He aprendido...
que sólo porque alguien no te quiera de la
forma que deseas, eso no
significa que esa persona no te quiera de la mejor forma de
que es capaz de quererte.
He aprendido...
que la madurez tiene mucho que ver con las
clases de experiencias
que has tenido y con lo que has aprendido de ellas, y poco con
la cantidad de cumpleaños que has celebrado.
He aprendido...
que nunca debes decirle a un niño que sus
sueños son irrealizables
o desproporcionados. Pocas cosas son tan humillantes como
esa, y que tragedia sería si llegaran a creerlo.
He aprendido...
que mi familia no estará siempre disponible
para mí. Puede parecer
extraño
o divertido, pero personas no emparentadas conmigo
pueden preocuparse por mí, amarme y enseñarme a confiar en la
gente de nuevo. Las familias no son biológicas.
He aprendido...
que independientemente de lo bueno que sea un
amigo, habrá
momentos en que me hiera y deberé perdonarlo por eso.
He aprendido...
que no siempre bastará con ser perdonado por
los demás. A veces
será necesario aprender a perdonarme a mí mismo.
He aprendido...
que no importa cuán roto este tu corazón, el
mundo no se detendrá
para consolarte.
He aprendido...
que nuestros antecedentes y circunstancias
pueden haber influenciado
lo que somos, pero somos responsables por lo que lleguemos a ser.
He aprendido...
que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se
amen. Pero el que no discutan tampoco significa que sí se amen.
He aprendido...
que no tenemos que cambiar de amigos si llegamos a entender que
los amigos cambian.
He aprendido...
que no deberías esforzarte tanto para descubrir un secreto.
Podría cambiar tu vida para siempre.
He aprendido...
que dos personas pueden estar viendo la misma cosa y ver algo
totalmente diferente.
He aprendido...
que no importa cuánto trates de proteger a tus hijos, ellos
eventualmente se lastimarán y te verás lastimado en el proceso.
He aprendido...
que tu vida puede ser cambiada en cosa de horas por personas que ni
siquiera te conocen.
He aprendido...
que aun cuando pienses que ya no tienes nada más que dar, si un
amigo te pide ayuda, encontrarás la fuerza para hacerlo.
He aprendido...
que los títulos en una pared no te hacen un ser humano decente.
He aprendido...
que las personas que más te importan en la vida, son alejadas de
tí demasiado
pronto.
He aprendido...
que es difícil marcar el límite entre ser amable para no herir los
sentimientos de la gente, y defender aquello en lo que crees.
Recuerda que...
La vida es un aprendizaje constante.