LOS CABALLEROS DE LA MESA REDONDA
SIR BEDIVERE
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Sir Bedivere fue un firme partidario del Rey Arturo desde el comienzo de su reinado y uno de los primeros caballeros en unirse al compañerismo de la Tabla Redonda.
Ayudó a Arturo a luchar contra el gigante de Mount St.Michel, y más tarde fue nombrado duque de Neustria.
Baedivere era manco, pues perdió una de sus manos en una batalla. Tuvo un hijo llamado Amren y una hija llamada Eneuavc.
Bedivere estuvo presente en la Last Battle, la fatal batalla de Camlan. Sólo él y Arturo sobrevivieron en esa batalla, y cumplió el encargo de Arturo de arrojar Excalibur al lago. Después de mentirle a Arturo dos veces, lanzó la preciosa espada dentro del lago y la mano de La Dama del Lago, la recuperó llevándola hacia sus acuíferos dominios.
El nombre de Bedivere procede del galés Bedwyr. Su abuelo se llamó también Bedivere y fundó la ciudad de Bayeux. Bedivere murió en las campañas romanas.
SIR BOOR o BORS DE GANIS
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Sir Bors o Boor fue el único caballero superviviente de la búsqueda del Santo Grial y volvió a la corte. Su nombre paterno fue Bors y sucedió a su padre como rey de Gannes. Bors fue un casto caballero, pero la hija del rey Brandegoris se enamoró de él y con la ayuda de un anillo mágico le forzó a enamorars de ella.
De resultas de esta unión, Bors fue padre de Elyan the White, más tarde emperador de Constantinopla. Bors emprendió la búsqueda del Santo Grial junto con Galahad y Percevale. Fue el único de los tres en regresar a Bretaña y después de la búsqueda, volvió a la corte de Arturo.
Bors era el primo de Sir Launcelot y le apoyó firmemente durante el conflicto que mantuvo con Arturo. Volvió de nuevo a Tierra Santa donde murió en las Cruzadas.
Se ha sugerido que Bors pudiera haber tomado parte en la leyendas galesas como Gwri.
SIR GAHERIS
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Sir Gaheris fue el hijo del rey Lot de Orkney y Morgawse (Morgana), hermana del Rey Arturo. Antes de ser nombrado caballero, fue el escudero de su hermano mayor Gawaine. Se casó con Lynette el mismo día que su hermano Gareth se casó con la hermana de ella Lionesse, en el castillo de Perilous.
Los dos hermanos fueron muertos en el conflicto que siguió al rescate de la Reina Guinevere del fuego, aunque ésto fue un accidente que Sir Launcelot nunca reconoció en público. Sir Gawaine, durante un largo tiempo, cogió un odio enconado a Sir Launcelot.
Gaheris, como sus otros hermanos, visitó por primera vez la corte de Arturo, cuando Morgawse llegó después de la Batalla de Bedegraine. Cuando Gawaine volvió para ser nombrado caballero en el enlace de Arturo con Guinevere , Gaheris asistió como su paje. Durante un tiempo, actuó como la conciencia de Gawaine, enfriando su temperamento cuando Gawaine quiso desafiar a Pellinore, alabándole por sus habilidades en su combate con Allardin de las Islas y recordándole después de su fracaso en la muerte de Ablamar of the Mars. A pesar de todo ello, siempre fue un firme compañero en las aventuras de Gawaine.
Hubo dos Gaheris caballeros de la Tabla Redonda. Éste fue el hermano de Gawaine, Gareth y Agravain.
SIR GALAHAD
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Era hijo de sir Launcelot y de la princesa Elaine (hija del rey Pelles guardián del Grial). Al ser nieto de Pelles, era descendiente de José de Arimatea, por lo que su vida estará relacionada con la magia del Santo Grial. Era llamado el caballero de la Cruz Bermeja.
Habían pasado 15 años desde su nacimiento y un día llegó a Camelot una mujer
que venía en busca de Sir Launcelot. La mujer llevó a Sir Launcelot a una abadía,
en la que Galahad había sido criado. El joven había decidido seguir los pasos
de su padre y convertirse en caballero y así se lo hizo saber a su padre. Sir
Launcelot otorgó allí mismo a su hijo la Orden de Caballería y volvió a
Camelot.
Cuando todos los caballeros iban a ocupar sus lugares en la Tabla Redonda, un
rumor empezó a levantarse. En el Asiento Peligroso había aparecido una
inscripción que decía: "Cumplidos 450 años de la muerte de Nuestro Señor,
este Asiento ha de ser ocupado". De momento decidieron cubrir el asiento y
continuar la reunión.
Cuando a la noche se encontraban en un banquete, apareció un joven corriendo, y afirmando que un milagro estaba teniendo lugar en el río. Todos corrieron hacia el lugar y vieron que una gran piedra flotaba sobre las aguas. Clavada en ella había una espada delgada, decorada con piedras preciosas en la cual podía leerse: "Sólo existe un hombre capaz de arrancarme de aquí, aquel a cuyo costado me ha de ceñir. Y éste será el mejor caballero del mundo".
Todos los caballeros empezaron a intentar sacar la espada de la piedra, pero ninguno pudo lograrlo, tras lo cual decidieron volver al castillo. Apenas llegados, apareció un anciano que acompañaba a un joven vestido con roja armadura, que no llevaba escudo ni espada pero sí una vaina vacía. El anciano presentó al joven como un descendiente de reyes y pariente de José de Arimatea. Este joven, dijo, está llamado a hacer que tu Orden de Caballería logre los fines a los que está llamada.
