La madre



Como cualquier madre del mundo, ella se preocupaba por su hijo, y le quería con locura, pero él era un hijo un tanto diferente.
Nunca fue buena persona, desde que nació empezo a portarse mal.
Desobedecía en todo, discutía con su madre y hacía todo lo posible por fastidiarla.

Él fué creciendo y cada día iba a peor, empezó a robar, a juntarse con mala gente e incluso llegó a matar.
Ella le seguía queriendo, era su hijo.
Así pasaron los días, y ella siempre se precupaba por él, incluso aunque fuera golpeada y maltratada.

Un día él se hartó y la mató. Llevó su cuerpo al monte y lo enterró.
Cuando se disponía a marcharse tropezó con una enorme piedra y cayó al suelo, y cual fué su sorpresa cuando desde lo más profundo de la tierra resurgió la dulce voz de su madre diciendo:.....
-"¿Te has hecho daño hijo mío?".

Esta historia me la contaba mi "sufrida" madre para enseñarme cuanto pueden las madres llegar a querer a sus hijos y a preocuparse por ellos, por encima de todas las cosas.


Agradecimientos a Sirena


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