|  | PRIMER NIVEL Gerencia de nuevo cuño 
      Transformar objetivos en resultados es la misión normal de 
      la actividad gerencial, pero hoy, en las condiciones de la Argentina, se 
      necesita otra calidad profesional. Héctor Larocca, profesor de la UBA, 
      define los parámetros de un nuevo tipo de gerencia, la gerencia social, 
      cuyo objetivo básico es la obtención de resultados administrando el 
      capital social, articulando, al tiempo, un nuevo compromiso ético con la 
      sociedad.
 Héctor Larocca. 
  
 La gerencia 
      representa un término instituido genéricamente en el lenguaje de las 
      ciencias administrativas.
 La posición gerencial siempre ha sido 
      clave para la transformación de objetivos en resultados. 
      Generalmente un proceso complejo que vincula los propósitos e intenciones, 
      con las acciones necesarias para lograrlos, en el marco de un uso 
      eficiente de los recursos.
 
 América latina, y la Argentina en 
      particular, enfrentan la crisis más aguda conocida de los últimos tiempos; 
      nunca antes las dimensiones y facetas críticas abordaron tantos aspectos, 
      tampoco presentaron al mismo tiempo una complejidad sistémica como 
      presenta la actual crisis, en el sentido de un proceso de deterioro que 
      alcanza a la persona holísticamente.
 
 
 
 La 
      suma de las crisis
 
 En efecto, además de las clásicas 
      categorías de crisis política, económica y social, particularmente esta 
      última se manifiesta de una forma muy compleja, integral, en muchos casos 
      con procesos de deterioro irreversibles (desnutrición, carencia de 
      atención en jóvenes embarazadas, trabajo infantil cada vez a menor edad, 
      calidad de la ingesta provista por los desechos de las bolsas de basura, 
      mínimos tiempos dedicados a la escolaridad, insuficiencias en higiene y 
      atención preventiva de la salud, etc.).
 
 La actual convergencia 
      entre complejidad e incertidumbre, ambas agudas, requiere nuevos 
      perfiles y necesidades para los procesos de gerenciamiento, en términos de 
      hacer eficientes los recursos, actuar ágil y rápidamente (muchas 
      situaciones no pueden demorar la intervención) y un sentido de la 
      responsabilidad absolutamente identificado y comprometido con el "objeto 
      gerenciable".
 
 De allí surgen especificidades que requieren una 
      particular combinación entre aptitudes (saberes, formación, etc.) y 
      actitudes (comportamientos), que articulados y fusionados puedan 
      alcanzar niveles de excelencia en el ejercicio gerencial.
 
 Perfiles 
      con nivel de excelencia, es decir alta calificación, son hoy requeridos 
      para tareas complejas, sin con ello dejar de lado, todo lo contrario, el 
      enorme aporte del trabajo voluntario (hoy está vinculado a esta modalidad, 
      en formas muy diversas, casi el 30% de la población).
 
 Gerencia en 
      tiempo de crisis sería relacionar la gerencia con un momento muy especial, 
      "el tiempo de crisis", sin embargo se trata de algo más complejo y 
      profundo, se trata de una nueva calificación 
      profesional
 
 Nada asegura que un buen gerente de empresa 
      privada, por sólo ese atributo, será exitoso para alcanzar los 
      objetivos de un programa social; de la misma forma, los gerentes 
      públicos —funcionarios— no han demostrado precisamente una calificación 
      que los habilita para ser los responsables de este tipo de 
      gerenciamiento.
 
 Por ello la necesidad impostergable de generar y 
      formar hacia una gerencia en particular: La gerencia social, en 
      términos de un instrumento tecnológico robusto para acelerar el proceso y 
      desarrollo del capital social, que permita reconvertir, en el menor tiempo 
      posible las agudas carencias del presente.
 
 La profundización de las 
      asimetrías en todos los ordenes ha llegado a degradar la dignidad humana, 
      el concepto de persona, el respeto por los demás, etc.
 
