NINDRA VERGUEN

Este pusilánime miedo
que me acongoja
que me saca gota a gota
toda la sangre cobarde,
ahuyentando a la luna
en trance de congelamiento
pues se me clavan sus rayos
 golpeando mi nuca.
Aun así sin frío tiemblo
y me refugio en tu noche
un beso, una luz,
sonido de tu corazón palpitando,
mis lágrimas en tu pecho
que amor te están jurando.
Pero me siento culpable
y no lo digo en vano
pues es vago el recuerdo