El joven fue despojado de la armadura y cubierto con una capa de armiño, tras lo cual se le acompañó hasta el Asiento Peligroso. El anciano le dijo que se sentara en él, y todos contuvieron la respiración, pues sabían que si el asiento no le estaba destinado el joven moriría en el acto. El joven se sentó y el nombre de Galahad apareció en el respaldo. El Asiento Peligroso ya tenía dueño.
Terminada la cena, Arturo comentó a Galahad el milagro de la espada, y el hecho de que todos sus caballeros habían intentado cogerla sin éxito. Eso no tiene nada de extraordinario, comentó el joven, esa espada es mía. Se dirigieron de nuevo al río donde sir Galahad la tomó con facilidad. La espada fue reconocida y se vió que era la que Merlin había dejado un día en una isla, a la cual sólo se podía acceder a través de un puente de seis pulgadas de anchura. Esa espada había pertenecido a Sir Balin y con ella mató por error a su hermano gemelo Sir Balan.
Al día siguiente se celebró un torneo en el que Galahad participó. Derribó a todos sus oponentes sin recibir el menor arañazo. Sólo sir Launcelot y sir Percivale lograron mantenerse en su caballo. Por la noche, todos se reunieron en la catedral. Se oyó un trueno, y un rayo de luz penetró en la estancia. Deslizándose por el rayo, fue bajando el Grial. El Grial estaba cubierto con una tela de oro, de modo que no se le podía ver claramente. Todos dieron gracias al cielo por haber enviado a la Orden ese regalo el día de Pentecostés.
Reunidos para cenar, sir Gawaine, el sobrino del rey, dijo que se les había negado la visión completa del Grial, por lo que hacía voto de que mañana mismo saldría en busca del Santo Grial. Sólo regresaría a Camelot una vez lo hubiera visto sin velos ni tapujos.Se oyeron aplausos, hasta que uno a uno todos los caballeros repitieron el voto.
Arturo enseguida vió los peligros de tal voto. Vió que la Orden se desintegraría, que muchos morirían en el intento, que la tarea de pacificar, reprimir la maldad, el abuso y la violencia, que hasta entonces habían llevado a cabo sus caballeros, se vería dejada de lado, y que su reino se desintegraría sin sus caballeros. Todo sucedió así y la Orden empezó a morir con este voto.
Galahad tenía un carácter inmaculado y tan rico en virtudes que en él no cabíнa el pecado por eso fue merecedor de encontrar el Grial. Llegó a Carbonek en compañía de Percivale y Bohor. Los recibió el rey Pelles (el Rey Pescador), que aún tenía sin cerrar la herida que le causóу Balin tiempo atrás. Aquella noche apareció el Grial. Un anciano, tras celebrar la eucaristía y dar la comunión a todos los presentes, se dirigió a Galahad. Le dijo que debía coger las reliquias, tocar con la lanza al rey Pelles, y tras ello partir con ellas a la ciudad de Sarras, llevándoselas definitivamente de Inglaterra.
Dicho ésto, el anciano desapareció. Al tocar a Pelles con la lanza la herida cicatrizó. Sir Galahad, acompañсado de sus dos amigos, partió hacia Sarras. Era éste un lugar que muy pocos conocían, pero lo encontraron y allí depositaron las reliquias. El rey del lugar no se fiaba de ellos y los encerró en una mazmorra. No pasaron necesidades pues el Grial se les aparecнa a menudo y llenaba sus platos con aquello que cada uno prefería.
Al cabo del tiempo, el castellano cayó enfermo y sintiéndose morir, mandó liberar a los caballeros. Murió por fin, y cuando la asamblea de la ciudad discutía quien sería el nuevo rey, una voz celeste les ordenó elegir al más joven de los caballeros. Galahad se convirtió en rey de Sarras.
Al año de su reinado, cuando los ciudadanos fueron a adorar el Grial, se
encontraron con una anciano vestido como un obispo. Este hizo adelantarse a
Galahad y le dijo que iba a mostrarle lo que tanto deseaba ver. Galahad cayó al
suelo de pronto y su alma se elevó llevando con ella el Grial, que desde
entonces dejó la tierra, y ningún mortal a vuelto a verlo. Los dos caballeros
que le acompañaban le enterraron. Después, sir Percivale se hizo ermitaño y
murió al poco tiempo. Sir Bors volvió a Inglaterra y contó lo sucedido,
anunciando que la búsqueda del Grial había terminado para todos los caballeros
de Arturo.
SIR GARETH
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Era hijo de Lot, rey de Orkney, y de Morgawse (Morgana) la hermana del rey Arturo. Era hermano de padre y madre de Gawaine, Agravaine y Gaheris y hermano sólo de madre de Mordred.
Su padre murió en una batalla a manos de sir Pelinore, y desde entonces la reina gobernaba sus tierras ayudada por sus hijos. La reina Morgana sentía especial afecto por este hijo y lo tenía apartado de las armas y encerrado en sus estados, haciéndole llevar una vida tranquila. Pretendía con ello que no se mezclara en asuntos de caballería.
Sin embargo, el sueño del joven era ir a la corte de su tío Arturo, y abrirse camino en ella como lo hizo sir Launcelot, es decir, sin que nadie supiera su condición de príncipe, y así poder ascender tan sólo por sus méritos.
