ABSYLION
No
desees nunca:
Cuando
el torrente de la palabra
Inunde
tu cabeza, silénciala
Hasta
oír el susurro
Abrumador
del mundo.
.
El
deseo del mar, aquel que tantas
Veces
caminaste con la imaginación,
Deteniéndote
en sus verjas, en sus acantilados,
En
sus olas rizadas creadas en los versos,
No
es más que la impotencia
Nacida
de no poder ser pez,
De
no poder besar con tus labios la raíz misma
De
las conchas marinas.
.
El
mar y el deseo de mar
Son
sentimientos diferentes,
Con
personajes diferentes,
Habitados
cada uno por una parte diferente
Del
cuerpo, por una estación diferente;
Buscar
uno no significa encontrar el otro,
Sino
sólo jugar a una ficción de buscar:
todo
pensamiento es otro tipo de mar, otro mundo,
Una
hoja seca que nunca ya podrá verdear.