Año III - Número 16 |
Educación virtual y necesidades humanasEscribe: Guillermo Cardona Ossa El autor es Licenciado en Ciencias de la
Educación, Magíster en Educación, Especialista en Calidad de la
Educación, |
La virtualidad del conocimiento no estriba tanto en la metodología que guía a éste cuanto en los fenómenos a que da lugar. La Teoría de la Relatividad no posee mayor cualidad epistemológica por el hecho de que, como dijera Ortega y Gasset, en el momento en que fue formulada, apenas diez o doce personas en Europa se hallaban en condiciones de entenderla. Posiblemente, su importancia deriva de que ha conducido a una explicación del universo que, a juicio de la comunidad científica, supera las cosmologías ptolemaica y newtoniana, integrándolas y, además, ha llevado al hombre a la Luna (y a los japoneses, a perecer bajo un par de bombas atómicas). Pero la comunidad no-científica nada ha podido argüir al respecto. De la misma manera, el conocimiento dependiente de, y circulante por las redes virtuales (y, por tanto, sometido a sus "constreñimientos") no posee menor ni mayor cualidad epistemológica por la forma en que se produce/re-produce, ni por las leyes a que se sujeta. Como en el caso de las teorías einstenianas, es capaz de permitir
diagnosis de cánceres a distancia, o acceso a datos remotos, y, a la vez,
poner al alcance de medio mundo técnicas para fabricar bombas, organizar y
disolver con extrema facilidad (y ubicuidad) redes de pornografía
infantil, detectar backdoors en programas informáticos bursátiles (que
podrían ocasionar auténticos cataclismos en los mercados de valores) o
piratear la última entrega de La Guerra de las Galaxias antes de su
estreno. Con esto y con todo: ¿qué es el conocimiento virtual? Sin duda,
aquel que -sea cual fuere su origen- se somete a las leyes de las redes
virtuales, lo que significa que se estructura de acuerdo con parámetros de
versatilidad, facilidad de acceso, rapidez de descarga y
multimediaticidad, a lo que se agrega la posibilidad de ser manipulado e
interactuado por cualquier usuario remoto. Puede leerse un libro a la
manera guttenbergiana, hacer un resumen y exponerlo con cierta vergüenza
ante veinte o treinta compañeros de clase. Puede generarse un debate sobre
no importa qué tema en Internet. Acto seguido, se inmiscuirán en él
individuos de cualquier parte del mundo. El resultado tal vez sea una
estupidez, pero nunca será una estupidez mayor que creer que la lectura de
un soneto de Lope de Vega nos hará más cultos porque, ese conocimiento es
-por naturaleza- más relevante y profundo. En cualquier caso, la cuestión,
creemos, no es tanto (como hemos intentado mostrar) la discusión sobre la
naturaleza del saber así constituido en cuanto a la pregunta: ¿cómo se
modifica la estructura misma del saber y del sujeto-que-sabe al someterse
al conocimiento virtual? Como casi siempre en la historia, la cuestión más
fundamental es la antropológica, no la epistemológica. ¿En qué devendrá la
nueva "ecología" de los individuos en la sociedad de las redes? (i). Por
lo anteriormente dicho, podemos entonces reafirmar que la Internet no es
buena ni mala, su uso e impacto depende de la utilización que le den los
seres humanos y sólo allí se podrá evaluar la formación axiológica de los
mismos, los computadores y el Internet son un medio, no un fin en sí
mismos. La educación como satisfactor de necesidades
Toda actividad de la vida humana debe contribuir al mejoramiento de
la calidad de vida, que se manifiesta en la capacidad que tiene el
ser humano de poder dar satisfacción a sus necesidades, no sólo básicas
sino existenciales y axiológicas. La educación tiene un compromiso ético,
político e histórico con la sociedad y es el de proveer satisfactores a
estas necesidades. Si la educación no lo hace no tendría ningún sentido
