sutil efecto luminoso en las pirámides. La existencia del reflejo de la luz laser lo experimentarían con facilidad metiéndose en el interior de una habitación obscura en la que se hubiese practicado un agujero para dejar entrar un sólo rayo de luz el cual incidiese sobre un cuerpo piramidal de cristal de roca. Por cierto, ésta herramienta transparente si la utilizaron como supongo, aún pudo ser más diminuta que la pirámide decorativa de plástico que utilicé en mi experimento. Tal efecto visual incluso para mi evolucionado entendimiento tuvo algo de místico.

En realidad manipulaban una ciencia con categoría de sagrada a nivel de Estado, según descubrimos por los objetos de arte suntuario recuperado en excavaciones en gran abundancia. Y debió de partir de la grandiosa realidad que todo en la vida procede de los rayos solares. Así, parece lógico que los antiguos egipcios más que nadie en el mundo, en su delirio, o por reconocer su insignificancia, aplicasen el sabio axioma: valen más dos prevenciones que una, y por ello buscasen no sólo asegurarse la vida cotidiana, sino también procurasen -mientras fuese posible- su triunfo ante la realidad última, que para todos sigue siendo el traspaso a la otra vida.

Lo que finalmente les importó, y es intrínseco al alma humana, fue que -gracias al muy evidente gran esfuerzo comunitario empleado en construir las pirámides-, cada faraón consolidó su efectivo aplastante mando sobre el resto de los mortales. Su persona después era contemplada cual un poderosísimo "rey-puente-dios" entre sus súbditos y sus divinidades. No hubo una manera más efectiva de hacer evidente su superioridad que llegar a materializar la muy sabia forma piramidal en una tan gigantesca proporción. Si aplicamos el sabio ejemplo a nuestro tiempo, lo siguen practicando con éxito ciertas obras propuestas por la clase política y por la empresarial. Es imperioso recuperar la armonía perdida entre la ética y la estética.

El faraón no fue el único prepotente de su tiempo, porque los iniciados magos sacerdotes supieron como emplear en sus rituales y fuera de ellos, tanto sus palabras como sus gestos. Es más, gracias a la escritura de jeroglíficos pudieron "envasar" dicho poder mágico de forma que lo conservaron durante siglos activado. De la escritura se pasó a las representaciones pictóricas y al arte escultórico. Algo tuvieron todas las dinastías en común: Perpetuar el recuerdo de un tiempo inicial, o al menos muy especial.

Los antiguos egipcios, que veneraron a diferentes familias divinas en diversos templos del país, quizá por ignorancia con el paso de los años no tuvieron reparo en aunar las peculiares leyendas sobre sus divinidades, siempre en beneficio de los dioses que representaban las fuerzas opuestas de la naturaleza. Para empezar, la idea de la muerte y el renacimiento se asoció con la alternancia día-noche. Sucedió lo mismo con otros conceptos igualmente contrarios, incluyendo la tierra desértica y los campos de cultivo junto al Nilo, pues si uno era Seth, el otro era Osiris, el dios de la cara verde. Con su forma de pensar, que sigue oculta a los actuales científicos, ellos exploraron y fomentaron las reacciones del pánico mental, que sigue siendo aterrador para quienes creen en la magia. Tuvieron ocasión de verificar los efectos de sus rituales miles de veces, según sus propios testimonios, y es de creer que pudieron a veces obrar milagros. Sabían que el pánico reside en los riñones, que la glándula tiroides gobierna las emociones, etc., y lo utilizaron (También a veces se equivocaron, por ejemplo, en las funciones que tiene el corazón).

Cuando el rostro descubierto en una duna de Giza pudo ser admirado desde el aire al ser debidamente iluminado por el sol poniente, el tal fenómeno debió de interpretarse como un poder palpitante acorde con sus gigantescas proporciones. Es lo que se debe opinar de aquellos magos, super-iniciados planificadores de los demás monumentos de la meseta de Giza. Me estoy refiriendo a unos sacerdotes que en su tiempo gozaron de tanto prestigio como hoy deben tener poco más de un centenar de científicos en todo el mundo. En 1972 en el Museo Egipcio de El Cairo fueron expuestos 14 modelos de aeroplano procedentes de la prehistoria. Eran todos diminutos y fundidos con metales nobles. Una de aquellas maquetas de avioneta faraónica lleva grabados geroglíficos que dicen: "Quiero volar". Otros modelos de avión semejantes se encontraron en China, India y Suramérica, todos igualmente prehistóricos y de semejantes características).

La ventaja aún debe estar a favor de aquellos antiguos iniciados egipcios, por el hecho de que ellos edificaron siempre con objeto de poder mejorar la comunicación efectiva con la divinidad; que ya es mucho más de lo que hoy por hoy somos capaces de entender. Por cierto que dicha comprensión sería exigible a cuantos pretenden penetrar en el alma de tan prepotentes líderes espirituales de tiempos pretéritos. No se conseguirá solamente a base de demostrar su capacidad para hacer excavar aquel subsuelo.

Un ejemplo de que las ideas ocultas de los egipcios antiguos nos pueden pasar desapercibidas, lo encuentro en el fracaso, a todo los niveles, de uno de mis mejores libros. En él recogí ideas sobre el Bien y el Mal digeridas durante más de una década. Lo comento aquí porque subliminalmente también me remitía al dios Seth, aquel que el egiptólogo J.G. Griffits (Berlin 1966 p.51) tradujo que, aun siendo un dios, fue cabalgado cual un asno por su vencedor el dios Horus. Plutarco, en cambio, dice que Seth huyó de su vencedor montando un asno durante siete dias, ...y lo más interesante es que según él: sus dos hijos Hierosolimos y Judaios darían origen al nombre judío. Son muchas las similitudes que existen aparte de la semana de siete dias. Me remito a Pitágoras que vivió veinte años en Egipto y presentó a Osiris cual Dioisios, nacido en Grecia de una virgen y también crucificado. (Orfeo, Badler,Tammuz y Mitra ¿podrían compartir nuestra celebración pascual?).

A Seth lo elegí como la clave para desarrollar la simbólica estructuración del dicho libro LA CARA HUMANA DE MONTSERRAT, el cual libro me tuve que auto-editar en 1990, al no haberse atrevido los editores de oficio (la distribución y venta. Hasta los fotolitos los hice yo mismo, siendo por ello quizá el último de los libros "artesanales" del mundo occidental).

Al fin, después de haber obtenido de una foto de satélite de la NASA la imagen de un rostro de circunspecto varón barbudo, la presenté en mi libro resaltándose clara y diáfana de la parte alta de la montaña de Montserrat (1200 m. de altura máxima) gracias a que casualmente la encontré muy bien iluminada por el sol. Dediqué la Segunda Parte de mi dicho libro a recopilar, en breve síntesis, todo cuanto encontré escrito acerca de los asnos a lo largo de cincuenta siglos, siempre con la intención de moralizar distrayendo jocosamente. Me siento orgulloso de que la única conexión entre dos temas tan dispares (una imagen en fotosatélite y los asnos) fuese la escena bíblica conocida como "La burra de Balam".

Mi propósito fue el de presentar veladamente el Bien y el Mal, porque si por una parte disponía de una imagen de cara, parecida a un ángel de Dios, por la otra el asno representa en la cultura clásica mediterránea al cornudo dios Seth (al cual está representado en el templo de Esna en su copia más tardía). Reconozco que no fui entendido pero a pesar de todo, no rectificaría nada de lo escrito después de catorce años de su publicación.

¿PARA QUÉ CARAS EN LUGARES SAGRADOS?

La racionalidad humana sigue impotente ante los grandes enigmas de la naturaleza, y quiero pensar que para ayudarnos recibimos estas imágenes de enormes rostros, los cuales aparecen configurados en lugares que ya se tenían siempre antes por muy sagrados. Hoy puedo defender que, con su presencia, son obras que tratan de estimularnos a fin de poder llegar a encontrarnos a nosotros mismos. Quizá las configure el mismo efecto que hace las insólitas imágenes de las caras que aparecen en una casa de Belmez (Jaén). Las enormes imágenes de cara a las que me enfrento en solitario, es como si me recordasen la sabia máxima griega: "Conócete a ti mismo".

Después de décadas de beneficiarme del dicho primer hallazgo (mi investigación y libro presentándola, llegó muy tarde) cuando yo escrutaba las cualidades objetivas de la Montaña Santa de Montserrat, resultó ser una vía de penetración en los misterios de la mente humana, la cual por milenios que pasen seguirá teniendo mucho para ser "explicado".

Mi peculiar evolución personal se inició después de haber detectado una forma de rostro -como de momia descarnada- en el negativo de una foto hecha a una maqueta de Montserrat, la cual ni tan sólo está hecha a una perfecta escala. La realidad y perfección de una forma de rostro obtenida años después, gracias a una foto de satélite, pude confirmar en efecto una imagen de varón barbudo y circunspecto (que por cierto, incluye todo el perímetro de la montaña de Montserrat: 10 x 5 km.). Después pareció como si paulatinamente fuese inducido a entrar en diálogo con la montaña y preguntarle: "-¿Para qué sirves?" La respuesta sólo podía ser: "-Te sirvo a ti".

No fue instantánea, pero si bien manifiesta. En breve tiempo debo reconocer que gané muchísimo más equilibrio emocional, era más reflexivo, ético, y tenía más autocrítica,... tanta que casí me impidió divulgar lo conocido. Es evidente que todo en el mundo está sujeto a la metamorfosis. Envejecer es transformar el vigor que sobra en sentimiento que falta. Todo cambia, y para darse cuenta de ello no hace falta contemplar los niveles de la nanorealidad que los científicos son ya capaces de manipular mediante los telescopios electrónicos de última generación. Vivimos en un mundo que en su mayor parte, comenzando por nuestro entorno inmediato, nos resulta invisible a pesar de que actúa agitándonos interiormente, tanto como nuestro exterior, de manera incesante. Es decir, que no son sólo los diferentes tipos de radiaciones solares (caloríficas y luminosas) o gravitatorias las que nos afectan. Todo vibra, varía y renace incesante y frenéticamente, interactuando todo en todos y viceversa.

Si ahora me preguntasen qué cosa busca en el mundo el enorme rostro descubierto en Montserrat, caso de ser -como creo- una ayuda de orden superior y bien viva, yo debería recurrir a modificar un tópico muy divulgado entre los científicos de la NASA en su empeño para localizar planetas habitados. Este rostro pétreo en la montaña más sagrada de Cataluña, el mismo que para unos estará muy serio, mientras que para otros parecerá esbozar una incipiente sonrisa: Busca vida verdaderamente inteligente entre la Humanidad.

Si bien son todas las imágenes de rostros en foto aérea fenómenos tan sólo visuales, lo cierto es que puedo compararlos incluso al valor que los números tienen sobre lo cuantitativo. Estos rostros, o al menos todos los que he descubierto en lugares sagrados de este mundo, incluido el de Giza en los alrededores de la Esfinge, todos los que yo mismo he dado a conocer de una u otra forma, posibilitan al interesado para mantener conexiones reales entre la materia y la psique. Tengamos por seguro que si se reciben sus efectos con la debida consideración, quienes lo deseen ganarán en calidad humana, lo cual no quiere decir que no siga habiendo gente que "duerma en la paja" durante muchos de los siglos venideros.

Otro apunte a este respecto. El hombre, por sus pensamientos, puede convertirse en una especie de mediador vivo ("interruptor") que encontrándose en determinado espacio sagrado detectado por su poder telúrico (energía solar) puede ser capaz de sintonizar con redes subyacentes de energía que son como la trama de un vestido de origen solar. Su sonido fue conocido con el nombre de La Bicha entre los druidas, y por propia experiencia puedo decir que recuerda el sonido producido por limaduras de hierro cayendo desde cierta altura sobre una plancha metálica. Los dólmenes sirvieron para amplificar tales energías descargadas y con su interior vacio llegaron a potenciarlas acústicamente.

LOS INICIOS DE EGIPTO "A VISTA DE PÁJARO"

Mi sincera justificación de la vida es la incesante acumulación de saberes del tipo humanista, es decir, enriquecedores, y así tan sólo tengo que limitarme a considerar aquellas "crestas" de las culturas antiguas que convencionalmente son las más acreditadas del mundo. Los resultados, ahí están para quién se digne a leerlos.

Mi intromisión en las creencias de los religiosos del Antiguo Egipto está justificada al haber descubierto casi equidistante de las tres principales pirámides del sector, una muestra de sofisticado "arte escultórico" de gran sutileza. Mi empeño, más que otra cosa, será pues procurar que lo detectado, sea lo que sea, no desaparezca conmigo. Se que llegará un día que gente más preparada podrá apreciarlo en su justa medida.

Este "arte" subliminal logrado gracias a la puntual iluminación del sol poniente de una determinada duna bastante elevada, opino que es una obra hecha tan a mi gusto, que la suscribiría. La prefiero incluso más que las pirámides, ya que éstas no precisan del concurso del sol para poder ser admiradas. Al que no quiera entenderlo así, es decir, con una exigida y muy deseable dosis de esfuerzo para saborear tal muestra de fe en la otra vida (ya que para quienes las planificaron serían mucho más que arte).

Hay que decir sin más dilación que resulta evidente que en la cosmología egipcia siempre se partiese del deseo de dominar todo tipo de caos a todos los niveles. Para conseguir tan ambicioso objetivo inventaron una divinidad para cada poder, así que, si el Bien fue personificado por el dios Horus, en cambio el dios Seth simbolizaba el desorden, o en otras palabras, lo que entendemos por el Mal.

Creyeron en una especie de tiempo primero, y sería cuando el dios Ra, llamado el Oculto, empezó a gobernar aquel privilegiado país, ayudado por su parte femenina llamada Raet, la cual parece que se evitó dibujarla. Fue una divinidad que acabaría absorbiendo la mayoría de ideas religiosas.

En cuanto a su figura humana, Ra se presentó con una cabeza de halcón y un sol sobre ella, lo que alude por una parte quizá a la iluminación del rostro que surge del suelo cerca de la Esfinge, y también a la capacidad del dios Ra para dominar los cielos; una necesidad muy obvia si se quería admirar la dicha imagen de rostro allí excavada desde cierta altura. (Es de notar que la mención del Espíritu luminoso fue para referirse a los magos, según se desprende de varias epístolas de aquel tiempo y lugar).

Las divinidades del Antiguo Egipto escondían ante todo una básica idea arquetípica de la humanidad. El sol, era y es, con ventaja, el creador de toda vida y también de todos los objetos que su luz hace visible. Tal función iluminadora es, en efecto, omnipresente, por más que haya sido aislada para cada caso en particular. Ya no vemos tanto el poder del sol como ellos, sino que ha pasado a valorarse la voluntad de Dios cuando tratamos de dilucidar el misterio de la Creación.

El ritual iniciático de aquellos sacerdotes egipcios partía del hecho innegable de que el Astro Rey reúne en su esfera el máximo poder creador y la difunde por todo el planeta. Lo reconocieron así con sinceridad, y sería para su entendimiento una fuerza depositada incluso en la instintiva conducta de muchas especies animales. Dejaré aparte que la veneración de algunos irracionales tuvo lugar por otras circunstancias especiales, como cuando un hipopótamo arrolló y mató al rey Menes (llamado también Namer, sucesor del que sólo se conoce que tuvo por símbolo un escorpión). Namer es considerado el primer unificador de Egipto, al cual siguieron otros 75 reyes más. Lo cierto es que la tal unificación que le dio renombre, habría precisado al menos de cinco generaciones de soberanos anterior a él.

Después de mi descubrimiento me propuse informarme a través de muchas vías, y no sólo atendiendo a la arqueológica. Me animó a ello el hecho verificable que hace un siglo que los arqueólogos ya consideraron que: de Egipto se sabía todo y no hacía falta excavar más desierto. Hoy sabemos que, por citar sólo un ejemplo, con tal criterio se habría ignorado Hieracónpolis, la ciudadela del dios halcón que fue Horus. Un templo que parece ser el más antiguo de Egipto y prototipo de todos los demás.

Opino que el estudio del Antiguo Egipto acaba de empezar. Parto de la base de que nada fue dejado al azar por aquellos sabios que pasaron sus vidas previniendo su renacimiento en el "más allá". Sucedió lo mismo en Machu Picchu -por cierto, mi próxima web pondrá al descubierto su famoso mistérío- y volvió a suceder de nuevo en las muchas pirámides de Centroamérica.

Los constructores de las pirámides de Giza es obvio que construyeron con muchísima perspectiva. Otras veces, como cuando se ha argumentado que la Gran Pirámide es mucho más antigua -por diversos motivos- de lo que la Egiptología admite, yo lo tomo en consideración. No es lógico que para datarlas se sirvan de las construcciones funerarias a su alrededor, porque pueden ser posteriores, como por ejemplo lo son las tumbas de los obispos que cubren el suelo de las catedrales góticas. Leo atentamente a los defensores de que la gran pirámide sólo sirvió de modelo, con más o menos acierto, para levantar las demás (tan sólo se conocen unas ochenta, aunque sobrepasaron el centenar y fueron hechas en poco más del curso de un siglo. He aquí una gran pregunta para la que no tengo respuesta alguna: ¿Por qué la Gran Pirámide es tan hermética? Está sellada a conciencia tanto de dentro hacia fuera, como como de fuera hacia dentro; y es que, el garantizar su estabilidad, no puede ser la única explicación. Por cierto, en 1986 un test de microgravedad (o si se prefiere: asusencia de densidad) practicado del interior de la Gran Pirámide, reveló una estructura espiral interna, cual una rampa de caracol, que habría hecho posible que tan enorme como famosa estructura de piedra labrada fuese contruida desde dentro hacia fuera. En mi opinión, es la más factible de las hipótesis.

Me gusta meditar libremente cuantas noticias me llegan y las cosas que observo desde un ángulo mucho más general que la visión poliédrica recomendada. La subjetiva perspectiva que tienen de las cosas y de las ideas las demás gentes la sobrepaso y, metafóricamente, veo la rigidez de las disciplinas científicas como una cuña muy capaz de desgarrar el tronco del gran simbolismo que encierra el arte egipcio, pero sucede que actúa como en la tragedia de Milón de Crotona.

Al escrutar la planicie de Giza varias veces buscando una forma de cara humana que podría enriquecer mi colección, detecté una enorme imagen de rostro humano "petrificado" de este tipo de fenómenos visuales, gracias a cuyas visiones panorámicas de montañas puedo afirmar que gentes de tiempos prehistóricos pudieron experimentar, al verlas, cierto estímulo de superación, tal como me sucede a mí entendiéndolas cual una garantía visual de la existencia de un orden superior a lo mundano. La gran Verdad debe verse mejor que la televisión en color, por eso, siendo yo de pensamiento simple, me gusta el Salmo nº 94: 9, que dice:" El que hizo el oido ¿no oirá? El que formó el ojo ¿no verá?"

La gran verdad no depende de mi percepción ni de la de nadie. Cuanto nos rodea quizá sólo nos sirva ante la ley natural de causa-efecto que advierte del peligro de usar mal de la libertad. Trae tan pésimas consecuencias no entenderlo bien como el saltarse las indicaciones básicas para uso de un vehículo. No deberá quejarse quien, con el depósito de su motocicleta lleno, se adentre libre y alegremente en un desierto, por ejemplo.

Del orden universal no se debe nunca dudar. Ahora bien, hay una diferente percepción mental entre las especies de este mundo: La hormiga ignora el peligro que representa el cruzar por debajo de un pie. No percibe en ello ninguna temeridad. Visto así, a mi ya me es suficiente para no descartar que exista algún modo de vida superior a nuestro entorno;... lo cual podría explicar en el plano físico que nos movemos todo aquello que con humano entendimiento es imposible justificar, o sea, las contradicciones que se atribuyen a la idea que tenemos de Dios, como por ejemplo, cuando permite un mortal sufrimiento a los niños. Una idea que a pesar de todo es realmente muy útil.

Si bien muchas personas hoy día ya tienen atrofiada mi facultad para reconocer perfiles de cara humana tras los pliegues panorámicos de la geografía, también he de avisar que conozco quien, para mi sorpresa, es capaz de ver mucho más que yo en las pétreas formas de determinadas colinas y piedras. Es un recurso natural; un don muy humano, y muy apreciado en la prehistoria. Creo que antes la gente de todas las latitudes debió de saber aprovecharlo muy bien.

El rostro aparecido en Egipto, nada menos en una parcela tan acreditada en monumentos, deberá ser tenido muy en cuenta porque, como cualquier otra cara humana, informa de lo que lleva en el fondo de su mente. Es en nuestro interior donde deberíamos buscar la que podría ser presentada como "montaña perfecta", pero es obvio que habrá que valorar, y mucho, esta nueva visión del ESPACIO COMÚN que se nos brinda para su atenta observación, tal como haríamos con cualquier otro rostro de una persona muy querida.

Recordando a Tomás de Aquino ("Sum. Teol." 2-2,81): "La atención que se presta a cualquier manifestación especial, nunca se detiene en su contemplación, sino que deseamos saber cuál fue la realidad que la creó". Hemos de sincerarnos admitiendo que, como se debe a la luz del sol, nosotros cuantas más luces tengamos, también más enigmas se nos ofrecerán. Así pues, me entretuve en admitir la intención y motivaciones que aconsejaron esculpir un rostro sobre el suelo. Con objeto de reforzar la defensa de intencionalidad en la cara de Giza, presentaré las divinidades del Antiguo Egipto, siempre con la idea puesta en dilucidar quién pudo estar interesado en plasmar semejante imagen, entre la Esfinge y la colina llamada Maadi, la cual en determinadas tardes se aparece en una estrecha franja de tierra, cerca de donde hay dos cementerios reunidos, uno copto y otro árabe.

Los arqueólogos a fin de desacreditar el hallazgo divulgan que por la dicha zona transitaron los obreros cuando accedían a sus puestos de trabajo, pero desde tiempos de la nieta de Keops (o sea, antes de que aquellos reyes se llamasen faraones), existen noticias de que el paso por allí estuvo vallado.

Quienes han supuesto que por aquel sitio cruzaría todo el tránsito, no consideran que se trata de una considerable altura de arena que se evitará siempre, y por otra parte, entonces no existía allí el actual gran cementerio. Cuando en él casi no había tumbas, sí fue la ruta de los constructores, habitantes del poblado que se ha descubierto fuera del llamado Muro del Cuervo, limitado por una muralla que cerraba la zona sagrada de Giza, a la cual se accedió tan sólo por una entrada con un muy gran megalito por dintel.

El muro que el faraón Zoser hizo construir alrededor de la primera mastaba sobre su tumba en Sakara, impidió a la gente admirarla. A fin de que la admirasen los profanos, construyó una mastaba menor encima de la existente, y luego otra, hasta parecer un zigurat mesopotámico. En Giza también se previno un espacio inmenso protegido. Más atrás del Muro del Cuervo, hubo otro que fue rectangular que resulta visible a pesar de haber desaparecido en su mayor parte, las foto de satélite hacen evidente que por un lado incluyó la colina Maadi, y por el opuesto sobrepasó un terreno que ha desaparecido por milenios de corrimientos de tierra hacia el valle, o sea, muy cerca de la Gran Pirámide. Dicho espacio vallado fue accesible para los obreros, pero aún existía el antes citado recinto cercado con el Muro del Cuervo más cercano a los monumentos, el cual fue sólo accesible a los sacerdotes pues lo tenían por mucho más sagrado. Por las fotos de satélite vemos, pues, que no hubo sólo dos recintos alrededor de la docena de pirámides de Giza, sino que las tres faraónicas tuvieron su vallado propio.

Dentro del recinto más sagrado se distingue una ancha avenida en forma de "L" que era la zona del barrio residencial de los cuidadores de la pirámide túmba de la hija del faraón Micerinos. Con construcciones a cada lado, al parecer eran diez los recintos modulares dispuestas a lo largo de la calzada. Según el arqueólogo americano M. Lehner: "...consistente en edificios separados, un patio con graneros, terraplenes, y túnel bajo la calzada, era para la administración posiblemente una residencia real simbólica". Fue una forma bien eficaz de evitar todo el tránsito por aquella mini-ciudad al servicio de la pirámide de Khenthawes. Con mi descubrimiento del rostro ya existe justificación para tal muralla, formando un ángulo en su parte final.

El caso es que con el tal complejo destinado al servicio y rituales, se cerró ya entonces el acceso por allí a la necrópolis de Giza. El suelo donde se aparece el rostro quedó protegido, además, por la considerable elevación del terreno arenoso, pues el camino bordea el dicho lugar al discurrir encauzado por otro montículo vecino por el lado de poniente y también configurado con la forma de un óvalo.

Khenthawes, llamada Rudye-Dyed-Et cuando ejercía de gran sacerdotisa del Templo de Ra en Heliópolis, dada su categoria religiosa y regia debió de conocer aquel fenómeno del oculto rostro encima de un montículo incluso antes de casarse con el sacerdote Sajebu, gran vidente de Ra en el mismo templo de Heliópolis. Las dudas habrían de estar en si su esposo, luego promovido a soberano, también conocía aquel lugar con rostro fenomérico, y si traspasaron el secreto a sus tres hijos que con el paso de los años fueron sucesivamente faraones.

CULTO SOLAR DEL UNIFICADOR REY MENES

Mil años antes de que en el antiguo Egipto se momificasen faraones, ya lo habían conseguido entre las tribus negroides del centro del desierto del Sahara empleando una muy eleborada técnica. Lo reveló el hallazgo de un cuerpo momificado de niño en una gran cueva del valle de Mujubiac, al sur de Libia. Las pinturas rupestres del entorno así lo han confirmado. Hicieron otras precocidades, como son los grabados de bóvidos en la dura peñas (a unos 100 kilómetros en dirección a Egipto). Éstos decoran un altar ritual donde se sacrificaron. Las semillas analizadas del entorno informan de que alrededor de los montes Akakus existió una muy exuberante flora junto a desaparecidos ríos llenos de cocodrilos. Lo hizo posible la variación del eje de la Tierra cuando, por su movimiento precesional, los monzones subieron hacia el norte de Nigeria. Del sur, y de raza negra, fueron los primeros veneradores del perro Anubis de los egipcios, ya que allí su imagen la grabaron mil años antes. Aún hay que advertir que, entre la zona citada y el Nilo, existe un complejo monumento formado por muchos menhires en círculo, por lo cual también es de creer que el control de los astros fue una idea llegada del centro del Sahara libio un milenio antes de las más antiguas pirámides.

Los coptos, actuales herederos de la tradición del Antiguo Egipto, se remontan al mítico palacio de los "Montes de la luna" ubicándolo en el corazón de Kenia. Allí el dios Osiris se dice que moraba en la "montaña de occidente", donde pasó la misma transformación que el patriarca Moisés en el monte Sinaí. Hoy se admite que hubo un foco migratorio que, procedente del Sahara, se distribuyó en las orillas del sur del Nilo.

Según los arqueólogos, entre los años 4000 y 3000 a.C. hubo un desequilibrio evolutivo cada vez mayor entre los nilóticos del sur y los del fértil delta los cuales estuvieron más influenciados por las creencias de Mesopotamia. El encuentro y fusión de ambas zonas la empezaría el mítico rey Escorpión, siendo su sucesor, el rey Menes, quien fundó la llamada Primera Dinastía de Egipto.

Entre los años 8000 y 9000 a.C. el desierto a poniente del Nilo era un sector verde donde los arqueólogos han descubierto en Playa Nabta hay 28 piedras-menhires hincadas formando un círculo artificial de 2,5 x 1,5 Km., el cual tuvo utilidad de calendario solar, asi como les indicó las salidas de la estrella Sirio y las constelaciones Osa Mayor y Orión. A ésta la señalaron varios milenios antes que lo hiciesen con la Gran Pirámide. Además compartieron con los egipcios el ritual de enterrar a sus bóvidos ceremonialmente. Los testimonios de rituales al sol, pues,son bien evidentes desde antes de que un gran cambio climático obligó a aquella cultura pre-egipcia a trasladarse a orillas del Nilo.

