La tecnología de GPS tiene, por tanto, multitud de usos o aplicaciones. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) puede utilizarse para determinar posiciones y velocidades tanto en la Tierra como en el espacio.   Estos receptores son dispositivos extraordinariamente útiles para cualquier tarea de navegación, orientación, seguimiento de rutas, almacenamiento de puntos para posteriores estudios, etc. Los cuales tiene como una de sus principales utilidades ayudar a conocer la posición de el usuario cuando se desplaza por la montaña o por zonas desconocidas.

Los datos generados por el GPS pueden también ser utilizados para estudiar fenómenos que ocurren en el mundo, pueden servir para comprender mejor los cambios físicos que ocurren en nuestro planeta; como, los movimientos en las profundas aguas de los océanos, el monitoreo del estatus de la actividad volcánica en ciertas regiones,  la detección de los movimientos bajo la tierra para con esto tratar de predecir el comportamiento de las capas subterráneas y por ende predecir cuando un sismo sucederá.

Las aplicaciones de tipo militar también son muy bastas, fue el principal motivo por lo que GPS se concibió. En la pasada guerra del golfo pérsico conocida como la tormenta del desierto, fue una prueba de fuego para el Departamento de Defensa de Estados Unidos para probar sus sistemas de localización. El sistema GPS se utiliza en la milicia para determinar la distribución adecuada de tropas en tierra, aviones, barcos, submarinos, tanques, etc., también para guiar misiles para la destrucción de objetivos.
El DGPS, es un  equipo,  que transmite correcciones a los errores del sistema GPS (Posicionamiento Global por Satélite) está destinado a perfeccionar la navegación marítima mediante satélite.
La Estación de Cabo Mayor trabaja en equipo con las de los faros de Cabo Peñas y Cabo Machichaco, formando la denominada Red Zonal DGPS-Cantábrico, cuyo Centro de Control y Transmisión de Datos está ubicado en el Puerto de Santander.
La Red Zonal del Cantábrico forma parte, a su vez, de la Red Española DGPS para la Navegación Marítima, que está formada por 19 estaciones ubicadas en 17 instalaciones antiguas de radiofaros marítimos y en 2 de nueva construcción, a lo largo de toda la costa española. Las seis Redes Zonales del sistema, tienen su centro de coordinación nacional en Puertos del Estado (Madrid).
El sistema DGPS, que cuenta ya con gran implantación en el resto de la UE, se ha revelado como muy eficaz para diversas actividades náuticas que requieren de una mayor precisión que la proporcionada por el GPS, como la pesca, la hidrografía, el dragado o la simple navegación mercante en las proximidades de la costa o en el interior de rías y puertos.