Advierten
que podrían faltar lácteos tras el aumento de la leche
La
concatenación de aumentos anunciados amenazan la estabilidad
de los consumidores, los bolsillos no dan abasto y crecen las posibilidades
de desabastecimiento.
Tras
la autorización que otorgó el Gobierno para que se
apliquen incrementos del orden del 2 por ciento en los precios de
la leche común y de hasta el 4 por ciento en los de subproductos
lácteos, industriales y productores advirtieron sobre la
posibilidad de que además haya desabastecimiento de esos
productos.
En
la canasta de alimentos cuyo aumento se autorizó, integrada
en principio por dieciséis artículos, también
están incluidos la manteca y el dulce de leche, aunque hasta
hoy no se habían difundido las especificaciones técnicas
de cada producto, así como a qué marcas corresponden.
La
información se difundió desde la Secretaría
de Comercio Interior, ayer a última hora, y casi en forma
simultánea a la difusión del índice inflacionario
de enero de este año, si bien por la mañana desde
la empresa SanCor anticiparon que esa cartera ya había autorizado
a la firma a aplicar ese incremento a partir de fin de mes.
Respecto
de los productos lácteos que insumen mayor elaboración
y costo productivo, como algunas variedades de quesos y leches especiales
vitaminizadas, el incremento que se aplicará será
del 4 por ciento, tal como adelantó ayer el presidente de
SanCor, Oscar Carreras.
Fuentes
empresariales del sector consultadas acerca de la medida adoptada
por el Gobierno recordaron que se alinea con las que había
anticipado el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hacia fines
del año pasado.
En
ese sentido, dijeron que el funcionario ya les había anticipado
a los industriales que iba a permitirles una suba anual del 8 por
ciento, aplicable en varias etapas durante este año.
En
relación con la provisión de materia prima (leche
cruda) a las usinas, SanCor adelantó que no habría
problemas de abastecimiento, mientras que su par, La Serenísima,
dejó trascender que "podría haber faltantes"
en algunos períodos del año.
Desde
el tambo, en tanto, las perspectivas de alcanzar un mayor volumen
de leche durante este año "por ahora están desactivadas",
debido al fuerte incremento que registran los insumos básicos
destinados a la producción láctea.
Por
su parte, industriales del sector comentaron que la prolongada sequía
que soportó el agro nacional en 2007 "también
tendrá su caja de resonancia en la menor producción
de pasturas", destinadas al alimento de vacas en ordeñe.
Esa
situación se presentó precisamente en las regiones
donde se localizan las principales cuencas lecheras del país,
con epicentro en Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, desde
donde se remite a usinas alrededor del 80/85 por ciento de la leche
que se pasteuriza y procesa en Argentina, con destino al consumo
interno y la exportación.
La
autorización de los aumentos en estos alimentos se había
acordado el 28 de diciembre del año pasado, cuando los integrantes
de la cadena comercial del sector llegaron a un acuerdo con el Gobierno,
para fijar un incremento en el precio en la leche que los productores
entregan a la industria láctea.
En
esa oportunidad se acordó también que, además
de la leche, la secretaría de Comercio Interior tendría
a su cargo el monitoreo de dieciséis subproductos para definir
aumentos a lo largo de este año.
www.losandes.com.ar,
Viernes 8 de febrero 2008
Scioli
en problemas: Daniel Arroyo y las contradicciones de Flacso
Daniel
Filmus, por un lado, y Daniel Arroyo, por el otro: habrá
que comenzar a dudar acerca de la idoneidad de Flacso como generadora
de conocimiento aplicado o aplicable. Pero también provoca
dudas la capacidad de gerenciamiento de Daniel Scioli en un territorio
tan complejo como el bonaerense y donde la realidad va más
allá de los titulares de los medios de comunicación
que tanto atraen al gobernador
CIUDAD
DE BUENOS AIRES (Urgente24). Daniel Arroyo es el ministro de Desarrollo
Social de la Provincia de Buenos Aires, y días atrás
él le dijo a un grupo de mujeres 'manzaneras': “Necesitamos
mucho de ustedes, para que nos ayuden a fortalecer la política
alimentaria y sobre todo para ayudar a las mamás a que prioricen
la compra de leche para sus hijos”.