Llegó a la corte de Arturo cuando contaba 16 aсñs, vestido pobremente y con dos acompañantes. Nadie allí le conoció, pues aunque sus hermanos y su tío estaban también en la corte, habían pasado muchos años desde su último encuentro. Al llegar la hora de las peticiones de los recién llegados, Gareth pidió que se le alimentara durante un año, lo que les sorprendió a todos, ya que tal pretensión era propia de villanos y no de nobles. La petición fue aceptada, y le pusieron el sobrenombre de Beaumains (Bellas manos), pasando a ser pinche de cocina, y objeto de desprecio por parte de todos los caballeros, que no veían en él rasgo alguno de nobleza.
El año que estuvo de pinche, lo dedicó a observar los entrenamientos y los torneos de los caballeros, a hacerse amigo de muchos de ellos, y a participar en los juegos y pruebas propios de la servidumbre. Pasado el año, se presentó un día en el castillo una doncella, Lady Lynet, diciendo que su hermana Lady Liones había quedado en su castillo, y que éste estaba asediado por El Caballero Rojo, que pretendía hacerla casarse con él por la fuerza. Rogaba que algún caballero de Arturo la acompañara para presentar batalla a tal caballero.
Sir Gareth se abrió paso, y después de dar las gracias por el año que había sido alimentado, solicitó del rey el poder ir con aquella doncella para defender la causa de su hermana. Afirmó que en aquel año había aprendido mucho, y que quería ser armado caballero de manos de sir Launcelot. Ante el asombro de todos el rey aceptó, ante lo cual la doncella se ofendió, y se marchó del castillo gritando que el rey sólo le había concedido la ayuda de un pinche, cuyo sitio era la cocina. Mientras, Gareth había cambiado sus habituales ropas, por otras que le había entregado su madre tiempo atrás. Con ellas, la armadura y el caballo, a todos les pareció lo que realmente era: un príncipe.
Fue armado caballero y a continuación salió en persecución de la doncella. Llegados al castillo, se encontraron con el Caballero Rojo. Gareth se enfrentó a él, le venció, reveló su identidad y se prometió de inmediato con Liones, jurando ambos que contraerían matrimonio en cuanto pudieran. Liones le mandó que se marchara para buscar más honores antes de desposarla. Pero se arrepintió al momento, y le hizo volver al castillo.
Esa noche visitó los aposentos de Sir Gareth. Al poco de estar allí se vieron interrumpidos por un caballero armado, acompañado de un gran clamor y de un extraño resplandor de antorchas. El caballero atacó a Gareth y le hirió, a pesar de lo cual Gareth de un golpe de espada le cortó la cabeza. Lynet (la hermana de Liones) entró en la estancia, haciéndose cargo de lo sucedido de inmediato. Para ocultar la deshonra de su hermana, cogió la cabeza del decapitado, le aplicó un ungüento mágico y se la colocó en su sitio. El caballero recobró la vida y salió sin más de la estancia.
La noche siguiente se volvió a repetir la aparición del caballero en la estancia, impidiendo la consumación de la deshonra de Liones. Pero esta vez Gareth cortó la cabeza de su agresor en muchos pedazos. Lynet tuvo la paciencia de pegarlos todos de nuevo con su ungüento mágico y de nuevo le devolvióу la vida .
Gareth cayó enfermo a causa de las heridas que le inflingió el caballero en ambas ocasiones. Las heridas sólo podían ser curadas por Lynet que había sido la impulsora de los encantamientos que las causaron. Lynet le curó y recobró la salud.
Liones celebró un torneo, y dio a Gareth un anillo que le permitía cambiar el color de sus armas a voluntad. Luchó de incógnito con varios caballeros de la Tabla Redonda y luego desapareció sin dejar rastro. Su hermano Gawain se propuso descubrir quien era este caballero y los dos hermanos se encontraron y combatieron hasta que llegó Lynet que los detuvo, reveló la identidad de ambos y les curó las heridas con su magia. Todos regresaron a la corte. Allí Gareth fue reconocido como hijo de Morgana y Lot.
Se casó con Liones con la presencia del rey Arturo en la ceremonia. El
caballero agresor por fin los dejó en paz y no volvió a molestarles. La unión
legítima había conjurado al espíritu vengador.....
SIR GAWAIN
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Hijo del conde Lot of Orkney y de Morgawse (Morgana) Le Fay. Hermano de Gaheris, Agravaine y Gareth. Hermanastro de Mordred. Sobrino de Arturo.Pertenecía al llamado clan de Orkney por ser el hijo mayor de Morgana y también a la Orden de los caballeros de la Tabla Redonda. Se casó con Ragnall.
De carácter orgulloso, será el primero que haga el voto de salir en busca del Santo Grial y sólo regresar a Camelot una vez lo hubiera visto sin velos ni tapujo. Esta acción, a la larga, originaría la destrucción de la Orden de la Tabla Redonda y del reino de Arturo. Enemigo de sir Launcelot, se enfrentó con él en varias ocasiones.
Hay varias historias con él relacionadas, siendo una de las más famosas la del Gigante Verde:
Cuentan que la corte de Arturo se hallaba reunida con motivo de la Navidad y que antes de que pudieran dar comienzo las fiestas, se oyó un trueno en la puerta en la cual apareció una enorme figura blandiendo un gran hacha. Su piel, su pelo, sus ropas e incluso su caballo eran verdes. Riéndose de los congregados, les retó a jugar a un juego que consistía en que él recibiría de uno de los presentes un golpe del hacha que portaba en su mano, con la condición de que luego el que le hubiera golpeado recibiera a si mismo un hachazo que él le propinaría con la misma arma.