para el hombre. Internet ha permitido a las nuevas generaciones tener un acceso
inmediato a la información y al conocimiento; hasta hace un tiempo, no
cabía en ninguna mente el hecho de usarlo como una herramienta no sólo de
estudio sino de mejoramiento en todos los niveles. Los humanistas fueron
escépticos a la humanización de este tipo de tecnologías, pero -poco a
poco- ellas han demostrado su importancia como "un medio para
satisfacer necesidades de todo tipo". La tecnología no deshumaniza;
todo aquello que el ser humano no pueda controlar, comprender y adaptar a
sus necesidades sí lo deshumaniza. De allí la importancia de poder adoptar
las nuevas tecnologías para mejorar el ser humano y desde la educación lo
estamos haciendo. Por ello, la teoría que retomamos a continuación del autor Manfred
Max-Neef nos parece muy apropiada para darle sentido a la educación como
medio de formación integral del ser humano. El estudio titulado "Desarrollo a Escala Humana, una opción para
el futuro"; es un aporte para una filosofía del desarrollo que sea
menos mecanicista y más humana. Desde esta perspectiva, se considera que
un desarrollo a Escala Humana, orientado en gran medida hacia la
satisfacción de necesidades humanas, exige un nuevo modo de interpretar la
realidad y obliga a evaluar el mundo, las personas y sus procesos, de una
manera distinta a la convencional. El estudio señala como postulados del desarrollo a Escala
Humana los siguientes:
Manfred combina dos criterios posibles de disgregación: según
categorías existenciales y categorías axiológicas, combinadas a través de
una matriz de la cual se desprende que no existe correspondencia biunívoca
entre necesidades y satisfactores. Así, un satisfactor
puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diferentes
necesidades, o a la inversa, una necesidad puede requerir diversos
satisfactores para ser resuelta. Relaciones que no son fijas, pueden variar en calidad e intensidad
según tiempo, lugar y circunstancias. Cada sistema económico, social o político adopta diferentes estilos
para la satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales. En
cada sistema, éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no)
de diferentes tipos de satisfactores. Así, uno de los aspectos que define
una cultura es su elección de satisfactores, lo que cambia es la elección
de cantidad y calidad de los satisfactores y/o las posibilidades de tener
acceso a los satisfactores requeridos. Cabe agregar, que cada necesidad
puede satisfacerse a niveles diferentes y con diferentes satisfactores.
Más aún: se satisfacen necesidades en tres contextos: a) en relación a uno
mismo b) en relación con el grupo social y c) en relación con el medio
ambiente. Lo que ha sugerido Manfred, en su reflexión, es que cualquier
necesidad humana fundamental no satisfecha de manera adecuada produce una
patología. Hasta el momento, los tratamientos están orientados a combatir
patologías individuales o de pequeños grupos; hoy en día nos enfrentamos a
patologías colectivas crecientes, cuyos tratamientos han sido ineficaces;
pero para una mejor comprensión de estas patologías colectivas, es preciso
establecer transdisciplinariedades. "Una política de desarrollo orientada hacia la satisfacción de las necesidades humanas trasciende la racionalidad económica convencional porque compromete al ser humano en su totalidad. Las relaciones que se pueden establecer, entre las necesidades y sus satisfactores, hacen posible construir una filosofía y una política de desarrollo auténticamente humanista" (ii). Necesidades existenciales (ser - tener - hacer - estar)
Necesidades
axiológicas Son aquellas que están relacionadas con el orden de los valores; es decir, con todas aquellas respuestas que tienden a satisfacer necesidades de cualquier índole: religiosa, artística, social, política, moral, etc.
