La educación virtual y las mediaciones pedagógicas

En este punto centramos el análisis principalmente en las mediaciones pedagógicas que están orientadas al paradigma de educación virtual. En los conceptos de los nuevos enfoques de la educación superior a distancia encontramos dos elementos clave: la interacción y la interactividad, rasgos básicos de la experiencia socio-cultural de la interlocución entre dos o más sujetos.

Con el fin de evitar su uso incorrecto especificamos el sentido de cada uno de estos términos. La interacción se concibe como una acción comunicativa que se ejerce recíprocamente entre dos o más personas no importando que los sujetos interactuantes se encuentren en tiempos y lugares distintos.Por el contrario, la interactividad se refiere a la capacidad -en mayor o menor grado- que tienen los medios electrónicos para brindar a los usuarios la igualdad de oportunidades para emitir y recibir mensajes en forma simultánea, como sería en este caso: el teléfono, el videoteléfono, la videoconferencia interactiva y la Internet, entre otros.

De esta forma el grado de interactividad de un medio electrónico es el que permite una mayor o menor interacción comunicativa entre los usuarios. Asimismo, un medio electrónico será más interactivo en la medida en que permita a uno o más interlocutores tener diversas opciones para comunicarse entre sí. En consecuencia, toda relación comunicativa virtual estará mediada por diversos recursos tecnológicos y la interacción comunicativa se caracteriza por negociaciones y discursos múltiples, tanto en las relaciones interpersonales -presenciales- como en las relaciones virtuales.

Así pues el concepto de interacción nos permite la profundización de las formas de tratamiento de los contenidos y los modos de expresión y relación comunicativa que se manifiestan en las mediaciones pedagógicas implicadas en la educación superior a distancia y en el aprendizaje virtual. Aún con los avances tecnológicos se debe enfatizar la necesidad de concebir a la educación superior a distancia de manera integral, es decir, como un proyecto comunicativo que va mucho más allá del uso de las NTIC.

Las mediaciones pedagógicas y la interacción. La educación a distancia no es sólo la separación física o virtual de los docentes-tutores y de los estudiantes en la consumación del acto de aprender. Existen otros tipos de separaciones de las cuales no se puede prescindir al tratar de caracterizar el fenómeno de la interacción; por ejemplo, las separaciones –distanciamiento- psicológicas, sociales, culturales y económicas, como campos de conocimiento que aportan a un concepto integral de educación superior a distancia y condicionan a los modelos y paradigmas de esta modalidad educativa.

La educación superior a distancia, desde una perspectiva diferente a la educación presencial, no pretende sólo la transmisión de información, que el estudiante la asimile y al final acierte con la respuesta esperada por parte del docente; se busca, en primer lugar, la construcción del conocimiento sobre la base de la participación y del consenso de todas las personas e instancias implicadas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, como: docentes-tutores, estudiantes, directivos y evaluadores; tal enfoque se debe de reflejar en el campo de la producción de los materiales educativos, en los planes y programas de estudio así como en la vinculación con la institución educativa respectiva.

La mediación pedagógica se orienta, pues, hacia el logro de una mayor comunicabilidad, de una mayor interacción presencial o virtual entre los actores participantes y desde los procesos de producción de los materiales de estudio ya sea que se trate de textos impresos o digitalizados. Al respecto Prieto, D., expresa: "Uno de los problemas más graves de le educación universitaria en nuestros países es el de la presencia de un discurso educativo no mediado pedagógicamente, tanto en la relación presencial como en los materiales utilizados. Una propuesta alternativa no puede dejar de lado la capacitación del personal docente y la revisión de los textos y otros documentos utilizados para propiciar el aprendizaje".

Muchos de los programas educativos transmitidos con el apoyo del modelo informático-telemático de educación superior a distancia centran sus esfuerzos en proporcionar a los estudiantes la mayor cantidad posible de información, como si ésta por sí sola fuera suficiente para lograr aprendizajes significativos; olvidan, con frecuencia, que la mediación constituye un proceso pedagógico integral aplicado tanto a las relaciones entre interlocutores como a los materiales de estudio.

