Planificación

Sección “A”

Trabajo Nº 1

La Planificación, Origen, Paradigmas, La planificación Normativa, La Planificación Social, La planificación estratégica.

 

La Planificación

 

"La planificación es un proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos" (Jiménez, 1982).

 

"Consiste en decidir con anticipación lo que hay que hacer, quién tiene que hacerlo, y cómo deberá hacerse" (Murdick, 1994). Se erige como puente entre el punto en que nos encontramos y aquel donde queremos ir.

 

"Es el proceso de establecer objetivos y escoger el medio más apropiado para el logro de los mismos antes de emprender la acción", (Goodstein, 1998).

 

"Es el proceso de establecer metas y elegir medios para alcanzar dichas metas"(Stoner,1996).

"Es el proceso que se sigue para determinar en forma exacta lo que la organización hará para alcanzar sus objetivos" (Ortiz, s/f).

"Es el proceso de evaluar toda la información relevante y los desarrollos futuros probables, da como resultado un curso de acción recomendado: un plan", (Sisk, s/f).

 

La planificación es una actividad tan común en nuestra época que si se preguntase: ¿quiénes son los planificadores?, la respuesta conduciría, indudablemente, a una nueva pregunta: ¿quién no hace planes? Hoy más que nunca una buena parte de la humanidad mide, proyecta, experimenta, diseña, coordina, en suma, está planificando.

J. FRIEDMANN

 

 

Origen

Tres hitos fundamentales, en la bibliografía consultada, señalan la adopción de la planificación por el Estado latinoamericano: La creación de la Alianza para el Progreso, las asesorías y recomendaciones a los gobiernos de la región por parte de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), y la Conferencia de Países Latinoamericanos realizada en Punta del Este en 1961, bajo el patrocinio de la OEA, donde, entre otros resultados, se hace pública la Alianza para el Progreso. Todas recomendaban la metodología de elaboración, disposición y ejecución de planes nacionales para abordar el desarrollo económico-social y obtener cooperación financiera.

 Siguiendo a Carlos A. de Mattos (1987), podemos decir que la planificación, en esta época, en América Latina, estuvo orientada por tres elementos básicos que le dieron concreción: El «voluntarismo utópico», que significó la formulación y construcción de planes con marcada inserción de la ideología del planificador y la identificación de ésta con planificación del desarrollo, orientada por la concepción estructuralista. El planificador era visto como agente de transformación y, como consecuencia de ello, tenía cierta autonomía para actuar. Esta concepción ocultaba la ideología e intereses de los sectores dominantes en la elaboración e implementación de las estrategias de un proyecto político o Plan Nacional y, por ende, en la orientación misma del proceso de planificación.

 

 

 

Paradigmas

La fijeza funcional, la "expertitis", la falta de una perspectiva sistémica y el miedo al cambio, son algunos de los obstáculos al desarrollo consecuente de la Planificación Estratégica.

El enfoque y la Planificación Estratégica se han revelado de una gran utilidad, para hacer frente al entorno turbulento que se vive en los últimos tiempos, particularmente desde los años 90, debido a los cambios acelerados en las nuevas tecnologías, y como consecuencia de ello en las formas de competencia, modelos de demanda, estructuras organizacionales, etc.

Se hace necesario dotar a las empresas de los mecanismos y herramientas que permitan efectuar un reconocimiento riguroso y sistemático de los elementos de su entorno y de sus propios recursos como momento previo al planteamiento de las metas y caminos estratégicos.

 

 

Tipos de Planificación

 

Existen diversas clasificaciones acerca de la planificación. Según Stoner, los gerentes usan dos tipos básicos de planificación: La planificación estratégica y la planificación operativa.

La planificación operativa consiste en formular planes a corto plazo que pongan de relieve las diversas partes de la organización. Se utiliza para describir lo que las diversas partes de la organización deben hacer para que la empresa tenga éxito a corto plazo.

La planificación estratégica está diseñada para satisfacer las metas generales de la organización, mientras la planificación operativa muestra cómo se pueden aplicar los planes estratégicos en el quehacer diario. Los planes estratégicos y los planes operativos están vinculados a la definición de la misión de una organización, la meta general que justifica la existencia de una organización. Los planes estratégicos difieren de los planes operativos en cuanto a su horizonte de tiempo, alcance y grado de detalle.

La Planificación Estratégica es el magma en el que debe evolucionar la sinergia del colectivo. El directivo estratega tiene que fomentar la aparición y aportación de las ideas y los matices de su equipo de trabajo, y hacer que éstas confluyan de forma positiva.

Pero, ¿qué es realmente el Pensamiento Estratégico?