Cuando ya Arturo iba a aceptar, se levantó su sobrino sir Gawain y aceptó el desafío. Asestó un golpe y la cabeza del gigante verde se separó del cuerpo. Pero ante el horror general el gigante recogió la cabeza, la levantó en alto y la cabeza dijo que esperaba a sir Gawain dentro de un año en la capilla verde para propinar él el golpe.
Pasó un año y Gawain para cumplir lo acordado empezó a buscar la capilla verde. No la encontraba y su búsqueda le llevó al Desierto de Wirral, donde se enfrentó al frío y a los gnomos. Fatigado, llegó por fin al castillo de sir Bercilak, un personaje de tamaño mayor del normal de un hombre, que le concedió su hospitalidad. Le presentó a su hermosa y joven esposa, y a una vieja criada que parecían ser los únicos habitantes del castillo.
Sir Bercilak afirma conocer el lugar donde se encontraba la capilla verde y le propuso que le acompañara a cazar. Sir Gawain estaba agotado y declinó la invitación. Sir Bercilak le propuso entonces que, llegada la noche, él le daría las piezas cobradas en el día a cambio de cualquier cosa que sir Gawain hubiese obtenido en ese mismo día.
En cuanto Bercilak partió, su esposa entró en la habitación de Gawain, intentando seducirle. Gawain la rechazó cortésmente y aceptó un único beso. Cuando Bercilak regresó, todo lo que Gawain dijo que puede ofrecerle a cambio de las piezas de caza era ese beso. En los días siguientes, Gawain aceptó dos besos y luego tres, y así se lo dijo al marido cuando llegó la noche. Al siguiente día. contó a la dama la misión que le había traído hasta estas tierras, y apenado le habla de las pocas posibilidades que tiene de sobrevivir. Entonces la dama le regaló un tahalí verde, que protegía a quien lo llevaba de todo daño. Gawain lo aceptó, y por la noche no lo declaró como ganancia del día a sir Bercilak.
A la mañana siguiente, emprendió el camino hacia la capilla verde y al llegar encontró al gigante afilando el hacha. Gawain se arrodilló inclinando la cabeza y el gigante hace dos amagos sin darle. Gawain se enfadó y le dijo que golpeara de una vez. El tercer golpe hiere ligeramente a Gawain ante lo cual se levantó de un salto y ordenó al gigante que se pusiera en guardia pues iba a atacarle. El gigante se echó a reir y le dijo que el juego había terminado, que en realidad él es Sir Bercilak, que había sido hechizado en su forma actual por Morgana, que era la vieja criada que habitaba con ellos en el castillo. Su intención con todo ésto, había sido asustar a Ginebra, y probar la valía de los caballeros de Arturo.
El honor de Gawain había quedado a salvo, excepto por el detalle de aceptar el tahalí de la dama y no declararlo. Por esa razón había recibido aquel pequeño corte de hacha.
Gawain, por su pertenencia a la Orden de Arturo, actuó de elemento moderador dentro del clan de Orkney en los odios del clan hacia Ginebra y sir Launcelot. Pero cuando se enteró de que sir Launcelot había matado a sus hermanos Gareth y Gaheris, juró vengarlos. Le persiguió hasta Francia, donde Launcelot estaba desterrado. Se enfrentó con él en dos ocasiones, resultando herido en ambas, sin que sir Launcelot quisiera matarle en ninguna de ellas. Después tuvieron que abandonar Francia porque en Bretaña, Mordred se había proclamado rey, usurpando el trono de Arturo.
Fue gravemente herido luchando al lado de Arturo, contra las tropas de su hermano, el usurpador Mordred. Antes de morir, pidió un papel y redactó una carta rogando a sir Launcelot que volviera a Inglaterra a defender a su rey y a decir una oración sobre su tumba. Poco después moriría quedando vivo del clan de Orkney solamente Mordred.
SIR GERAINT
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El mayor de los hijos del rey Erbin of Dumnonia que fue un caballero de Devon. Después de la muerte de su esposa, el príncipe Geraint pasó un tiempo en la corte de Arturo, buscando acción y aventura. Fue durante este período que encontró al Caballero Gavilán (Sparrow Hawk Knight) y acabó casándose con Lady Enid of Caer-Teirn (Cardiff), una historia contada en los antiguos cuentos de Erec (alias Geraint) y Enid y Geraint mab Erbin. Sir Geraint restituyó a Sir Yniol todas sus posesiones y entonces se casó con su bella hija, Lady Enid. Más tarde, Geraint oyó lamentarse a Lady Enid por su nombramiento como caballero y estuvo atormentado porque creía, erróneamente, que Lady Enid era infeliz por ello. Le acompañó en varias pruebas y se convenció de su constancia. Vivieron felices hasta el fin de sus días.
Heredó el trono de Dumnonia en 497 (o 480) y fue recordado como uno de los grandes Fleet Owners de la Britania post-romana. Su castillo se llamó Caer-Gurrel o Fort of the Ship. Murió luchando junto con Arturo contra los sajones en la batalla de Llongborth (Langport, Somerset) hacia 510 d.C.