Es crecer a través de un yo autodeterminante, autónomo, que supera
la debilidad, la dependencia, es hacerse fuerte y relacionarse con la
existencia en términos de lo posible y actual, integrándose al elevarse a
un punto de vista más alto que no excluya lo opuesto sino que lo
coordine. Incluye los niveles más elevados inclusivos u holísticos de la
conciencia, la conducta y las formas de relacionarse con fines, con uno
mismo, con las otras personas, con otras especies, con la naturaleza y el
cosmos. Humanización de la tecnología El objeto se humaniza cuando el hombre lo significa; dicho en otras palabras, el conocimiento del objeto, caracterizado por componentes y relaciones se concreta en un sistema de signos que deben reflejarlo, pero que se incorporarán a la conciencia del hombre como resultado de la significación que dichos signos tengan para ese sujeto. La codificación del sistema de signos es el lenguaje que se produce en las acciones del hombre con ese mundo que lo rodea, donde -junto al signo- recibe señales provenientes de la naturaleza. A los signos que forman los códigos, las comunidades sociales y los individuos les proporcionan significado de modo que pueden poner en común sus ideas, conocimientos, sentimientos, entre otros. Es importante señalar que al utilizar las tecnologías, éstas sólo se convierten en medios facilitadores del aprendizaje y de la comunicación educativa, pero no son los únicos medios. Pueden utilizarse otros diferentes, que se escogen de acuerdo con las situaciones de comunicación específicas y de acuerdo con las posibilidades que se tengan. La comunicación es parte esencial del proceso educativo, en el proceso educativo el hombre usa su inteligencia, su capacidad de autorrealización y la condición de poder relacionarse y comunicarse, la opción de socializarse. En la educación confluye la actividad de seres humanos movidos por fines y objetivos particulares y comunales. En el proceso mismo de la educación está implícito el proceso comunicativo en su modelo más moderno, donde el educador como sujeto de la comunicación educativa busca ayudas audiovisuales, se apoya en la tecnología para llevar el conocimiento y lograr un proceso docente educativo más efectivo. Este aparato tecnológico -la computadora- debe ser un apoyo para el ser humano, sujeto educador, pero, de ninguna manera, puede sustituirlo. El proceso educativo es social y humano. Es un proceso que trasciende el acto de lo automático, para elevarse a niveles donde la educación, la formación de valores, como elementos esencialmente humanos, se configuran en el hombre como resultado del proceso educativo (iii). Si bien es cierto que el computador debe ser un apoyo para que el ser humano pueda satisfacer sus necesidades, descubrir sus potencialidades y desarrollar sus habilidades, también es cierto que la intencionalidad depende del maestro o del actor acompañante del proceso. Igualmente, debe tenerse en cuenta que las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías como herramienta didáctica son de sin igual importancia y es necesario aprovechar todas sus potencialidades para formar seres humanos más justos, más capaces, más cooperativos, lo que nos llevaría a afirmar que lo importante no es la tecnología como tal sino lo que los actores formadores puedan hacer del elemento tecnológico, para humanizarla. De la tiza a Internet podría ser la
propuesta a desarrollar, dejando claro que no pretendemos acabar con los
modelos didácticos existentes sino que, por el contrario, el interés es
mejorar esas didácticas con el uso de nuevas herramientas informáticas y
telemáticas. Al igual que los ambientes de aprendizaje presénciales, podemos desarrollar modelos de aprendizaje virtual fundamentados teóricamente en propuesta como Proyecto Zero de la Universidad de Harvard, las metodologías de educación para la comprensión y las nuevas tendencias educativas que permite el desarrollo de cada uno de los individuos propuesta en las Inteligencias múltiples. Modelo didáctico virtual Las didácticas de la educación virtual -también conocidas como
didácticas virtuales- permiten brindarle al alumno una serie de
posibilidades que -normalmente- en el esquema presencial regular no lo
encuentra. Para ello podemos analizar varios aspectos desde el maestro, su
preparación, su actualización, su enfoque, sus recursos, didácticas,
seminarios, talleres, trabajo colaborativo, que -en este momento- se están
quedando retrasados con relación a lo que la nueva era de la información y
