Fábula: El cerdo y los carneros |
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Se metió un cerdo dentro de un rebaño de carneros, y pacía con ellos. Pero un día lo capturó el pastor y el cerdo se puso a gruñir y a forcejear. Los carneros lo regañaban por gritón, diciéndole: -A nosotros también nos echa mano constantemente y nunca nos quejamos. -Ah sí -replicó el cerdo-, pero no es con el mismo fin. A ustedes les echan mano por la lana, pero a mí es por mi carne.
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Moraleja: No preocupa perder lo reemplazable, pero sí lo irremplazable. | |||