Características

Las disciplinas relacionadas con la Teoría de las Organizaciones, especialmente en el plano de la gerencia o management, han desarrollado un enfoque y método que conocemos en líneas generales como Método Estratégico.

Podemos definir la Metodología Estratégica como un "conjunto de actividades tendentes a conducir el destino de las organizaciones de una forma coherente a sus principios y propósitos".

Se trata, en definitiva, de plantearnos y dar respuesta a las siguientes cuestiones básicas:

·        ¿Quiénes somos? y ¿dónde estamos?

·        ¿Cuáles son o deberían ser nuestras metas y propósitos?

·        ¿Qué podemos hacer para alcanzar dichas metas?. ¿Qué caminos son los más apropiados en cada momento?

El elemento característico más significativo es la perspectiva de globalidad que introduce en la concepción de la actividad empresarial.

En toda actividad empresarial, lo puntual, el detalle y la acción concreta son decisivos, pero es preciso distinguir entre distintos planos, de importancia diferente. El quehacer más concreto debe subordinarse a los planteamientos más generales. Lo inmediato no puede suplantar a lo importante.

 

Identificando los grandes objetivos, los más adecuados en términos de oportunidades del mercado y definiendo la filosofía de empresa; dibujando los caminos más eficaces y eficientes para alcanzar dichos propósitos; estableciendo las diferentes medidas y momentos de control, y tomando decisiones en función de los datos aportados por los mismos.

De esta manera conseguimos un efecto de optimización de esfuerzos y sinergias que se traducirá en éxitos y en beneficios tanto tangibles como ocultos; directos o derivados de una u otra Estrategia de Acción.

Esta forma de proceder está siendo aplicada por las empresas que lideran sus respectivos sectores, conocedoras de las innegables ventajas. Aunque no siempre sea fácil su implantación, pues debe tenerse presente en todo momento que implica una forma alternativa a la que solemos emplear, tanto en nuestro comportamiento individual como empresarial. A menudo vamos fijando objetivos, pero de importancia muy distinta, y los vamos acumulando. Otras veces, corregimos el rumbo que llevábamos, pero de forma inmediata y superficial. Estas formas de proceder llevan a una cierta desorientación de nuestras organizaciones, a una adaptación superficial a los cambios, a veces caótica, acumulando incoherencias e irracionalidades.

La gestión empresarial es el fruto de, y se materializa en, una serie de toma de decisiones y de comportamientos en los que confluyen tres planos:

·        La Dimensión Lógica. Sería el proceso mecánico que seguimos desde que recibimos una serie de inputs, los procesamos y emitimos una respuesta. Normalmente analizamos y valoramos la información, a veces podemos elegir entre varias respuestas posibles y finalmente ejecutamos una de ellas.

·        La Dimensión Psicológica o Emocional. Hace referencia al otro componente humano: Las emociones. Y con ella todo un conjunto de consideraciones de tipo perceptivo, sensitivo, ético, moral, etc. que conforma nuestros sentimientos y vivencias.

·        La Dimensión Social. en gran número de casos, las decisiones afectan a personas y deben ser llevadas en grupo. Este es el tipo de decisiones que con mayor frecuencia se ejecutan en el ámbito de las organizaciones.

Las dos últimas le confieren una dificultad adicional a la toma de decisiones, especialmente si seguimos sometidos a la tiranía (fácil) de la espontaneidad y la intuición.

El enfoque y los Métodos Estratégicos que serán expuestos en el tercer documento, tienden a minimizar los errores en cada uno de los tres planos.

En ocasiones, algunos elementos de nuestro entorno cambian o generan nuevos retos. Frecuentemente, requerirían que pusiéramos en duda toda nuestra forma de proceder, pero mostramos enormes resistencias a asumir grandes cambios; en muchos casos, ni siquiera de plantearnos, de una forma rigurosa, cuáles son nuestros grandes objetivos y nuestros medios principales. Tampoco tenemos costumbre de objetivar los elementos de nuestro entorno, y analizar cómo nos afectan.

 

Marco Estratégico: Misión, Visión Valores y Líneas Estratégicas

Defendemos el Enfoque Estratégico como el más oportuno para acomodar unos esfuerzos a unos fines. Pero, ¿qué fines vamos a perseguir?

Toda empresa dispone de una serie de objetivos, generalmente instalados en el corto y el medio plazo, en la distancia corta. Esto no es un handicap, a condición de que la fijación de objetivos en el plano de lo inmediato se encuentre en sintonía con los grandes objetivos de la empresa, que deben definir la Visión, la Misión y los Valores de la empresa y Líneas Estratégicas.

·        Con la Visión hacemos referencia a la imagen ideal de la organización en un momento futuro: Dónde le gustaría o aspiraría a estar, que imagen quiere transmitir al exterior.