El núcleo más antiguo habitado a orillas del gran "río de la vida" fue Hiéraconpolis, llamada "ciudad del dios halcón", donde también fue erigido el más antiguo prototipo de templo religioso, el cual luego se repitió al menos en sus más peculiares aspectos, edificándolos a lo largo de todo el río Nilo. A tan antiguo período parece que deben de ser remontados los orígenes de la veneración al "dios-hijo" Horus. Dicha ancestral referencia lleva a pensar que la proliferación de divinidades en Egipto fue más antigua de lo que parecía. De hecho, como se trató de unificar zonas con diferentes dioses, pronto debieron tener necesidad de hacerlos congeniar entre si; y como se consiguió gracias a la hegemonía de Ra, su mayor poder nunca más sería olvidado.

A la citada ciudad capital del Alto Nilo le salió una urbe contrincante llamada Buto, y ubicada en el delta. Por la cerámica recuperada de Buto es obvio que en el mismo periodo 3500 a.C., su cultura era inferior a la desarrollada en Hiéraconpolis. Hacia el 3200 a.C. cuando tuvo lugar la conquista bélica del rey Menes de la zona del delta del Nilo. Este rey unificó las dos tierras y se representó en los grabados luciendo la doble corona del Alto y Bajo Egipto.

La del Alto Egipto, donde se cree que nació el rey Menes, ya lo presentaba tocada su cabeza con un alto gorro blanco parecido al cónico capirote de nuestra fervorosa Semana Santa española, sólo que acabado con una forma esférica en su extremo superior. Parece ser como un símbolo jerárquico ceremonial en la cabeza de los faraones. Representó también la iluminación de una cabeza por el sol (borla esférica), y el resto del gorro los rayos materializados que conectan con la divina cabeza (es el Atep, también llamado gorro blanco). Con un poco de imaginación se puede interpretar que, entre la citada borla del extremo de sombrero de los "reyes de las dos tierras" y su cara, se imaginó que aquella forma de embudo eran compactos rayos solares capaces de dar vida sobrenatural al rostro del faraón de turno, del mismo modo que el sol coronaba a los dioses (FOTOS: nº 4, A-B-C).

Por lo descubierto en Giza, que sólo cobra sentido con el adecuado ángulo de los vivificadores rayos solares, al fin se encuentra sentido a la siempre presente inclusión del disco solar en la cabeza de las principales divinidades de aquella religión (que por cierto sobrepasa nuestro concepto de idolatría), alcanzando al faldillero dios grecorromano Serapis, al que sorprende ver en las imágenes que han llegado hasta hoy el contraste entre sus barbas y un braserito "Grial" con fuego sobre la cabeza.

Hemos superado la creencia que el más antiguo gnomon astronómico conocido fuese el círculo de trilitos de Stonehenge, edificado hacia el 2800 a.C. al SW. de Gran Bretaña. En efecto, antes también existieron otros mini-Stonehenges, y siempre con idéntica función de espacio para el ritual debido a los dioses relacionados con el cielo. El más famoso de ellos debió de ser el considerado un calendario pétreo construido por Gudea de Lagash a orillas del río Eufrates. Para su construcción, también es casualidad que emplease un tipo de piedra que, como en Stonehenge, se debió de trasportar desde muy lejos. El rey constructor llamado Gudea la hizo acarrear desde Egipto y Nubia, primero por tierra y luego por mar hasta el templo abovedado de Girsu, que por lo que parece pudo haber sido el primer planetario del mundo.

Según observaciones del autor Z. Sitchin, el mismo día que Gudea culminaba la ceremonia de la erección del Templo de Girsu en Lagash, el líder bíblico Josué mandó erigir un tosco círculo de doce piedras en Gilgal, cerca del río Jordán, por el hecho milagroso de que gracias a ellas, los israelitas habrían podido cruzar en seco aquel curso de agua.

Continuando con la autoridad que le da haber traducido las tablillas cuneiformes sumerias, Z. Sitchin en su obra profusamente ilustrada, titulada "Al principio de los tiempos" (Ed. Dic. 2002), especuló si la veneración por las enigmáticas doce piedras en ambos episodios, pudo deberse a los orígenes y creencias sumerias del patriarca Abraham. Su padre, llamado Téraj, había nacido el año 2193 a.C. en Nippur (Sumer), de donde era sacerdote del templo cuando el dios Ninurta (el mismo dios astrónomo que en Egipto fue llamado Toth), autorizó la construcción en Lagash de una pirámide-templo (Eninnu) para su veneración en Sumer, para lo cual dio instrucciones precisas.

Así pudo dicho autor considerar que todo tipo de círculo astronómico de piedras, que primero "regalaron" los celestiales Anunaki (An.unna.ki)a los sumerios, siempre reprodujo dentro de un círculo el zodíaco celeste. Por otra parte, el "Punto Cero" de aquella civilización se situaría entre los signos zodiacales de Tauro y Géminis. En la argumentación que precede, la pregunta es: ¿en que fase de crecimiento cultural, deberíamos ubicar el círculo de piedras casi sahariano?

EL SINCRETISMO RELIGIOSO

Los dioses egipcios eran "ricos en nombres" según presumieron los mismos sacerdotes de tan antigua cultura ante los griegos,... quienes por cierto les copiaron todo, empezando por Ra al cual llamaron Zeus. A pesar de ello, quizá ni los propios egipcios sabían que, nombres aparte, tuvieron en total más de 1500 divinidades. En el caso de los setenta y cinco nombres del dios Ra, podrían justificarse por la división en catorce pedazos (número copiado de sus otras tanta principales constelaciones) que hizo de su cadáver su hermano y vencedor el dios Seth,. Pero es que el dios Amón, su divinidad asociada posteriormente, escribieron que tenía incontable número de nombres. Al menos los de la diosa Hathor, que fueron escritos en los muros del templo de Edfú, sólo consta que tuvo un nombre para cada día del año. Su misterio consiste en que eran siete sus hermanas, como muy diversas culturas ya detectaron en tiempos remotos que la constelación de Pléyades tuvo "siete hermanas", como Hathor, todas en una y además las creyeron vestidas de rojo.

A pesar de tanta exageración, durante el Imperio Medio dejaron una inscripción en la tumba de Merykarh que afirmaba: Dios conoce todos los nombres. (Por ello debo escribir Dios con la letra "D" mayúscula). En Egipto dicha divinidad era el sol, con su triple visión de ser luz, dar calor y forma circular. El resto de divinidades fueron al fin y al cabo simples atributos, o intermediarios al modo como en el catolicismo se veneran una cantidad incontable de santos según en un determinado lugar o templo se tenga preferencia por unos u otros. Lo diferente en Egipto quizá fuese una gran tendencia a que entre los dioses se buscase agruparlos en clanes familiares, haciéndose de un modo u otro según los sacerdotes de los templos tuviesen sus determinadas preferencias.

Desde el año 1934 el alemán H. Junker defendió que en sus inicios la religión egipcia debió de ser monoteista, degenerando paulatinamente después. Aquella proposición nunca ha sido del todo descartada y menos lo será por mí. Opino que entonces sucedería más o menos lo mismo que con la veneración del extensísimo santoral católico al que normalmente rezamos los creyentes hoy día, proliferando las canonizaciones más que nunca por iniciativa del recientemente fallecido Papa. En tiempos remotos es obvio que no pudieron tener sus magníficos misterios litúrgicos tan claros como en la actualidad, pues era un estado embrionario de nuestra soberbiamente elaborada Teología.

En pocas palabras, no veo el conflicto que por "marear la perdiz" han venido presentando los autores Herik Hornung, Jan Assmann y, en 1999, James Allen. En todas las versiones egipcias de su creación del mundo los iniciados sacerdotes afirmaron que Ra creó a todos los demás dioses y a todos los seres humanos de la tierra, y también todo lo existente, motivo por el cual pudieron llamarlo tanto padre como madre sin temor a equivocarse. Todos los dioses egipcios se asemejaron entre si en lo más fundamental, pero a pesar de la inmensa polvareda dejada por la multitud de dioses locales, no pudieron evitar que aún se nos revele un monoteísmo semejante al de las más grandes religiones del mundo centradas en un dios único, inmortal, increado y oculto en su inaccesible esencia.

Los antiguos egipcios no tuvieron reparo en aunar muy diferentes leyendas sobre sus divinidades, en beneficio de aquellos dioses que representaban fuerzas de la naturaleza, y también por otra parte, los sacerdotes responsables del culto en los diferentes templos de Egipto se confundieron y mezclaron las leyendas de tan numerosos dioses. En la ya evolucionada XVIII Dinastía, todo cuanto se lee referido al dios Amón, para solucionar el enredo basta con que mentalmente se sustituya su nombre por el de Ra para que se entienda lo mismo que se explicaba desde antiguo.

Se lee en un himno al dios Amón: "Tres son todos los dioses". Aparte de que parece que también tuvieron su Trinidad, hay que dejar claro que a Ra "Padre de todos los dioses", se le asociaron durante el llamado Imperio Nuevo las divinidades Osiris y su hijo Horus. Dejando aparte la herencia artística, mis preferencias sobre Egipto ya no llegan a este período, así como me entristece que se hable tanto de Tutankamon. A aquellos gobernantes ya les faltó casta. Veamos si no.

Además de llamarse tan pomposamente faraones, después del 1500 a.C. incluso algún gobernante ya fue incluso del sexo femenino. Habría sido un escándalo inconcebible para los faraones antiguos como Snefru. En poco más de cien años, durante la IV Dinastía se admite que se manipuló más piedra de que habrían acarreado entre todas las dinastías posteriores. Snefru además pasó a la historia por haber inventado la forma piramidal luego tan famosa). Por otra parte, además de los numerosos pueblos de navegantes vecinos que atacaron a las Dinastías XIX y XX, aún hay que tener en cuenta la coalición de pueblos del mar Mediterráneo noroccidental (luego llamados: sardos, catalanes, sicilianos y los etruscos "turshas") que si bien fueron finalmente derrotados por Ramses III, también es evidente que a partir de entonces Egipto ya fue de capa caída.

En el Segundo Período Intermedio gobernaron Egipto simultáneamente tres dinastías: XV, XVI (Hycsos) y XVII, esta última entre 1640 y 1552 a.C., después de la cual Ahmosis I reunificó el valle del río Nilo (su "Cuerda de salvación"). Partiendo de la ciudad de Tebas, él mismo inauguró el llamado Imperio Nuevo hacia el año 1640 a.C.. Fue a partir de entonces cuando las pirámides cedieron su simbolismo astral a los pilonos de las fachadas de los templos, que utilizaron una mucho más liviana piedra del tipo arenisca. La IV Dinastía se había distinguido de las anteriores, primero por encerrar dentro de un cartucho el nombre del rey. Fue en la V Dinastía que se empezaron a trabajar los obeliscos (siempre a pares) para erigirlos ante las entradas de los templos. Cada período tuvo sus cambios, llegando la degradación cuando a partir del Imperio Nuevo incluso los gobernantes ya pudieron ser gente sin nobleza. A partir del faraón Amenhotep I, se empezó a enterrar a los faraones en el Valle de los Reyes. El faraón Ramsés I, fue hijo de un militar del delta nombrado a dedo. La inmensa vanidad de Ramsés II después sirvió para de guía a su sucesor. En adelante, aun cuando el arte siempre evolucionó, ya no tuvo que ver con los tiempos de las primeras dinastías de grandes constructores (2649-2575 aC), cuando la entrada a una pirámide tan sólo podía estar en el lado norte por la necesidad de enfocar a los astros fijos, allí donde, los que aún no se llamaron faraones, irían a renacer después de un estricto ritual.

DE LA COSMOLOGÍA HELIOPOLITANA

Entre los Textos de las Pirámides (compilación primera) y el Libro de los Muertos (el primer libro ilustrado de la historia), en Egipto se escribieron los Textos de los Ataudes, siendo en ellos donde se lee que se dejó enfriar la veneración por el solar dios Ra (como antes había sucedido con la veneración de las estrellas), superándolo el culto al dios Osiris. Su tumba se llamó Sokar, al cual se asoció porque era un dios agrícola mucho más antiguo de la zona del delta del Nilo. Se ha tratado de localizar el l Duat, pero hasta ahora no apareció la puerta de entrada al más allá, aunque fue la Tumba de Osiris vista como tal. Está pues pendiente de ofrecer sus misterios. Yo la supongo en el Templo de la Esfinge porque casi toca sus patas, pero habrí de sospechar que estuviese ubicada entre la Esfinge y la colina Maadi o debajo de ésta.

Esta divinidad unificadora del país, además logró ser más temida al asociársele los difuntos en aquel lugar debajo del horizonte occidental más alejado al que llamaron, primero "Campos de Juncos" y después "Campos Elíseos". Era el lugar donde la muerte simbólica también engullía cada día a las estrellas, aunque después las viesen renacer por el orto heliaco (la salida de una estrella).

Tras el celebre "Mito de Osiris" se quisieron trasmitir indicaciones para localizar un tesoro de gran valor científico. Del dios que "renace sin cesar" se explicó también que padeció una deficiencia visual, llamada "ceguera de Osiris", y ello remite a cuando la luna, sobre todo cuando es llena, eclipsa a las estrellas que tiene cerca suyo en el cielo. Fue algo semejante al mítico renacer de Orión de la mitología griega, ya que lo presentaron cual un gigante. Los hebreos vieron en Osiris a su Sansón, cuya quijada de asno fueron las estrellas Híades. (Por cierto que entre los egipcios fue llamado con el largo nombre: "El hombre que corre mirando sobre su espalda").

La ansiada salida por la mañana de la constelación de Orión fue todo un "renacimiento", porque durante mucho tiempo no era visible desde tierras de Egipto. Por fin sucedía un amanecer del día del solsticio de verano. Entonces su estrella más brillante Sirio (símbolo de la "Diosa-Madre" Isis) salía asociada a Orión, pero un poco más tarde. (En el solsticio de invierno salía cuando ya hacía una hora que se había puesto el sol). Era usual en el arte del Antiguo Egipto representar a Sirio con tres estrellas de tres puntas.

Isis, al haber sido simbólicamente asociada a la diosa con orejas de vaca llamada Hathor (como dije más arriba: la Dama de las Turquesas del Sinaí), llevó en su cabeza una cornamenta y un disco solar, como si fuese el dios Ra con cabeza de halcón. Entonces fue cuando Isis tuvo un nuevo aspecto, porque sostuvo al pequeño Horus (dios-hijo) sentado en el centro de sus rodillas.

Brevemente repasadas las más antiguas divinidades de Egipto demostraré que aquellos iniciados en sus mensajes se expresaron mucho más de lo que hemos sido capaces de entender. Nos planteamos mal las preguntas y así no hay manera de llegar al meollo de la cuestión. No hay que perderse por las ramas ¿Que duda puede haber en que el sol es el eterno foco principal de nuestra vida, por mucho que después seamos parásitos de las plantas, o necesitemos del agua? Además creo que la enseñanza de las ciencias debería ser divertida y para ello se debería picar la curiosidad, por ejemplo, exponiendo la necesidad y ventajas de crear una fórmula antes de obligar a los alumnos a memorizarla.

La simplificación puede ser otra vía muy útil, así, en la presente investigación, algunas divinidades incluso podrían dejarse de lado, ya que hasta el dios Amón fue promocionado a partir de la XII Dinastía, siendo de invención posterior Atón y Atum, ya que en un principio su dios único fue el "dios sol". Y no iban del todo desencaminados, porque hoy podemos afirmar, al igual como los monjes cistercienses hicieron evidente al edificar los claustros de sus sus monasterios e iglesias medievales: "El verdadero arte es Luz". Por cierto, ante el nuevo rostro se evoca la gravedad del alma humana; y debe interesarnos porque se presenta tan cercana a la gravedad de las más grandes pirámides. En éstas moles de increíble peso, se evidencia la importancia de la gravedad que hace hoy posible medir la luz hecha materia tal como se proclama en la moderna teoría de la relatividad general,... que al ser descubierta tan sólo era otra mera especulación teórica.

Cuando Heliópolis (la On del Norte) fue la sede del culto solar, los teólogos egipcios asociaron a Ra un nuevo demiurgo llamado Atum (al cual no hay que confundir con Atón). Atum se creyó entonces el sol pero sólo en su ocaso. Llama la atención que fuese el sol poniente, porque ahora sabemos gracias a la foto de procedencia Stern que es cuando sobresale la imagen de una cara en la colina de Maadi de la meseta de Giza. La trabajaron ¿o es que acaso es una casualidad que habrían podido prevenir aquellos "Padres de la magia"?

La proximidad en Giza de otros varios enigmáticos monumentos recuerda la fascinación de los egipcios por los rostros, así como su idea fija de coronar las cabezas de las divinidades y faraones por un sol. Como además la misma gorra de faraón tuvo asociada su alto pomo con el disco solar, todo ello lleva a sospechar que algo sabían, o al menos recordaban en clave, referente a un milagroso fenómeno causado por la luz del sol poniente. La iluminación entonces debió de tener mucho más sentido del que hoy le concedemos. Finalmente nació la Luz del Mundo, que es Jesucristo, el mejor Ángel de la Luz que podía esperarse. (Quienes no admiten ángeles, dicen que son arquetipos de la humanidad y llamarlos ángeles es de fantasiosos).

En principio en Heliópolis se explicaba que la familia de Ra la formaron nueve divinidades. Atum generó las divinidades del aire seco y aire húmedo, quienes a su vez dieron vida a la tierra (Gueb) y al cielo (Nut), padres de Osiris, Isis, Seth y Neftis. Isis y Neftis, las diosas compañeras de Osiris-Apis, se incluyen en los dibujos del nacimiento de los faraones. Isis simbolizaba al toro (o buey), y Neftis al asno, lo cual lleva a suponer que inspirarían a los dos animales del pesebre cristiano simbolizando dominio de los dioses paganos bajo Jesucristo. En antiguos papiros griegos se puede cotejar el nombre de Seth con la raíz del nombre de Yahvé (io) que deriva de la palabra egipcia asno (c3).

Tales divinidades egipcias originales fueron asociadas a los naturales agentes atmosféricos (al igual que en Sumer), y después otros símbolos, incluida la Esfinge de Giza, se encuentran asociadas al dios halcón, llamado Horus (que a veces se presenta chupándose el dedo, lo cual evidencia su infantilismo). Hay testimonios de matronas vírgenes acabando de parir entre animales al menos desde el 7.000 aC. en Anatolia (Turquía), una escultura que fue quizá inspiradora de la griega Cibeles, madre de Misa. Tales diosas vírgenes se veneraron en relación a la recolección de frutos, celebrándose sus fiestas en el solsticio de invierno. Por ejemplo, en el año 1000 a.C.. Demeter, la madre-vírgen de Proserpina; o también la Diosa de Diam, Luristán, el siglo IV a.C.. Todas las diosa-madre-virgen paganas citadas también presentaron al recién nacido entre animales. A pesar del exagerado pudor que caracteriza a las obras de vírgenes cristianas, se remiten a la misma idea de la revitalización agrícola, si bien en nuestras magníficas tallas del tema, además de la regeneración de la tierra y del vientre materno, subliminalmente con el nacimiento de Jesucristo se invita a la regeneración espiritual, con lo cual se cierra el básico triángulo que combina con este otro: El hambre de sol de las plantas, el hambre de espacio de los animales y el hambre de raciocinio de las personas,... aunque haya quien parezca ser irracional.

¿EL OJO DE HORUS ? NO, ¡EL OJO DE RA!

Antes de la Edad Axial de la humanidad, cuando aún no se había inventado el santo y seña: "Dios prefiere la misericordia al sacrificio" que luego fue común entre los sabios occidentales, la sucesión de divinidades transformistas del Antiguo Egipto, que además de intercambiar funciones y emblemas, se zoomorfizaban sin reparo alguno. Cada 25.000 años se preoduce un estallido extraordinario de luz procedente del centro de la Vía Láctea, muchíssimo más brillante que nuestro sol. Es un ciclo bien conocido por los antiguos egipcios y divulgado por el filósofo Platón, pues desde la perspectiva terrestre presenta una forma de ojo (de Horus). Los herméticos antiguos lo apodaron "Útero de Isis", la madre negra de inspiración núbia, creadora de cuanto existe, justificando la intromisión de su divino hijo.

Partiendo de cuando el centro de la galaxia se alinea con nuestro sol y el planeta Tierra, los mayas en su calendario dejaron establecido que al final del año 2012 y comienzos del 2013 sería cuando emergería una "Era renovada". Para ellos se trata de la última fecha de su calendario, pero para otros astrónomos menos exigentes el tal cambio hacia una "Edad de Oro" habría empezado hacia 1980 y concluirá hacia el año 2016. Los Vedas de la sabiduría India, aun siendo tratados de poesía, ya avisaron hace 5000 años del mismo período para el fin de la "Edad oscura". Después seguirá un período de purificación, y nuestra especie estará llamada a superarse a nivel de toda la Humanidad (Sattya Yuga).

Evitaré en lo posible los temas mitológicos mezclados a lo largo de más de treinta dinastías de gobernantes. El Ojo de Ra, de simbolismo solar, es el más antiguo según los más antiguos Textos de las Pirámides. Con el nombre "Lucero de la Mañana" se asimiló al culto a la diosa Maat, hija de Ra (cósmicos: orden, justicia, equilibrio, etc.). El Ojo de Ra cuando adoptaba la forma de la cornuda diosa Hathor se creyó que curaba las enfermedades.

Los sacerdotes del templo de Heliópolis al emparentar como Padre-Hijo a Ra y Horus, encontraron ocasión de aludir al Ojo de Horus(wadjet), porque estando asociado al antiguo dios Halcón, que tenía un ojo solar y otro lunar, Ra se quedó con el Ojo Solar, y Horus el Ojo Lunar. A la larga se mezclaron, pero se recordó el ojo del dios-hijo porque cuando estaba guerreando para vengar a su padre Osiris Horus venció a su tío Seth pero perdió un ojo en el tal combate. Los cuentos -porque esto son- llevaron a que incluso los nobles se decorasen sus ojos con cosméticos con un símbolo que hizo furor. Era el mismo ojo que el clero informaba que el dios Horus había debido de maquillarse su feísima cicatriz después de perder su ojo. Incluso matemáticamente se utilizó aquel símbolo: Dividido el dibujo del ojo en seis partes, dieron a cada una de ellas el valor numérico de una fracción entre 1/2 y 1/64.

Los antiguos egipcios se creyeron los primeros del mundo en ritualizar la inmortalidad del alma a condición de que conservasen un corazón puro hasta la hora de su muerte, a fin de poder dar fiel testimonio en el Más Allá de haber vivido honestamente. Lo corroboran muy especialmente las máximas de Ptah-Hotep, escritas en el famoso Papiro de Prisse que a pesar de ser llamado "el más antiguo del mundo", el texto original dataría de la IV Dinastía (Fue traducido al francés en 1887 y actualmente se conserva en el Museo del Louvre de París). Por las máximas del sabio egipcio Ptha-Hotep, sabemos que tuvieron una responsabilidad de conciencia histórica.

Debido a que los antiguos egipcios fueron el pueblo más conservador de la historia de la humanidad, todas sus diferentes religiones estaban emparentadas. Al pasar los siglos sólo variaron el nombre de sus principales divinidades, pues en realidad interpretaban que todas ellas serían cual destellos del Dios omnipotente máximo, que fue Ra pues conservó su primacía en todas las sucesivas religiones posteriores. Fueron monoteístas a pesar de incorporar las ideas politeístas de sus antepasados al modo como los totems de los pieles rojas americanos representaron a sus predecesores: los creyeron emparentados con las "bestias-espíritu" de los tiempos primigenios. Los egipcios tampoco se atrevieron a traicionar a sus progenitores, y de ahí que venerasen figuras humanas con cabezas de animales diversos. No osaban olvidarlos porque sabían que el carácter de cada difunto, su Ka permanecía depositado en la estatua o el dibujo que lo representaba. El Ka consideraban que era muy vivo y de naturaleza muy superior a la momia de su tumba, ...tumba del Ka (no de la momia) el cual sobrevivía gracias a haberle proporcionado alimentos comestibles a modo de ofrendas de despedida. Vieron el Ka del familiar traspasado como un "alma-ave", que con los años los griegos de las colonias del Delta llamaron Arpía, y los continentales Sirenas.

Alguien ha escrito que utilizando mitos metafóricos pudieron entender realidades complejas, del mismo modo que hoy aún la veracidad de muy trascendentes narraciones literales se explican poéticamente. Las realidades a que nos remiten son tan superiores a la mente humana que tal vez después de darle incontables rodeos,... bien pudiera resultar ser tan simple como se acepta. Volviendo pues a mi defensa del dios Ra como divinidad única, tan principal como Cristo entre los santos de una iglesia, empiezo por distinguir que se le representó de muchas formas, como por ejemplo un escarabajo alado (Jepri, que se escribe HPRR, y fue luego Apolo para los griegos). El escarabajo pelotero fue el icono más habitual del renacimiento del dios Ra, pues a partir del mediodía su símbolo fue el halcón (Haractes). El cuerpo humano se destinó para significar el recorrido nocturno de Ra por el Duat, llamándole entonces Atum-Ra (que se masturbaba); éste fue presentado a veces con la sagrada forma del montículo primigenio (inspirador de las pirámides), el elevado lugar emergente de las aguas por donde salió el sol la primera vez a fin de que no pereciese el germen de la vida nacida del caos cósmico.

El primigenio dios Ra fue simbolizó con un sol pues era considerado "su carne". Ra se creyó que había enviado su gran ojo (personificado en la cruel diosa Hathor) a fin de que lo vengase de la falta de respeto de sus súbditos. Las muertes que causó aquella decisión deben de ser una metáfora de una extraordinaria inundación causada por el río Nilo. El símbolo iconográfico de un colorístico ojo, entre estilizado y afiligranado, el "Ojo de Ra" se remonta a las más ancestrales referencias, ya que dos ojos decoraban una de las caras del obelisco conocido como Ben-Ben. De allí copió los ojos el faraón de la XII Dinastía llamado Amenemhat III (1844-1797 a.C.) para reproducirlos en su peculiar obelisco. El "Ojo de Ra", se encuentra en las más antiguas referencias simbólicas, ya que dos ojos decoraban una de las caras del obelisco más antiguo conocido llamado Ben-ben. De allí copió los ojos para reproducirlos en su peculiar obelisco, el faraón de la XII Dinastía llamado Amenemhat III (1844-1797 a.C.).

Ra simbolizó especialmente el luminoso y muy benéfico astro rey, aunque cualquiera que fuese su símbolo identificador se puede afirmar que nunca después fue olvidado por los egipcios, quienes en cierto modo por ello pueden considerarse monoteístas desde su primer despertar. A las posteriores desviaciones en vano pretendió oponerse el faraón Akenaton apodado "el hereje" (1353-1335 a.C.) cuando substituyó la divinidad Amón por la de Atón. Fue un gran místico, pero también igual de déspota debido a su fanatismo.

El culto a Ra, siendo su venerado sol, Akenaton también lo prohibió. Drásticamente de todo hizo borrón y cuenta nueva, porque pretendía un tan profundo cambio de mentalidad, que no pudo ser digerida por los demás tal como él había deseado. Así había de ser posible que, a pesar de ser considerado como todo faraón un dios vivo, el antes llamado Akenaton, que fue Amenofis IV, no llegase a reinar dos décadas y además fuese muy odiado,...y hasta quizá desterrado.


Sucedió que el anterior faraón de Egipto, el llamado Amenhotep III, confinó a sus súbditos procedentes del este de su imperio en la ciudad de Avaris, en el delta del Nilo por considerarlos "impuros". Su gobernador fue el sacerdote Orsarsef (o quizá Osarsiph), del templo de Heliópolis, quien también según el sacerdote egipcio Manetón, fue el mismo que pasó a la posteridad con el nombre de Moisés. La amañada leyenda del hijo adoptado por el faraón, parece ser que escondió realmente a Orsarsef, quien con todos los suyos fueron aliados de los invsores hicsos que eran procedentes del actual Israel. Les ayudarían a invadir Egipto y a permanecer allí ocupando las tierras del delta durante trece años.