SIR KAY
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Hermano de leche de Arturo e hijo de sir Héctor. Cuando Arturo fue rey le nombró Senescal del reino, cargo que tuvo hasta que la Orden de la Tabla Redonda desapareció y con ella el reino de Arturo. Su carácter irascible y a veces cruel, le dieron fama de persona sin compasión, a pesar de lo cual era un noble caballero al que Arturo quería sinceramente.
SIR LAMORAK
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Hijo de Pellinor. Era uno de los caballeros mas fuertes de la Tabla Redonda. Se enamoró de Morgana, y se convirtió en su amante. Fue asesinado por Gawain y sus hermanos (los hijos de Morgana), después de que Gaheriet cortara la cabeza a su propia madre cuando los encontraron juntos en la cama.
SIR LAUNCELOT
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Era un caballero nacido en Bayona cerca de la frontera franco-española. Era
hijo del rey Ban de Benwick y de su esposa Elaine. Fue padre de sir Galahad.
En su escudo se veían dos leopardos y su nobleza era proverbial por lo que era
además del caballero más temido en el campo de batalla, el más respetado
incluso por sus enemigos.
Caballero valiente, magnánimo, leal, generoso con sus amigos, encarnizado enemigo y el enamorado más puro del mundo. Caballero desdichado porque se vio atrapado entre el amor y el deber, intentó ser fiel a ambos pero con su caída arrastró el reino de Arturo.Vayamos a su historia:
Su padre, el rey Ban, se vió envuelto en una guerra con un rey vecino, Claudas, que invadió el reino y obligó a huir al rey y a la reina. Cuando estaban huyendo, Ban volvió la cabeza y vió ardiendo su castillo, desmayándose ante tal visión. La reina Elaine dejó a su hijo, que se llamaba Galahad, sólo un momento para atender al marido caído y apareció la Dama del Lago que raptó al niño.
Se le llamará desde entonces Launcelot y del Lago por haber sido criado por la Dama del Lago. La Dama queria un hijo y al no poder tenerlo, optó por raptar al mas hermoso que encontró. Dama poderosa y rica, tenía posesiones en Inglaterra y Francia, ya que era natural del Continente. El niño fue criado en el palacio de la Dama, aprendió con rapidez y demostró destreza con las armas. Se relacionó con sus primos Boores y Lionel y con un hermanastro llamado Héctor y cuando cumplió dieciocho años, los cuatro se fueron a la corte del rey Arturo.
Una de las primera tareas que le encomendó Arturo, fue traer a su novia, Guinevere (Ginebra), a Camelot para la boda. Será en este viaje cuando ambos comienzan a enamorarse. Después, entre otras hazañas, conquistará a las fuerzas oscuras un castillo llamado de la Guardia Dolorosa, que convertirá en su propio hogar y rebautizará como de la Guardia Gozosa. Regresará a Camelot y ayudará a Arturo a sofocar la revuelta de Galehaut. Vivirá un episodio relacionado con una falsa Ginebra en el cual Launcelot devolverá a la verdadera Ginebra al rey. Pero ambos están ya totalmente enamorados y desde entonces la vida de Launcelot se convierte en una lucha con su conciencia, entre su amor por la reina y sus obligaciones hacia su rey. En una continua búsqueda de maneras para alejarse de la corte y de la reina.
Un día que estaba cerca de la aldea de Carbonek, donde reinaba el rey Pelles, un grupo de aldeanos le llamó y le dijo que había una dama encerrada hacía cinco años dentro de la torre del castillo y que nadie había conseguido liberarla. Los aldeanos le acompañaron a la puerta del recinto y Launcelot entró. Vió a una doncella, apenas una niña, desnuda y sentada dentro de un recipiente cubierto de agua hirviendo. Sir Launcelot la cogió de la mano y ambos salieron de allí.
La niña le contó que Lady Morgawse (Morgana) y la reina del Norte de Gales, por envidia, la habían puesto allí mediante encantamientos, pues se decía que ella era la mujer más hermosa de aquellos lugares. Tan sólo el mejor caballero del mundo podría liberarla del hechizo. La joven era Elaine (hija del rey Pelles, que era el guardiбn del Grial).
Los aldeanos le dijeron también que había cerca un dragón que los atormentaba y le pidieron que les acompañara al lugar donde se hallaba. Le llevaron ante la losa de una tumba donde se leía: " Hasta aquí llegará un leopardo de sangre real que matará a la serpiente que vive bajo esta losa. El leopardo engendrará a un león que será el mejor caballero del mundo". Launcelot consiguió matar también al dragón.
El rey Pelles, para celebrar ambos acontecimientos, dio una gran fiesta en medio de la cual apareció de pronto una paloma que llevaba en el pico un incensario. Todo se impregnó de pronto de un maravilloso olor y ante cada comensal apareció el plato que más le apetecía. A continuación, apareció una doncella con una copa en la mano. Todos se arrodillaron y elevaron plegarias al cielo. Al poco, doncella y copa desaparecieron.
Sir Launcelot no entendía nada hasta que el rey Pelles le explicó que lo que acababa de ver era el Santo Grial. La princesa Elaine se había enamorado de Launcelot y se lo comunicó a una doncella suya que era en realidad una hechicera. La hechicera le dio un bebedizo que ella hizo tomar a Launcelot y éste quedó a merced de la dama casándose con ella esa misma noche. Fueron después de la boda a unos aposentos preparados al efecto y privados de toda luz, pues para que el encantamiento tuviera efecto, la oscuridad debía ser absoluta.