Arroyo
intentaba disminuir los resquemores de las 'manzaneras' hacia el
nuevo esquema que el funcionario imagina de distribución
alimentaria bonaerense, reemplazando a las 'manzaneras' por la tarjeta
de débito VISA Banco Provincia.
Sin
embargo, mientras Arroyo hablaba de sus proyectos, el precio de
la leche aumentó nuevamente, esta vez entre $ 0,40 y $ 0,60
el litro, de acuerdo con un relevamiento efectuado por la Federación
de ONG. Y habrá un incremento de 2% adicional en los productos
de la empresa SanCor, luego de un acuerdo con el secretario de Comercio
Interior, Guillermo Moreno.
Los
yogures aumentaron antes, hasta 3%.
A
su vez, Moreno mantuvo un encuentro con tamberos y directivos de
Mastellones Hnos. (La Serenísima), en la que le dijeron al
funcionario que puede haber problemas de abastecimiento en el mercado
interno en los próximos meses por tres razones: por el mayor
consumo, por estar abasteciendo volúmenes que antes ofrecían
otras firmas y por el impacto de la menor oferta de leche por la
sequía.
En
la empresa están preocupados porque en Buenos Aires, provincia
a partir de la cual se abastece en mayor parte de materia prima,
la producción cayó en enero pasado más de un
10%. "La Serenísima dijo que la demanda había
crecido un 18% y, la oferta, apenas 2% ó 3%", comentó
una fuente del sector.
Por
lo tanto, el plan de Arroyo tiene una falla básica: no puede
garantizar que los beneficiarios de su plan consigan en la góndola
los lácteos que, en teoría, tendrían que consumir
más. Solamente el Estado, a través de una agresiva
política de compras y distribución propia podría
abastecer de lácteos en los próximos meses a la población
beneficiaria del asistencialismo bonaerense.
El
Estado en manos de Scioli y Arroyo se encuentra por abandonar a
su suerte a los más desprotegidos en nombre de la "autonomia
de decisión" para la compra de mercaderías de
los beneficiarios del asistencialismo. Los enviará a las
góndolas donde las informaciones que provienen de la actividad
productiva anticipan que es posible que no se encuentre lo que el
Estado pretende que los beneficiarios encuentren. Insólito.
Arroyo
dice de todos modos hay que avanzar con la denominada 'tarjeta social'
porque es un compromiso de Daniel Scioli. Por diferentes motivos,
ambos avanzan hacia un enorme problema de abastecimiento alimentario
en los hogares carenciados por su fascinación por concretar
anuncios rimbombantes.
En
Daniel Scioli es comprensible porque vive fascinado por el marketing,
el impacto periodístico y el titular, antes que por la gestión.
Arroyo, en cambio, es atraido por los modelos teóricos al
igual que sus amigos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales, Daniel Azpiazu, Eduardo Basualdo, Luis Beccaria, y otros
especialistas en el conocimiento abstracto. Interesantes académicos,
desconocedores de los problemas prácticos de la función
pública (pese a que Beccaria estuvo al frente del Instituto
Nacional para Estadísticas y Censos en 2 ocasiones).
Pero
Arroyo llegó a trascender la coordinación académica
y la elucubación sobre la planificación del desarrollo
local en el marco de la emergencia, a atender los planes sociales
en el área de Alicia Kirchner, y entonces trabó relación
con Scioli.
En
verdad, el gobernador fue prisionero de sus propias obsesiones:
compró los titulares que le expuso Arroyo, quien le dijo
que sus 5 medidas iniciales serían:
>
Reforma a la política alimentaria. "La provincia debe
dejar de entregar alimentos y fortalecer las comidas en la casa.