Opino como los investigadores -que lo defienden con óptimos argumentos- que Orsarsef se convirtió en el profeta Moisés (llamado Mosheh-Musa en el Islam), y asi se da explicación al hecho que Moisés regresase a Egipto ante Ramsés I, el militar promovido a faraón ilegímamente, para censurarle que reinase. En efecto, es demasiada casualidad que Moisés i Akenatón debiesen emigrar, y ambos conduciendo a miles de descendientes de los hicsos en busca de un lugar más sagrado. Los hicsos, además, tuvieron a Seth por dios nacional,... y para mayor descaro veneraban al dios Apophis, enemigo de Ra.
Moisés (Libro del Éxodo: 15, 11) y su suegro (Éx. 18,11), dejaron constancia de que Yahvé no era el único dios. El "dios de Moisés" se comparó a si mismo con los demás dioses (Éx. 20,2-5). Y aún es más sorprendente que no creyese en la vida post-mortem de los seres humanos (Génesís: 3, 19). Algo parece constatarse del antiguo Egipto: Fue el punto de partida de cuantos en la antigüedad estuvieron predestinados a guiar muchedumbres hacia una tierra mejor.

Nuestra mentalidad es paradójica, empezando por advertir de lo traicionera que nos resultará la excesiva racionalidad. Nadie debería pretender entender la inspiración que ideó la cosmología del Antiguo Egipto sin ser tan creyente como ellos mismos en su idea del trasmundo. Después de admitir eso, hay que entender que cada divinidad local del Antiguo Egipto buscó la "unidad divina" en los fenómenos naturales y la cosmología propia. Por ejemplo, la invención del dios Osiris ("Sede del ojo del sol", "Ojo poderoso" etc.) obedeció a la necesidad de tener referencia de un primer rey mítico que hubiese dado unidad real al país que se extendía dividido en varias comarcas (nomos) a lo largo del río Nilo. En su papel de Dios-Padre Osiris nunca tuvo animal asociado, en cambio no renunció a tener referencias en los fenómenos naturales y celestiales, tal como también sucedió en aquellos tiempos en el país de Sumer, al Sur de Mesopotamia (hoy Irak).

Un templo de gran devoción por Ra fue el de Edfú (aun cuando allí la divinidad principal venerada fuese Horus) por ser el máximo creador que desde los cielos observaba el mundo. El templo de Edfú, en la orilla a poniente del río Nilo, se fue periódicamente restaurando por haberse ido celebrado en todos los tiempos la victoria final de Horus contra su tío Seth, la cual contienda recuérdese que se explica porque fue aludir a la victoria del bien sobre el mal.

Hubo una gran pluriformidad de creencias entre los cristianos anteriores al siglo IV, ya que desde entonces la Iglesia se institucionalizó y masculinizó. El dios egipcio Seth, el que lleva en su cabeza cuernos de toro, fue para los agnósticos, el tercer hijo de Adán y padre de la Humanidad iluminada. 

Según el autor copto del “Evangelio de Judas”, para los agnósticos Jesucristo habría sido la manifestación encarnada del dios Seth egipcio considerado el Gran Espíritu invisible. Por tal asociación, Jesús hizo sofisticadas promesas de iluminación y liberación: “...mirando las estrellas para encontrar el camino”.

El final de aquella guerra fue arbitrada por el dios Toth (el Hermes Trismegisto griego), siendo interesante saber que en ella por primera vez los humanos lucharon entre si bajo las órdenes de ambas divinidades. Los humanos vencedores del bando de Horus, o sea el dios vengador de su padre Osiris, posteriormente fueron los primeros y más antiguos sacerdotes del templo de Edfú. Fue así como se justificó el superar su veneración por la de Ra, el dios más antiguo. Dichos sacerdotes grabaron en su templo un "disco solar" capaz de volar por el cielo con brillo multicolor. Era su "Barca celeste", y apostillaron en los escritos de Edfú que: Al regresar a la Tierra aterrizaba en el lugar del "Trono de Horus" (esto fue así al menos en una ocasión que Horus había salido para avisar de una gran concentración de enemigos).

Respecto a las posibilidades de una tan sideral contienda, hay que decir que 350 años antes de la toma del poder de Menes en Egipto, el sacerdote egipcio Manetón escribió que la civilización del Nilo padeció un grave período caótico entre los años 3450 y 3100 a.C.. Fue hasta el 3113 a.C., según Z. Sitchin, quien da la noticia de que antes al pasar Ra a tierras de Egipto, allí ya se habría enfrentado con su hermano el dios Toth al cual finalmente exilió a tierras del continente Americano. Allí ciertos vestigios arqueológicos indicarían que también debió de ser Toth quien equilibró la balanza, lo cual significa valorar la luz de los equinoccios. Continuando con dicho el traductor de escritura cuneiforme, las crisis que incluirían en Sumer el episodio de la Torre de Babel, había sido desencadenada por el dios Ra (cuando en Mesopotamia era Marduk), después de ver frustradas sus ambiciones en Egipto.

A todo lo dicho hay que tener en cuenta a la diosa Hathor, pues antes en Sumer había sido llamada Ninharsag, Hathor, habiendo copulado con sus dos hermanos, tuvo dos hijas de Enki y el hijo heredero Ninurta era hijo de Enlil. El dios sumerio Ninurta estaba, pues, destinado a heredar la Tierra, privando de sus aspiraciones (no sin guerra) al hijo de Enki llamado Marduk.

Según los textos descubiertos en el templo de Edfú, el dios Seth tuvo por feudo la península del Sinaí. Al escrutar varias fotos de satélite del Sinaí descubrí que el dios del mal grabo sobre aquellas ásperas cumbres la imagen de su cornuda cara; ...o quizá en lugar de dos largos cuernos sólo fuesen orejas de asno, el astuto animal al cual Seth fue asimilado. Fue así al menos desde después de haberlos introducido en tierras de Egipto los invasores hicsos quienes, seú Flavio Josefo, pactaron su retirada pacífica de Egipto.

En la zona más montañosa de la península del Sinaí no se pude negar que tan ásperas y duras montañas fuesen cortadas como manteca mediante algún tipo de "super-laser" transportado en el aire. El busto con cabeza cornuda y gesto gesticulante que aparece en la foto del transbordador de la NASA "STS-37, hecha en 1991 (cuando ya había otra hecha desde el satélite "Geminis XI" de color más oscuro), deja pocas dudas de que el excavarla fue una labor intencionada por mucho que hoy por hoy cuesto creerlo (FOTOS: nº 5, A-B-C-D). Otro detalle muy esclarecedor, es que luce una especie de anchísimo collar del tipo que fue clásico entre los reyes de Egipto.

Si el propio Seth dibujó su rostro en las más altas cimas del monte Sinaí, lo debió de hacer a fin de que resultase una visión muy intimidadora contemplada desde una muy gran altura. Intimidador Seth lo fue, ciertamente, y no tan sólo para los partidarios de Horus, sino que es aterrador incluso para cuantos a partir de nuestra generación, sin necesidad de sentirse amenazados, puedan verlo en la dicha foto gesticulando enfadadísimo.

Cual no sería mi sorpresa al encontrar que el investigador Z. Sitchin presentó enlazados en diseño de triángulo isósceles los tres puntos geográficos a los que me condujo mi particular investigación: El Cairo, el sur del Sinaí y Babilonia. Así de claro lo diseño para argumentar su defensa de las pistas de aterrizaje de los antiguos dioses Annunaki de Mesopotamia (No son los Neters de Egipto, porque tal palabra significó leyes universales, a modo del Yin/Yang de la filosofía china).

Aportaré una estela funeraria que publicó el antes citado autor en su libro "El 12 Planeta" que presenta un dibujo clarísimo de una nave espacial tal como las hemos conocido que fue grabada por los antiguos egipcios en la tumba de un gobernador del Antiguo Egipto, su propietario debió de tener buenas razones para desear hacerse grabar lo que sin duda debió ser lo más interesante de su vida. Se representa una aeronave con el cuerpo principal bajo tierra, y tan sólo mostrando a ras de suelo un cono que hemos de entender como la cabina de la tripulación (FOTO: nº 6).



EL ÁNGULO MÁS OLVIDADO DE GIZA

Las enciclopedias y libros han presentado bien los principales monumentos de aquella privilegiada orilla del Nilo donde se concentran las más emblemática construcciones del mundo antiguo. No obstante el rincón al cual mi investigación se concentra fue relativamente invisible a pesar de incluirse dentro del inmenso recinto amurallado que fue todo aquel sector de Giza, al cual se accedió cruzando un dintel ciclópeo, porque la muralla que lo aislaba del resto del mundo tenia unos 15 metros de altura. Cuando la pirámide de Kefrén (a veces llamada Templo de Toth) se construyó un poco más al sur que la de Keops, se previno que su sombra cubriese la Esfinge durante las tardes de los equinoccios (De comienzos del mes de marzo y hasta mitad de octubre las pirámides de Giza no proyectan sombra fuera de sus moles; por otra parte en los solsticios el sol se pone entre las dos mayores pirámides del sector).

Voy a referirme a la formación Maadi, al Sur de la Esfinge, pero antes haré una observación: Es cosa sabida que un observador situado entre sus patas que mire hacia el horizonte de levante el día del equinoccio de primavera podrá ver la constelación Leo saliendo. En cambio, si el mismo observador se vuelve en dirección sur (90º a su derecha) en el cielo verá la constelación de Orión con las tres estrellas que sirvieron de modelo para ubicar las tres pirámides de Giza. Esto pudo determinar su emplazamiento mucho mejor que imaginar bajo ellas a tres núcleos de sucesivos cometas caídos en tierra, lo que no cabe duda que también justificaría una gran veneración por aquel emplazamiento donde las vemos.

Es todo un misterio cuanto se refiere a las empresas de aquella su "Edad de Oro" de las pirámides, y ello a pesar de la ayuda de los más potentes ordenadores electrónicos que establecen el movimiento exacto del punto venal terrestre. Se ha aplicado con preferencia a la Esfinge con forma de león agazapado, porque se trata de estudiar el signo de Leo en aquellos siglos, y quizá también porque se sigue imaginando que entre sus patas esconde una secreta cámara subterránea llena de tesoros. Todo en aquel excepcional sector arqueológico cercano a El Cairo ha quedado bajo la exclusiva competencia de los propios arqueólogos egipcios, como es lógico.

Entre los templos que Kefrén hizo construir a los pies de la Esfinge y la colina Maadi se sitúa un sector donde culmina una avenida que si hoy sólo es detectada por la foto aérea, en su día fue llamada "Ciudad de los pobres de Micerinos. La hija de este faraón está enterrada en un extremo y en el otro que corresponde al Este geográfico la dicha avenida tuerce en ángulo recto para cobrar mayor anchura.

Allí se ha querido suponer que debió haberse construido un palacio importante, pero el caso es que tan sólo se descubre gracias a la foto aérea, una imagen de rostro condicionada a la incidencia de los rayos del sol desde determinado ángulo. De haberse continuado la avenida se habría malbaratado aquella sutil obra que tanta gente atribuirá a la casualidad. Como entiendo que su existencia se debe a la voluntad de alguien que tuvo una manera de pensar diferente a la nuestra, me esfuerzo para saber quién fue su promotor y cuándo se planificó. La mayoría de mis ideas quizá no han de resultar válidas, pero alguna debería ser tenida en cuenta.

En principio habría que atribuirla a la reina Khenthawes I (porque en Abusir está enterrada su nieta homónima que también reinó por derecho propio años más tarde). Claro está que cerca de la pirámide de la hija de Micerinos también en Giza está la tumba de la esposa del faraón Kefrén que se llamó Khamernety II, cuya construcción coincide también en ubicarse entre el rostro descubierto por mi mismo y la enigmática Esfinge. Es decir, ambas tumbas de reinas están igual de cerca del rostro que debe ser reproducción del que supuso al dios Ra.

ENTRADA A LOS SUBTERRÁNEOS DE GIZA

Las fotos de satélite revelan que la entrada de la cueva de la colina Maadi sobre el cementerio árabe es (allí con exactitud): equidistante de las tres pirámides. Por tal motivo presento mi hipótesis de trabajo siguiente: Debajo de la colina debe de haber escondido algo antiguo de mucho valor científico. Se ignora desde cuándo, pero se debe tener en cuenta que: El "Punto Cero" zodiacal-calendárico sumerio, se encontró entre las constelaciones de Tauro y de Géminis. El período del cambio precesional de un signo del zodiaco a otro se ha establecido en 2160 años. La Esfinge de Giza se esculpió en tiempos que la constelación Leo era dominante, porque su proporción obliga a suponer que tal imagen de felino agazapado tuvo cabeza de león, siendo luego repicada; pero ello sucedería cuando su entorno ya era digno de una mejor planificación constructora.

Me resulta bastante evidente la existencia de grandes subterráneos en dicho sector. Sospecho también que la ubicación allí de un cementerio fue la mejor solución para alejar a todos los investigadores que pudiesen sospechar que se ocultaba algo en dicho subsuelo, ...¿Qué puede haber oculto de indeseable? ¿Acaso se teme que pueda verificarse una intromisión no egipcia?

Situar allí un cementerio fue una precaución tomada hace más de un siglo, pues observo que un diminuto "campo santo" ya existía allí en 1926, que fue cuando la revista "National Geographic" publicó fotos aéreas del sector, por encontrarse tan cercano a la Esfinge, por cierto entonces asomando poco más de su busto.

El enigmático montículo arenoso, o pequeña duna fija, a la que por el enigma que me ocupa lo he venido llamando túmulo con objeto de reforzar su sentido funerario, recordaré que tal elevación de arena no fue nunca antes identificado hasta ahora. A fin de sondear sus secretos me remito ante todo al capítulo 101 de los Textos de los Sarcófagos, porque me parece muy extraño. El mago egipcio leo que buscó la transmigración de su alma, para lo cual recitó sus fórmulas secretas sobre una cabeza en el suelo que estaba iluminada por la luz. Este pasaje me resulta insinuante del fenómeno descubierto entre la Esfinge y la colina Maadi ¿Cuáles fueron los efectos de un tal proceder?

El mago pudo luego desplazarse por el cosmos con el dios de la luz y del aire luminoso, llamado Shu (vacío). Los magos de todos los tiempos es lógico que viesen en las cabezas, -por algo están distinguidas con los cinco sentidos-, las misteriosas fuerzas capaces de hacer crecer y desarrollarse a quien supiese invocar sus potencias.

Me sorprende que nunca se haya admitido que pudiese encontrarse una forma de rostro en la meseta de Giza. Para mi satisfacción personal, en este nuevo campo de estudio al que el azar me ha llevado, ahora cerca de la meseta de Giza sabemos la existencia de un montículo de arena ofreciendo en bandeja una nueva iniciática muy discreta imagen de cara, la cual estaría de acuerdo con las sofisticadas ideas de quienes construyeron la increíble gran masa de las Pirámides en sus inmediaciones,... sin aprovechar para nada -insisto- la altura de la formación Maadi para ahorrarse el trabajo equivalente a media pirámide ¿Tal vez abandonaron una empresa después de haber sido empezada? Como fuese, es visible desde muy lejos el gran arco de medio punto en lo que sería una entrada muy ostentosa. Si hasta hoy día se ha podido preservar sin investigar, habrá sido debido a encontrarse tal cavidad cegada nada menos que sobre el "campo santo", el grandioso cementerio que tiene a sus pies. FOTOS: nº 7, A-B-C-D).

Claramente se aprecia que a pocos metros de la boca en arco de dicha cueva, su fondo está tapiado por unos regulares bloques de piedra puestos en perfecta alineación. Las varias hiladas visibles de piedra se dispusieron en un soberbio trabajo profesional, pues a pesar de su gran tamaño, todas están tan bien ajustados entre si, que sin duda es una obra que podría ser comparada a la que se hizo en las hiladas de los megalitos de las pirámides.

Habrán sido muchos los que yendo a enterrar a sus familiares, habrán pensado en que allí se encontraba el acceso al mundo de unos inimaginables subterráneos, ya que al fin la palabra que designa aquel concreto lugar de la meseta de Giza es Rostau lo que significa túneles. Desde Maadi ¿quizás llegarían por bajo tierra hasta la Esfinge y a las mismísimas Pirámides? Probablemente alguien habrá imaginado allí, como yo, el famoso Montículo de la Creación. La llamada Pared del Cuervo bordea dicha zona, la cual por cierto, debo decir que sigue estando separada de la Esfinge por una verja de hierro; asimismo, todo el cementerio está también aislado por una tapia de considerable altura.

EL SIMBOLISMO DE TÚMULOS Y ESCARABAJOS.

El rey al morirse era elevado al cielo en la Barca de Henu de Sokar, uno de cuyos epítetos fue Rostau, la entrada al mundo subterráneo desde la necrópolis de Giza, donde todo el mérito sólo se concede a lo que clama el cielo por sus medidas, o por su insólito aspecto. Sokar a veces se simbolizó mediante un montículo de tierra coronado por una cabeza, siendo la más conocida de dichas muestras la que presenta encima un halcón subido en una barca, y quizá interese también la que el montículo cuyo halcón luce una extraña corona cónica y el siempre presente disco solar.

Mi intuición después de tanta referencia a túmulos sobre montados por animales y además coronados por un disco solar, no importa que sea un mono babuino, me hace pensar; ¿Porqué no habría de servir el insecto coleóptero que llamamos comúnmente escarabajo, como símbolo de un montículo "viviente", aparte de que les inspirase autosuficiencia y resurrección? En el ejemplo que presento los dos de arriba tienen su color invertido siendo los demás muestra de la evolución de su idea primigenia. No sabemos todo lo que dejaron escrito ¿Habrá sido en vano que se lo asociase al dios Ra? Es un animal que sugiere, con su caparazón, un túmulo y además un trabajo subterráneo, pero al que tan sólo se le concede que la bola que arrastra sea un símbolo del recorrido del astro rey, o del mismo Ra. En definitiva, su cuerpo casi semicircular tiene la mitad de aspecto liso y la otra configura su cabeza. Como todas sus ideas grabadas trasmitió ideas muy piadosas. Otro detalle a considerar es que la palabra egipcia kheper (escarabajo) también significa convertirse, crecer, transformarse.

Sí que se admite mediante la imagen de la bola (que en egipcio antiguo llamaron nhp y corresponde al verbo modelar) la misma que hace rodar el escarabajo, era el símbolo del mundo subterráneo donde el sol hace su recorrido nocturno para emerger con los rayos del sol. Así el escarabajo representó unidos el reino solar y el mundo inferior, idea que está reforzada en un dibujo de la tumba de Petosiris (s.IV a.C. en Tuna el-Gebel) donde se muestra sobre el escarabajo una corona divina. Si sobre ello no hubo más información, o no se ha descubierto todavía, puede ser debido a que consideraban las cavernas regiones a evitar, por cuanto en ellas habitan los dioses que castigan a los malvados. Lo leo en una traducción del "Conjuro de las doce cuevas" (Papiro Cairo 24742), pero se que en el Osiréion de Abydos también consta. Opino que pudo ser un tema tabú y que el escarabajo (prque como túmulo e una idea que le va bien al renacimiento de Ra)tiene mucho que aportar al estudio de la Egiptología,...en otros países, porque en España al menos cuando yo estudiaba, esta materia no existía. Al parecer se perdió el tren al no aprovechar el éxito de las excavaciones en Egipto (1884-1886) del erudito tarraconense Eduardo Toda, el que evitó la destrucción del monasterio de Poblet.

La barca de Sokar, dios de la muerte, siempre fue simbolizada por una serpiente, porque no la iluminaba el sol, ya que vivía en el Rostau-Sokar de Giza, allí donde se cree que debe de haber la Tumba de Osiris, aún por encontrar. En la IV Dinastía, Sokar el antiguo dios con forma de halcón, se representó alrededor de un montículo rocoso al sur de la Esfinge. ¿Quizá el rostro descubierto se trate del enigmático "Ra-She"? Se refiere a una institución real del Antiguo Egipto, cuyo símbolos jeroglíficos eran una la unión de una boca y una cuenca (la boca de la cuenca ¿sería referirse a una entrada tal como más arriba especulé?). El "Ra-She" en todo caso tuvo la funcionalidad de ser un cordón umbilical entre el mundo de ultratumba y el de los vivos, empezando por aquellos que con su labor mantenían digno el lugar de los rituales mortuorios diarios, y organizaban las donaciones, los ex votos, etc..

Según el arqueólogo M. Lehner, en su libro "Todo sobre las pirámides" (p.232), el "Ra-She" de Giza se situaría: "...en la ciudad de la pirámide en la franja de desierto bajo el valle del Nilo y la meseta de la pirámide". Creo que se refiere al sitio donde al S.E. de la Gran Pirámide se aparece este fenoménico rostro en visión aérea. El autor Z. Sitchin publicó la traducción de una frase de las tablillas cuneiformes, que aquí debe ser recordarse remite a cuando el dios Negal le dijo al dios Marduk (éste ultimo, Z. Sitchin cree entender que se identifica con el dios "Ra" de Egipto): "EL ROSTRO DE LA CASA QUE CIRCUNDA EL CIELO-TIERRA AÚN SIGUE CUBIERTO"

Si la vecina colina Maadi fuese el famoso y enigmático Montículo Primitivo de los egipcios, el rostro descubierto sería el que, según Negal expresó: "lo circunda". Antes de referirme de nuevo a la formación Maadi debo despejar las reservas acerca del túmulo de los murales iniciáticos de Egipto. Me remito al publicado por M.Lehner en la obra citada arriba (p.29), concretamente a un fresco de la decoración de la tumba del faraón Merenptah, de la Dinastía XIX. Es una obra pictórica que puede titularse: "Resurrección del mundo inferior", y ello por medio del "Túmulo Primitivo". Para evidenciar la fundamental importancia del túmulo con un rostro decorándolo, los artistas pintaron encima del túmulo negro un cuerpo de sacerdote arqueado, del cual diré que no se no está claro si lo adora o lo intenta proteger con su cuerpo.

Este tema además en el fresco citado se repite dos veces, y siempre en la hipotenusa de los dos triángulos equiláteros que conforman una pirámide, curiosamente partida en dos mitades. Es el mismo tema con el que los antiguos textos se refirieron al Mundo Inferior (Duat), y la cara representada sería nada menos que la del Gran Señor del también llamado: TÚMULO SECRETO EN CUYO INTERIOR SE ENCIERRA UN GRAN MISTERIO (p.29). El Duat, aunque en la tierra era una copia de cierta parte del cielo, según el libro: "Shat Ent Am Duat", precisa explicarse que: así como un cristiano se refiere al cielo de forma que se entiende todas las estrellas, para ellos se concretó en el exacto cúmulo de estrellas del Cinturón de Orión. Aquella celestial parcela era el Duat, y tenía su réplica en Giza. El "Círculo del Duat" para los iniciados del Antiguo Egipto era referirse al mundo subterráneo, o "de los difuntos", simbolizándolo con un círculo cuyo espacio interior fue su metáfora para el vientre de las parturientas.

Muchas otras ideas iniciáticas, es probable que fueran conocidas por el sabio rey Salomón de Jerusalén, quien las aplicaría a su Templo. En consecuencia se especula que pasarían al conocimiento de los caballeros de la Orden del Templo cuando tuvieron sobre el mismo emplazamiento de la "Ciudad Tres Veces Santa" su primer cuartel general. Es lo que cabe suponer al observar como durante los siglos XII y XIII las principales catedrales góticas de Francia fueron planificadas para que, entre las de Chartres, Reims, Bayeaux, Evereux y Amiens, dibujasen sobre la geografía del dicho país el mismo trazo observado entre las estrellas de la constelación Virgo. Es bastante evidente también, que el estilo gótico dejó de construirse después que tuvo lugar la aniquilación de la Orden del Templo de Jerusalén.

Continuando con las divinidades egipcias, dios del faraón reinante en Egipto solía ser el "rey" de los demás dioses. Ello se aprecia sobre todo cuando la capital de Egipto pasó a ser Tebas. El nombre oculto de Ra (que era Amón, a fin de evitar quizá decir su nombre en vano) en el templo de Heliópolis se le llamó Atón, "el Total", el cual al fin y al cabo era sol al caer la tarde. Fue en los tres casos igualmente a Ra al que se adoró. Sucedió lo mismo con la diosa Hathor, la que a veces se presenta con figura de una vaca, pero normalmente con cabeza de mujer con orejas de vaca. Se trataba de Isis, y de la también llamada Sekhmet, y aún otras de Raet esposa de Ra, aunque tuviesen todas ellas distintos atributos. Nos sirve para entenderlo el que la Virgen Maria se venera aún com numerosas advocaciones.

La diosa negra Isis, fue simbólicamente asociada a la diosa con orejas de vaca llamada Hathor que significa Casa de Horus, o sea, el útero de Isis. Como Dama de las Turquesas del Sinaí Hathor también llevó en su cabeza una cornamenta y un disco solar. A partir de entonces fue cuando Isis tuvo un nuevo aspecto con el pequeño Horus (dios-hijo) sentado en el centro de sus rodillas. La pareja divina era el motivo central que recordaba cómo la vida germina siempre en la mayor oscuridad, desde lo más profundo, y por tal evidencia cuando los iniciados descendían a las criptas de sus catedrales lo harían caminando a oscuras. Todo ello trataba de revalorizar aquel momento crucial cuando el sol equinoccial durante, el mediodía, penetra hasta lo más profundo del pozo. Uno de muy antiguo en Egipto lo hicieron artificialmente en el templo de Edfú dedicado a la diosa Isis. Con posterioridad el Evangelio apócrifo de Didimo Judas Tomas pudo inspirarse para hacer que las tres estrellas alineadas del Cinturón de Orión, siempre coligadas con la aparición de Sirio, fuesen cual Tres Reyes que anunciaban el parto divino. La tal metáfora tuvo el mayor de los éxitos. Dado que los antiguos pensaban con el corazón y sentían con la mente, debieron ser numerosos los testimonios del tipo citados, y al mismo tiempo imitados. Recordaré que las referencias egipcias a la pesada del alma de todo difunto, están incluidas no sólo en los primeros ritos de las catacumbas, sino incluso esculpidas en los frontispicios de los templos católicos, llegando a decorarse las entradas de algunas de las catedrales más famosas, como Notre-Dame de París, o la de la iglesia de La Madeleine en Vézelay.

En la civilización egipcia encontramos nuestras raíces más antiguas. Ello sólo ya justifica que nos fascine tanto generación tras generación. Los sacerdotes del Antiguo Egipto, como auténticos iniciados, supieron bien que todas las divinidades eran tan sólo miembros del único dios Ra, de cuyas lágrimas se creyó que habían nacido los seres humanos. Con tan sabio criterio se comprende que aún estén en pleno vigor sus inventos en materia religiosa, como lo son el misterio de la Trinidad divina, el Pecado Original, las promesas del perdón de los pecados, la Resurrección de los muertos, la renovación futura de la humanidad, y para no ser exhaustivo, recordaré que también se debe a ellos el Arca que se veneró en Israel, y que simboliza el armario donde se guarda El Santísimo venerado en cada templo católico.

MAADI: COLINA EQUIDISTANTE DE LAS PIRÁMIDES.

Al interesarme por el concreto sector al sur de la Esfinge, empleando fotos incluso aéreas, lamenté mucho no haber sabido años antes del tal magnífico promontorio. En la cara norte de Maadi, allí donde está la gran hoquedad semicircular que dibuja una entrada tapiada de alguna antigua cueva. Pero aquel concreto punto no tan sólo es equidistante de las tres mayores pirámides, midiendo "toda piedra" según las más verticales fotos de satélite que he medido con lupa. El enigma va incluso más allá.

Si se traza una linea desde la formación Maadi, o desde el rostro del montículo que tiene vecino, hasta la parte opuesta de las tres famosas pirámides alineadas, la foto aérea descubre otra interesante forma justo donde particularmente esperaba poder encontrarla. En mi puzle, donde reuno varias fotos se revela cual el instrumento que a los sacerdotes del Antiguo Egipto ritualmente les sirvió para abrir la boca de las momias, lo que significaba activar las imágenes. Es un túmulo alargado el cual claro está que puede atribuirse también al movimiento de tierras durante la limpieza del sector, pero que para mayor identificación se nos presenta con la peculiaridad de tener una acanaladura en su parte alta más alargada. Es una molestia que no se hace sin más ni más, ni se configura un instrumento tan precioso para el ritual si no hay expresa intención.