Para el autor antes mencionado, en la producción de materiales educativos se deben contemplar tres fases de mediación pedagógica: a) La que comienza desde el contenido mismo. El equipo elaborador de textos base parte de recursos pedagógicos destinados a que la información sea accesible, clara, bien organizada en función del autoaprendizaje, fase del tratamiento del tema-. b) El desarrollo de los procedimientos más adecuados -como los ejercicios que enriquecen el texto con referencia a la experiencia y el contexto del educando- hacen que el interlocutor asuma un rol protagónico en el proceso educativo, -fase del tratamiento del aprendizaje-; y c) La fase de tratamiento de la forma que se refiere a los recursos expresivos -diseño didáctico pedagógico- puestos en juego en el material: diagramación, tipos de letras, ilustraciones, entre otros.

En relación a las mediaciones pedagógicas y la supuesta ausencia de los interlocutores, uno de los grandes retos de la educación superior a distancia y de la educación virtual es cómo enfrentar pedagógicamente la supuesta ausencia de los interlocutores o sea de los estudiantes y de los tutores, como protagonistas centrales del proceso de enseñanza-aprendizaje. Pareciera ser que la masificación, democratización, globalización y tecnologización -características de estos sistemas- pretendieran borrar el rostro humano de los interlocutores –tutores-estudiantes-expertos- y demás actores que intervienen en este tipo de experiencias educativas y culturales.

Si los nuevos paradigmas no generan nuevas maneras de alimentar y enriquecer los procesos de diálogo y de interacción virtual –o presencial- entre las personas y las instituciones de educación superior, las experiencias pedagógicas tenderán a un empobrecimiento constante.

En este contexto la pedagoga argentina Fainholc, B., propone que los diseñadores pedagógicos y los mismos tutores tomen en cuenta:

a) Que los usuarios de estos sistemas son personas adultas que entran a los procesos de aprendizaje con experiencias y conocimientos previos, y con actitudes de no consumidores dependientes, pasivos y/o acríticos, aceptadores del conocimiento del otro -materiales de diverso orden, artefactos con códigos simbólicos propios, tutores reales o virtuales...-;

b) Que estos usuarios utilizan -unos más que otros- habilidades y competencias comunicativas de diverso orden y grado de desarrollo, producto de las propias historias de las personas -o grupos- que intervienen en los procesos de interacción donde cada uno desarrolla de modo diferencial las secuencias comunicativas -representaciones sociales o estereotipos, que tienen lugar en estos procesos-; y que su perfil cultural es específico y está definido por su pertenencia a comunidades -poblaciones locales o regionales- y a organizaciones laborales diferentes, a las cuales les devolverán sus logros o cambios vividos;

c) Que en el aprendizaje a distancia o virtual el usuario asume o debería asumir funciones críticas hacia las mediaciones pedagógicas propuestas y que se llevan a cabo entre la información, otros estudiantes, la organización ofertante y los tutores, ya que no todos los adultos acceden de la misma manera a la información para construir su saber; son ellos mismos los que tendrán que definir qué, cómo, cuándo y dónde llevan a cabo sus procesos de autoaprendizaje.

La misma autora llama la atención sobre la necesidad que tienen los sujetos e instituciones de educación superior a distancia de "tomar conciencia de las paradojas, contradicciones, mensajes dobles que caracterizan a toda la comunicación humana, siendo aún de mayor relevancia si se halla mediatizada por materiales diversos y tecnología poderosa, como parte del mejoramiento de la comprensión de esta práctica educativa no convencional".

Tal situación trae consecuencias éticas múltiples, de las que poco se menciona y discute, pero que, como veremos, son centrales para los sistemas de educación abierta y a distancia.