MEARAS
Todos los caballos de Arda fueron creados a imagen de
Nahar, el corcel blanco de Oromë. Sus verdaderos descendientes eran los mearas,
“príncipes de los caballos”, de Rohan. Mágicos y maravillosos, eran los caballos
más grandes de Rohan, de color blanco o plateado, veloces como el viento, de
larga vida, incansables y llenos de sabiduría. Proceden de Felarof, el Padre de
los caballos, que fue domado por Eorl, por lo que sólo permiten ser montados por
el Rey de la Marca y sus hijos, a excepción de Sombragris, que durante la Guerra
del Anillo fue montado por Gandalf el Blanco.