La colina Maadi es de caliza sedimentaria, pero tan sobresaliente que no se explica que no haya dado más motivos de inspección. No sólo presenta, como avisé más arriba, una especie de "entrada" en su parte central con un insinuante gran arco de medio punto, sino que en su parte de poniente tiene restos de dos burdos obeliscos, inclinados y muy erosionados, los cuales se distribuyen con la separación justa para diseñar la incipiente (o gastada, según se mire) cornamenta de la cabeza de un bóvido observado desde lejos. Hace milenios quizá fuesen vistos como dos gigantescas cornamentas (con el nombre Toro designaron el planeta Saturno). Me resisto a negarle un enorme atractivo iniciático. El lugar merece muchísima más atención,...por no hablar del subterráneo mundo de pasadizos, que impide verificar el antes citado cementerio cada vez más extenso. Ello me reafirma en que fue, y quizá aún sea, un verdadero polo de poder para la otra vida.

Al tratar de relacionar la Esfinge de Giza con la formación Maadi, tendré en cuenta que la milenaria escultura arquetípica de Egipto se relacionaba con el dios Horus, la joven divinidad creadora, porque la Esfinge mira al horizonte de levante por donde renacía el triunfante sol.

Tal poder vitalizante nos debe interesar y mucho, como se aconseja en el Libro de Amduat, (llamado por los egipcios "Libro de la Cámara Oculta"), escrito en la cámara del faraón Tutmosis III, de la Din. XVIII (quien por cierto fue el "Alejandro Magno" de su tiempo, pues conquistó 628 ciudades sagún consta en los muros de Karnak), con sus fórmulas pretendió integrar al rey difunto en las doce horas de recorrido nocturno. Al ser Giza es una meseta a poniente del río Nilo, la Esfinge se relacionó también con el "Más allá". Por tal motivo después se asimiló al propio dios Horus, que fue "Guardián de las puertas de ultratumba". La enseñanza sirvió también para que se reforzase la fe de los creyentes, pues la regeneración matutina del sol era equivalente a la de quien estuviese deseoso de regenerarse o renovarse interiormente. Siempre hay que buscar en el fondo a la persona, y ahí es donde puedo hacer otra pequeña aportación particular.

Como pasatiempos colecciono imágenes de siluetas y perfiles de rostro configuradas de forma natural en montañas, rocas y costas. Entre los que tenía reunidos presentaré un modesto perfil de rostro humano en un saliente rocoso lateral de la formación Maadi, el cual se resalta de una roca, dado que quizá también puede tener interés en futuras investigaciones (FOTO nº 9). Dicho perfil como colgado en un extremo de la dicha formación llamada Maadi, el tan insólito como aislado gran montículo natural, en la remota antigüedad de Egipto pudo muy bien haber simbolizado el fundamental Gran Montículo primitivo que sustentó el Ben-ben, o sea, el obelisco natural que emergió de un mar primigenio. La cosmogonía egipcia de los "Textos de la Construcción" grabados en el templo de Edfú, informan de que fue sobre el tal Ben-ben el lugar en donde se posó el sol cuando tuvo lugar la creación del mundo.

Esta menospreciada y aún hoy casi invisible colina Maadi, tiene a sus pies, en dirección a la Gran Pirámide, primero un cementerio árabe, y después la zona arenosa donde aparece a veces la fenomérica imagen del "Rostro de Ra", habida cuenta que escribieron de él los antiguos sacerdotes: EL SOL LE DA VIDA. No haría falta nada para elevarse físicamente por los aires a fin de contemplar el magnífico fenómeno de la aparición de un rostro sobre el suelo arenoso, porque sobre la colina Maadi ya tuvieron un balcón idóneo para ver reproducirse el esperado fenómeno. Como supongo que algo tan elemental no satisfacerá, expondré otras soluciones más complicadas porque realmente existen motivos para tenerlas en consideración. El dios Toth fue el primero en ser llamado Hijo de Ra y después se varió por Hijo de Osiris. Toth se cree que en los Textos de las Pirámides dejó referencias a los alineados montículos sagrados a lo largo de la orilla occidental del río Nilo. Así es como se explica que con el paso de los siglos junto a ellos fuesen construyéndose templos y más templos de proporciones y riqueza excepcionales.

Para los arqueólogos, algún indeterminado montículo fue el llamado Primordial, y del mismo hay que escribir de Maadi algunas consideraciones, porque ya dije que parece tener el poder de ser invisible pues lo ha bien demostrado. Desde el primer momento que vi la colina Maadi fue evidente para mi que no había mejor montículo para ser candidato a representar el lugar donde, según la cosmología egipcia, primero se posó el sol en la Tierra

Hace unos meses yo no tenía idea de la existencia de una semejante gran altura ¿natural? tan cerca de la Esfinge de Giza. Por su extremo de levante presenta una verticalidad considerable sobre el cementerio. El burdo menhir, que como dije está algo inclinado en el extremo superior oeste, creo que puede muy bien ser asociado al famoso primer obelisco que distinguió el primordial "centro del mundo" de aquella cosmología. Los egipcios remontaban la Creación al falo de su dios-padre, que fue llamado Ben-ben. Tal sería el muy sagrado precursor de todos los esbeltísimos obeliscos de duro granito que se erigieron después para recordar aquel Momento Inicial de su pasado sagrado. Para más inri, algunos de los tales poliedros para coronar pirámides (llamado piramidión) tuvieron pintado en su extremo, no sólo los ojos de un rostro, sino también el disco solar.

El templo de Heliópolis, en la antiguamente llamada "Ciudad del sol" edificada sobre una pequeña colina (hoy en ruinas y próxima al aeropuerto de El Cairo), fue un centro de devoción y peregrinación comparable a la montaña del Sinaí para los hebreos. En Heliópolis fue venerada la piedra que pasaba por ser el verdadero Ben-ben, aun cuando por algún motivo desapareció. Pero quizá se equivocaran al creer que aquella ciudad, su templo y el famoso obelisco fueron los más privilegiados del mundo, ya que quizá no fuese allí donde primero habrían llegado los dioses celestiales en tiempo inmemorial. Debería de haber prevalecido el gran valor estratégico de la hoy todavía inviolada atalaya que representa la mal llamada formación Maadi. No sólo desde allí están las grandes pirámides equidistantes, sino porque es desde donde puede verse la mayor de ellas situada detrás de la Esfinge. Téngase en cuenta que la formación Maadi fue punto más elevado del sector cuando no había nada de todo lo dicho construido. Aun sin querer concederle misterio alguno a su subsuelo, sin duda la altura y amplitud de Maadi fue el más idóneo emplazamiento para establecer un puente de mando de visibilidad privilegiada en el curso de la observación de los sucesivos proyectos faraónicos en la meseta de Giza.

Tampoco haría falta insistir mucho para desbancar al famoso faraón Keops del envejecido y erróneo papel que lo considera el verdadero constructor de la Gran Pirámide, porque él mismo dejó testimonio de que no fue así. Sólo reconoció haber ordenado la construcción de una pirámide menor para su esposa Henutsen. Es más, Keops en el "Templo de Isis", junto a la Esfinge, dejó escrito que incluso aquella escultura de felino agazapada (que se sigue atribuyendo al faraón Kefrén), ya existía mil años antes de su reinado. Sí que es verdad que cerca de allí hizo restaurar un templo insólitamente muy bien construido.

Hasta ahora han mandado los convencionalismos en todas partes. ¿Hasta cuándo? Y eso que nadie puede ignorar que ni que se viva dentro de una pirámide toda la vida puede adivinar lo que allí pasó. Así, aunque no es mi caso, el que esté interesado en este tipo de estudios estará obligado a doblegarse ante los dogmas y dudosos criterios cuando pretenda avanzar en la búsqueda (santa palabra) de la verdad.

Por su parecido al predestinado líder musulmán llamado Mahadi, cuya llegada anuncian los religiosos de aquella fe, la palabra Maadi podría tener raíz árabe. Las enciclopedias no recuerdan el nombre del montículo sobre el que me complazco en llamar la atención de todo arqueólogo. Lo busqué cuanto pude, y no creo que el nombre de la estación prehistórica eneolítica llamada Maadi, tenga relación con la sospechosa colina natural cerca de la Esfinge por su lado sur.

Después de las tres excavaciones entre 1930 y 1939 en Maadi se verificó que había sido un poblado de chozas y sin techo ubicado a soló 10 km. de El Cairo. Lo paradójico es que por otra parte se descubrieron allí profundos y grandes subterráneos en algunas de cuyas salas se habrían guardado verdaderos tesoros. Comerciaron con el Sinaí Palestina y Alto Egipto. Las culturas maadiense y merindense en 1928 se descubrió que estuvieron relacionadas, porque los neolíticos libios de la cultura agrícola de Nagad (3500-3000 a.C.) influyeron en la costa norteafricana (Fayum) antes que en el Alto Egipto.

Otra peculiaridad de la cultura maadiense es que no hacían enterramiento alguno dentro de su área habitada, lo cual resulta ser un fenómeno muy raro para aquella antigüedad. Chocante fue también que dispusiera de objetos de cobre, mientras que éste no aparece en la zona del delta (llamada "cultura de las cenizas" en Beni Salme-Merimde, a 60 km. al NW. de El Cairo). La primitiva unidad tuvo por centro el templo de Heliópolis donde idolatraban dioses místicos servidores de Horus. Pero aquel reino se desmoronó y Menes debió reunificar de nuevo el país, por lo cual muy bien pudo haber sido Maadi la capital de Osiris, el fraguador de la unificación conseguida tras la derrota de sus enemigos. La decadencia de Maadi se cree que fue debida a que el dios del Alto Egipto mató a Osiris (Menghin. O: "Los orígenes de Egipto", artículo en Rev. Ampurias nº IV, Barcelona 1942; ps.4 - 41.

La palabra Maadi cuando se la menciona en alguna enciclopedia es para referirse al lugar predinástico de aquel sector (3400 a.C., en el barrio Al-Qahiran), pero no se hacen eco del prestigio que tiene entre los cristianos coptos de hoy día. debido a que tienen bien asimilado que allí vivió la Sagrada Familia en su periplo por Egipto (al que yo supongo una duración de al menos una década). En una feria de turismo fui obsequiado con un librito, profusamente ilustrado y muy lujosamente editado, que apoya dicha tradición cristiana hasta extremos sorprendentes FOTOS: nº11, A-B-C)(.

Un alto responsable de la iglesia cristiana en Egipto avala en el dicho libro el itinerario de la Sagrada Familia desde que entraron a Egipto por el norte de la península del Sinaí. En todos los lugares que relaciono a continuación los recuerdan bellas iglesias llenas de objetos y anécdotas. Se establecieron primero en Basta (El Cairo), y en Motorod (Al-Mahama); en Belbis (Philips, provincia de Al Shaquiya), en Minyet Samannud (Minyet Ganah). Ya en el delta, residieron en Samannud (Jamanuti-Zebey Neter). Pasarían por El Borolos, y por Sakha (Khaset-Lysous, que hoy es provincia de Kafr El-Sheikh); por Wadi El Natrum y por Matariah (cerca de Ain-Shams, que estaba en Heliópolis-On) a diez kilómetros de El Cairo, en donde recuerdan también su paso numerosas iglesias, entre las cuales la de Zeitum. De allí fueron a Deir Al-Garmus (Arganus) a 10 km. al oeste de Ashnin El-Nasara; en Markaz Maghagha. Pasarían más tarde la Sagrada Familia por Ebay Esus, actualmente llamada Sandafa (Beni Mazan), y continuando hacia el sur a 17 km está Bahnasa. De allí fueron a Samalut y cruzaron el Nilo en dirección Este para establecerse en una cueva natural cerca de Bani Khalet. En Gabel El-Eir también estuvieron, pasando por Nazlet Ebeid hacia el puente de Minia. De Allí a Hermópolis Magna (Ashmonein) donde cayeron los ídolos paganos tan pronto llegaron, repitiéndose el milagro de la primera vez que entraron en una ciudad egipcia. De nuevo también fueron obligados a marcharse y se dirigieron hacia el sur, hasta Dayrut-Al Sharif (Phies), habitando más tarde el pueblo de Qusqam (Qust Quseya). De allí la Sagrada Família pasó a Mir (siete kilómetros al oeste de Quseya) y después fueron a la montaña de Qusqam, donde por dicha estancia se construyó el monasterio Al-Moharrak (provincia de Asiut, que está a 327 kilómetros lejos de El Cairo. Finalmente se dice que fueron al monte Asiut (Monte Dronka). Tantos desplazamientos, y después todos tan bien recordados, forzosamente han de haberse hecho empleando la década que he supuesto. Adviértase que la primera mitad de nuestra oración por exelencia, que es el Padrenuestro, es copiada del himno que se cantaba en la veneración del dios Ra en el Egipto que la Sagrada Família recorrió.

Volviendo ya al tema de estas páginas, diré que me interesé por otras varias vías de investigación, por ejemplo, el hecho de que en egipcio el nombre del dios Horus se traduzca por corazón, y en lengua hebrea signifique cueva. Me remito a tales referencias filológicas porque la tradición hermética, si por una parte sabe que el centro espiritual del mundo está en una cueva, ello es lo que representa el corazón de toda persona. Un "centro espiritual", sea una cueva o un monte, inaccesible para quienes no quieren tener en cuenta la mística vía filosófica.

Las referencias más fiables del "Montículo Primitivo" se encuentran en los llamados Textos de la Construcción, escritos en los muros del templo de Edfú. Ciertas estancias de aquel templo se remontan a tiempos de las pirámides (quizá 2600 a.C), si bien otras estancia de Edfú reconstruidas ya eran casi de la Era Cristiana. Por otra parte, los textos debieron de recoger las noticias de otros más antiguos, por lo cual hay que considerarlos fiables. En los mismos se puede leer acerca de diversos túmulos primordiales del comienzo de la época primitiva cuando fue creado el mundo. La hipótesis de mayor sentido parece querer ver como fundamental el Montículo Primitivo sepultado debajo de la Gran Pirámide (según el profesor Iodden Edwars).

Se piensa en los Siete Sabios como los verdaderos planificadores de las pirámides de la meseta de Giza. Supuestamente habrían sobrevivido a una gran catástrofe quizá de la legendaria isla Atlántida de donde se cree que pudieron ser oriundos. Seguidores de Horus, los tales sabios no eran ellos mismos dioses, sino hombres capaces de reconstruir su mundo después de sobrevivir al cataclismo que hizo desaparecer su isla. Los siete sabios antidiluvianos, presuntos sembradores de conocimientos en este mundo, como era de esperar aparecen en las más antiguas culturas con diferentes nombres. Los siete Shemsu Hor compañeros de Horus en Egipto, y en Babilonia llamados Apkallu y entre los hindúes llamaron Rishis a los siete omnipresentes que vivieron al principio de los tiempos. Tal como sucede con el descubierto rostro cerca de la Esfinge, la Gran Pirámide de Giza contiene conocimientos que entonces no pudieron tener los sabios de este mundo, según se desprende de los tantísimos estudios hechos por los más expertos arqueólogos. Nadie puede explicar cómo fueron efectuados tan perfectos como gigantescos amontonamientos de monolitos tan bien ensamblados en altísimas hiladas.

Referente a la intencionalidad de la Gran Pirámide de Giza, los mal llamados "pozos de ventilación", por su orientación hacia determinadas estrellas, debieron de tener una función ritual precisa. Los cuatro pequeños canales: dos en la Cámara del Rey y dos en la de la Reina, evitan horadar las respectivas cámaras, pero aún así a través de tan estrechas aberturas se pretendió hacer salir "disparada", cual el semen en una eyaculación, el alma del difunto faraón, quien después de muerto por tal estrategia podría tener su residencia final en la estrella Orión. La expresión ritual: "ir hacia Sahu", era ir a Ra de quien era corregente en el cielo por significar el vacío o el que eleva. Otra cosa es que lo viesen luego como Osiris,... y para más explicaciones creado por Atum, pero siempre señores de la luz solar. Sahu era el envoltorio del espíritu, según consta en el Papiro Ani. Incluso un faraón de la V Dinastía se llamó Sahu Ra (+ 2475 a.C.).

Según consta en el libro "Comentarios al Timeo" de Platón del siglo V a.C., del filósofo griego Prócolo: La Gran Pirámide (que en tiempo de Keops era llamada "Templo de Isis") miraba la estrella Sirio", la más brillante de la constelación de Orión. Allí fue hacia donde en el curso del ritual enfocaban el alma del Gran Iluminado, haciendo el funeral desde la inferior Cámara de la Reina. Incluso la tradición esotérica durante siglos concedería a la dicha estrella el poder de "la iluminación". Este recuerdo ha llegado hasta nuestra actualidad permaneciendo en muy discretas asociaciones.

Según argumentó el arqueólogo francés C.M. Zivie, Rostau se situaría a unos 800 metros al sur de la Gran Pirámide, lo cual se corresponde con la dicha colina, o formación Maadi. Desde allí parece ser que es el único sitio desde donde pueden ser vistas en total hasta nueve pirámides. En las inmediaciones de la cara oeste de Maadi el arqueólogo W.M. Flinder Petrie descubrió vestigios pétreos dispersos, por lo que dedujo que habría sido el antiguo emplazamiento de algún edificio ostentoso.

Los abundantes restos encontrados en los alrededores de la colina Maadi se catalogarían de exvotos ("ushebti") depositados por los antiguos peregrinos del lugar, desplazados piadosamente para orar en la tan venerada tumba de Osiris. A aquellos magos, así como a los creyentes respetuosos con la naturaleza, les seduciría el hecho de que la colina Maadi se oriente en dirección Este-Oeste. Así se constata en muchas pretéritas culturas, porque como bien observó el arqueólogo Sir Norman Lokyer, padre de la Astroarqueología, la preeminencia de la orientación de los ejes en templos antiguos se enfocó atendiendo a las posiciones del sol en sus equinoccios (E-W). No hay que olvidar que así se enfocaron por ejemplo: el Templo de Salomón en Jerusalén, el de Balbek, y todas las iglesias románicas del cristianismo, hasta culminar en la basílica de San Pedro del Vaticano, que por cierto, estos días en que escribo, tan concurrida primero por el traspaso del pontífice, y después porque han entronizado al sodio pontificio Benedicto XVI para desempeñar el ministerio petrino.

En Egipto los templos más antiguos que se conocen tuvieron su orientación equinoccial como la colina Maadi de Giza (E-W), siendo también más sofisticados que las edificaciones religiosas promovidas por las dinastías posteriores. No hay que menospreciar, pues, la dicha preferencia de la formación Maadi para situarla en el centro de los rituales conmemorativos del Momento Primero de las creencias del Antiguo Egipto. Aquel pudo haber sido el referente idóneo del "Punto Cero", el cual procuraron siempre después recordarlo en sus evolucionados rituales, que sin duda debieron también de recordar la veneración a la conjunción de la salida de la estrella Sirio con la puntual inundación del río Nilo.

En prevención, a la excavación furtiva del importantísimo centro de investigación que defiendo, antes de divulgarlo por internet, informé a los centros oficiales de Arqueología egipcia de todo el mundo que obtuve la dirección email, así como además lo comuniqué a otros órganos competentes. Otra cosa es que se dignasen a abrir mis correos electrónicos. Creí que era mi deber informarles porque un semejante hallazgo no fuese un conocimiento exclusivo mío, pues lo considero capaz de esclarecer muchas prescripciones y simbolismo religioso de aquellos que tuvieron más fe que nadie en sus posibilidades de trascendencia.

CONSTELACIÓN DE ORIÓN, Y PIRÁMIDES ALINEADAS

En su trasiego para unir lo celestial con lo terrenal, el llamado "Nilo celeste", serían para ellos en el firmamento (que imaginaban como un océano de agua) las principales estrellas de la constelación de Orión, ya que muchas de las cuales encuentran correspondencia posicional con las pirámides alineadas a lo largo de la orilla occidental del río Nilo. Me remito a las ideas de una nueva teoría cuyo principal problema es el no tener aún detectados en la dicha orilla del Nilo todos los monumentos precisos. Intentarían, pues, recrear el cielo en la tierra, dejando del cinturón de Orión una elaborada teoría. Lo plasmaron por firmes convicciones quie hoy no podemos entender, aunque no sólo tal idea se magnificó en el grupo monumental de Giza. Los tres principales grupos de pirámides egipcias están alineadas por al menos uno de sus ángulos (FOTOS: nº 12, A-B-C), ... los vértices opuestos son los equidistantes de Maadi.

La correlación que se verifica de las tres pirámides de Giza con el "Cinturón de Orión" es la mejor estudiada. Se le llama metafóricamente cinturón, porque parece apretar un conjunto de tres alineadas estrellas situadas en el firmamento al modo como en un reloj de arena los depósitos se reducen en su parte central. No sólo la separación de las tres dichas estrellas fijas, sino también su brillo, guarda relación con el tamaño de las tres mayores pirámides de Giza.

Me recuerda los siete cráteres de volcanes del Valle de Santiago (distrito de Guanajuato, en el México central). También tienen en la tierra el mismo diseño, e incluso guardan proporción con las siete principales estrellas de la Osa Mayor. Los antiguos astrónomos mayas lo supieron, aun cuando no se les conceda hoy por hoy que dispusieron de los medios para tener tanta perspectiva aérea. Su ciclo básico de 1040 años se corresponde al período que tarda la Estrella Polar en situarse encima del conjunto de dichos siete cráteres volcánicos.

Parece obvio que al no haber aprovechado la gran altura de piedra que representó en la meseta de Giza la colina de Maadi, que: la posición que ocupan las tres famosísimas pirámides, en el sector monumental más acreditado del mundo, debió de obedecer a desear alinearlas tal como las encontramos hoy, y ello da consistencia a la suposición generalizada de que los antiguos egipcios que las planificaron, desearon copiar la posición de las tres principales estrellas del "Cinturón de Orión".

La planificación de las tres Pirámides se ha determinado, con base estelar, que debió de remontarse a un período cuando también pudo haberse esculpido la Esfinge para conmemorar el inicio de la nueva "Era de Leo". Ahora bien, como sea que el diseño de los cuatro canales de ventilación (tapados por su extremo cameral) enfocaron las estrellas del "Cinturón de Orión" (o "Falo de Osiris"), se deduce que esperaron -o tal vez tardaron- a edificarlas unos 8.000 años. Si la planificación del templo de Lukor se ha demostrado milenaria ¿por qué ha de ser menos la Gran Pirámide?

La planificación del conjunto de pirámides de Giza se sabe, por la orientación de sus pasillos, que fue ideada para enfocar los astros del firmamento tal como estaban el año 10500 a.C., ¿Tal vez se pasaron 8.000 años picando tantísimos y tan pesados bloques de grandiosas piedras? (trabajo habría allí para ocupar dicho período de tiempo, y así se evitaría ver tan insólita tarea de construir la gran pirámide de Giza cual una empresa continuada hecha "a destajo" que es lo que se cree hoy día).

Para la Arqueología no parece haber dudas referente a que el conjunto de la construcción de las pirámides de Giza por parte de cuatro faraones de la IV Dinastía, fue una empresa general que en un período de cien años pretendió crear en aquella orilla del río Nilo un "espejo" del cielo. Era el milagro que los sacerdotes observaban tan puntual manifestándose en el firmamento, coincidente con el desbordamiento del río que les daba vida ahorrándoles muchos esfuerzos. Al parecer eran ocho metros el nivel del agua en tal acontecimiento anual, pues uno más les inundaba los campos, y uno menos les haría pasar hambre.

La correlación entre el cielo y la tierra fue inmortalizada escribiéndola sobre la piedra con una frase que, entre otras cosas, daba por sentado que:"Así como es arriba es también abajo". Es toda una sugerencia a interpretar el diseño de la Estrella de seis puntas, después del holoclaustro nazi erigida en triunfante símbolo del estado de Israel. Al fin y al cabo, tal correlación cielo-tierra también fue ensayada en Europa por los iniciados masones al construir las tan numerosas catedrales medievales al regresar del Próximo Oriente después del fracaso de las nueve Cruzadas medievales. La idea llegaba de casi 4000 años atrás, al menos en el templo de Luxor. No es ninguna banalidad, aunque pueda parecerlo. Me explicaré, pero antes expondré suscitamente lo que se dice en los libros de una orden masónica.

Los francmasones durante siglos han sido una serie de congregaciones secretas que pretendieron hundir sus raíces en los rituales e iniciaciones del Antiguo Egipto sin haber tenido demasiada fiabilidad,...pero ahora les ha de ser confirmada. Lo verificable ha sido no obstante, que los muy eficientes gremios de constructores medievales (albañiles, pero en francés) fueron herederos de normas constructivas de los antiguos egipcios. Con ellos ciertamente comparten el hacer el bien por el bien sin necesidad de que lo imponga religión alguna. Ni asi lograron evitar del todo ser asociados a los judios durante la Edad Media.

Entre la Esfinge y la colina Maadi ciertos masones, veladamente, observo que en uno de sus dibujos alegóricos incluyeron una forma de rostro con cráneo circular, allí donde lo he descubierto sobre la arena. Para conseguir dichos iniciados configurarlo perfectamente sobre el papel, a la altura de la cara de la Esfinge incluyeron una mancha redonda muy grande que representa el ojo derecho del imaginario rostro (sólo semi-oculto) únicamente visible para los mejor informados,...o los más sagaces y conocedores del sector de Giza, puesto que allí no hay nada en absoluto que justifique la dicha mancha.

Pero aún hay más, en lo alto de la colina Maadi, el ruinoso obelisco existente en su extremo de poniente que muchos me reprocharán que yo haya identificado con el famoso Ben-ben, en el dibujo que encontré durante mi investigación, los iniciados masones lo presentaron en el mismo sitio y bien afilado. Toda aquella parte oeste de colina a sus pies tiene pintados descaradamente (en la pared del barranco) incluso dos grandes ojos y una linea debajo indicando que es la nariz. En cuanto a la invisible boca de la iniciática escena, queda enterrada bajo el nivel del suelo del desierto, porque se refiere a un secreto.

De la dicha parte del lienzo, cuyo centro he ampliado, insisto en recordar que no es el rostro lo que debe importar, sino aquel otro de color más ténue que configura medio cuerpo de un faraón con sus atributos. Una alegoría de tiempos pretéritos, ciertamente, y sólo los que me lean podrán darse cuenta de que si fue sólo fruto de su imaginación, resultó ser muy acertada. Tenían razón: ¡Nada es superior a la verdad!. Las luces hacen resaltarla en el interior de cada uno de la familia humana, aunque en otro orden pueda compararse a ser una persona ética y vivir honestamente.

Y en caso de ser información -iniciática secreta- sobre el Señor de la Luz, que yo creo haber sabido identificar esculpido en la arena (por eso debo llamarle Ra), les debió de ser confiada después de pasados muchos siglos. A saber de dónde les llegaría una tan insólita como exacta información ¿De la Orden del Templo? ¿De los Illuminati? Algo no tiene duda: Se pintó un rostro subliminal sobre la zona que se aparece en el dicho cuadro durante el tiempo que la Estatua de la Libertad (actualmente en una isla frente al puerto de Nueva York) estaba destinada a servir de faro a la entrada del canal de Suez, de ahí que también se incluyese a la diosa Isis. El simbolismo al otro lado del Atlántico fué el mismo que tuvo por lema el famoso masón Cagliosto: "La luz de Egipto alumbra Occidente", si bien fue envuelto con la idea de la libertad. En efecto, variarle su destino final se justificó como un regalo de Francia a la celebración del centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Incluyo una foto muy contrastada y ampliada del -por lo menos premonitorio- cuadro de la Esfinge con la colina Maadi al fondo, acompañándola de un breve apunte complementario. Dicho lienzo masónico conste que lo descubrí después de mucho buscarlo, porque por entonces ya tenía la foto aérea del rostro hecha por el fotógrafo Stern, y también una gran preparación al haberme supuesto que algo de ello tenía de haber quedado, ... ni que fuese tan sólo obra de quienes ordenaron apilar toneladas de arena en aquel concreto sitio.