Para esto, implementaremos una tarjeta para que las familias puedan
comprar alimentos".
>
Trabajar con los jóvenes de 18 a 25 años que no ingresan
al mercado laboral: un programa para medio millón de jóvenes.
>
Reducción de la informalidad del empleo, con un microcrédito
para los que no pueden acceder al crédito bancario.
>
Impulso a la Ley de la Niñez con la idea de salir del patronato
y que el niño vuelva al hogar.
>
Fortalecer la participación comunitaria: convocar a un consejo,
donde estén representadas la mayoría de las instituciones.
Scioli
nunca se preguntó si todo eso era posible. Nunca evaluó
con espíritu críticos los problemas que podría
encontrar la implementación de tanta buena voluntad. Scioli
dijo "Qué bueno. Adelante", porque Scioli, un enamorado
de las piedras fundacionales, imaginó la tapa del diario.
Pero
el esquema ofrecido por Arroyo tenía contradicciones profundas,
que obviamente Scioli no percibió.
Por
ejemplo: Arroyo propuso aumentar en 70% el presupuesto de los comedores
escolares a los que asisten 2 millones de niños y adolescentes,
para mejorar la calidad nutricional y la posibilidad de un mejor
menú y una mejor calidad alimentaria a los chicos. El monto
que se destina por alumno para la cobertura del servicio alimentario
pasará de $ 1 a $ 1,70.
Arroyo
dijo que se creará un Observatorio Nutricional para controlar
el servicio que brindan los comedores y que vía los consejos
escolares capacitará a cocineros y auxiliares para elaborar
menúes que respondan a la necesidad de cada zona para que
los chicos en situación de riesgo tengan mayores defensas
ante las enfermedades.
Sin
embargo, a la vez Arroyo dice que enviará a las tarjetas
de débito a las madres adolescentes, que son el 15% del total
de beneficiarias y serán titulares de la tarjeta. ¿Qué
diferencia hay entre la tarea alimentaria a realizar entre los niños
y adolescentes bonaerenses y la que es imprescindible realizar entre
esas madres adolescentes, sin formación alguna (su propio
embarazo juvenil y a veces hasta infantil es consecuencia de la
escasez de conocimiento) a quienes se enviará en soledad
a la góndola del supemercado?
¿Y
todo para qué? Según Arroyo porque las tarjetas de
débito del Banco Provincia, que se recargan automáticamente
mes a mes, devolverá el 15% del IVA en vez del 5%: "Esto
se trata de justicia distributiva: los más pobres pagan menos
IVA".
Es
desolador escuchar conceptos tan pobres en Arroyo, un académico
universitario y posuniversitario que ha teorizado sobre las metodologías
de intervención estatal y la reconstrucción de la
identidad del Estado. Pero mucho más grave que es él
sea funcionario. Y lo peor es que el gobernador bonaerense no perciba
los graves problemas de fondo al dejar de asistir desde el Estado
a los desprotegidos.
Según
Arroyo, hoy la Argentina tiene 44% de pobres. Es pobre la familia
que gana menos de $735 por mes. Tiene 17% de indigentes; es indigente
aquel que gana menos de $335 por mes. Tiene 12% de pobreza por Necesidades
Básicas Insatisfechas (NBI), gente que no cubre las necesidades
mínimas: no tiene piso de material, no tiene las condiciones
sanitarias o está hacinada en su vivienda. Y sin embargo
dejará librado a su libre albedrío a la gente que
recibe $ 100 por mes de asistencialismo y carece de la educación
imprescindible aún sobre la adecuada alimentación.
Entre
Daniel Filmus, por un lado, y Daniel Arroyo, por el otro, habrá
que comenzar a dudar acerca de la idoneidad de Flacso como generadora
de conocimiento aplicado o aplicable.
www.urgente24.com
- 08/02/2008
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