MARTITA
Amanece un
nuevo día,
de sol
resplandeciente en tu vida,
pájaros
cantautores de rimas
y música
sublime de armonías.
Las
estrellas que miran desde arriba,
protegen
cada rincón de tu pequeña esquina,
donde
duermes cada noche,
donde te
arropo para ver tu carita.
Angelitos
que velan tus sentidos,
pues como
no velar un ser tan divino,
criatura
que me desvivo...
por ser
tan dulce, como azúcar fino.
Que Dios
te proteja del frío,
que pan te
sobre en el camino,
pues hijo
mío, velare siempre a tu lado,
porque no
hay mas que tu amor en mi destino.