A sólo 3 km. de la ciudad de Tebas, casi anexo al templo de Luxor, está el templo de Karnak. Se debe entender tan inmenso complejo religioso como un equivalente en aquella antigüedad a las actuales centrales energéticas nucleares. No escatimaron imaginación en sus rituales destinados a canalizar la energía con tal de no volver al caos, pues incluso los rayos del sol naciente del solsticio de verano recorre muchas decenas de metros de pasadizo hasta llegar, como en Abu-Simbel, a la Capilla del Hombre, donde cuatro estatuas de dioses y el faraón se iluminan durante tan sólo unos dos minutos.(Después de trasladar el templo más arriba el fenómeno se retrasa un día). Po otra parte todo el templo de Karnak en visión aérea, parece entreverse la imagen completa de un cuerpo humano en esquema, pero visto de perfil, para lo cual, y para reenfocar los rayos del sol, se dice que Karnak debió ser remodelado varias veces. Contra los que, como el profesor Wiedemann en el siglo XIX, creyeron que los antiguos egipcios fueron incapaces de representar gráficamente ideas abstractas, presento al pie de esta web pruebas de que sí dibujaron abstracciones.

Los antiguos egipcios imaginaron su mundo ideal cual una planicie inmensa. Desde la meseta de Giza vieron como la crecida del Nilo coincidía con la aparición de Sirio por el horizonte justo el día antes del solsticio de verano. La mayor casualidad astronómica reunió tres fenómenos, y cuando ello sucedía era objeto de veneración especial durante el amanecer. Entonces se entendía que el sol naciente, por ser coincidente con el nacimiento de Sirio, significaba ver el nacimiento del hijo de la diosa Isis: Horus, su "dios-hijo".

CARA DE HATHOR EN EL TEMPLO DE DENDERA

Ante todo hay que admitir humildemente que se ignora todavía hoy el verdadero emplazamiento de la necrópolis donde estarían las momias de los más antiguos gobernantes del Reino del Nilo. Por cierto, el primer embalsamamiento se realizó en la difunta madre del famoso rey Keops, resultando ser una exitosa idea, ya que se aplicó después a todos los descendientes reales. En Abydos tan sólo había sus falsos enterramientos conmemorativos, es decir, vacíos cenotafios. Estaba dedicado a la diosa Hathor, la cual se distingue por tener grandes orejas de vaca mientras que otras veces se presenta con cuernos como Isis. Lo más interesante de la diosa Hathor se debe a que era la "Diosa de Occidente", o sea, la tierra de traspasó hacia el mas allá. Reclamo la atención sobre su rostro iluminado desde arriba por un sol poniente. Se encuentra en el techo junto al dintel de la entrada de la primera gran sala del templo de Dendera construido por el rey Nectanebo I, y reconstruido por Ptlomeo VI (181 a.C.). Es un edificio más misterioso que los demás, si cabe, porque están incluidos en la decoración de sus muros unos hombres que sostienen grandes bombillas con filamento interior, claramente evidenciando que en tan remoto pasado ya se sirvieron de luz eléctrica. De "bombillas" las hay representadas no sólo en los subterráneos de Dendera, sino también en los templos de Edfu y Kom-Ombo La virgen de la Peña no es única. Existe otra en plena selva subsahariana, entre el Senegal y Guinea Conakry. Es una forma de perfil femenino tallada en la peña viva de un barranco y en total mide unos 150 m. de altura.

En la decoración de aquel alto techo estorba dicha escena flotante del rostro de la diosa Hathor, cuya iluminación la muestra unida al disco solar. Se presenta grabada en un relieve que está invertido respecto a otra escena con muchas barcas, allí símbolo del curso diario del sol. Para que no haya dudas, entonces ni hoy, dichas escenas superpuestas en la decoración de aquel techo (¿de períodos diferentes?) están invertidas una con respecto a la otra. La cara grabada de la diosa Hathor, iluminada por los rayos del sol debieron de tener más trascendencia de lo que somos capaces de admitir hoy día. No es una muestra única (FOTOS nº 13, A-B), sino que en diferentes partes y períodos donde hay arte egipcio antiguo dicha iluminación solar de ciertas cabezas se presenta de forma bien resaltada.

La misma idea la contemplamos en el interior de un ataúd de factura egipcia, pintada en el tablón correspondiente a la parte que está sobre la cabeza. Se guarda en el Museo Británico de Londres. Dicha obra suntuaria procede del templo de la antigua ciudad de Tebas (FOTOS: nºs. 14, A-B-C-D)

Se lo considera trabajado en la primera mitad del siglo II, y está decorado con una pintura de la diosa Nut, cuyo rostro y cabeza están casi a tocar del disco solar. La iluminan sus rayos mediante un ancho cauce de color diferente. Nut importa en estas páginas porque era venerada como la madre de las estrellas de la Vía Láctea. Sobre su cabeza se ponía ("tragado") el disco solar durante el equinoccio de primavera. Su mito refuerza la existencia de una especial cara iluminada por el sol sobre un montículo arenoso. Allí sigue la tan sorprendente duna fija, para general asombro e incredulidad, mostrando esporádicamente lo que más que unos rasgos faciales parece simbolizar hoy una cabeza sin cuerpo. Se quiso indicar un enterramiento parcial, y es una constante en las pistas que he seguido hasta la sorprendente pintura de la orden masónica que hace llegar dicho fenómeno a nuestro tiempo. ¿Cómo no sospechar que debajo habrá un subterráneo? No falta quien ha defendido tesis informando que éstos fueron abiertos por cauces de ríos que discurrieron por debajo de Giza.

Al estudiar semejante tópico, cual es un enorme rostro iluminado sobre una colina que resalta de su natural en la parcela de este mundo por sus monumentos culturales sobresalientes, debo entender que la importancia también debe encontrarse en el bello semblante con que se nos muestra sobre el suelo de arena debidamente iluminado. Tiene un gesto relajado, pero sobre todo aparece reflexivo y sofisticado. Hay que notar que tres piedras de diferente tamaño conforman las sombras de su boca, así como incluye una pequeña elevación, muy notable, entre lo que son actualmente sus desmesuradamente grandes órbitas oculares. Se quiso resaltar adrede la zona del llamado "Tercer Ojo" por las culturas orientales. Esta es la parte de toda cara correspondiente al cerebro prefrontal, allí donde los humanos valoramos las estrategias y alternativas cuando tomamos nuestras decisiones. Éstas serán más sabias cuanto mejor entrenado esté en preguntarse cada individuo el cómo de las cosas. Importa mucha más que el porqué,...que suele ser bien evidente. Lo puede entender mejor quien haya aprendido a respirar con su diafragma.

Aunque descubrí el tan guapo rostro en una foto aérea cerca de la Esfinge cuando ya los herederos de tal iniciación tenían perdida la fe en su realidad en aquel sector antaño tan sagrado, no hay duda que alguna orden secreta de nuestro tiempo conservó el recuerdo de su existencia a través de los milenios. Antiguamente también, y tenemos una buena muestra en el techo del templo de Dendera. Firmes en sus convicciones, habrían esculpido aquella cabeza que hoy se nos aparece sin cuerpo a fin de evocar la idea de un semi-enterramiento.

Es incomprensible el que no se explique por parte de los egiptólogos los motivos que hacían incluir un disco solar sobre la iconografía de las divinidades del Antiguo Egipto. Desde pequeño me pareció rarísimo un tan absurdo detalle, el cual no parece haber sido inspiración de ninguna otra cultura antigua a pesar de haberlas bien raras. En la cabeza de los dioses del Antiguo Egipto cuando no hay incluida la imagen simbólica de un disco solar, ponen algo, sea un pomo, o borla, que lo represente. Sigo extrañándome de que lo acepten, mientras se pierden en mil disquisiciones que no pueden ser nunca tan importantes. Aceptan el disco solar, pero no procuran entenderlo,...¡ y eso que a veces se presenta incluido también sobre la cabeza de un dios con forma de cocodrilo!. Con razón se ha dicho que: no hay tontería que no haya dicho algún filósofo.

Ahora por fin se nos ha ofrecido en bandeja una lógica explicación, y además se presenta bien visible justo donde se debió haber esperado encontrarla, repito: cerca de la enigmática Esfinge de Giza. O si se prefiere, está a mitad del camino que la separa de la colina Maadi. ¿Le negaremos este poder al "Padre de todos los dioses"? No me extrañaría pues, que aparezcan muchos otros vestigios de los presentados en estas páginas que aporten más símbolos de los que constan en sus famosas "Letanías de Ra" (fechadas en el Imperio Nuevo, hacia 1550 a.C.). Tan sólo es cuestión de tiempo.

EL "Osiréion" DEL TEMPLO DE ABYDOS

Abydos fue una ciudad santa a la que peregrinaron desde todo Egipto, empezando ya las primeras dinastías tinitas (de This, en el Alto Egipto y cerca de Abydos). Allí habían nacido los primeros faraones históricos y allí fueron enterrados. El complejo estuvo siempre dedicado a su veneración, y los nobles ricos se hacían enterrar en aquellos alrededores. Se recuperó en una excavación la famosa estela del Rey Serpiente, el unificador del Alto y Bajo Egipto, hoy expuesta en el Museo del Louvre. También en Abydos fue recuperada la única esculturita del faraón Keops (12 cm. de altura, es de marfil y lo representa sentado).

Abydos sufrió a pesar de su importancia altos y bajos, porque en las IX-X Dinastía la capital se traspasó a la ciudad de Menfis (Heracleópolis para los griegos), cerca de las pirámides de Giza. Entonces incluso el culto a Osiris y a Horus sufrió cierto abandono. Otra importancia que tiene Abydos es la inscripción alineada con todos los cartuchos de los 76 antiguos faraones, faltando tan sólo el de Akenaton, condenado al olvido por haberles impuesto el culto monoteísta.

De Abydos me interesa también la complicada forma geométrica que aparece grabada mediante vitrificación en el marco de una puerta. Se la reconoce como "Flor de la Vida" y está presente en todas los vestigios de culturas antiguas desde China a Islandia (LFLV). Hay un círculo rodeado de otros seis iguales y limitados todos por una disposición hexagonal, sólo que en su interior, la evolución del círculo básico consigue otros sabios dibujos iniciáticos. Es una llamada a la superación intelectual, siendo tan evolucionado su diseño como misterioso es su origen y difusión.

La importancia en estas páginas de Abydos diré de una vez que está en aportar indicios de cómo pudieron en tan remota antigüedad los poderosos iniciados de Egipto observar la avisada iluminación de un rostro humano sobre la colina de Giza. ¿Acaso disponían de aviones? ¿quizá utilizarían ya entonces globos aerostáticos, al modo como se cree que observaron en Nazca (Perú) las lineas que reproducen figuras de animales? Se lee en los Textos de las Pirámides lo que podría ser una pista: El soberano cuando montaba en una nube podía alcanzar a ver la luz divina (¿Tuvo que ver con el Ángel de la Luz?).

Tal helicóptero, aunque sea de forma casual, se encontró grabado en el templo de Abydos en el roto dintel del marco pétreo de una puerta de cuando el faraón Seti I ordenó la construcción allí de un bello templo de caliza blanca cuya fachada que me recuerda un gigantesco peine de anchas púas (FOTOS: nº 15, A-B-C)Él y otros faraones posteriores ordenaron allí construir el citado cenotafio conocido como Osiréion (sus medidas son 30,5 x 20 m.), donde se supone que estuvo enterrada la cabeza de Osiris. Fue un lugar iniciático subterráneo en su tiempo, cuyas ruinas aún hoy tanto admiran a los turistas, como también las del templo del faraón Seti I con las que forman alineado conjunto dentro de una rectangular muralla muy espaciosa.

Si planificaron la imagen de rostro que aparece con la luz solar al ponerse en determinado día y ángulo, debió de ser una obra destinada a demostrar el poder revivificador del sol sobre sus criaturas, de modo semejante al dominio de los humanos sobre todas ellas. Ra estuvo siempre por encima del resto de divinidades, las cuales cuanto recogieron de la devoción popular, debió de haber sido por lograr emparentarse con Ra como hijos, nietos, etc.

Rescatado de la arena, el Osiréion hoy parece ser un monumento a la perfección, más aún que el construido por Seti I. A su interior sigue fluyendo una fuente subterránea formando minúsculos estanques en los hoyos del suelo quizá destinados a enterrar en ellos a los sacerdotes o reyes. El agua lo envuelve hasta semi-inundarlo, haciendo pensar si quizá se construyó incluso antes de que algún afluente del Nilo cambiase su cauce. Desviar cauces de río en Egipto ha veces se hizo a fin de beneficiar otros templos, desde el reinado del unificador Menes, y en otras, como en el templo de Karnak, el Nilo pasaba muy cerca del llamado "Templo del Hombre". En el Osiréion grandes monolitos de granito rojo están trabajados con herramientas todavía hoy no igualadas, las mismas que hicieron posible agujerear y cortar con la precisión de un laser, enormes piedras tanto en el Serapheum (con un gran sarcófago, con tapa, cuya superficie mide cinco metros cuadrados, y su interior brilla como un espejo), como en los dos templos a los pies de la Esfinge de la meseta de Giza.

En ambas construcciones iniciáticas trabajaron la dura piedra con un ensamblado de monolitos tan perfecto, y sin inscripciones ni dibujos, que por fuerza debemos comparar aquella técnica, increíble para tan remotos tiempos, con la que se empleó para trabajar en las más famosas ciudades sagradas del Perú. En los museos Mayas de Colombia se conservan una docena de avioncitos trabajados en oro. También existen en la India museos que, como en Egipto, guardan avioncitos de oro cuya cola en posición vertical descarta que fuesen sólo figuritas reproduciendo pájaros. Probablemente también se podrían elevar mediante globos tan rudimentarios como los de Nazca (Perú) siendo un símil para mi ya suficiente; pero al saber yo del tal helicóptero, tan bien dibujado y en relieve, fue la indicación inesperada de que en Egipto los antiguos iniciados disfrutaron de la visión de su enorme rostro resaltado en determinadas fechas del resto de la arena. Es como si, los dos grupos de ancestrales constructores, viviendo tan alejados, hubiesen dispuesto de los mismos recursos e instructores. Una técnica idéntica que a todos permitió cortar inmensas piedras, elevarlas y transportarlas como si fuese algo sin importancia,... por tal facilidad cortaron sus bordes poliangulares (hasta doce lados en un mismo bloque megalítico).

PROLIFERACIÓN DE DIVINIDADES EGIPCIAS

La más antigua referencia a un dios egipcio único es de Netjer. Es la más antigua palabra el vocabulario egipcio que en si misma reúne todas las manifestaciones concebibles del dios supremo, así como sus posibles nombres, y también sus poderes, ya fuesen éstos conocidos o no. Ra, el dios recordado como "brillante y puro" (Tem), quizá merezca ser perjudicado por la confusión, porque en verdad los egipcios ya lo tuvieron encasillado con la peculiaridad de ser una divinidad siempre oculta. Aun así y todo, Ra mereció la mejor y más generosa acreditación celestial de muchos otros dioses tribales inconexos.

La primacía de Ra se revela porque fue quien inauguró el concepto de "Rey de los dioses" tan importante en la teología del Antiguo Egipto. Ra fue también el primer mítico rey de los humanos después que él activó la Creación. Ra se retiró voluntariamente del mundo para ser el soberano principal de los cielos a donde llegó, según los antiguos grabados, a lomos de una sagrada vaca. En el cosmos Ra se asoció a Régulus, que es la estrella más brillante de Leo, recorriendo el firmamento nocturno por el mismo sendero que durante el día parece cruzarlo el sol. La retirada del dios Ra de la tierra dio paso a una dinastía de once dioses, los cuales gobernaron en total 7.700 años, y luego cedieron la alternativa a la lista de faraones que, en el Canon Real de Turín (donde se guarda), se relacionaron durante la XIX Dinastía. Por lo dicho, desde que Ra fue el primer "Rey de Reyes", defiendo que se debió de suplantar en todo lo que después se creyó de Osiris.

Mientras que en el más antiguo templo egipcio conocido, que es Heliópolis (antes llamada On y también Annu, por cierto como la máxima divinidad sumeria), se sabe que se veneraba al dios Ra; en Menfis, a sólo 30 km. al sur, se veneraba al dios Horus en unos kilométricos túneles subterráneos. No hay competencia posible porque al templo antiquísimo de Heliópolis todos peregrinaban una vez al año para admirar allí el venerado Ben-ben y la "Barca del Cielo" utilizada por el dios Ra en sus desplazamientos celestiales. Sus sacerdotes, cuyo decano mereció ser llamado "Artesano mayor", podían magnetizar y desmagnetizar el aliento de vida de las estatuas. Tales sabios iniciados eran tan conocedores de su poder que impusieron un sistema divino trinitario, y lo centraron en el simbólico rayo petrificado que era el antes citado Ben-ben. Afirmaban que justo allí habría tenido comienzo la Creación por obra de Ra mediante simple masturbación. Fue escenificado religiosamente cada año por los sacerdotes de On y por el mismo faraón, quién después se creía regenerado. El ritual de la "Mano de dios" implicó a la diosa Hathor en la figura de la suma sacerdotisa, porque dicha diosa habría sido la que amamantó al rey siendo recién nacido. Se sabe que hubo un fondo musical en el acto, pero se ignora si el simbolismo fue real o simulado.

Tanto las intrigas palaciegas como disidencias sacerdotales, harían a veces fluctuar las devociones. Así en las XI y X Dinastías (2160-2040 a.C.) el culto a Osiris y a Horus fue abandonado, e incluso la capital pasó de Menfis a Heracleópolis. Es más, hacia el año 1300 a.C. los veneradores de Horus (quienes lo habían asociado a diversos animales desde el año 1250) se pasaron a Amón-Ra (conceptos sinónimos), el único dios que nunca les había fallado.

Los sacerdotes de Amón-Ra en On y en Tebas tuvieron un prestigio cercano al gobernante de turno. Sólo el faraón Akenaton padeció ser apartado del trono por haber intentado oponerse con su culto solar a la multitud de divinidades que proliferaban, y para ello hizo tabla rasa y también quiso borrar la memoria de Ra. Su nueva capital Al-Amarna fue abandonada una vez depuesto él, porque si bien fue un innovador místico, también fue el primer represor fundamentalista. No está claro como terminó sus días. Quienes defienden que huyó liderando al pueblo judío, como ya anticipé, pueden incluso identificarlo con Moisés, porque ya tendría Akenaton mucha experiencia al haber hecho asentar a los suyos en Al-Amarna, la nueva capital de su dios único Atón.

Pero esto son anécdotas en estas páginas que se ocupa de la cara descubierta en la meseta donde los principales constructores de grandes pirámides prefirieron centrar su devoción. De Keops y de Kefrén lo más seguro es el hecho de que ambos reyes intentaron imponer el monoteísmo sin conseguirlo. Aquel desasosiego sacerdotal está claro que terminó al ser nombrado el rey Micerinos (Men-Kau-Ra), pues a pesar de que su propio nombre lo contradecía, disimuló bien su opinión decretando que en lo sucesivo se debía restar importancia al culto al dios Ra. Como siempre los sacerdotes volverían a gozar de múltiples donaciones y limosnas para sus incontables divinidades.

A la muerte de Micerinos los sacerdotes de On lograron aupar al poder a otro de sus iniciados. Se llamaba Shepseskaf (+2429 a.C.), y lo acreditó como legítimo faraón el hecho de casarse con la olvidada hija de Micerinos. No sólo era sacerdotisa de On, sino además hija de faraón nieta de Keops, y fue luego madre de otros tres faraones que dejaron establecidos cambios bastante curiosos. El primero y más inexplicable, sería el olvido de las inconcebibles normas constructivas aplicadas para elevar las mayores pirámides de Giza.

DIVINIDADES ENFRENTADAS: EL DOGMA - LO ACCESORIO

La religión de los antiguos egipcios fue tan ingenua como sus mismo arte pictórico pone en evidencia. Hay que tener siempre en cuenta de distinguir lo que fueron sus dogmas de aquello que sería accesorio (supersticiones, ritos,etc.). Una vez presentado Abydos, el caso es que la parcela donde Osiris tuvo rituales de mayor prestigio fue en la meseta de Giza. Eran los tiempos que el gnosticismo egipcio alcanzó su cenit. Más que aprender intelectualmente sobre lo divino, los iniciados experimentaron vivencias capaces de su óptimo autoconocimiento.

Aun cuando admiro la linea de investigación abierta por el autor Zecharia Sitchin en su libros: "El 12 planeta", etc., admito que quizá en tiempos predinásticos, en dos estados vecinos de Egipto gobernaron dos parejas de hermanos que estaban destinados a ser inmortales. Éstos se llamaron, por una parte Osiris y Isis (esta última al parecer poseedora de mágicas artes), y por otra Seth y Neftys. Los cuatro personajes se recordarían todavía cuando en tiempos de las dinastías históricas se representaban en secreto los ritos mistéricos egipcios del dios Osiris, el más importante de todos ellos, el cual debió de nacer en Bursiris, la zona del delta del Nilo que, según parece, él dominó en vida.

Osiris fue identificado con la constelación de Orión (como la negra diosa Isis lo fue con la estrella Sirio). Osiris sería el específico dios del llamado Duat, nombre del otro mundo subterráneo y de intermediación entre la vida y el más allá. Primero los reyes, y en dinastías posteriores los llamados faraones, fueron vistos cada uno cual "rey-dios-puente", y tuvieron el papel de mediador entre cielo y tierra, de modo que al morir se perdía un cierto tiempo la conexión de sus devotos súbditos con las estrellas, durando los setenta días que se tardaba en momificar su cadáver.

Osiris fue el único dios egipcio que conoció la muerte y que también comparte con Jesucristo su resurrección. Así como se lee en la Epístola "1ª. Corintios": "Siembra cuerpo animal, surge cuerpo espiritual", sabemos que de Osiris, como cuerpo, hay escrito en los Textos de las Pirámides (285): "Te hundes en la tierra hacia la oscuridad,...(pero como espíritu) tú ves a Ra en sus lazos (rayos solares del atardecer)...El Señor de la Paz te dará la mano".

El rito de Osiris tuvo por núcleo central el modelado con barro de una escultura de la dicha divinidad amortajada en la que se hundían miles de semillas. El grano germinaba al cabo de un tiempo de permanencia enterrado y generando nueva vida se convertía en un Osiris vegetal. Debió ser algo parecido, pero sin vida, al Hombre de Musgo, que en la Península Ibérica desfiló en fiestas de Corpus, en especial famosa la de Béjar (Jaén), pero de origen prehistórico, al menos en la comarca del Solsonés, donde dio pie al nombre del pueblo Molsosa. (degeneración de Hombre de Musgo). Es una inmensa verdad que cuando la tierra recibe lo necesario jamás fallará, sino que devolverá al esforzado cultivador el "mil por uno". Una generosidad que estimula al observador atento a obrar noble y abiertamente para con los demás, seguro de que se beneficiará primero él mismo.

Giza en la Edad Antigua tuvo un nombre distintivo propio, el cual se recordaría en los jeroglíficos como RASTAU. Significando cementerio, al parecer su sentido más profundo es el de túneles subterráneos, alguno de los cuales se han podido verificar en Giza expresamente cegados, suponiéndose muchos otros ignorados bajo la meseta de las más famosas pirámides. Justo donde, desde el templo más antiguo llamado Heliópolis (On del Norte), veían al dios Osiris enterrado a occidente y bajo tierra. Según el antiguo escrito lleno de mágicas fórmulas: "Papiro de LEIDEN" (nº 55), el sacerdote diría así: "-Yo soy la "CARA de BELIER"...".

En su magia ritual no pudieron pasar por alto lo referente a la muerte y resurrección. Las ideas que en lo suceasivo fueron de unidad cósmica (que sabían desmembreda), y la durabilidad, tal como se evidencia con las tres mayores pirámides de Giza. La obsesiva idea de recobrar lo que se tenía ya antes de nacer, hacía para los antiguos egipcios imperiosa la necesidad de que en algún sitio de su país existiese una verdadera Puerta dimensional.

Se dedicaron más que nadie a afrontar la temporalidad de la vida biológica, siempre temida por lo que significa de disgregación del cuerpo. Suponiendo pues, que el tiempo fuese el poder que creyeron más real, ellos apostarían por la memoria, ya que lo puede vencer cuando recordamos cosas vividas. Lo expresaron con piedra, porque en las páginas del "Génesis" quedó expresada la dicha idea, y ello gracias a que Moisés fue uno de aquellos iniciados, y sin duda de los más aventajados. La piedra es mediadora entre Dios y los hombres: " ...Y esta piedra que he alzado como un pilar será la casa de Dios". En efecto, hoy sabemos mejor que nunca que aquello que en el mundo es más capaz de acreditar una cosa al cabo del tiempo, es su utilidad. Y no sólo de las cosas, sino de también las ideas y la vida misma.

Estamos capacitados para hacer tanto el bien como el mal, así resulta que por nuestros actos tanto podemos ponernos a la altura de los ángeles como de los vegetales. Por nuestro nacimiento somos seres mortales, pero también capaces de aspirar a la inmortalidad, ... si entendemos que ese dios interior que nos hace tan orgullosos hasta el punto de agraviar sin motivo a los semejantes, lo enfocamos a moldear el alma propia tras el sincero deseo de superar nuestra faceta animal. En Egipto escribieron en una de sus fórmulas sagradas, seríamos: "El que llegará a ser Sol", o sea el hijo de Ra (Sa-Ra) condicionándolo a salir bien aquilatado de la "pesada del alma" tras la muerte. No fueron los únicos, pues los hindúes aún lo presentan más fácil: "La muerte no existe y por lo tanto no merece que luchemos contra ella".

Una vez más la luz del sol nos brinda la oportunidad para ejercitar el libre albedrío. El Mito de la Creación del Antiguo Egipto explica que cuando Ra se cansó de los problemas que le daban los humanos -e incluso Hathor-, se retiro a los cielos montando una gran vaca. A partir de entonces su delegado en el gobierno del mundo fue Thot, quien enseño a la gente tanto artes como escritura, así como a que fuesen también capaces de auto-gobernarse. Toth mantuvo la paz durante 1570 años la misma dinastía (era el Período Neolítico en Oriente Próximo). Del castigo a la humanidad hubo la excepción del sabio Noé y sus familiares. Ellos eran los destinados a procrear una regenerada especie de personas, pero aun así siempre ha continuado siendo muy problemática en todas partes superar la faceta animal.

LA CÁMARA SECRETA DE SOKAR

En época tardía las ceremonias de ultratumba siguieron un ritual que incluyó un paisaje celeste calcado al terrestre, que se concentró en la necrópolis de Giza llamada desde antiguo Rostau, donde se creyó oculta la tumba de Osiris en algún subterráneo ignorado. No tuvieron dudas respecto a su existencia real. Hay una referencia escrita, que recogió el filósofo griego Heródoto (siglo V a.C.), referente a que los sacerdotes de Egipto le habían hablado de cámaras subterráneas bajo la meseta de Giza. El año 1935 se detectaron anomalías (quizá tumbas) en el segundo nivel del llamado Pozo de Osiris en Giza, junto a la calzada entre la Gran Pirámide y la Esfinge. A pesar de haberse confirmado tal hallazo, los resultados aún siguen siendo inaccesibles para el público.

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No me referiría a Sokar si no fuese por el gran simbolismo del lugar de Giza (nombre muy posterior) llamado el Sokar de Rostau. Me interesa porque, al haber descubierto esa nueva forma de rostro justamente en la zona citada, no puedo ignorar que se refirieron a Sokar con un trazo que simboliza un montículo. El dios Sokar llevó también un disco solar entre sus cuernos (al modo que se presentó luego Isis), además de una extraña corona.

Según los Textos de los Sarcófagos (1800 a.C.), la necrópolis de Giza (menfita) sería una especie de puerta estelar, algo así como el epicentro del imaginario espejo terrestre del cielo, donde estaría la Casa de Sokar; un oscuro y subterráneo lugar sagrado donde se concentrarían las emanaciones del divino cuerpo yacente bajo la arena del desierto; una cámara secreta que se supone está en alguna parte del subsuelo de Giza, y se la llama también Mundo de Sokar. Levanta mayores sospechas un determinado sector ubicado al sur de la Esfinge, porque antiguamente fue llamado con el nombre Rostau. Importa, porque es allí donde pudiera estar la tan buscada "Cámara del Tesoro" que se creyó estaría guardada por leones, con lo cual la Esfinge parece reclamar mucho protagonismo.

