Fábula: El milano que quiso relinchar |
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Tuvo antiguamente el milano otra voz, una voz penetrante. Pero oyó un día a un caballo relinchar admirablemente, y lo quiso imitar. Pero a pesar de todos sus intentos, no logró adoptar exactamente la voz del caballo y perdió además su propia voz. Así, quedó sin la voz del caballo y sin su voz antigua.
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Moraleja: No imites lo ajeno si no tienes capacidad para ello. | |||