la comunicación le brinda al maestro y al alumno. Hasta hace 10 años era imposible pensar que se pudiera eximir de una presencia diaria a los alumnos y a los profesores. El esquema que hemos manejado ha sido siempre el contar con al presencia física del alumno y del profesor, aunque los aprendizajes no sean significativos, sino que permiten solamente contar físicamente con el alumno, así su mente no esté allí. En las nuevas tendencias de didácticas virtuales ya no es necesario que alumnos y profesores estén en el mismo lugar al mismo tiempo, sino que podemos pensar en una educación asincrónica y sincrónica, mediada por las herramientas de Internet. Roles alumnos - profesores El modelo pedagógico apoyado por medios informáticos y telemáticos implica el cambio de roles en los actores del proceso enseñanza aprendizaje. Los profesores Pasa de jugar el papel de proveedor del conocimiento a un rol de tutor, facilitador, asesor, motivador y consultor del aprendizaje. Su interacción con el alumno no será ya más para entregarle un conocimiento que posee, sino para compartir con él sus experiencias, apoyarlo y asesorarlo en su proceso de aprender y, especialmente, para estimularle y retarle su capacidad de aprendizaje. Debe ser el autor de que cada alumno cree su propio paradigma, se apropie y sea dueño de sus saberes para luego compartirlos con otros y así crecer. Debe este profesor, por tanto, ser el facilitador del aprendizaje, aprovechando para ello no sólo su interacción presencial, sino también la virtual. El profesor, entonces, jugará su papel de siempre; el del ser el maestro. El alumno El alumno no será más el receptor pasivo de un conocimiento que se
le entrega para que se lo aprenda y luego lo repita ante su transmisor. No
será mas un actor pasivo de su aprendizaje. El alumno del futuro será autónomo para su aprendizaje. Avanzará a
su propio ritmo, crecerá con su propio aprendizaje. El alumno del futuro llegará hasta donde quiera llegar,
desarrollando su propia capacidad de aprendizaje. Aprenderá a aprender, le
dará rienda suelta a su imaginación. El alumno del futuro tendrá mas
oportunidades de aprendizaje y, por tanto, mayores retos. Será la
liberación de la esclavitud académica del estudiante. En este entorno, nuevo, el estudiante hará mayor uso del consejo, de la asesoría, de la guía. Buscara más a su profesor como fuente de sabiduría. Entenderá que él puede llegar a donde quiera llegar (iv). Los medios los tendrá. Ahora podemos permitir que los alumnos que no pueden asistir a un
salón de clase tradicional puedan hacerlo de manera virtual y participar
del proceso de formación y de la interacción con el maestro y con sus
compañeros, a través de herramientas como el chat, el correo electrónico,
el netmeeting, con conexión a Internet. Nos acercamos aceleradamente al nuevo milenio. Los cambios ya se vislumbran y llegarán otros que ni siquiera nos imaginamos. Tenemos que prepararnos para ese nuevo entorno lleno de oportunidades, pero también de incertidumbres. La tecnología y las telecomunicaciones -en todas sus formas- cambiarán la forma de vivir, de trabajar, de producir, de comunicarnos, de comprar, de vender. Todo el entorno será bien distinto. El gran imperativo será él, prepararnos y aprender a vivir en ese nuevo entorno. Ante toda esta dinámica, el sistema educativo tiene un reto muy importante. Debe cuestionarse a sí mismo, repensar sus principios y objetivos, reinventar sus metodologías docentes y sus sistemas organizacionales. Tiene que replantear el concepto de la relación alumno - profesor y el proceso mismo del aprendizaje, los contenidos curriculares; además, revisar críticamente los modelos mentales que han inspirado el desarrollo de los sistemas educativos. Igualmente, tendrán que consolidarse los principios básicos que la han inspirado mirando siempre hacia el futuro y no como una simple remembranza del pasado. Ante estas nuevas realidades globales, debemos asumir el reto de diseñar y poner en marcha un modelo de institución universitaria que incorpore -desde su concepción- la formación del profesional del siglo XXI, capaz de desempeñarse en el nuevo entorno mediante la acogida de todas las metodologías y herramientas que le permitan aprender en un contexto de acelerado aprendizaje y desaprendizaje, donde lo importante no será solamente cuánto sé sino cuánto soy capaz de aprender. Un profesional para un mundo inteligente, en el cual todas las organizaciones públicas, privadas, con o sin ánimo de lucro, tendrán que ser empresas dispuestas a aprender y enseñar (Learning and teaching organizations). La educación -como herramienta primordial de toda cultura para el desarrollo de la misma- debe llegar a todos los niveles. Con este concepto, cada día debemos buscar alternativas útiles, que produzcan un efecto positivo en el desarrollo de una comunidad. Así el modelo propuesto aporta elementos tecnológicos que suplen la necesidad de una educación netamente presencial. Con estos conceptos, la democratización de la educación en nuestro país deja de ser un sueño para enfocarse a una realidad, que nos la brindan las nuevas herramientas de la tecnología moderna. Con estas nuevas herramientas se puede ofrecer educación de calidad a un mayor segmento de personas, educación que la Institución debe estar preparada a ofrecer, con un equipo humano, físico, técnico y tecnológico, capaz de afrontar los nuevos retos del nuevo milenio. En Colombia, se observa una gran disminución del número de estudiantes en las principales universidades del país, todo esto como consecuencia de la crisis económica actual que sufrimos. El apoyo planteado por medio del Plan de Desarrollo para la Educación, va a incentivar la educación básica para promover la educación superior. El modelo