 Un lenguaje 
      impropio comienza a instalarse en la sociedad argentina que ha ido 
      cambiando el devenir cotidiano: desigualdad, corrupción, desempleo, 
      desocupación, precarización del trabajo, pérdida de valores (ética) escasa 
      formación de familias, disensos agudos en las formadas y disoluciones 
      anticipadas de esta microorganización básica en la formación del tejido 
      social.
 
 En general un deterioro avanzado de los índices de 
      desarrollo humano más elementales, han colocado a la Argentina en un 
      límite que requiere de urgentes acciones de sus actores sociales 
      principales.
 
 La gerencia social, en términos instrumentales, aborda 
      un conjunto de saberes cuyo perfil permite hacer frente con calidad y 
      excelencia a la crisis multidimensional instalada, permitiendo un 
      recupero de la esperanza y la ciudadanía plena.
 
 Sin embargo no nos 
      estamos refiriendo a una panacea mágica, sino a un verdadero esfuerzo 
      constante que nos permita el desarrollo de esta modalidad gerencial en 
      forma orgánica y sistemática, extendiéndola bajo una ingeniería social 
      atomizada, allí, en el lugar específico donde las facetas de la dimensión 
      social están carenciadas.
 
 Argentina goza de un sistema educativo 
      atomizado que abarca casi los primeros 25 años de la persona entre las 
      instancias preescolares y universitarias y además existen una enorme 
      cantidad de espacios educativos de diversos formatos, capital social que 
      debe ser aprovechado eficientemente para el desarrollo de esta nueva 
      identificación gerencial.
 
 
 
 Qué es la 
      gerencia social
 
 Precisaremos algunas características 
      específicas de la gerencia social que hacen a su complejidad y a la 
      necesidad de focalización de esfuerzos y saberes en ella , para una 
      formación sólida:
 
 Gerencia Social es una gerencia de desafíos, una 
      gerencia de complejidad propia, de frontera, una gerencia compartida, 
      solidaria, transparente, ajena a intereses sectoriales o 
      corporativos.
 
 Una gerencia sensible e inteligente para priorizar la 
      agenda social inmediata, con profesionalidad y foco en cada una de las 
      necesidades que la demanda y deuda social contemporánea exigen.
 
 En 
      el nivel actual de la situación socioeconómica y humana, no hay más tiempo 
      que perder, o más bien se nos está acabando el tiempo.
 
 La gerencia 
      social es una gerencia que desarrolla habilidades para la concertación, 
      los consensos y los acuerdos, pues la variabilidad de involucrados es muy 
      amplia (actores políticos en las instancias nacionales, provinciales y 
      municipales, con lo que la compleja burocracia federal implica, la 
      participación de los beneficiarios, etc.).
 
 Es una gerencia 
      participativa, y ello requiere de habilidades propias para administrar la 
      participación de fondo y no meramente formal, no se trata de la 
      participación del "buzón de sugerencias", sino de la participación 
      efectiva del necesitado, pasar del discurso magistral y demagógico de lo 
      que se debe hacer, a hacerlo con el otro, pasar de la oratoria a la 
      "escuchatoria".
 
 Esta Gerencia debe generar confianza, credibilidad, 
      estar integrada a producir resultados para el bien común.
 
 Los 
      modelos de gerencia social, deben lidiar con intereses espurios e instalar 
      una "cinta de plata", una "vía reggia" para estar en condiciones óptimas 
      para transformar la exclusión en inclusión, la corrupción en ética total e 
      incuestionable, la desvalorización en dignidad, las barreras en accesos, 
      los límites cada vez más estrechos del encierro humano a la libertad 
      plena, del foco economicista al foco humano.
 
 También que el delito, 
      la muerte y criminalidad, se transformen en una cultura del trabajo, la 
      producción y distribución de riqueza, incrementar en forma sostenida la 
      calidad de vida cotidiana para recomponer el tejido social y la cohesión 
      para construir un proyecto que involucre a todos.
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