VIENTO
Una
Lágrima
Sentado
observas tus manos arrugadas por el tiempo.
Una
lagrima cae sobre ellas, asomando desde el fondo de tu alma.
Una
lagrima que recorre los surcos que en ellas encuentra.
Acariciándolos,
y amándolos con fuerza.
Tú
la observas como fluye por tu piel.
Notas
su humedad, a pesar de la dureza.
Y
ahuecas tus manos, para que no desaparezca.
Dime
lagrima mía, tu que asomas desde mi interior.
Que
hay dentro de mí que me causa tanto dolor.
Dentro
de ti, le responde ella hay muchos recuerdos.
Dentro
de ti, hay mucho dolor.
Dentro
de ti, hay un gran vacío.
Es
así como me siento lagrima mía.
Vacío,
un intenso vacío por dentro.
Lo
sé, pero es porque tu quieres.
Pues
como te dije, muchos recuerdos guardas.
En
tu corazón atrapados, esperando que los abras.
Son
recuerdos dolorosos,
Recuerdos
que son mejores que no salgan.
No
estoy de acuerdo con ello querido.
Pues
los hay realmente hermosos.
Yo
lo sé muy bien, porque los he visto.
Los
he visto y los he vivido.
Dime
lagrima mía, como es eso posible.
Como
puedes haberlos vivido,
Si
tan solo eres una gota de mi existencia.
Tan
solo eres algo que dentro de mí ha crecido.
Y
que es lo que me ha hecho crecer amigo.
Si
no, el recuerdo de ese ser querido.
Ese
ser ya desaparecido.
Que
a pesar de haberse ido, sigue latiendo en tu corazón.
Y
aun te mantiene vivo.
Pero
mi tiempo termina, pues es corta mi existencia.
No
te vayas lagrima mía,
Pues
me sirves de consuelo.
Y
que otra función puedo tener querido.
O
acaso el llorar, no es una forma de consuelo,
Aunque
sea una expresión de duelo.
Pero
reposa tranquilo, porque aunque yo
Me
evaporo y muero.
Muchas
mas han de seguirme, para darte ese consuelo.