·        Por Misión entiende la organización cual es su función respecto a la sociedad interna a la que sirve directamente (accionistas, trabajadores, clientes) como a la sociedad en general: Qué productos o servicios ofrece, cuál es su repercusión social, etc. Está íntimamente ligada a los Valores.

·        Los Valores de la Organización: Aquellos que se proyectan nuevamente tanto en el interior (cultura organizacional, estilo organizacional, etc.) como en el exterior: Valores relativos a la solidaridad, respeto al medio ambiente, compromiso con la calidad, etc.

·        Las Líneas Estratégicas constituyen las grandes directrices o caminos, para alcanzar estos propósitos. Obviamente, Visión, Misión y Valores deben explicitarse en objetivos y conductas más tangibles y referenciales. La concreción de estos propósitos en cada momento va a depender de muchas circunstancias, tanto internas como provenientes del entorno. En función de estas circunstancias en cada momento convendrá establecer unos objetivos u otros. A estos objetivos les denominaremos Objetivos Estratégicos.

 

Componentes de las Estrategias Tácticas y Operaciones

Cada Línea Estratégica incluirá una serie limitada de criterios, ya que no se trata en este momento de diseñar un proyecto, sino de elegir una dirección.

Una vez explicitada, la estrategia ha de ser desarrollada en forma ordenada a través de un conjunto de Tácticas. Se trata de acciones más concretas, en orden a cumplir los objetivos estratégicos.

A su vez, la Táctica deberá desarrollarse y desplegarse en una serie de operaciones concretas. Una Estrategia puede estar compuesta únicamente de cinco grandes criterios, cada uno de ellos en cambio dar origen a varias Tácticas, y cada una de éstas a racimos de actividades concretas.

La Táctica no tiene sentido en sí misma. Está en función de la Estrategia. En la actividad militar una táctica puede consistir en retroceder en un momento determinado, pero con el fin de conseguir un avance posterior más importante. Otras veces se trata de realizar un avance que no va a proseguir, sino que está destinado a confundir al adversario. Estos tipos de movimiento no tienen significado o valor en sí mismos, sino en cuanto que contribuyen a la realización de una Estrategia Global.

El despliegue táctico y las operaciones concretas, requieren una ejecución eficaz, pero sobre todo las últimas, ya que constituyen la parte más activa. De ellas depende la verdadera realización de la Estrategia.

El dominio de la ejecución de las operaciones, es lo que conocemos como Competencia Técnica.

Cada uno de estos niveles requiere iniciativa, proyecto y ejecución, pero en dosis distintas y en forma diferente.

COMPETENCIAS NIVEL

CONCEPTUALES

PROCEDIMENTALES

ACTITUDINALES

Estrategia

Conocimientos profundos

Capacidad de conjunto

Receptividad hacia todos los criterios e informaciones

Táctica

Experiencia en el campo

Imaginación

Iniciativa y espíritu de equipo

Operaciones concretas

Dominio técnico

Énfasis en el detalle

Empuje ejecutivo
Capacidad de comunicación
Laboriosidad y constancia
Flexibilidad y adaptabilidad a las circunstancias.

Tabla 1.2. Competencias Estratégicas, Tácticas y Operacionales.

 

Planificación Normativa

Es aquella que impone a las mismas ciertas metas y acciones, fijando algún tipo de sanción cuando estas no son cumplidas.

 

De la Planificación Normativa a la estratégica

Desde los años setenta, se fue desvaneciendo “el entusiasmo y el apoyo que recibieron en su tiempo las ideas y las prácticas de la planificación”, pero al mismo tiempo, se ha insistido en la necesidad consiguiente de una acción deliberada, coherente y sostenida en el medio y largo plazo, que asegure la adecuada asignación de recursos para superar las dificultades presentes y abrir el camino hacia el futuro.

Planificación Social

 

El socialismo siempre ha mantenido que para conseguir el paraíso en la tierra había que cambiar la sociedad, empezando por sus normas y costumbres. Esta visión presupone la necesidad de dirigir la sociedad hacia el bien común sometiendo los fines individuales a ese gran proyecto. Lorenzo Infantino, en Ignorancia y libertad, discute esta concepción racionalista desde el liberalismo para defender que tanto las normas como las costumbres sociales y el mercado son el resultado espontáneo de la interacción entre los individuos: sin todo ello no puede sobrevivir ninguna sociedad.

Podemos suponer que el interés del hombre por conocer y dominar su futuro se remonta al comienzo de la misma humanidad. Desde tiempos ancestrales ha existido la preocupación por conocer de manera anticipada aquello a lo que nos deberemos enfrentar en los días por venir, para poder esquivar del destino los malos augurios, o bien, para tratar de tranquilizarnos con promesas y, de alguna manera, intentar disfrutar por adelantado lo que vendrá.

