El
perjudicial toqueteo en la actividad lechera
Sería
importante marcar un rumbo definido con respecto al negocio de la
lechería en nuestro país. Toda forma de regulación
y toqueteo de los precios es nefasto para cualquier actividad comercial,
y sobre todo en lechería.
Por
Carlos A. Dasso (*)
Así
como en la actividad ganadera la posición correcta es la
de CARBAP, cuando pide la liberación de todos los controles,
precios sugeridos y demás artilugios que sólo conducen
a sobreprecios, facturaciones en negro, maniobras de toda índole
y finalmente la destrucción de la ganadería o estancamiento
de la misma en un nivel miserable, en nuestra actividad la única
posición correcta es la liberación del mercado para
lograr que la lechería se desarrolle con toda su potencialidad.
No escapa que por razones circunstanciales se pueda subsidiar determinados
productos de consumo popular, como así también copas
de leche en las escuelas, etc. Pero es esencial que la actividad
en sí deba ser lo más libre posible para evitar distorsiones
que siempre han conducido a malos resultados en cualquier actividad
económica.
Hay que ver lo que ha pasado en este momento con este malhadado
invento de fijar un precio de 2.100 dólares la tonelada de
leche en polvo.
Frente a un precio internacional de arriba de 4.000 dólares,
ello equivale a una distorsión del 50%. O sea que equivale
a un derecho de retención del 50% que si lo hubiera impuesto
el Ministerio de Economía estaríamos todos gritando
a más no poder.
No se entiende cómo hemos llegado a este punto y cómo
algún productor lechero pudo hacer suya alguna sugerencia
de algún industrial y ahora no sabemos cómo hacer
para sacarnos la soga del cuello y eliminar de un plumazo el techo
de 2.100 dólares, los supuestos subsidios del ONCCA y toda
la parafernalia que se quiere instrumentar a través de un
supuesto Instituto de Promoción de la Industria Lechera.
Basta
de disparates
Es
horrible leer este proyecto de ley 565/07 donde se pretende armar
un instituto con consejos directivos, funcionarios de toda índole,
con fórmulas algebraicas para determinar el precio que podremos
percibir, en lugar de que eso lo determine libremente el mercado.
Los únicos que pueden estar de acuerdo en la creación
de instrumentos burocráticos complejos, son los que tengan
aspiración a formar parte de los mismos o por supuesto las
industrias que pretendan salvar su situación financiera complicada
con maniobras y subsidios inmorales cuyos montos saldrían
del trabajo de los productores.
En este momento de escasez de leche en el mercado, se sufre menos
el problema creado por estas distorsiones en tanto los compradores
ofrezcan sobreprecios para retener sus remitentes. Por ejemplo,
La Serenísima ofreciendo 10 centavos por litro de leche encima
del precio base de $ 11,30 el kilo de proteína.
Debe advertirse el problema que podemos afrontar cuando cambien
las condiciones climáticas y se acerque la primavera, y con
la abundancia de leche se supriman los 10 centavos y otro tipo de
sobre precio y quede como corsé del precio de la leche los
2.100 dólares la tonelada.
El panorama se ve muy preocupante, y llama la atención que
los productores representados en las diversas mesas de lechería,
admitan mansamente este tipo de maniobras venidas de la Secretaría
de Comercio Interior y/o gerencia de algunas industrias que inclusive
insisten en alguna circular en un precio básico y lógico
para la leche de 51 centavos el litro.
Hay que alertar a todos los productores, tanto agrupados en CARBAP,
CRA, Sociedad Rural y demás asociaciones de la actividad
agropecuaria, como asimismo al resto de los productores lecheros,
sobre lo grave que es dejar que esta tendencia a la regulación
y al estatismo siga para adelante, sin ofender por ello a muchos
de los que han intervenido en estas negociaciones de buena fe y
creyendo que con la creación de fondos compensadores llegaríamos
a buen puerto.
Se podrían decir muchas cosas más sobre este tipo
de negociaciones con el poder público, pero mejor dejarlas
para otra oportunidad.
(*)
Asociación de Productores de Leche, Buenos Aires.
www.laopinion-rafaela.com.ar
Desde
enero la leche en góndola subió 62%
Las
tendencias indican que los precios seguirán subiendo y que
habrá escasez de los distintos derivados.
En
diciembre era factible poder comprar una horma de queso de 4 kilos
marca Punta de Agua de La Serenísima a $ 5 el kilo. Hoy el
precio no baja de los $ 12 el kilo y sigue subiendo.
En total su aumento en menos de 5 meses ha sido del 140%. En el
caso de la leche líquida el litro era posible comprarla a
$ 1,30 en enero, hoy el litro marca $ 2,30. En total un aumento
del 62% en lo que va del año.
El queso cremoso y la leche líquida no son casos aislados
del aumento de precio en el universo de los productos lácteos.
La suba constante es visible y palpable en otros productos como
leche en polvo, yogures y manteca.
Y todo indica que en los próximos días los precios
seguirán subiendo y habrá escasez de los distintos
derivados de la leche. Las causas que explican esta realidad subyacen
en causas de vieja data como en condiciones del contexto.
Por motivos de estacionalidad, en invierno las vacas producen menos
leche que en verano. También es cierto que hoy el mercado
externo con precios atados al dólar y al euro es más
rentable para los productores lácteos.
Sábado
19 de Mayo de 2007
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