Cuando Launcelot despertó por la mañana, lo primero que hizo fue abrir de par en par la ventana y al hacerlo desapareció el encantamiento, por lo que al mirar en el lecho y ver a Elaine no sabía a que atenerse. Elaine le contó lo sucedido y como Launcelot creía que su fuerza en el combate provenía de los votos de fidelidad, hechos tanto a su rey como a su reina, se sintió débil y desgraciado. En cuanto pudo, regresó a Camelot abandonando a Elaine. A su tiempo, llegó a Camelot la noticia de que Lady Elaine había tenido un niño, al que llamó por el primer nombre de Launcelot, que era Galahad.
Al enterarse, la reina Ginebra le llamó perjuro y traidor y, al poco, sir Launcelot partió de Camelot en una misión que duraríнa años. A su vuelta, estaban esperándole su suegro, su esposa y su hijo pero a ninguno quiso ver encerrándose en una torre. Pero los comentarios malevolentes de los cortesanos no cesaron y la reina Ginebra, que ya habíнa olvidado todo lo sucedido, volvió a enemistarse con él. Launcelot no pudo aguantar la situación, sobre todo haber traicionado su amor por Ginebra e incumplido su voto de celibato. Huyó a los bosques, donde pasó dos años privado de razón.
Fue encontrado y cuidado por Elaine con la que regresó a su castillo de la Guardia Gozosa, conviviendo con ella durante algún tiempo. Poco después, emprendió la búsqueda del Grial. Llegó hasta la puerta de la capilla que lo guardaba pero una presencia angélica le hizo saber que su amor por la reina le impedirá seguir con la búsqueda, por lo que volvió a Camelot.
Muchos caballeros murieron en el búsqueda del Grial y es en este momento cuando Mordred, el hijo ilegítimo de Arturo, comienza a poner en marcha sus planes para hacerse con el reino.
Sorprende a Launcelot y a Ginebra en los aposentos de la reina en el momento en que ambos habían decidido dar por terminada su relación, por el bien del reino y acusándolos de estar tramando la caída de Arturo, convenció al rey para que condenara a la reina a la hoguera y desterrara a Launcelot. Launcelot rescató a la reina pero, al hacerlo, mató a dos hermanos de Mordred y de sir Gawain, provocando una guerra que acabó con la muerte de Gawain y con las noticias de que Mordred (que se quedó a cargo del reino mientras Arturo y Gawain iban a Francia a luchar contra Launcelot) ha usurpado el trono de Arturo y se ha coronado como rey de Bretaña.
Arturo regresó a Inglaterra y luchó contra su hijo, siendo herido gravemente y llevado a Avalon (o muriendo a causa de estas heridas según otras versiones) . Launcelot volvió a Inglaterra para ayudar a Arturo sin saber que había muerto. Enterado de todo, visita a Ginebra que había ingresado en un convento, y decidió convertirse en ermitaño.
Su devoción por Ginebra fue absoluta y duró hasta la muerte. Será él quien
recoja del convento el cadáver de Ginebra y lo entierre junto al cuerpo de
Arturo. Enterrada su amada, él le sobrevivió sólo seis semanas ya que perdió
el apetito y apenas bebía. Por la noche, en lugar de dormir, deambulaba por los
bosques o se pasaba horas enteras ante la tumba de la reina, hasta que
estuvo demasiado débil para caminar. Sintiendo su fin cerca, pidió a su amigo
sir Bors, que cuando muriera le llevasen a uno de sus castillos, el llamado
Guardia Gozosa y allí le sepultaran. Así se hizo.
SIR PERCIVALE
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Era hijo de Sir Pellinor y su madre había perdido a su marido y a tres hijos en campos de batalla y no quería que Percivale, el único hijo que le quedaba, supiera nada de guerras. Por eso crió al chico en el campo alejado de todo aquello. Un día el muchacho se encontró con tres caballeros de Arturo a los que por el brillo de sus armaduras confundió con ángeles.
A partir de ese momento, todo lo que desea en la vida es ser como ellos. Su madre se ve incapaz de convencerle de lo contrario y desesperada le viste con ropas miserables, le pone un cazo de cocina en lugar de casco y le da un caballo achacoso con lo cual el muchacho comienza su andadura. Su madre le había advertido que si se encontraba a alguna mujer no aceptara nada de ella, salvo un anillo o un beso, pero nada más.
Se encontró con una joven alojada en una tienda a la cual pidió el anillo, sin venir muy a cuento. La dama, un poco asustada de un joven tan extraño, se lo dio. Una vez conseguido el anillo, Percivale se marcha sin más, dejando a la dama desconcertada y al marido enfadado porque a su regreso advierte la falta del anillo y cree que se lo ha regalado a algún amante.
Percivale llegó a la corte de Arturo y presenció la escena de un hombre que derrama vino sobre la reina Guinevere (Ginebra), robando a continuación la copa de la reina. Percivale salió en persecución del hombre, le mata y cuando está intentando quitarle la armadura para quedársela, es sorprendido por un anciano caballero llamado Gobernal que a partir de ese momento se convertirá en su maestro y protector.
El anciano le adiestró en los usos y costumbres de la caballería y le dio otro consejo: No hablar nunca cuando no corresponda ni hacer preguntas por pura curiosidad. Este consejo será la causa del fracaso de la siguiente aventura de Perceval.
