Carmen Diez Torio
Dejemos
hoy que vuele alto
la paloma de la paz,
no quebrantemos con
sangre
su vuelo échala a
volar.
Tiene miedo de esos
locos
que en nombre de la
verdad
tiran bombas asesinas,
matan sueños sin
piedad.
Pobrecitos de los niños
corazones de cristal,
quizás la guerra
maldita
rompa almas sin
estrenar.
Pobres primaveras rotas
que amando sueñan amar.
¿Que derechos tienen
ellos
a no dejarnos soñar?
Pobres inviernos
cansados
de tanto camino andar,
ellos quieren su
cansancio,
al fin, poder
descansar.
Pobres palabras del
viento
que no quieren
escuchar,
es la voz triste del
pueblo
que quiere vivir en
paz.