Esta motivación en el Homo sapiens esta dada por el deseo de controlar la forma en que se desenvolverán las actividades y acontecimientos de importancia, como pueden ser la organización social, la política, la economía y el mercado, los procesos eleccionarios, las "preferencias" de los consumidores, etc.. Podemos suponer que en un comienzo de la humanidad el hombre se valió de fenómenos naturales para "leer" su futuro inmediato, por ejemplo, relacionado con las actividades de caza. Las pinturas rupestres son prueba de esto. En las cuevas el hombre anticipaba, tal vez recordando experiencias pasadas, la buena caza dibujando ceremonialmente en las paredes la muerte de la presa. La existencia de los oráculos en la antigüedad es otro hecho que ejemplifica el deseo por controlar lo desconocido, lo inmanejable y temible. En ocasiones estos llegaban incluso a pronosticar la suerte de todo un país. En la actualidad nada de esto ha desaparecido; Mari del Carmen Siccardi en su artículo "¿Se puede predecir el futuro?" señala que al hablar de pronósticos enseguida conjuramos imágenes de mujeres frente a bolas de cristal o métodos poco confiables como los horóscopos en diarios. ¿Quiere decir esto que el hombre moderno no necesita ni busca ya controlar el futuro a través del presente?. ¡NO!. La diferencia estriba en el tipo de oráculos que social y culturalmente se nos permite validar

De tal manera creo que la idea de planear en la actualidad sigue respondiendo a la inquietud lógica de la humanidad por conocer su futuro, aunque hoy en día se trate de un enfoque más activo que la simple espera de lo predicho. En lo puntual, lo que se busca con la planeación no es tan sólo el diseño de escenarios, sino la forma de alterarlos y sacarles el mayor provecho. Con la planificación se trata y se cree, por tanto, que se está planeando el futuro en vez de padecerlo.

Planificar, sin duda, es una de las actividades características en el mundo contemporáneo, volviéndose cada vez más necesaria ante la creciente interdependencia y rapidez que se observa en el acontecer de los fenómenos económicos, políticos, sociales y tecnológicos. En ocasiones esto parece descifrar el enigma de la planeación no tanto para conocer hacia dónde vamos, sino más bien en saber dónde estamos.

 

 

 

Conclusiones

 

La planificación es un proceso determinante en los destinos sociales, empresariales y personales ya que nos permite tener una visión a priori un análisis de los pasos y estrategias a seguir para alcanzar los objetivos o metas planteadas, permitiéndonos corregir acciones antes de que ocurran y perfilar un resultado eficiente.

El Método de Planificación Estratégica, se centra en los objetivos y los problemas más decisivos para la organización.

Constituye un conjunto coherente y ordenado de objetivos prácticos, derivados de los objetivos generales o principios básicos de actuación.

Supone un conjunto coordinado de actividades: Análisis-reflexión-planificación-ejecución-control.

La falta de un Enfoque Estratégico lleva a las organizaciones a caer en errores clásicos que han sido tipificados como:

1.- Error del Cuadrado-Cubo. La Ley del Cuadrado-Cubo establece que en toda organización que supera su dimensión crítica o ideal se produce un aumento aritmético en las ventajas de dicho crecimiento, mientras que las desventajas o problemas derivados del crecimiento experimentan un auge de tipo geométrico, con la aparición de los síntomas de la ineficiencia: Burocracia, desconexión interna, desmotivación, etc.

2.- El Principio de Parkinson. Dice que toda organización dejada a su libre desarrollo crecerá tanto como sea posible; todo el mundo quiere hacer más cosas, pero esas cosas consumen recursos, recursos que son limitados en las organizaciones. En ocasiones el apetito por el crecimiento responde a un deseo personal de acumular más poder.

En definitiva, no se trata sólo de hacer correctamente las tareas, sino además de hacer correctamente las tareas correctas. Esto es imposible si no están clarificados previamente los objetivos.

3.- La Ley de la Velocidad del Convoy. Advierte que la performance o potencia máxima de una organización es la del último o menos eficiente de sus componentes.

4.- La Ley de Pareto. Determina que un mínimo de causas produce la mayor parte de los efectos

 

 

Infografía

 

http://www.oocities.org/WallStreet/District/7921/Planification.html

 

http://www.elprisma.com/apuntes/apuntes.asp?page=5&categoria=101

 

 

Bibliografía

 

 

Rosalinda Domínguez

C.I. 11.448.178

Materia: Planificación

Sección:  A”