En ella llegó al castillo del Grial, al que es llevado por un hombre que estaba pescando en una barca. Una vez allí presencia una procesión en la que se lleva un candelabro, una misteriosa lanza que gotea sangre y un objeto llamado Grial. En una habitación interior ve a un anciano acostado que parece a punto de morir, pero que se mantiene con vida gracias a los alimentos que recibe del Grial.
Nada le es explicado y nada pregunta recordando los consejos de Gobernal. A la mañana siguiente, se despierta y ve que el castillo ha desaparecido y que está durmiendo sobre una piedra. Una doncella le reprocha su comportamiento diciéndole que ha desaprovechado la ocasión de hacer mucho bien. Acongojado empieza a errar hasta que encuentra a un grupo de peregrinos que le recuerda que es Viernes Santo y Percivale se dirige a una ermita donde se entera que su madre ha muerto por la pena que le causó el no recibir noticias suyas desde que se marchó. Lleno de pena se propone volver a encontrar de nuevo el castillo del pescador.
En los textos más antiguos, lo encontrará y se convertirá en el nuevo guardián del Grial, en los más modernos, su búsqueda del Grial le llevó a Carbonek, donde llegó en compañía de Galahad y Bohor. Los recibió el rey Pelles que aún tenía sin cerrar la herida que le causó Balin tiempo atrás. Aquella noche, aparecieron el Grial y un anciano que tras celebrar la eucaristía y dar la comunión a todos los presentes, se dirigió a Galahad. Le dijo que debía coger las reliquias, tocar con la lanza al rey Pelles y tras ésto, partir con ellas a la ciudad de Sarras, llevándose de Inglaterra las reliquias. Luego el anciano desapareció. Al tocar a Pelles con la lanza, la herida cicatrizó.
Partieron los tres para buscar la ciudad de Sarras, que era un lugar que muy pocos conocían. Encontraron el lugar y allí depositaron las reliquias. Pero el rey del lugar no se fiaba de ellos y los encerró en una mazmorra. No pasaron necesidades pues el Grial se les aparecía a menudo y llenaba sus platos con aquello que cada uno prefería.
Al cabo del tiempo el castellano cayó enfermo y, sintiéndose morir, mandó liberar a los caballeros. Murió por fin y cuando la asamblea de la ciudad discutía quien sería el nuevo rey, una voz celeste les ordenó elegir al mas joven de los caballeros y Galahad se convirtió en rey de Sarras. Al año de su reinado, cuando los ciudadanos fueron a adorar el Grial, se encontraron con una anciano vestido como un obispo. Este hizo adelantarse a Galahad y le dijo que iba a mostrarle lo que tanto deseaba ver. Galahad cayó al suelo y su alma se elevó llevando con ella el Grial, que desde entonces dejó la tierra y ningún mortal a vuelto a verlo.
Percivale y Bohor enterraron a Galahad. Después, Percivale se hizo ermitaño y murió al poco tiempo. A causa de su primera ignorancia, se le dio el sobrenombre de "El Perfecto Idiota". Pero su sencillez e ignorancia no ofendía y al madurar se convirtió en un hombre sabio y perspicaz.
SIR TRISTAN
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Era hijo del rey Meliodas, que era vasallo del rey Arturo. Su madre, Isabel de Lyoness, era hermana del rey Mark de Cornualles y murió al darle a luz por lo que al niño se le puso el nombre de Tristan, que significa doloroso nacimiento.
Fueron famosos sus amores con Iseult (Isolda) y fue el prototipo del caballero atormentado por una pasión amorosa que hacía de su vida un continuo tormento. No encajaba dentro del estereotipo de la Orden de Arturo, pues era un caballero ilustrado, músico, escritor de libros de caza, inventor de sones para el cuerno de caza, amante de los libros.
La familia era originaria de Lyoness, ciudad que algunos identificaron con la francesa Lyon. Otra leyenda cuenta que estaba situada en una franja de terreno que unía Francia e Inglaterra y que como castigo divino, que merecían la mayor parte de sus habitantes, esta franja de terreno fue devorada por el mar. Sólo un hombre se salvó, el que poseía el caballo más rápido del reino, que galopando consiguió que no le arrastraran las aguas. Este fue el fundador de la familia se Tristan.
Tristan fue educado por un vasallo del rey Meliodas llamado Governal.
Meliodas guardó luto por su esposa durante siete años, al cabo de los cuales
volvió a casarse. La nueva esposa estaba celosa de Tristan pues sabía que a la
muerte de su esposo sería el heredero del reino, y no el hijo que ella había
dado a Meliodas. Vertió veneno en la copa en la que solía beber Tristan, pero
fue su propio hijo el que bebió y murió. En un segundo intento por matarle, la
asesina hubo de confesar porque esta vez fue el propio rey el que estuvo a punto
de beber la copa envenenada. El rey la condenó a morir, pero Tristan intercedió
por ella y se la dejó vivir.
Meliodas decidió enviar a su hijo a Francia para que teminara su educación. Allí destacó en la música, aprendiendo muy pronto a tañer el arpa con tal habilidad que nadie podía vencerlo. Destacó también en la caza, llegando incluso a escribir tratados cinegéticos y a inventar un código de señales emitido con la voz y otro con los cuernos de caza. En los hechos de armas era invencible y su encanto ninguna mujer podía resistirlo.