educativo propuesto es una alternativa para muchas personas que, mezclando la presencialidad con lo virtual, ofrece una gran opción; personas que requieran de un horario más flexible o de condiciones favorables para el desarrollo de su formación profesional. El uso de currículos flexibles, adaptables el nivel de aprendizaje de los alumnos, contenidos variados y con links a sitios de interés científico y cultural , a bibliotecas en línea, salas de conversación con el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que nos permiten lograr una mayor preparación en los diferentes temas que pueden trabajarse con el esquema de proyectos. Si permitimos que cada uno desarrolle sus proyectos, de seguro tendremos otro tipo de resultados, la construcción de conocimientos con base en trabajo colaborativo que -además- formarán en valores, tan necesarios también en la educación superior y que -desafortunadamente- han sido dejados de lado debido a la actitud intransigente de muchos docentes, que enseñan en la universidad lo que aprendieron de sus profesores de hace veinte anos, olvidando las nuevas herramientas didácticas que tenemos hoy en día. Las nuevas didácticas deberán partir de lo existente e involucrar
las nuevas tendencias de informática y telemática que responda a las
necesidades de un modelo virtual de educación. Este aparte aborda
aspectos de la Internet -tales como sus cualidades y limitaciones- y los
fundamentos y evidencia de su potencial pedagógico. De estos aspectos se
desprende que el conocimiento teórico y práctico sobre la utilización
pedagógica de la tecnología están rezagados con respecto a la tecnología
misma. Tal retraso es previsible si se tiene en cuenta la norma de
entusiasmo inicial y subsecuente replegamiento seguido por las tecnologías
educativas a través de la historia (Cuban, 1986). A
la luz de tal norma, se comprende que los usos actuales de la Internet
tiendan a imitar las prácticas educativas existentes. A la larga, sin
embargo, se espera que la adopción generalizada de esta tecnología
propicie el alejamiento de formas tradicionales de aprendizaje y el
desarrollo de paradigmas alternativos. La materialización de nuevos
paradigmas dependerá de las oportunidades que se proporcionen a educadores
y alumnos para practicar la herramienta y de las iniciativas que se tomen
para investigar su efectividad. Por lo que a la práctica de Internet en el aula se refiere, su éxito
dependerá de factores tales como la provisión de apoyo individualizado, la
exploración de los recursos Internet a través de tareas auténticas que
proporcionen al usuario razones válidas para usar la tecnología, y la
creación de una atmósfera de participación y colaboración. Por último,
convendría recordar que, como educadores, tenemos la responsabilidad de
articular los cambios sociales y culturales originados por los nuevos
avances tecnológicos sobre la base de criterios de valor, determinaciones
factuales e interpretaciones teóricas (Lemke, 1993). En el caso de la
Internet, esta articulación implica el ejercicio de nuestra capacidad
crítica para sopesar la validez de los argumentos esgrimidos en su favor.
Especialmente, de argumentos tales como la capacidad de la herramienta
para permitir el rápido acceso a cantidades masivas de información, ya que
"el aprendizaje humano depende no tanto de la cantidad de la
información disponible, como de la relevancia de esa información y su
elaboración por un individuo determinado" (Borrás, 1996b) (v).
Retomando algunas de las conclusiones del Encuentro de Educacion Superior realizado en Paris por convocatoria de la UNESCO en 1998, podemos concluir que la esfera de la educación y de la formación de las actividades esenciales de las sociedades modernas es la que menos se ha beneficiado del aporte de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (vi). Este sector también es el que medrará o sufrirá, según la orientación de las mutaciones impuestas por la mundialización y la competencia internacional con la evolución de contenidos, métodos y medios. Entre los años 1985 y 1995 creció el lugar de los programas didácticos en la tele-enseñanza, remplazando un poco la enseñanza autodirigida o la enseñanza programada que recurre con los soportes de cursos tradicionales o audiovisuales. Los años comprendidos entre 1995 y 2000 van a trasformar y ampliar este proceso de evolución, trasladando alumnos y profesores, reconstituyendo los soportes de cursos naturales de enseñanza -por ejemplo, a través de los multimedios- haciendo transitar por las redes de transmisión de datos los contenidos estables y enriquecidos, asociando a los contenidos magistrales la documentación necesaria, y permitiendo, por último, mediante correspondencia electrónica o mediante foro, los intercambios entre docentes, investigadores y estudiantes, mundializando el poder. Referencias: (i) a) Jean Baudrillard, quintaesencia de la posmodernidad
filosófica: ``Es perfecto el evento o el lenguaje
que escenifica su propio
modo de desaparición, sabe representarlo y alcanza de ese modo la energía
máxima de las
apariencias". |
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