Si hubiese un catálogo de palabras sobre usadas seguramente destacarían “Cristo”, “Ego” y “tolerancia”, y la unión de éstas tres muchas veces lleva a vergonzosos errores. Tras el nacimiento de la psicología moderna se ha buscado establecer un origen y/o sentido psicológico a la religión, y a lo religioso en general, por ejemplo algunos dirían que la religión existe porque el Hombre necesita una figura paterna que le ame por lo que hace y no por lo que es (esa es la figura materna), o que necesita un placebo para vivir mejor, otros en vez de señalar que todo lo religioso posee su única causa en lo psicológico buscará cercanías entre ambos ámbitos.
Si bien es siempre provechoso el estudiar un tópico desde todas las perspectivas posibles es importante tener en cuenta que si hemos de concluir algo, ese “algo” debe estar fundamentado en argumentos racionales, y no en la estética de las palabras. Me refiero por supuesto a la tendencia de la nueva era, y de algunas sectas gnósticas modernas, de tomar términos psicológicos, mezclar figuras de la mitología cristiana y mezclarlo de modo que suene apetitoso a cualquiera.
El brinco a Oriente que da Madame Blavatsky y su teosofismo, si bien interesante y hasta cierto punto necesario, comete el error de mezclarlo con la mística occidental y esperar que el resultado sea una verdad que pueda acomodarse a cualquier credo que provenga de cualquiera de estas dos místicas. El error nace de la ignorancia de dos factores esenciales y básicos: 1) Todo credo religioso posee en su seno una de las tres posibles místicas. 2) La mística cristiana (como la musulmana o la judía) es la mística del ser, la mística oriental es la mística del no-ser.
Sin embargo, ¿qué es eso de “mística”? y ¿qué es la “mística del ser” y la “mística del no-ser”? La mística es el camino para solucionar la contradicción entre el Hombre y Dios, entre el ser y el no-ser, entre el finito y el infinito. La mística del no-ser, o de la despersonalización supone que para solucionar la contradicción uno de los dos elementos debe ser destruido, y optan por destruir el Yo, eliminar la voluntad que es madre del dolor, por el otro lado la mística del ser, o de personalización, desea poner a sujeto en el objeto, al Hombre en Dios, es decir, estar en comunión con Dios y cesar la contradicción. Estas dos místicas tienen sus obvias ramificaciones, o quizás incluso orígenes, en las particularidades de sus filosofías. La mística de despersonalización es pasiva en el sentido que busca la contemplación y disolución del Yo en el Absoluto para alcanzar el Nirvana, la mística de personalización es activa, pues busca poner su voluntad bajo la de Dios, mutar su Yo a semejanza de Dios, identificarse con Él.
Es por ello que no se puede inventar una corriente cristiana/budista, porque sus místicas se anteponen, por un lado el cristianismo exige que el Yo del sujeto sea rendido ante el Yo divino, pero no que deje de existir, simplemente que cambie su forma, y por el otro lado el budismo exige que el Yo sea disuelto. Aún así estas corrientes modernas de cristianos new age y algunos gnósticos perdidos, insisten en que el Yo es malo.
El Yo es, en psicología, el conciente, que rivaliza, según algunas teorías con el inconciente, es la parte conciente de la persona, también llamado Ego. El que en la vida diaria tengamos la idea de que el ego es malo no es suficiente justificación para creer que el Yo es, en si mismo, perverso, Ego, en el sentido psicológico, no es sinónimo de egoísmo.
Jacques Lacan, sin embargo, sostiene que el Yo es una ilusión del inconciente, ésta corriente de la psicología podría servir de fundamento para el budismo y otras corrientes que se enmarcan en la mística de despersonalización, sin embargo no se ajusta al cristianismo. Lo cual solo me lleva a preguntarme, ¿porqué la obsesión con el cristianismo?
Religiones y corrientes espirituales modernas parecen estar obsesionadas con el cristianismo, en este caso esta clase de afiliados a la nueva era adoptan al cristianismo, no por su doctrina por supuesto, sino por razones meramente estéticas, en pocas palabras, porque suena lindo decir “despierta al Cristo anterior”, o al menos suena más lindo que “despierta al Cthulhu anterior”, otra razón es porque la mitología cristiana es conocida por todos, y existe una perturbadora tendencia hacia la apatía intelectual entre los miembros de estos nuevos cristianismos new age.
Es así pues como la Nueva Era, entre sus muchas ramas y tendencias, hace uso de conceptos de la psicología, sin saber de psicología, para mezclarlos con mitologías pre-existentes por razones de estética, y finalmente elaborar un aborto de mística, con absoluta ignorancia con respecto a tal tema, pretendiendo haber descubierto el hilo negro.
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