Sokar fue inicialmente una divinidad etérea simbolizada por un halcón. Se asoció a un determinado entorno geográfico, y recibió cierta veneración; por ejemplo, cuando hacían la celebración en Menfis del Festival Sokar ante la tumba de Osiris en la décima hora del día propicio. Era por tanto, un dios de ultratumba, y su cámara un sitio al que ni tan sólo tuvo acceso el dios Ra, quizá porque al ser subterránea no entraba allí el sol.

La palabra Rostau, que hoy es sólo es una vasta extensión de Giza pero que incluye la Esfinge, se simbolizó también también por otro montículo sobre montado por una burda piedra oscura de forma cónica y una barca llamada Henu, que fue el prototipo de cuantas se enterraron al lado de las pirámides. En fin, a Rostau se refiere una fórmula funeraria que reza así: "¡Oh tú, que miras hacia atrás, que apareces en el Rostau!". Si hemos de pensar que la divinidad invocada se apareció en algún vehículo, éste debió de ser un tipo u otro de navío.

La Barca de Sokar fue simbolizada por una serpiente, puesto que si el sol no podía entrar al Sokar, se quedaría en la superficie. El símbolo solar por excelencia se arrastraba sobre la tierra de Giza mientras gemían a su alrededor las almas de los difuntos. Esta asociación a la muerte es una gran exigencia para localizar el lugar Rostau-Sokar (Tumba de Osiris), que el faraón Tutmosis hizo escribir en su famosa estela bajo la cabeza de la Esfinge para designar así el "Lugar espléndido donde tuvo comienzo el tiempo". Resulta no obstante incomprensible que la Esfinge no fuese conocida durante la IV Dinastía. Dicho faraón, al desenterrar por fin la Esfinge y mandar restaurarla, fundó un templo llamado Casa de Isis, y mandó escribir en su Estela del Inventario (Museo de El Cairo), que era: la "Señora de la pirámide". Es decir, que entonces la Esfinge y la pirás ya eran obras mucho más antiguas, y lo confirma el que están las tres dibujadas en un huevo de avestruz de la Cultura Nagada (8000 a.C.). Se guarda en el Museo de Nubia, donde se lee que fue recuperado de la tumba nº 96.

La colina Sokar está ubicada al sur de la Esfinge de Giza y alrededor de un montículo rocoso, se dibujó, en las tumbas de la IV Dinastía, sobremontada por una figura femenina. El perfil tan elevado de la colina Maadi respecto a su entorno, es mayor al ser observada desde los alrededores de la Esfinge de Giza. Resulta evidente que fue capaz de sugerir la forma de una barca, cual las que después construyeron y las enterraron al entorno de la Gran Pirámide.

Trasladando todos los dichos ingredientes simbólicos al sur de la misteriosa Esfinge, no es difícil asociar el montículo de la formación Maadi al lugar donde habría que buscar la cámara secreta de Sokar, y más cuando sigue estando entre cementerios. En las fotos de satélite es un punto equidistante de las tres pirámides de Giza, midiendo como dije "toda piedra". Otra cosa es mi sospecha de que la ubicación de tal cámara esté situada exactamente debajo del nuevo ROSTRO humano, fruto de mi particular investigación en Giza.

Los templos de la antigua religiosidad egipcia no fueron hechos para sublimar la muerte, sino que, paradójicamente a través del arte suntuario de sus tumbas se nota cuanto supieron gozar de la vida; primero en el mundo, y siempre con la esperanza puesta en vivir mejor más allá de lo material. Fuera de sus tumbas los egipcios no gustaban de mencionar la muerte, hasta el punto de referirse a ella como "Pasar a la otra orilla" (del río Nilo).

¿DÓNDE ESTÁ ESCONDIDA LA TUMBA DE TOTH?

Nada en la meseta de Giza se habría planificado por que sí, sino que cualquier trazado de muro de piedra allí sería el exquisito fruto de estrictas normas arquitectónico-religiosas. ¿Fue el nuevo simbólico rostro emplazado en la dicha zona sagrada al aire libre, siguiendo dictado de la sabiduría que se le supone al dios Toth?

No sólo ha de valorarse el esfuerzo escultórico para plasmar unos rasgos faciales en el suelo arenoso, sino que cuenta aún mucho más el hecho de que tan sólo se lo puede admirar en determinadas circunstancias desde el aire. Lo dicho ya sería producto de una sobresaliente genialidad, pero además, dejando aparte que sólo se vería determinado período del año, es preciso que se valore su aspecto inteligente y optimista con que se presenta a los nuevos tiempos.

Es un arte humanizante dentro del recinto super-sagrado de Giza. Es un rostro que transmite un sentimiento de relajación profunda. Es, en definitiva, una faz de rasgos tan delicados y sofisticados que nos invita a la reflexión yendo más allá de lo que vemos con sólo los ojos. Así la cabeza, que muestra un cráneo semicircular, como sus desmesuradas cuencas orbitales (tanto si hoy están más hundidas como si no), no pueden ser fruto de la casualidad, sino que, como su misma aparición evidencia, también debe de tener un profundo significado iniciático. Es evidente que gustaron de dibujar rostros esquemáticos (FOTOS: nº 16) cuyas abstracciones luego harían posible el rostro de la foto aérea. En el dibujo que el sol ilumina un túmulo informe, nótese que se incluyó un brazo extendido para evidenciar que la cara recobró la vida (De la capilla de Tutankamon).

De aquellos constructores de hace milenios ahora nos llega una imagen que es emoción, sosiego, sentimiento, y todo con la precisión comparable a la desarrollada por sus recursos "artísticos". Sin la nueva aportación ya costaba mucho de aceptar para nuestros sabios arqueólogos cómo pudieron hacer cuanto es bien visible. Pero ahí está!. Puedo pensar que el arte egipcio de alguna forma se ha esforzado en imitar en todo tipo de soportes aquella sublimada idea de la iluminación solar. ¿O es que, insisto, al sol y sus efectos no los vemos reproducido machaconamente sobre las cabezas de sus principales dioses? Es un detalle o idea que de otro modo resulta incomprensible.

Como con lo dicho hasta ahora ya casi se hace obvio que aquella exacta zona tiene algún subterráneo depósito secreto, ahora faltará dilucidar de cuál pudo tratarse. Porque hay enigmas para elegir. En efecto, a cuantos lectores no satisfagan mis sospechas para ver en el sector al sur de la Esfinge, donde aparece en nuevo rostro, el emplazamiento idóneo para que algún día se descubran allí los dichos depósitos sagrados religiosos que aún siguen sin poderse localizar. Para ellos, digo, expondré ahora mis sospechas sobre otro posible misterioso escondite porque lo creo ubicado también entre la colina Maadi y el rostro de visión aérea. Me refiero a la Tumba del dios Toth (el Hermes griego), la cual ya fue buscada por orden del faraón Keops. Éste al parecer se trató de un rey usurpador del trono de Egipto, al ser hijo de una concubina del harén de su padre, el faraón que ordenó apilar más metros cúbicos de piedras en forma de monumentos que todos sus descendientes directos juntos.

Keops ni con la autoría de la Gran Pirámide que se le ha supuesto, no superó a su padre haciendo acarrear piedras, pero en cambio sí lo ganó en fervor religioso, porque era fanático del dios Ra. Para satisfacerlo experimentó con artes mágicas dejando escritas las experiencias de su desmesurada adicción. Incluso se dijo, fantaseando, que para poder ver el iniciático templo de Heliópolis (ciudad santa), Keops habría ordenado construir la Gran Pirámide en lo alto de la meseta de Giza. De sus intimidades se sabe que compartió el amor de una princesa de su harén con el que luego fue su inmediato sucesor en el trono de Egipto. Pero lo que aquí interesa de su obsesión cotidiana, es el hecho de afanarse en poder averiguar el lugar dónde estaba oculto el plano de la Tumba de Toth. Tanto fue su esfuerzo en localizarlo, que consultó a un mago llamado Djedi (un solitario cíclope, pero de estatura normal).

Keops tuvo que aceptar que el tal descubrimiento de la llamada Redjedet era una empresa reservada a un gran vidente predestinado, que luego la historia nos presenta como el primogénito de la princesa Khenthawes, su biznieta. Cuando dicho predestinado era sólo un sumo sacerdote del templo de Heliópolis, encontró el codiciado plano de la Tumba de Toth dentro de un cofrecillo tallado en una piedra de silex. Estaba oculto tras un monolito móvil que disimulaba la entrada a la cripta que la tal divinidad tenía para su veneración en el dicho templo. Finalmente sería vuelto a esconder atado al cadáver de su descubridor, además incluyendo los cuarenta y dos libros que se le atribuían.

Dada la ciudad sagrada que al ser faraón, el poseedor de los planos de la Tumba de Toth, construyó en forma de "L" a partir de la tumba de su madre Khenthawes, cabe sospechar al menos que tal fuese el diseño de la iniciática Tumba de Toth, ya que en el templo de Abusir esta misma forma en ángulo limita el famoso templo Osiréion. La importancia de los símbolos era, entonces más que nunca, apreciada en la historia de la humanidad (por algo es una capacidad específica que nos diferencia de los primates y está en la base de nuestra naturaleza más auténtica).

¿ESTÁN RELACIONADOS RA-SHE Y SA-RA?

El faraón Kefrén, del que se dice que murió antes de ver terminada su pirámide, fue el primero que introdujo en las reglas de construcción de la misma las tres cifras que determinan el ángulo recto (90º): una triangulación de lados de proporciones 3-4-5. También fue innovador, por ejemplo, en introducir el titulo de "Hijo del Sol" (Sa-Ra) para si y para sus descendientes.

Para los antiguos egipcios la necesidad de un doble, fue una exigencia peculiar para poder entender sus cosas. Cada ser humano lo creyeron compuesto de muy diferentes partes capaces de disociarse tras la muerte. Al nombre propio lo llamaron "Ren". A la psique "Ba" hoy la llamamos alma. El "Ka", fue en realidad la vida misma, o el principio vital siempre insaciable de alimentos. Lo asociaron con el toro, y su símbolo fue: dos brazos alzados formando una cornamenta (Uk). El "Ka" (más conocido como "un doble" de cada persona) tuvo mayor entidad que el Khat (cuerpo), pues era capaz de reabsorberlo al morir. El "Sahu (Husk)" era la momia que permanecería en este mundo junto con el corazón "Ab". La sombra tuvo su nombre "Khabit", y la inteligencia el suyo "Khou". Particularmente me interesa más la fuerza ultraterrenal puramente espiritual llamada "Akh" en el Libro de las Pirámides, y era destinada al cielo. Al "Akh" yo puedo imaginarlo cual si lo tuviéramos todos en el exterior del cráneo, o sea rodeando por fuera de la cabeza, a modo de casco etéreo, donde se produciría la verdadera conexión del cerebro con la verdad pura de nuestra existencia. ¿Quizá nuestra mente algún día se revelará ser tan sólo una especie de sintonizador? Saberse bien vivo por efectos de la luz verdadera, puede que de ventajas en "la otra orilla".

No me invento el misterio que supone el sagrado "Ra-She" residencial de Giza, con el que la palabra Sa-Ra (Hijo de Ra) guarda tanto parecido. Haciendo historia del problema de su posible relación, según los Papiros de Abusir sería un componente de cada pirámide donde se iría almacenando la producción de los bienes del reino. Un "Ra-She", siendo idea compleja, no deja de ser una especie de barrio sagrado habitado quizá por simples anacoretas, o al menos gente pobre, según parece por las dimensiones de sus dependencias.

Tal es la peculiar condición del recinto en forma de letra "L" que parte desde la pirámide de la reina Khenthawes (la cual mide 45,5 x 45,8 x17 m. de altura), en dirección sur, y que termina ante el nuevo rostro de Giza. La cara reproducida sobre el montículo de arena no sería la de dicha reina, a pesar de tener su pirámide-tumba al final de la mini-ciudad de cuidadores, porque en el pesado dintel de granito de dicha tumba un grabado la muestra a ella misma sentada y con la perilla de faraón, así como un extraño moño muy alto ¿Quizá pretendía suplirse con tal moño, la borla o pomo, con que simbolizaban el sol?

El "Ra-She" se representaba mediante el signo de una boca y un estanque o cuenca. Así su significado literal se tradujo: ENTRADA A LA CUEVA desde la Ciudad de la Pirámide. (Si se tradujo mal y fuese Ra-Shen, entonces sería expresión de una idea que significó infinito. Era simbolizado por un círculo de cuerda atado, no teniendo por tanto principio ni fin, por lo cual también se sugeriría entonces un saber recuperado).

¿ DÓNDE ESTÁ LA SALA DE LOS ARCHIVOS ?

El año 1924 el norteamericano Edgar Caycer predijo entre varias cosas el año del inicio y el del final de la Segunda Guerra Mundial, pero si lo menciono es porque también avisó de que antes del año 2000 (y quizá incluso antes de terminarse la década de los 80), sería descubierta una cámara subterránea secreta bajo la pata derecha de la Esfinge de Giza. De allí salía un pasadizo largo que conducía a la siempre buscada "Sala de los Archivos", aún por descubrir. Dejando de lado a quienes opinan que ya hace tiempo que se encontró es un hecho que al ser aplicadas al lugar las sondas de radar adaptados para la lanzadera espacial, (sistema SIR-A) ofrecieron constancia del tal espacio subterráneo, aparte de aportar pruebas de que el el Valle del Nilo habitaba gente desde hacía 200000 años.

El año 1993 la cadena CBN, de la TV americana, emitió un magnífico documental protagonizado por el actor Charlton Heston que empezaba haciéndole afirmar que se había detectado una cavidad debajo de las garras de la Esfinge, o sea, donde había indicado el famoso psíquico (+ 1945). Tal éxito se debió al empeño de su hijo y heredero de inquietudes Hug Lynn Cayce, pues entusiasmadamente había fundado ARE (Asociación para la Investigación de la Esfinge). La Fundación Edgar Cayce financió el Proyecto de la Exploración de la Esfinge, a fin de poder demostrar que la supuesta cámara aparecería justo donde predijo su padre.

Los trabajos se realizaron entre los años 1976 y 1982, quedando inconclusos. Unos antes y otros después, lo intentaron también sin éxito, porque se acaricia la idea de la posibilidad de que esté allí el pasadizo a una supuesta "cámara del tesoro", y más cuando se ha detectado por ecografia una especie de espacio vacío subterráneo que quizá sea algún pasadizo. Caso de ser cierto, debió de haber sido enfocado hacia la zona de la formación Maadi; ¿o quizá hay que admitir que pueda situarse debajo del nuevo rostro descubierto a mitad de camino? Por otra parte, el faraón Tutmosis IV llamó a la Esfinge "Santuario de Sokar". Algo debió de saber acerca de aquel enigmático mundo subterráneo el tal rey de hace 3500 años. También hay un cuadro que lo sugiere muy sutilmente,... y es del siglo XIX.

En una escena del libro egipcio, antiquísimo, titulado Libro de Aker, un dibujo que se refiere a la Esfinge de Giza, a ésta la presenta "doble". De su interior incluso salen hacia fuera de la escultura un par de brazos a fin de sujetar el disco solar. Y ello hizo siempre antes pensar que podría referirse a que el sol juega definitivamente para dar vida a una imagen de rostro. Hoy lo tenemos entre la Esfinge y Maadi. Por lo dicho saco de su contexto esta alabanza al dios Amón-Ra:": No es el disco solar el que se manifiesta a los habitantes del cielo, sino tu cabeza...". Por su incongruencia me parece que se trató de ocultar la clave del misterio. Sería en realidad una fórmula que los asistentes a la ceremonia de clausura del tercer día, por chocante, no podía pasárseles por alto en el transcurso de la ceremonia de devolución del alma divina a la estatua mágica (o sea, la entrega del Ojo Udyat).

Entonces como hoy y siempre, el rostro de cada persona es lo más revelador del cuerpo humano. Es aquello que mostramos a nuestros semejantes, aunque paradójicamente sea la expresión del yo más íntimo, ... y en parte desnudo. La sugerente geografía de valles y montañas irían dejando su huella en la formación de la mente humana. A los accidentes geográficos asociaron sus vivencias y sentimientos de forma que al contemplar un rostro hoy día se adivina lo innato de cada individuo, así como su predisposición al bien o al mal. A veces falla, pero las cosas suelen ser lo que parecen.

Cada rostro es también un símbolo de lo más divino que reside en su poseedor. Podemos entenderlo cual un símbolo de misterio semejante a una "puerta a lo invisible" donde se evidencia la mayor o menor evolución de cada individuo desde las tinieblas a la luz. No son de hoy estas ideas. Los más antiguos egipcios, o los mayas, con su arte representan a todas las culturas antiguas que ya entendieron también que incluso el máximo erotismo del cuerpo humano reside en el rostro.

Las culturas antiguas no serían las únicas que pudieron dar perspectiva simbólica a determinados paisajes. Los que presento extraídos del duro suelo nos orientarán para evolucionar en nuestro camino interior individual, siendo capaces de ofrecernos respuestas válidas para poder superar la eternas congojas del natural trayecto antropológico, como por ejemplo: la vida, el tiempo, o el más allá. La humanización del paisaje que propongo, catalizará las fuerzas de nuestra ascensión humanística, en una vía capaz de dejar aparte las consabidas fórmulas religiosas quienes sean reacios a ellas.

Según el escritor Le Guillou: "El cristianismo es la religión de los rostros". Asimismo en la misma línea de pensamiento estaría el autor Olivier Clément: "Dios se ha revelado en un rostro cuya faz se multiplica de generación en generación en humildes rostros transfigurados". Se podría elaborar una teología y vivir una mística del rostro, y és lo que creo que experimentaron los sacerdotes máximos iniciados del Antiguo Egipto

Quienes buscaron el preciso emplazamiento cerca de la Esfinge de Giza y luego moldearon la superficie de la arena con una cara tan humana, hacen suponer que debajo del suelo construyeron espaciosos túneles, quizá semejantes a los que existen cerca de las pirámides desmoronadas de Abusir para enterrar allí toros (Serapheum). En la meseta de Giza sospecho que las cavidades simétricas que conforman los ojos de la imagen descubierta gracias a la foto aérea de Stern, se deben a probables derrumbes de los espacios existentes debajo de la dicha sorprendente imagen.

Son tan desmesuradas en la fotografía las dos cuencas de sus "ojos" que llevan a pensar que fue una cara modelada para ser visible desde cierta altura gracias a los efectos de la iluminación del sol poniente. Es entonces cuando el insospechado rostro humano cobra más vivacidad, comprobándose que conserva una expresión relajada y reflexiva,... y la foto que presento será mejorable por los fotógrafos profesionales, ahora que ya les he avisado de su existencia y puedo esperar incluso verla en 3D.

"TIEMPO DEL DIOS" ¿ DE OSIRIS, o DE RA ?

Osiris fue una divinidad que sólo vivió arropado del poder del dios Ra (Según el "Papiro SALT" : 825 , 5-6). Se asoció la expresión "Tiempo del dios" a Osiris, al menos desde cuando en Tebas era el inolvidable rey unificador del más antiguo periodo predinástico (4200 a.C). La dicha expresión remite a cuando Osiris fue el prototipo de los reyes del Delta, una zona que además él unificó durante su reinado de veintiocho años; pero el verdadero y mortal Osiris debió de saber bien que era Ra el único dios. Se ha escrito incluso que Osiris intentó introducir su culto monoteísta sin éxito, puesto que él mismo al morir fue hermanado a Anedjti, la divinidad de su pueblo natal Busiris en el delta del río Nilo.

A la mentalidad actual también le ha de costar mucho desvincular Osiris de Ra, pero si uno fue humano desde la primera noticia de su existencia, y así se lo representó a menudo, en cambio el otro dios, Ra, fue referirse al mismísimo sol. Así que no debería haber tanto conflicto, por más que luego Osiris fuese tan venerado en todo el Antiguo Egipto porque vivían obsesionados por la vida en el trasmundo, siendo gracias a ello que se ha podido recupera mucho de su arte suntuario. En realidad "El Libro de los Muertos", fue su "Libro de la Vida"; más aún, fue su: "El Libro de la Salida a la Luz del Día", también llamado Pert em Heru.

Pronto fue asociado Osiris a las enriquecedoras fases cíclicas de la naturaleza. Lo que no está nada claro es porqué su nombre significó "Sede del Ojo" de donde nació una bella leyenda que acaba con su muerte a manos de su hermano Seth (de ahí viene el nombre de Satanás), continuando con la venganza de su hijo Horus, quien hizo posible su resurrección. Al fin Osiris tuvo para los religiosos el dominio absoluto sobre el reino de ultratumba. Sería a partir de aquel muy macabro papel que Osiris vio acrecentada su importancia divina, dedicándosele unos pueriles ritos de fecundidad, cuando su imagen de barro servía para hacer germinar semillas.

El viaje al "Mundo Inferior" de la zona Rostau fue muy peligroso antes de disponerse de una especie de "guía-manual" para cruzar seguro sus Doce Regiones. Viajaban a través de las dos vías (por tierra y por agua) hasta alcanzar al final la Luz Absoluta. Aun así, debió de valer la pena el tal viaje porque esperaban poder gozar de las esencias divinas (Ch.M. Zivie-Coche "Ro-Setau",LÄ, V, 303-309). Los navegantes nocturnos eran entonces los que más necesitaban una protección especial. La expresión ritual: "...hacer brillar la cara de mi padre..." era un símbolo inolvidable en la fórmula ritual. De entre las diversas ocasiones que se empleó he podido constatar que fue pronunciaba por un sacerdote cubierto con la piel de una pantera, antes de sacrificar dos toros al difunto (Exactamente abrazaba la momia de Imy-Is, según consta en el estudio publicado por J. C. Goyon Kemi "Rituels funeraires.." (París 1972- p.118).

En cuanto al simbolismo del montículo de tierra con un rostro encima, se encuentra repetido a cada lado de un fresco existente en la tumba del faraón Merenptah (Dinastía XIX). Referente al montículo mismo, o sea, allí donde el tal fenómeno de hacer brillar la cara se produce, también dejaron muestras en su arte de haberlos venerado. Amplio uno de estos murales con dibujos de túmulos incluyendo rostros iniciáticos. Hay otras obras que la incluyen, pero la copio de las páginas del libro del famoso egiptólogo americano M. Lehner, titulado: Todo sobre las Pirámides (Ed. 2003). Dicho autor opinó que los antiguos egipcios consideraron estos "túmulos secretos, en cuyo interior se encierra un gran misterio" (p.29), como si el dios estuviese enterrado dentro del Duat. En los Textos de las Pirámides se califica estos peculiares montículos con rostro encima, cual:" El gran dios, el secreto de Duat".

En el dicho mural (FOTOS: nº 18, A-B) extrañamente se presenta una pirámide partida por su mitad, y en cada una de sus pendientes, o hipotenusas, se pintó una cabeza con rostro humano encima de un túmulo. No hay confusión posible por la gran cabellera que incluye. Es aludir al mismo fenómeno que se produce en las cercanías de la Esfinge cuando una forma de rostro puede ser vista desde el cielo si está iluminada debidamente por la luz solar de las tardes,... y sólo en cierta período. La cabeza no es sólo el centro rector, sino la sede del espíritu humano. En cuanto a la triangular disposición de las facciones del rostro, se intuye que también es mucho más que un regalo de la naturaleza La misma idea, referente al renacimiento se encuentra en otras pinturas del Imperio Antiguo. Es referirse a que lo inmaterial se vuelve material, o sea el mismo principio que se atribuyó al cónico obelisco de la Creación, llamado Ben-ben, o también bien evidente en las mismas pirámides, ya que para aquellas mentalidades (no olvidemos que los antiguos egipcios fueron, según Heródoto, los más religiosos nunca conocidos), era en dichas construcciones donde idealizadamente se materializaban los rayos de luz saliendo de entre las nubes.

El sol que aprovecharon los antiguos sacerdotes egipcios para hacer revivir esta imagen de cara serenísima de persona, al iluminarla confirma su poder vivificador y el amor del que debieron considerar su dios supremo por la humanidad. Ello hizo que deseasen configurarla y hemos de saber aprovecharla sin prejuicios y con agradecimiento. Las reglas del arte egipcio no han de impedirnos su reconocimiento. Es un tiempo que está fuera de la civilización y que goza de memoria ancestral.Una muy sutil imagen de rostro también lo es el descubierto en 1951 por René Schwaller de Lubricz en las baldosas del pavimento original del sanctasanctórum del templo de Luxor. Al colorear las que le parecieron más extrañas resulto que en visión vertical ofrecían el perfil gigantesco de la cabeza de un faraón con su tocado, y entre otros detalles no faltaba ni la forma de ojo que era propio del arte egipcio. Lo divulgó en un libro publicado en 1957, considerando desde entonces que en Egipto antiguamente se construían "templos vivos". Los incas y los mayas hicieron sus pirámides en un período propicio, ...para luego destruirlas adrede y remodelarlas siguiendo el patrón astronómico actualizado.

Mi libre criterio investigador no puede agradar a los arqueólogos ni a los teólogos. Lo supe ya hace tres décadas en 2005. Tampoco guatará a los egiptólogos, y para su tranquilidad reconozco que mi vocación más profunda es de sumerólogo. Aún así he de preguntar: ¿Porqué se están ignorando tanto lo escrito en la "Piedra de Palermo" como el llamado "Canon" en el Museo de Turín donde consta que antes de las más de treinta dinastías de faraones históricos habrín reinado muchos sem-idioses (o sea, antes del rey Menes). Se lee: Se vivieron 13900 años de dominiode los Netcheru. Al dicho periodo siguieron otros 11025 años, cuando gobernaron los rectores iniciados de la vía solar que unos llaman: anunakis, visitantes, neters y son los antes citados compañeros de Horus (Shemsu Hor),...confundidos con los sabios atlantes procedentes del océano Atlántico. También se ha especulado que los dioses egipcios más antiguos pudieron inspirarlos ciertos cuerpos estelares, y los semi-dioses sólo serían metáfora. ¿Porqué no se tienen se toman en serio los jeroglíficos con la relación de faraones antes citada por dicho sacerdote egipcio, esculpidos allí mismo justo en la pared de enfrente?.

INSPIRADOS POR RA: ATUM y AMÓN

Otra forma de desdoblamiento de Ra la entiendo en Atum, que fue el sol poniente y visto cual idóneo símbolo del Monte Primigenio sobre el que, al posarse el sol sobre el obelisco Ben-ben, se produjo la Creación. Atum, el dios de la totalidad de las cosas, se habría engendrado a si mismo por masturbación (una faceta quizá indigna del sinónimo y dios principal que era Ra). Esta reafirmación de dar vida y evitar el caos la en Karnak la repitieron ritualmente los reyes de Egipto, por que creyeron que Amón con su semen procedió a la creación de los demás dioses y reyes humanos de Egipto.

Del parecido de Atum con el dios Amón, hay que decir que no sólo es fonético, sino que tuvo el mismo símbolo de una serpiente y ocupaba el "Montículo del Comienzo" en las representaciones de Karnak (XVIII Dinastía). Para distinguirlos habrá que tener presente lo siguiente: Amón fue citado por primera vez en los Textos de las Pirámides (IV Dinastía), y sólo puede ser comprendido por los múltiples aspectos que se combinaban con él. Amón significó "aquello que está oculto", y así se entiende que originariamente sirviese para representar, por ejemplo, el poder invisible del viento. Amón fue el "Señor del aura" que, en simbiosis con Ra, el dios Sol, Amón se convirtió en "dios de la Luz". Al fin, fue una divinidad solar y de la fertilidad, pero también de carácter guerrero, al menos en el Imperio Nuevo (XI Dinastía). Por la forma como gritaban dicho nombre al final de sus celebraciones, hoy concluimos nuestros rezos diciendo Amén.

En los Textos de las Pirámides cuando se alude a la réplica del cielo en la tierra, resulta desprenderse que también el río Nilo tuvo una referencia particular en la Vía Láctea, a la cual apodaron "Vía de Agua Sinuosa". En tales réplicas celestiales a base de imaginarse la efectividad de un enorme "espejo" ritual, los sacerdotes máximos iniciados del Antiguo Egipto ciertamente estuvieron a la altura de las circunstancias, tal como su plan de salvación eterna les exigía.

