La tortuga y la liebre

Fábula de Esopo


La liebre era uno de los animales más veloces del bosque, y siempre estaba presumiendo ante los demás de su agilidad y ligereza.
- Ni los más veloces galgos pueden darme alcance- decía -, ni los zorros, ni las águilas... Nadie puede igualarme en rapidez.

Vivía en el mismo bosque una simpática tortuga, a la que todos apreciaban por su amabilidad y paciencia. Pero la vanidosa liebre siempre se burlaba de ella por su lentitud, diciéndole cosas tales como:
- No corras tanto, amiga tortuga, que vas a tropezar y te vas a caer.

La tortuga no hacía caso de estas chanzas y seguía su camino, lenta pero segura.


Un día la liebre, delante de otros animales, le dijo a la tortuga en son de burla:
- Te desafío a una carrera; eres tan rápida que siento curiosidad por saber si puedo ganarte.
Ante el asombro de todos la tortuga respondió:
- De acuerdo, acepto.

Se decidió, pues, el punto de partida, el recorrido y la meta, situada al otro extremo del bosque, y a una señal salieron los dos animales, corriendo a gran velocidad la liebre y caminando lentamente la tortuga.

Como era de esperar, enseguida sacó la liebre gran delantera, y viendo que la tortuga estaba muy atrás, se sentó a descansar bajo un árbol muy tranquila.
Al cabo de un buen rato llegó la tortuga con su paso lento y calmoso, y la liebre se rió a carcajadas. La dejó adelantarse un trecho y luego volvió a correr, sacándole de nuevo gran ventaja en pocos minutos.
La liebre repitió varias veces esta maniobra, y tan confiada estaba en su victoria, que una de las veces se quedó dormida bajo el árbol en que se había sentado a descansar un rato.


De pronto, se despertó sobresaltada y echó a correr a toda velocidad hacia la meta, pero cuando llegó se encontró a la tortuga que estaba esperándola con una sonrisa burlona; mientras la liebre descansaba segura de sí misma, la tortuga, lenta pero constante, había ido avanzando hasta ganar la carrera.

Desde aquel día, la liebre no volvió a presumir y nunca más se burló de la paciente tortuga.


Imprimir esta página

ENVIA ESTA PÁGINA A TUS AMISTADES
Tu Nombre:
Tu Correo :
Su Nombre:
Su Correo :
Mensaje que deseas enviarle:


Leer otra historia