En los primeros tiempos la efectividad de las réplicas terrestres del cielo tendrían solamente efecto para con el gran intermediario que era el faraón difunto, pero después acabó beneficiándose cada creyente que lo mereciese. La gran parafernalia que montaron (por cierto bastante ridícula) para la ayuda y complacencia de los más débiles de carácter, sería lo de menos. Fue todo un alarde de su inventiva para ocultar secretos, lo que al fin resulta bien evidente, dada la proliferación de aspectos divinizados. Según parece, en aquellos misterios Horus (el rey vivo que se moría) se convertía en Osiris "rey muerto" cuando alcanzaba el cielo. Tal era el gozo que esperaba compartir todo faraón una vez traspasase, en tal viaje del difunto al cielo. Así como su padre Osiris habría sido el símbolo del "Eterno renacer", Horus pasó a ser una especie de "dios-hijo", cual precursor -miles de años antes- de Jesucristo.

De la triada osiriaca merece resaltarse la Diosa-Madre Isis, (así llamada por los griegos, ya que en egipcio antiguo era llamada Ast, significando la tocadora del sistro, Wrt). Isis fue la precursora de todas las imágenes de Vírgenes sedentes románicas y góticas con el Hijo divino sentado en su regazo. Tal veneración llegó hasta nuestro siglo, y en especial resultan ser las imágenes de vírgenes más milagreras (y también más capaces de recoger limosnas) aquellas que, imitando las esculturas de la diosa egipcia Isis, son pintadas de color negro, o también las que con los siglos se han ennegrecido por el humo de las antorchas de sus rituales. Un sólo ejemplo: la imagen de piedra de la patrona de la ciudad de Solsona (Lérida) llamada popularmente Mare de Déu del Claustre está tan ennegrecida por el humo de las antorchas debido a que durante décadas debió de presidir rituales al entorno de hogueras. La imagen citada fue, hasta el año 1244 (pero sigue siéndolo todavía), el muy secreto Tesoro Cátaro famoso. A su favor aún diré que es reconocida la mejor escultura del Arte Románico europeo, la cual fue venerada en cuevas de Ussat-les-Bains (Sur de Francia). Se rompió en dos grandes mitades al ser sacada secretamente del castillo de Montsegur, pero paradójicamente tal desgracia facilitó mucho su transporte hasta el otro lado de los Pirineos. Viajó de cueva en cueva desde el Languedoc hasta el pozo de los claustros del monasterio de Santa Maria de Solsona, atravesando en 1244 el principal paso natural de la cordillera a poniente de la actual frontera andorrana.(Le dediqué un vasto estudio, escrito con la meticulosidad de un medievalista, que sigue aún inédito).

La vida germina en la oscuridad, pues como sucede con las simientes y la sangre, el cerebro, el corazón, etc. no ven tampoco la luz. La veneración de la Virgen y el Niño incluye el reconocimiento de que el amor es la mayor fuerza del mundo, y su máxima expresión está en el que siente una madre por su hijo. Lo dicho es extensible a las mentes del mundo animal, pero es que además gracias a los esfuerzos de la diosa Isis (asociada al planeta Sirio), los catorce fragmentos del difunto Osiris, que Seth había dispersado por el mundo, ella que fue a la vez hermana y esposa, los pasó a recoger a fin de efectuar el milagro de reunirlos (excepto el pene). Isis, siendo una muy gran maga, se lo hizo artificial, pero tan bien hecho que después de devolver la vida a Osiris lo convirtió en padre de su hijo Horus.

Osiris posteriormente reinaría siempre más en el mundo de ultratumba, motivo por el cual su imagen fue presentada invariablemente amortajada, pero sostiene los atributos reales e incluso muestra su cara pintada de verde, aludiendo con ello la vida que renace. Se trató siempre del restablecimiento del orden en todo cuanto hacían tanto en este mundo como en el otro. A propósito, la idea básica de los antiguos egipcios fue el restablecimiento del equilibrio y lo simbolizaron maquillándose con cosméticos ostentosamente del mismo modo que dios Horus había debido de maquillarse su herida siempre más.

Resumiendo, gracias a sus creencias y elaborados rituales misteriosos, quienes fueron verdaderamente iniciados se remitían al hecho -seguramente cierto- del asesinato de Osiris por su hermano Seth, lo que viene a ser parecido a la eventual victoria del Mal sobre el Bien. Osiris al renacer inseminó de vida a Isis, cuyo hijo se llamó Horus. Con este último se completó la "Trinidad", porque Horus resultó ser un vengador terrible, lo que no impediría que fuese considerado "Hijo de Dios". Horus se personificó con el cuerpo de halcón, ya que era un antigua divinidad, y su entrada en escena sirvió para completar la familia divina.

En tan remota inocencia teológica no se les puede exigir a los sacerdotes que presentasen una idea de la Trinidad Divina tan bien elaborada como la del Cristianismo por ejemplo. No tuvieron tiempo suficiente desde su despertar a lo espiritual para dotarla de la ventajosa idea de unidad, de forma que lógicamente en su tiempo las triadas las formasen dioses muy celosos de su individualidad, intimidad y hasta preferencias irrenunciables. Ya es mucho el advertir que les concedieron el poder de habitar un dios dentro del otro cuando les convenía.

De hecho otras varias divinidades de origen animal asumieron la "osirización", como por ejemplo Anubis, Toth, etc. Sucedió además que (como con su escritura), también los dioses míticos fueron sucediéndose sin ser desechados. En cualquier caso, hay mucha sabiduría en la promoción de las citadas divinidades transformistas y su emparentamiento, porque todavía en la actualidad, la irreligiosidad puede ser capaz de conducir al caos, de la misma manera que el radicalismo lleva a la fanatización catastrófica. Solución: Quizá lo poético pueda ser aún mucho más útil en el futuro.

SÍMBOLOS INICIÁTICOS ETERNOS

Por la preparación que me dio el haber escrito un libro auto-editando titulado: "Montserrat, ganga del Grial" (Barcelona 1991) sobre los orígenes líricos de las famosas aventuras de los caballeros medievales europeos tras el simbólico Santo Grial, que significa sangre real, no puedo evitar presentar este nuevo rostro de Giza envuelto con unos ingredientes eternos y atractivos que deben serle asociados. En principio está comprobado que quien busca la divinidad, intenta como pueda traer el cielo a la tierra. El mito se potencia en base a algún símbolo, a fin de que quien pueda se intente acercar a otro mundo más feliz. Tiene poco que ver con lo clerical o institucional, ya que también se puede "ir por libre". Cada uno cree ver el verdadero rostro de Dios, pero Él puede que tenga todos los rostros verdaderos..

La iniciación pronto se convierte en la fórmula para efectuar con éxito el tránsito, ya sea con ayuda de las drogas, como sucedió por ejemplo con los Misterios de Eleusis entre los griegos, o sin otra cosa más que la propia nobleza y la humildad, como fue el idealizado caso de los caballeros de las narraciones medievales que, dicho sea de paso, nunca existieron más que en el imaginario colectivo. Otra cosa serían las ejemplares vidas de los caballeros de las Órdenes medievales, como la de los del Templo de Salomón en Tierra Santa, de cuyo Gran Maestre Arnau de Torroja (+1184) escribí la biografía.

En su eterna búsqueda, ya sean solitarios, o los grupos de realización colectiva, clericales o no, siempre se persigue lo mismo: la transfiguración personal iluminadora, la cual para el cristianismo, por ejemplo, es una peregrinación en busca del Paraíso. Es como acabó la Saga del Grial, al ser finalmente cristianizada por el eclesiástico Roberto de Borón, quien asoció Jesucristo con el caballero Galahad, el héroe medieval puro único que llegó a ver la santa relíquia cuando todos los nobles caballeros aspiraban a encontrar aquel recipiente capaz de transformar la muerte en un renacimiento. Pero los buenos no sólo se beneficiaron del mismo tras su muerte, sino que gracias a la búsqueda del Santo Grial, alcanzaron valores positivos reconfortantes ya durante su vida. Con su conciencia despierta podían sentir la inspiración y también la intuición espontáneamente.

En efecto, la transfiguración personal del héroe capaz de aprovechar las oportunidades, a veces por pura intuición, se logra por su humildad y su corazón puro. Deberá alcanzar la sensibilización suficiente para aplacar primeramente su propio ego, y luego por haber superado sus mundanos apegos terrenales. Esto se considera haber regenerado la "Tierra Estéril" un acertado símbolo de aquel ciclo caballeresco basado en el sincero anhelo de superación personal, que llevaba a la iluminación vía el estado de gracia que disfrutaban.

Tales criterios de purificación heroica los medievales los heredaron de otros ritos iniciáticos de la cultura clásica, y éstos a su vez de las civilizaciones más antiguas de Mesopotamia y de Egipto. Ciertos investigadores metafóricamente consideran la religión del Antiguo Egipto cual La Madre de la Madre, y la readaptación (que en el Cristianismo se simboliza con santa Ana), debió de fraguarse en Alejandría. Expondré un ejemplo que pasó a la Biblia a pesar de resultar un despilfarro incomprensible para quien no vivió en el Antiguo Egipto. Se lee en el libro Eclesiastés (11:1): "Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo hallarás". Sólo en el Valle del Nilo antiguamente inundado por las aguas, las semillas esparcidas sobre el agua ciertamente no se perdían porque permanecían en el lodo cuando al retirarse podrían germinar y dar frutos. También hay que recordar que la estrella Escorpio llamada Falo del Cielo se elevaba y ocultaba como Sirio, la estrella-perro (guía), identificada con Isis. De ahí se argumentó que el dios-hijo fue concebido sin el falo de Osiris (devorado por un pez, que a su vez fue el primer símbolo cristiano).

Debe de existir, y hemos de saber afrontar, un aspecto oculto tras este aparecido rostro de Giza en las fotos aéreas, porque desde la prehistoria profunda siempre se deseó en todas partes tener una visión aérea de los símbolos iniciáticos, dado que los devotos igualmente aspiraron a la comunicación con el cielo estrellado. Es más, no debe pasarse por alto que la palabra egipcia para la resurrección fue "salir a la luz". Estamos pues ante un fenoménico rostro que reacciona a la luz y nos quiere hablar de la resurrección, sea la de Ra, o la de Osiris.

Pero no sólo hemos de mirar a los egipcios y sus pirámides, o ahora a este nuevo e insospechado rostro cuando está iluminado. Vayamos más allá, porque se procuraron una visión aérea también los prehistóricos, por ejemplo sobre el terreno de Listonara (Uk). Allí los neolíticos europeos levantaron círculos de menhires que la investigadora Katherine Maltwood presentó cual las figuras hechas en Somerset con buscado simbolismo antropomorfo, los cuales siguen enfocando hacia sol poniente sus 16 km. de diámetro dentro de un perímetro de 48 km.. En total se quiso reproducir allí un completo zodíaco, que con el tiempo extendió su simbolismo a las leyendas medievales antes citadas.

Otros diseños antiquísimos hechos para ser admirados desde el cielo están en el desierto de Gobi (Asia Central), un lugar que H.P. Blavasky popularizó antaño con el nombre de Shambala. Entre otros se destacan siete estrellas (o quizá soles), de cuyo centro salen irradiadas espaciadamente varias líneas de piedras que se pierden en la inmensidad del desierto. Sólo la visión aérea permite admirar debidamente tales diseños.

Son más que círculos, -y más que rostros- porque se convierten mediante el cuidadoso ritual en unas espirales capaces de hacer remontar al iniciado por los aires y quizá sin necesidad de drogas, por más que éstas fuesen casi siempre imprescindibles en dichas ceremonias. Yo prefiero mirar a los que sin tales ayudas procuraron hacerse a si mismos mejores, aspirando a disfrutar de una conciencia superior al resto de los mortales.

El sol no sólo otorga diariamente vida material, y calienta a buenos y a malos. El sol, en Egipto como en Europa, con su radiante luz, aclara la mente que es su campo de cultivo, así como ilumina las ideas de las personas. Resplandece y renueva, porque tanto ilumina como calienta, y sin que lo notemos hace fructificar las semillas. Pero nunca hay que olvidar que más que los beneficios físicos del sol, quizá sean superiores las ideas complejas que despierta a nivel mental.

Lo advertí directamente en mi investigación sobre el megalitismo del occidente de Europa en la prehistoria, esforzándome en hacer reconocer mis pruebas de que los dólmenes megalíticos quisieron reproducir cuerpos de toro vacíos que eran inseminados por el primer sol del solsticio de invierno (Acerca del dicho tema, escribí el libro titulado: "Megalitos parlantes del culto al toro")

¿ FUE AL-FAYUM EL LAGO MOERIS ?

En la excavación de los miles de túmulos que existen diseminados en todo Egipto, se puede constatar que debajo existen ruinas de poblaciones más o menos importantes. En realidad todo el subsuelo a lo largo de ambas orillas del Nilo podrían esperar ser excavadas cientos de espacios que en su día se destinaron a diferentes usos. El nombre de Al-Fayum (mal llamado oasis, donde se cultivaron los más antiguos papiros) antes había sido Shedit, significando País del Lago (volvemos a encontrar la raíz egípcia SHE citada más arriba). La capital de Al-Fayum, hoy conocida con el nombre deMedinet Al-Fayum (120.000 habitantes), varió su posterior nombre Cocodrinópolis para ser llamada Arsínoe. Está ubicada al borde del desierto del sur, y muy lejos del lago que hace milenios era mucho mayor. Es una región muy unida a la ciudad de Alejandría por explotar los ocupantes griegos y romanos aquel vergel -hoy a una hora de autopista desde El Cairo- pues en realidad fue su granero.

La mejor prueba de que en el Antiguo Egipto en las últimas dinastías se debieron de crear frívolamente dioses en aquella religión justamente se debe a que la dicha Arsínoe II (+270 a.C.), fue promovida a los altares cuando murió, por deseo de su hermano (y también esposo) el faraón Tolomeo II (285-246 a.C.). Pero el ejemplo más famoso de tanta frivolidad fue debido a la gracia que les hizo a los visitantes griegos descubrir en aquellas aguas un templo dedicado a la veneración de un dios vivo en forma de cocodrilo.

Cerca de Karamis existe aún un gran lago llamado Qarum, que ha perdido muchísima extensión con los milenios, porque antes debió ocupar toda la depresión actual de sesenta kilómetros de diámetro de la ligeramente circular depresión que hoy lo caracteriza. Se ha querido identificar aquel lugar como el del lago Moeris, donde hay muchas referencias documentales de que se construyó un gran templo el faraón Amenemheb III (6º de la Dinastía XII). Su propósito fue crear allí un inmenso depósito de reserva de agua dulce. Aplicó las normas del hebreo José, promovido a visir de Egipto después de haber interpretado un sueño del faraón. (Tal suposición hizo que fuese llamado Canal de José el brazo de agua que lo comunica con el río Nilo).

Pero al menos un geógrafo medieval situó el Lago Moeris muy lejos de Al-Fayum (FOTOS: nº 19, A-B). Fue también un gran cartógrafo y dejó el mapa más detallado de su tiempo, incluyendo en él los templos y lugares que entonces aún no se habían localizado. Ello le fue posible porque trabajó exclusivamente en base a testimonios de sabios ancianos lugareños y textos antiquísimos.

Ciertamente que cualquiera que fuese el Lago Moeris siempre debió de ser alimentado por un canal de agua filial de un brazo de Nilo. Después de variarle algún faraón exprofeso su curso, puede que aquel geógrafo tuviese razón, pues también a veces al río Nilo le hicieron cambiar su cauce las tormentas de arena. El enigmático lago no ha sido posible detectarlo nunca más al sur de Alejandría, y perdió crédito el mapa citado, aun cuando las fotos de satélite indican una depresión importante también en aquel sector norte del desierto. Allí existe un largo rosario de lagos paralelos y a la izquierda de la carretera que va desde El Cairo a la costa oeste de Alejandría.

Por otra parte, tampoco puede ser que los subterráneos referidos por Heródoto con tanta magnificencia y alardes arquitectónicos, empleando grandiosos megalitos profusamente grabados, todos hayan desaparecido,... y ello incluyendo dos pirámides que vieron claramente edificadas en el centro del dicho Lago Moeris, por cierto, cubiertas hasta media altura por el nivel del agua del lago,...que ahora se identifica con Al-Fayum.

Tengo dudas para reconocer que las ruinas encontradas en aquel sector sean las pertenecientes a las del entorno del legendario Lago Moeris. Según Estrabón y Heródoto el Laberinto de Hawara estuvo edificado en dos niveles bajo tierra, en cada uno de los cuales había 1500 estancias y seis patios cubiertos. Desde el exterior al dicho laberinto, que hoy creen en la zona de Fayum, lo distinguían una pirámide de cien metros de altura y dos colosales estatuas de piedra. Otros escritores antiguos, incluso romanos, vieron allí un edificio subterráneo con 3.000 estancias. Representan un trabajo que el dicho autor griego comparó con los bien evidentes para la construcción de la Gran Pirámide. ¿Dónde están los noventa (90) peldaños que escribió haber descendido personalmente para llegar al Laberinto? Si él no mintió al detallar la gran mole de las pirámides ¿mintió respecto al Laberinto?

La palabra Laberinto ha pasado a la historia para designar un itinerario muy difícil de seguir, siendo por ello que los constructores medievales incluyeron en la planta de sus catedrales unos jeroglíficos hechos con losas y metal, los cuales ciertamente resultaron ser muy iniciáticos para aquellas mentalidades agrupadas en gremios de albañiles (masones).

El primer laberinto está apoyado por la noticia de que el Lago Moeris se ubicaba cerca de la Ciudad de los Cocodrilos, cerca de la ciudad de Dashur (70 km. en linea recta al norte de Hawara),...pero sucede que entonces había decenas de núcleos urbanos habitados con el mismo nombre. Escribieron que desde la Gran Pirámide de Giza se tardaba en llegar al Lago Moeris dos días en camello (como hizo Heródoto), o bien siete días en barcos de su tiempo. Si fuese el embalse de agua al que sigue habiendo noroeste de Al-Fayum, serían en total 106 km. de distancia.

LA TUMBA DE LA HIJA DEL REY MICERINOS

La pirámide mortuoria de la reina Khenthawes me interesó desde el momento que comprobé, escrutando muchas fotos aéreas, que desde allí partió la antes citada área poblada por los que fueron sus cuidadores. Tal explanada, hoy sin nada encima, se tuerce sin razón aparente justo allí donde la luz del sol poniente hace resaltar una imagen de rostro sofisticada sobre un montículo arenoso.

Khenthawes primero fue sacerdotisa llamándose entonces con el sobrenombre Esposa de Ra-User (significando: "Ra es poderoso"). Sería reina después, pero a pesar de su importancia hoy está injustamente olvidada. No debiera de ser así, ya que a veces se la cita como Red-Yedet que se traduce como: "Aquello que debe durar". La personalidad de otras reinas, ya fuesen Hatsepsut, Nefertiti, Nefertari o la griega Cleopatra reina de Egipto (que fue la novena de su familia en llamarse así), a pesar de ser reinas de verdad, culturalmente fueron inferiores a Khenthawes, de cuya tumba quiero todavía resaltar que fue la última gran construcción de la meseta de Giza.

El papel de la mujer en Egipto ha sido bien estudiado, porque a través de los hijos de las faraonas se heredaba la realeza; de modo que ser hijo de un faraón contaba menos. Khenthawes -para mi la más fascinante de entre las demás- no sólo fue descendiente de los tres más prestigiosos faraones de la IV Dinastía, sino que sus tres mellizos varones fueron faraones en los tres primeros reinados de la V Dinastía, aquella que construyendo pirámides ya de degenerada técnica en Abusir y en Sakara, dejó testimonio de un culto a Osiris renovado.

La tumba de Khenthawes fue construida, no obstante, como un alejado satélite de la tumba de Micerinos, pero en un lugar tan alejado que parece querer indicarnos mediante su anchísimo camino hasta hoy a ninguna parte, que entre Maadi y la Esfinge (allí donde la bien delimitada explanada termina bruscamente) se encontraba un algo que no se acertó a ver hasta mi contribución.

Mi manera de ver las cosas y de pensar es permeable a cuanto lo merece, estando abierto a todos los puntos de vista, no obstante me gusta verlo todo desde encima y no desde determinados ángulos subjetivos. Así en las cosas de la vida, donde ver desde arriba quiere decir ver con el corazón, cual sucede también en mis investigaciones, porque prefiero la foto aérea, o de satélites, sin desdeñar las perspectivas terrestres.

El mítico detalle de que la diosa Isis salvó a Horus criándolo en secreto, y sobre todo intercediendo por él ante el tribunal divino, hace bien evidente que todos los reyes de Egipto debieron estar acreditados por la transmisión del poder metafísico depositado en las mujeres de la corte. Aun cuando el poder real lo ostentó el faraón, el linaje solar fue perpetuado por la descendencia divina de la Diosa-Madre. En su doble corona los reyes de turno incluyeron la serpiente "Ureus", símbolo de Isis, cual un requisito visible de la dicha exigencia tradicional.

La reina Khenthawes fue esposa del faraón conocido como Shepseskaf, el último de la IV Dinastía, quien no era de sangre real pero lo legitimó el hecho que su esposa era hija de Micerinos, nieta de Kefrén y tenía por tatarabuelo a Keops. Reinó pocos años y dispuso que su sarcófago se depositase en una vulgar mastaba, para dejar claro que no tenía que ver con el culto a Ra preferido por sus predecesores. Aquel funeral tan humilde (a pesar de durar el ritual los nueve meses de rigor) marcó el fin del siglo que duró la construcción de pirámides en Giza. Quizá nunca en el mundo egipcio se dio un mayor ejemplo de que la esposa era la clave sucesoria entre el faraón y el considerado "transmisor solar", porque además de aquella misma mujer nacieron unos trillizos que serían los tres primeros faraones de la V Dinastía sucesivamente (Esta información se encuentra en el Papiro Westcar B.P. 3033- conservado en el Museo de Berlín).

La maltrecha pero aún impresionante tumba de Khenthawes, (quien fue para la realeza de Egipto cual una "bisagra real"), está situada aproximadamente a medio camino entre la menor de las tres pirámides de Giza y el lugar donde aparece el nuevo rostro gracias a la luz del sol poniente. Se diría incluso que el camino que sale de la pirámide de Micerinos (llamada "divina" quizá por haber sido de color blanco en lo alto y roja su mitad inferior) conecta, casi en linea recta, con el lugar ahora descubierto tan figurativamente humanizado por el rostro que podría llamarse de Osiris, pero que finalmente debe ser entendido del dios único Ra. Hay que tener en cuenta que para aquella antigüedad que tratamos, el hecho de cruzar el río Nilo en dirección a la orilla de poniente, no se entendió en absoluto como ir al mundo de los muertos, sino una forma fácil de plantarse en la tierra de la vida.

Micerinos o su hija Khenthawes pudieron ser los que planearon el tan sutil mensaje artístico de legar el descubierto rostro a la humanidad capaz de dominar los aires. A favor de ello hay que recordar que existen túmulos de tierra a veces kilométricos que configuran serpientes en Ohio (en el Alto Misisipi-USA) y obligan no sólo a identificarlos desde el aire sino también en determinado día y hora. En la isla de Cuba existe el mismo tipo de grandes túmulos en la Loma del Indio (provincia de Ciego de Ávila). Es el mayor monumento arqueólogico de Cuba, el cual se debe a los indios taínos, quienes a base de apilar tierra mezclada con cuanto material iniciático pudieron encontrar, configuraron para ser visto desde el cielo el cuerpo de un murciélago (mide 108 m. de largo, 14 m. de ancho, y 3 m. de alto).

Volviendo al rostro de Giza, estamos enfrentados a una serie de misterios concentrados en la relativamente reducida superficie alrededor de la famosísima Esfinge, y todo son por el momento especulaciones. Pero el que esta nueva imagen se ubique justo al final de dos antiguos caminos rituales procedentes de dos pirámides (la del padre y la de su hija), hasta mi descubrimiento no había de ellos una mejor justificación para explicar su trazado.

NOVEDADES RELIGIOSAS EN LA V DINASTÍA.

La IV Dinastía se había distinguido de la anterior por adoptar la forma típica de las pirámides, ya que antes se hacían escalonadas y después en la V Dinastía se hicieron de muy mala calidad. Por ejemplo, a las pirámides las sustituyeron los pilonos de las entradas de los templos en todo Egipto. Dichas fachadas con pilonos ofrecieron espacios para representar soberbias escenas gigantes que fueron pintadas en vivos colores, teniendo el principal simbolismo de ofrecer, en gráfico esquema, el petrificado cauce del río Nilo al transcurrir entre sus dos riberas.

Al finalizar la IV Dinastía, se cerró la Edad de Oro del reinado de Osiris, que acabó dando paso a graves disputas para ostentar el título de Hijo de Ra. Los hijos de la reina Khenthawes reclamaron para si el derecho de heredar la "Cabeza del Padre", a fin de evitar la intromisión de algún otro Hijo de Osiris dentro del panteón Heliopolitano dominante.

Khenthawes no fue la primera mujer de la historia, ni mucho menos la última, que pasó por haber sido inseminada nada menos que por Ra, el dios sol. Con tal afirmación quedaba de forma absolutamente incuestionable - y bien acreditada- la sucesión de tres sus hijos, unos líderes que desde su nacimiento pudieron ser vistos relacionados con el cosmos. Recordaré aquí que cuando Keops habría preguntado al mago de mayor prestigio en Egipto, éste no tuvo más remedio que advertir al faraón de que la clave del misterio capaz de resucitarle eran unos números ocultos, pero que estaban destinados a sus descendientes (que fueron los tres hijos de Khenthawes), quienes por inseminación de su madre por el dios Ra, se añadieron el título de hijos suyos. Según el autor S. Vázquez, en su libro: El Tarot de los egipcios, se trataba del número Pi (22/7) codificado en el Libro de los Muertos.

Las propias pirámides serían la mejor prueba del muy avanzado sistema de cálculo que los antiguos egipcios tuvieron en geometría práctica, puesto que sin dominio de muy completos conocimientos matemáticos no habría sido posible edificarlas.

Nunca se ha aceptado que hace 5000 años se conociesen tales sutilezas matemáticas, así ni tampoco la precesión equinoccial del Año Cósmico de 25920 años. Pero el artículo de L. G. La Cruz "El número de Dios", en la revista AÑO CERO (3-14, de 2.001 - año XIII), recuerda los monumentos más sobresalientes donde se ocultó el valor de "Pi" (3,1416), y especialmente también en el Mito de Osiris. No omite que el valor del número "Pi" se ha supuesto un legado de alguna civilización desconocida para los humanos de tiempos remotos, a fin de que llegase a quienes supiesen apreciarlo.

La resurrección del dios Sol se puso inusitadamente de moda, llegando hasta desear los faraones dar una nueva visión estelar de los propios nombres a los que quisieron añadir la palabra Ra. Si bien con anterioridad había habido otros, que como el faraón Jdedefré, cambiaron su nombre por el de Ra, fue reinando los hijos de Khenthawes cuando la religión egipcia nos muestra al dios Ra muy superior a los demás, y también se nota en el agigantamiento de la concepción de la dicha divinidad. Creo poder aducir que en el curso de la V Dinastía, la que siguió a la de los faraones grandes constructores de pirámides, también aparecieron nuevos conceptos religiosos que impulsaron el culto al dios Ra. Los hijos de Khenthawes fueron constructores de pirámides de baja categoría. Uno la construyó en Saqqara, y los otros dos en Abusir. Se cree que aquel lugar coincidía en ser donde, desde Giza, veían ponerse el sol justamente bajo las aguas del río Nilo en una determinada fecha. Aunque lograron controlar la devoción heliopolitana por Osiris, el caso es que en el Imperio Medio ésta aún renació con mayor vigor.

Se olvida el ánsia monoteísta del propio Keops, quien por ello tuvo siempre muy resentidos a los sacerdotes de su tiempo. Su sucesor ya hemos visto que quiso ser llamado Ra (por cierto reinó poco tiempo), y en cuanto a Kefrén, continuó la misma línea. Sólo en Micerinos se advierte un menoscabo de la divinización de la realeza, porque no sólo el tamaño de su pirámide, sino incluso en sus estatuas se nota una serenidad muy humana.

Las pirámides de Giza no debieron de ser obra planificada por técnicas de los egipcios antiguos. Los agujeros tan perfectos atravesando gruesas piedras de gran dureza y otros detalles, así parecen indicarlo, y lo corrobora el deterioro de lo que se construyó en Abusir, hoy tan desmoronado todo porque sólo tuvieron su funda hecha de dura piedra. ¿Quizá supiesen algo dichos "faraones-puente" que no se haya descubierto tanto referente a Ra, como del mismo templo de Seti I en Abusir, allí donde tantos faraones desearon ser enterrados? Gracias a que en las dichas pirámides-tumbas se han recuperado piedras aprovechadas de la pirámide de Giza, se aprecia una muy superior técnica en el periodo dinástico anterior, con lo cual incluso se podría llegar a esta conclusión: Quisieron claramente reflejar en vida el poder de Ra.

MARDUK-RA-QUETZALCOALT ¿ UNO SÓLO?

El ave esculpida en el pórtico de la tumba de Nefertiti en Tebas sea un cóndor o buitre, es al fin la misma "ave de fuego" símbolo de la Diosa Madre elegida entre los pueblos precolombinos de América. Asimismo, en el interior de la gran pirámide de Teotihuacan se encontró un estrato de mica (aislante muy efectivo), un mineral el cual se sabe que debió de ser transportado hasta el sur de México desde Brasil distante 2.000 kilómetros. Son algunas evidencias que no "encajan" en la ciencia actual, pero son hechos irrefutables, por más que no se quieran tomar en consideración. Cualquier arqueólogo ha de poder ofrecer muchas más pruebas que podrían avalar la ancestral relación entre tan distantes Continentes. Aparte de las citadas más arriba, que obligan a volar por los aires a los iniciados espectadores, existen pruebas de toda índole que los relacionan desde muy antiguo.

Hay rastros de cocaína de América en las momias de Egipto, así como también piedras esculpidas del lejano continente muestran caras de barbudos tipo caucásico, ya que los genes de los indios americanos evitan que les crezca pelo en la cara. El gran dios del antiguo México llamado Quetzalcoalt, el de la "Serpiente Emplumada" cuya veneración parece ser que llegó hasta Latinoamérica, se ha especulado que pudo haber sido el mismo dios Toth que en el año 3113 a.C. habría sido desterrado del Egipto predinástico por el dios Ra (recuérdese que era llamado Marduk en Babilonia, y siglos después Hermes entre los griegos).

En Sumer el dios Toth enseñó ciencias y artes, en especial la escritura y la arquitectura, así y además los secretos de la astronomía instaurando la renovación del calendario con base de 52 semanas, contraviniendo el regido por el sol del dios Ra, el cual tuvo por base 52 años. Este diferente enfoque para establecer el calendario, sería una de las principales causas de enemistat entre Ra y Toth, a consecuencia de lo cual Toth debió exiliarse en tierras centroamericanas. El libro que se le atribuye nunca lo ha visto nadie, pero se cree se cree que daba poderes sobre la materia.

En los escritos del sacerdote egipcio Manetón (según Eusebio), después de la partida de Toth, Egipto desde el 2180 padeció un periodo de caos gubernamental que duró 350 años. Después gobernaron una serie de reyes, todos ellos sometidos al dios Ra, hasta que él mismo fue expulsado de Egipto, instalándose en tierras de Sumer. Su papel en Egipto siguió siempre muy vivo, pero a condición de nunca más ser allí visible. Los cinco años que Abraham vivió en el Bajo Egipto (desde 2047 a.C.) fue precisamente el período cuando en Tebas, capital del sur, consideraban su deidad suprema al "dios oculto" Amón-Ra , siendo anualmente venerado con una solemne procesión. Tan oculto fue, que moría al instante quien se plantease desvelar su secreto. Cuando Tebas tuvo más importancia también la tuvo Amón, exceptuando los 17 años que reinó Akenaton.

Se puede sintetizar dicha teoría así: Ra, después de desaparecer de Egipto, reapareció en Mesopotamia para ser allí el impulsor de la ciudad de Babilonia, urbe donde desde que veneraron a Marduk-Ra no dejaría ya de crecer. El dios Ra pronto demostraría su gran supremacia sobre la gran multitud de divinidades que en Babilonia también se adoraba, pero en la dicha capital a cada una les destinó un templo para su veneración.

Quizá incluso el monoteísmo sea lo único de lo que podrían presumir los babilonios, porque todos los demás inventos del mundo antiguo, atribuidos alegremente a los mesopotámicos, fueron en realidad aportaciones de los sumerios, o de quienes a ellos se los enseñasen. El caso es, que Babilonia y luego el mundo entero, al absorber la cultura sumeria dio al traste con aquella ancestral inventiva que alcanzaría a todos los saberes del mundo actual.

Babilonia la historia del arte informa de que degeneró en la aplicación de todo lo aprendido, y se nota más que nada en la que fuese la ciencia astronómica sumeria, la cual luego pasó a ser astrología pura y dura, hasta el punto que proliferaron tanto los augures y magos, que dicha fue palabra sinónimo de babilónico. La perversión triunfó bajo el reinado del dios Marduk-Ra en todos los países gobernados por lo babilonios, cuyos engreídos reyes pronto pasaron a auto-motejarse "Rey de Reyes", mientras que los líderes que gobernaron Sumer se auto-llamaban muy humildemente "pastores". (¿esbozaron el monoteísmo babilónico?).

Se admite que Hamurabi (1792-1750 aC) escribió en Babilonia unas leyes para el buen comportamiento de la sociedad. En realidad fue una copia, de otra copia, de un código hecho primero en Sumer, al cual Hamurabi rebajó tanto el papel de la mujer en la sociedad (ellas que en Sumer llegaron a ser reinas por derecho propio), que Hamurabi pude ser considerado el inventor de lo que hoy se ha dado en llamar machismo. Una forma de pensar que hizo triunfar desde entonces hasta hoy, y en especial en aquella parte del mundo, la justificación del tópico "la maté porque era mía". En efecto el linaje matriarcal durante la veneración al dios Marduk en Babilonia perdió su importancia en la sociedades mesopotámicas post-sumerias, con la devaluación general del concepto antiguo de la familia.

Abraham nació en Nippur el 2123 a.C., y pasó a vivir con toda su familia en Ur el 2113 a.C.. Después de Ur pasaron a la "Ur del Norte", que era la ciudad de Harán, y allí recibió la divina orden de ir a Canaán, lo que hizo dejando a su padre Téraj en el año 2048 a.C. Ello coincidió con la muerte del rey Shulgi de Sumer,cuando el patriarca bíblico Abraham ya tenía 75 años de edad. También entonces coincidió en aparecer Marduk-Ra entre los hititas durante 25 fatídicos años (según Z. Sitchin).

Fuera de Mesopotamia, Abraham evitó vivir las penosas guerras durante el reinado de los dos sucesores de Shulgi (Amar-Sin y Shu-Sin), las cuales de hecho no pararon hasta el último rey de Ur, que fue Ibbi-Sin.

El 2.047 el gran patriarca hebreo pasó a residir en Egipto como embajador, siendo incluso recibido por el faraón cuando le acompañaban su esposa y su séquito, porque Abraham tenía a su mando gente de guerra. Regresó de Egipto después de una estancia de cinco años allí, muriendo en tierras de Canán, lugar a donde volvió a celebrar un ritual religioso en un lugar después tenido por sagrado por tres religiones, y que actualmente se lo distingue porque tiene una gran cúpula cubriendo el "Templo de la Roca" de Jerusalén.

Los templarios lo sabían, quienes también tuvieron buen tiento para desear vivir tan austeramente como Jesucristo, siendo prueba de su absoluta fe en la superioridad del espíritu sobre toda forma de materia. Jesucristo para que de ello no existieran dudas, dio su vida para demostrarlo.

CONSIDERACIONES RESIDUALES

Si este libro carece de la habitual bibliografía y notas (en el mismo texto hay las imprescindibles), es porque habrían resultado interminables. A quienes por tal omisión me critiquen, diré que, dado que siendo autodidacta yo lo supe averiguar, más lo habrían de saber encontrar quienes tienen sus saberes avalados con acreditaciones oficiales. Los demás lectores habrán de agradecerme que, en este sentido, no rompa más de la cuenta el ritmo de la lectura con un exceso de erudición. No me importa tanto agradar, ni tan siquiera el convencer, como dejar bien razonado mi testimonio escrito acerca de cuál ha sido mi interpretación de un tan insólito descubrimiento. El tiempo dirá lo acertado de mi contribución.

Ya ha sucedido antes muchas veces que alguien, inspiradamente, expusiese una idea nueva que luego los científicos al estudiarla la rechazaron,... hasta que un día inesperadamente fue llevada a efecto por algún técnico. Mi estudio y consecuente inspiración, en el peor de los casos tendrá el valor de haber advertido las siempre presentes ayudas (tanto interiores como exteriores) que nos brinda la Madre Naturaleza. Para avalarlo expondré el caso de las humildes piedras. Por inocente que sea su mensaje, en principio es realmente sabio el que dicta su visión: No hay que moverse si ya se está bien

Hoy se ha dejado de conversar con las fuerzas de la naturaleza, ya no se busca relación ni con los árboles y las plantas, pero desde el principio de los tiempos el ser humano creyó que incluso las piedras raras, o las muy aislada aisladas, tenían poderes especiales. El patriarca bíblico Jacob, por ejemplo, estando en Betel durmió sobre cierta piedra que por sus efectos pudo creer sobrenatural. Cierto o no, el caso es que luego la presentó como intermediaria entre Dios y los hombres. Si la tal piedra no provocó su visión en sueños, al menos no hay duda que coadyuvó en hacerle afirmar: "-¡Este lugar es terrible!". Allí cerca se construyó el templo de Jerusalén (según A. Herrero, por el faraón Tutmosis III cuyas campañas se atribuyeron al sabio rey de Israel).

Existen muchísimos ejemplos, tan famosos como el citado, de que antiguamente el inconsciente era proyectado hacia el exterior de la persona hasta el punto que el espíritu de las piedras podía ser entendido. De sobras es sabido que todas las ideas divinas han precisado de un vocero humano para poder ser comprendidas por el resto de integrantes de cada diferente cultura. Idóneos intermediarios son aún hoy día, y lo serán siempre, las duras piedras. Las que yo presento siempre es por haberles detectado una gran capacidad de sugerencia.

Desde los burdos megalitos del Neolítico en la isla de Irlanda, o Islandia, hasta los actuales jardines Zen del Japón, o en Indonesia, las piedras más desfavorecidas han servido para hacer aflorar la más alta espiritualidad en los que fueron capaces de despojar lo superfluo de su propia "piedra" interior. ¿Qué no habrá de esperarse de las posibilidades de estas tan enormes imágenes de rostros que sólo pueden ser observados en visión aérea? Sin duda que han de poder volver a emocionar a la gente que los vea aunque sólo sea en fotografías, porque serán entendidos aún mejor que en siglos pretéritos cuando tan sólo vieron un semejante fenómeno, digamos, en miniatura.

Mis más atractivas imágenes de nuevos rostros se aparecen en unas concretas zonas geográficas que, siglo tras siglo, han sido consideradas especiales para las almas sinceras. En estas páginas he defendido que no sólo son reconocibles en las cimas de ciertas montañas sagradas, pues la imagen de Giza necesita poca altura para producir el tal fenómeno. Insisto también en que demás tiene el aliciente añadido de ser muy humana de aspecto, con un semblante inteligente y optimista, así como poseedora del encanto y la gracia de los rostros sabios de ambos sexos.

Aquellos que sean capaces de contemplar la foto del dicho fenómeno con suficiente humildad seguramente les será posible recobrar a nivel íntimo las relaciones simbólicas que las religiones cíclicas, con sus mitos de repetición, podían mantener con la Naturaleza, claro está, entonces gracias al chamán, y siglos después, por ejemplo en el catolicismo, mediante el sacerdote. Tampoco esta vez será cosa de alcanzar un éxito garantizado a nivel general, pero es que ni Dios ha hablado nunca inteligiblemente para todos.

La dureza de las piedras evoca, en el interior de una persona que sea atenta y sincera para consigo misma, aquello que al final de la vida tampoco se entiende que pueda perderse. Mientras tanto, los beneficios de una tal relación han de ser comparables con lo que entre los medievales era llamado "experiencia mística". Yo no me considero un hombre del pasado, sino más bien un creador del mañana,... que será mucho mejor en todos los sentidos que el mundo que me ha tocado vivir, cuando incluso grandes ciudades enteras fueron arrasadas en segundos. Pero algo debe de tener de supremo la Humanidad, en su conjunto, para que Dios se haya ocupado tanto de restaurar incansablemente los equilibrios.

Referente a los inmediatos beneficios de mi hallazgo, creo que son diversos e incuestionables. Al ser amante de la geografía debo reconocer que me resulta útil el coleccionar perfiles de cara humana en el paisaje. Aun cuando a veces deba esforzarme para procurar ver los rasgos de un rostro de animal, a mi me sirve la dicha práctica mental para memorizar ciertas panorámicas rápidamente.

Voy a dar un inquietante ejemplo de lo dicho, porque también se localiza en Egipto. Puedo recordar de memoria, y sin esfuerzo, cada uno de los principales repliegues que desde una foto de satélite presentan los dos famosos Valle de los Reyes y Valle de las Reinas. Cercano a Tebas, este último montañoso sector (a 500 metros sobre el nivel del mar) en su conjunto tiene forma circular, dentro de la cual en las fotos de satélite distingo bien una cima de perfecta forma ovalada, y por ello la puedo comparar -sólo para mi uso personal- a la simpática cara de un perro de peluche, en la cual me resulta muy chocante una gran cima perfectamente ovalada, o lo que sea que conforma el "ojo izquierdo" de la sugerente geografía. Tal parece como si aquella simpática cara del supuesto animal me hiciese un incomprensible guiño.

El hecho de reconocer rostros en ciertos paisajes todavía no tiene fundamento científico que lo acredite. Se le llama tópico y tranquilamente su estudio se desaprovecha, excepto en su vertiente psicológica. Ello es también lo que me impulsa a presentarlos, sean naturales o no, dado el gran impacto intelectual que me causó el sucesivo hallazgo de imágenes de rostros humanos inmensos en lugares tenidos por sagrados. Por más que sean fotos aéreas, la realidad que nos muestran creo que es bien de digna de ser tomada en consideración.

Dado que sea que dichas imágenes de rostros tan sorprendentes, aparecieron claramente a mis ojos antes que a los ojos de los expertos, o de los mismos aviadores, creo que es de bien nacidos dejar testimonio de agradecimiento públicamente (claro está que a mi manera). Intelectualmente estoy libre de sectarismos y aún más de gratitudes a organismos o personas. Merecí el digámosle "premio" de descubrir tan nuevo y ancestral fenómeno, por mi empeño en seguir el rastro de un primer aviso de cara sobre la montaña de Montserrat, observando una pequeña maqueta hecha en 1919. Nunca antes lo advirtió nadie, porque tampoco nadie nunca antes buscó imágenes de rostros tan enormes en parte alguna. En mi caso, ...nunca pongo límites a la voluntad divina. (FOTO nº 20, Diversas).

No pretendo en absoluto complicar las cosas, sino bien al contrario sirve para simplificarlo todo. Resultado, nunca resuelvo mis problemas multiplicando sino dividiendo. Es una forma de ser muy diferente respecto a la que durante mi niñez fui educado. Después se comprende mucho mejor que el pasarse, sea tan censurable como el no llegar. Téngase bien presente lo dicho, pues lo escuchó Buda, y es evidente que él sí lo aprovechó bien. Viene a decir: "El alma que se esfuerce demasiado se romperá, y la que no esté bien templada, tampoco dará el tono debido".

Procurar la felicidad interior, y aun procurar llegar al fin de la vida siendo mejor persona, es afán de mucha gente. Ante la fascinación que se siente al contemplar determinados paisajes, la ciencia no alcanza a explicar nuestros sentimientos. El impacto de tales "lugares de eternidad" sólo puede ser detectado en el fondo del corazón de cada persona, y raro será quien íntimamente entonces no piense en la voluntad no piense en la voluntad modeladora del "dedo" de Dios. Las más básicas creencias naturalistas del Antiguo Egipto fueron practicadas por las órdenes iniciáticas que actualmente se reconocen herederas de los Templarios. Nunca confundieron lo importante con lo interesante, ni la tierra entera con un globo terráqueo. Tampoco tuvieron ningún redentor. Osiris sólo intervino para premiar a los justos, ya que quien no se esforzase en hacer prosperar en vida un tan gran negocio como fue hacer bien el traspaso a la otra orilla del Nilo, tampoco se merecería nada de las divinidades.

La luz del sol no es la única forma de admirar los variables paisajes dinámicos de la naturaleza, en especial los de las montañas. Por la mañana pueden tener un color, otro al mediodía más claro, y aún por la tarde cobrar un aspecto rojizo, etc. Si lo deseamos podemos dar un paso más trascendental y beneficioso en dinamismo, y tal esfuerzo es de tipo mental. Podría presentarlo metafóricamente bajo el título: la capacidad personal para saber apreciar la "tercera cara" de una moneda. Para hacerme entender lo mejor posible en este tema, expondré mi forma natural de admirar las cosas.

Se trata de una idea que a cualquiera le puede servir para todo y en cualquier momento. El ejemplo más gráfico que se me ocurre es geométrico. Así, ante cualquier diseño de la llamada Estrella de David, (o "Sello de Salomón") que tiene seis puntas, ya nunca, nunca admiro tan sólo su simetría, bellísima, que tantas variantes ha experimentado en las principales culturas del mundo, sino que, de forma natural (ciertamente tras mucha experimentación), la veo instantáneamente con sus dos triángulos enlazados que, independientes, la componen invertidos uno respecto al otro. Tanto es así que me he atrevido a sugerir que las famosas Tablas de la Ley de Moisés debieron de tener el tal diseño (FOTOS: nº 21, A-B-C-D)

Remito mi idea a los báculos que sostenían los faraones en sus brazos durante las ceremonias. Las dos tablas ensambladas por su centro suman siete puntos que en los rituales egipcios prefirieron como también el poder del verbo que luego se recuerda en la Biblia. Todo ello, y el hecho extraño de que a Moisés se le representase con un par de cuernos sobre su cabeza en la iconografía medieval, justificándolos cual dos vectores de fuerza (pero parecen antenas para comunicarse con la divinidad), debo suponer que la tal idea tan sólo tendrá en común con los del dios Seth el que ambos tuvieron el gobierno de la península del Sinaí.

Un relieve esculpido en piedra (de 30 cm. de largo) en los muros del templo greco-romano de Esdra, representa un ritual con un oficiante "cornudo" erguido junto a otros egipcios sentados. Dicha simbólica escena con "orantes" procede de un templo más antiguo pues la impresionante sala hipóstila de 24 columnas, que es la mejor conservada de los tiempos antiguos, se construyó en época greco-romana. Quizá se trata del dios Seth, y si no fuesen cuernos serían antenas al modo que se representó al patriarca Moisés en la Edad Media. Las cabezas con cuernos eran preferencia en el arte decorativo en las iglesias de la Orden del Temple de Jerusalén quienes en algún capitel las presentan a modo de orejas puntiagudas ¿Las alas de los ángeles sustituyeron simbólicamente a los dichos "vectores de poder"?

Remito mi idea a los báculos que sostenían los faraones en sus brazos durante las ceremonias. Las dos tablas ensambladas por su centro suman siete puntos que en los rituales egipcios prefirieron como también el poder del verbo que luego se recuerda en la Biblia. Todo ello, y el hecho extraño de que a Moisés se le representase con un par de cuernos sobre su cabeza en la iconografía medieval, justificándolos cual dos vectores de fuerza (pero parecen antenas para comunicarse con la divinidad), debo suponer que la tal idea tan sólo tendrá en común con los del dios Seth el que ambos tuvieron el gobierno de la península del Sinaí.(FOTOS: 22, A(4)-B(5).

En el ritual de limpieza del dios egipcio Amón-Ra se cita al dios Sopd (o también Sopdu), poco conocido pero del que conviene hablar a partir de las referencias que dio el Papiro de Berlín (según Moret: 3.055, XXXV,6). Dicho ritual empezaba ofrendando a Amón-Ra el Gran Ojo, con el cual finalmente el sacerdote tocaba al también apodado Señor de Karnak. Al contacto con dicho Udyat el dios resucitaba para comerse las ofrendas.

A través de otras fuentes se sabe que el más antiguo dios de la península del Sinaí fue llamado Sopd, quien con el tiempo se acabaría identificando con el dios Seth de Egipto. Sopd fue también el prehebraico nombre de Jehová. Sopd habría evolucionando hasta transformarse en Yahu, y luego fue llamado Yahvé. Hay una explicación: Z. Sitchin puede argumentar en base a lo que quedó escrito en textos cuneiformes sumerios del lío de familia divino uniendo Sopd (Yahu) a la diosa Hathor por ser la reina del Sinaí. Allí era llamada Dama de las Turquesas (por las minas de dichas piedras preciosas que explotaban comercialmente), siendo unida a la antigua divinidad (Sopd) llamada Yahu. Del mismo modo se explicó que al Jah masculino, se añadió a Havah femenino -que fue el nombre prehebraico de Eva- para dar sentido de plenitud al nombre final de Yahvé, cuyo tetragrama es YHWH. La foto aérea de Seth brinda al mundo un nuevo mito para el inmediato futuro de Egipto y los amantes de aquella antigua civilización. Otra futura cultura capaz de valorar más el cómo vencer la separación, en lugar de viajar por el espacio, quizá lo desee recordar y ahí tendrán un autorretrato de Seth aquel que formó unidad con su enemigo Horus recordando las dos fuerzas que pugnan dentro de cada persona. En el arte egipcio antiguo todo estuvo dotado de significado profundo.

El estudio de la Egiptología está en sus comienzos, porque los arqueólogos han seguido criterios dogmáticos de cuando hace un siglo se creyó que ya no se podría hallar nada más en aquellos desierto, ...luego tan generosos. El viajero divisa túmulos a lo largo del desierto cerca del Nilo, desde el Delta hasta Nubia, indicativos de haberse formados por construcciones superpuestas a lo largo de siglos y finalmente abandonadas. En algunos de ellos se ve gente excavándolos, siendo los del Delta los primeros (1883). Desde aquellas campañas siempre han continuado ofreciendo muchos documentos arqueológicos, pero como son miles, la mayoría de los tan sugerentes túmulos siguen olvidados. Un reciente descubrimiento para la datación científica llamado Cloro-36, puede ser aplicado a la piedra para saber cuándo fue trabajada. En consecuencia ya se ha concedido unos 12000 años a los trilitos del monumento megalítico de Stonehenge (Inglaterra). Y es que hay numerosos indicios de que falta mucho aún por descubrir, aparte de que lo actualmente reconocido puede tener otra lectura. Tanto en las raíz capilar de las momias egipcias como de las incas se encuentran rastros de cocaína y de nicotina, en aquellos tiempos forzosamente procedentes de América. Se ha confirmado examinando momias de diferentes museos, pero es que la momia de Ramsés II también incluyó manojos de hojas de tabaco para preservarla de bacterias.

Dudo siempre de cuanto aprendí o leí, y me atrevo a recomendar a quienes están muy seguros de cómo sucedieron las cosas en Egipto que, por ejemplo, lean lo expuesto por nuestro contemporáneo A. Anáiz Villena acerca del parentesco entre lenguas de las antiguas culturas mediterráneas. Él presentó una ancestral cultura que habló la lengua-matriz que se llama ha convenido en bautizar como Uskal Mediterránea (Un sólo ejemplo: La palabra egipcia dsrt, en media docena de idiomas aún hoy sigue significando desierto). Por cierto, al concluir estas páginas, no encuentro que conste la dicha Cultura Uskal en ninguna enciclopedia).

Al evitar los dogmas dicho autor pudo dar mayor sentido a la traducción del Libro de los Muertos de los egipcios, utilizando similitudes de aquella famosa lengua de jeroglíficos con la también muy antigua lengua vasca. En su libro "Egipcios, bereberes, guanches y vascos" Arnáiz reconoce hasta seiscientas similares palabras entre las lenguas vasca y bereber. Asimismo, es de agradecerle que rescatase del olvido el primitivo cuerpo de creencias agrupadas con el título:" Puerta de la oscuridad", que obligadamente toda alma debe cruzar tras la muerte. Basado en el poder regenerador de las aguas y la tierra, su símbolo era la Gran Madre, pero también incluyó ríos de fuego donde arden los impuros, o sea, el infierno tradicional.

Otro ejemplo: El el transcurso del año 1975, el arqueólogo Glyn Daniels, aplicando el entonces recientemente descubierto sistema de datación llamado Termoluminiscencia, repitió el examen de los variados vestigios de cerámica y herramientas del período Neolítico descubiertos accidentalmente por un modesto campesino en Glozel, cerca de la ciudad de Vichy, en el centro de Francia. El dicho hallazgo, a pesar de su gran importancia había estado desacreditado por los arqueólogos, pero aún así el sabio profesor catalán P. Bosch Gimpera lo presentó a los castellanoparlantes escribiendo tres magnificas páginas ilustradas en el gran diccionario Espasa Calpe. También fue una casualidad que yo acertase a detenerme a leer aquel informe en una biblioteca pública, y aquel día su explicación me enriqueció mucho, culturalmente hablando. Desde hace varias décadas he creído en la autenticidad del yacimiento neolítico de Glozel, y quise entonces defenderlo muy esforzadamente en mi citado libro: "Megalitos parlantes del culto al toro" (profusamente ilustrado con documentos inéditos), al no poder hacerlo de otro modo por carecer de un título que me avale. El éxito de cualquier empresa se confirma que llega por la preparación. Si después de mi otra persona por sus capacidades la puede magnificar, me sentiré muy satisfecho de saberlo. Tal vez esta sea el ansia más íntima de presentarla a cuantas más personas mejor. Trato siempre de ser yo mismo. Un hombre muy completo porque meditó sobre muy diversas materias, dejando escritos de su criterio alcanzado. ¡Que diga más quien más sepa!

Cuando hace sólo unos meses volvieron a estudiar a conciencia el yacimiento neolítico de Glozel, parecen no recordar cuanto desprecio que se vertió sobre sus descubridores. (Le sucedió lo mismo al defensor de las pinturas rupestres en las Cuevas de Altamira). Ahora después de muchas décadas, en Glozel ya no sólo se acepta, como antaño, que una tablilla presente escritura con caracteres del antiguo lenguaje ibérico, sino que todo (excepto lógicas falsificaciones) está muy bien considerado, incluyendo los cantos rodados con dibujos, o los ídolos de barro que representan sujetos bisexuales sin boca.

Ha sido un recuerdo para despedir aquí mi defensa del sitio donde se aparece este fenoménico rostro en visión aérea con boca muy pequeña. Es un mito que se nos brinda para el inmediato futuro y que, como cada una de las imágenes de rostros fotografiados en las cimas de montañas sagradas, han de esperar ser conocidas por la gente que mejor los apreciará. Deberían no obstante precipitarse hoy en valorarlo, pensando que pueden tener origen en civilizaciones que nos precedieron. Y si son de cuando se inició nuestro acelerado paso por la tierra, serán este tipo de colosales rostros los que nos representarán cuando no quede nadie vivo de nuestra especie. ¿Que no? La Humanidad actualmente corre hacia el previsible colapso ambiental del ecosistema. Se sabe muy bien, y en cambio no se reacciona. Se piensa: ¡Les sucederá a otros!. Se puede ignorar la nueva imagen de rostro de Ra en Giza, pero ya es imposible hacer como si nunca hubiese existido, ni que se la desbaratase a conciencia. Se dice que si las nuevas teorías prosperan es porque mueren de viejos sus opositores. Quiero creer en la evolución siempre positiva de los científicos, aunque tarde en llegar. Además, también la existencia de este rostro oculto, al parecer fue un secreto a voces en determinados ambientes, los mismos que por tan casual descubrimiento podrán confirmar por fin su herencia sapiencial inicialmente dictada en el Antiguo Egipto. Por mi parte, más que lo que creo, o lo que pienso y al fin presento, lo que he pretendido sobre todo ha sido alumbrar una serie de posibilidades

Hay explicaciones de cada diapositiva: Clicando en NOTAS DE ORADOR

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