Volvió a su patria cuando contaba 19 años. Allí se enteró de que el rey de Irlanda, Anguish, había enviado a la Corte del rey Mark de Cornwall (que era su tío, por ser hermano de su madre) un emisario, sir Marhaus, para que exigiera un tributo que Cornwall abonaba hacía mucho tiempo a Irlanda. Este emisario desafió a cualquier caballero de la corte a luchar con él. Si le vencían, el tributo sería perdonado.
Pero nadie en la corte del rey Mark se atrevía a luchar con el y Tristan pidió
permiso a su padre para ir a la corte de su tío para enfrentarse a Marhaus.
Se enfrentó con él y le venció al incrustarle la espada en el yelmo. Al
querer sir Marhaus quitársela, la espada se rompióу y un pedazo quedó
en su cráneo. Se declaró vencido y regresó a su patria donde murió pronto.
Pero Tristan había sido herido por la punta de la lanza de sir Marhaus, que estaba envenenada. La herida no respondía a ningún tratamiento y empezó a oler tan mal que se decidió dejarle en una barca a la deriva. En estas condiciones, llegó a un castillo y viendo los dueños que estaba herido, lo llevaron al interior del palacio. En realidad era el palacio del rey de Irlanda y de su esposa la reina que era hermana de Marhaus, por lo que Tristan nada dijo de su nombre y procedencia.
Le cuidó sus heridas Isolda, la hija del rey, y ambos terminaron enamorándose. Aún convaleciente, Tristan hubo de enfrentarse a Palomides, un caballero sarraceno que pretendía la mano de Isolda, venciéndole también. La reina desconfiaba de él y un día en que Tristan estaba bañáбndose, entró en sus aposentos y vió la espada de Tristan a la que le faltaba un trozo. Enseguida corrió a buscar el trozo que había sacado del cráneo de su hermano antes de morir y vió que encajaba a la perfección. Comunicado tal hecho al rey, éste pidió a Tristan que abandonara su corte.
Tristan juró amor eterno a Isolda e Isolda juró que no se casaría sin el consentimiento de Tristaбn y ambos intercambiaron los anillos, tras lo cual Tristan abandonó el reino y a su amada. Vuelto a Cornwall, se convirtió en uno de los principales caballeros de la corte de su tío. Su tío Mark era hombre envidioso y celoso de los éxitos que en todos los terrenos tenía su sobrino e ideó una manera de vengarse.
Tristan le había contado sus amores con Isolda y la belleza de ésta, por lo cual Mark decidió casarse con ella. Llamó a Tristan y le pidió que fuera a la corte del rey Anguish a pedir para él la mano de su hija. Durante el viaje, arribó en Bretaña y se enteró que el rey Anguish estaba en la corte de Arturo acusado de traición y que no había ningún caballero que quisiera defenderlo en el campo del honor.
Tristan luchó por él y venció al campeón de Arturo, aunque no quiso matarle. Este caballero vencido era sir Blamore, primo de Launcelot y Launcelot sintió al momento afecto por Tristan. Tristan volvió a Irlanda con el rey Anguish y, una vez allí, le confió la misión que traía. La negativa de la mano hubiera sido faltar a las normas de caballería, por lo cual Anguish aceptó.
Isolda tenía una criada y a ella entregó la reina una poción amorosa para que se la hiciera beber a su hija y al rey Mark el día de la boda y que haría que ambos se amasen toda la vida. El viaje no tuvo contratiempos y la víspera de la llegada, Tristan e Isolda decidieron beber juntos para despedirse. Ella vió un frasco dorado y pensó que tendría vino y ambos bebieron de él. Pasados unos minutos, ambos se abrazaron presos de una loca pasión. Una vez desembarcados, enseguida el rey Mark se casó con Isolda.
La noche de bodas, es la criada de Isolda quien la pasó con el rey Mark. A partir de este momento, empiezan a idear un sistema de mensajes para verse siempre que podían y con el que engañaron al rey Mark durante dos años. Pero el rey los descubre dormidos con una espada en medio y piensa que quizás ha sido injusto con ellos, accede a volver a aceptar a Isolda siempre que Tristan se marche al exilio.
La vida para Tristan se hacía insoportable. Va a Bretaña donde incluso rescató a Arturo de una emboscada, pero siguió errante sin querer unirse a la Tabla Redonda a pesar de los ruegos de todos. Tras varios episodios más, terminó incorporándose a la Orden de Arturo y ocupando el asiento que antes ocupara sir Marhaus, a quien él había dado muerte.
Es forzado de nuevo a errar y se pone al servicio del rey Hoel, que tiene una hija llamada también Isolda, con la cual se casa pero no llega a consumar el matrimonio, sino que vuelve a Cornwall y rapta a Isolda su enamorada. Buscan refugio en el castillo de la Guardia Gozosa, propiedad de Launcelot, hasta que Arturo convence al rey Mark para que vuelva a aceptar a Isolda de nuevo y les perdone a ambos.
Tristan vuelve a Bretaña y es herido en una batalla. Viéndose malherido, manda un barco para que traigan a su amada y da instrucciones a los marineros que deben traerla para que si acepta venir y la traen, pongan velas blancas en el barco y si no viene las pongan negras. Ya no puede ni levantarse de la cama e Isolda su esposa, que lo acompaña y llevada por los celos que sentía, le dice que las velas son negras aunque no era verdad, en ese momento Tristan muere.
Cuando la otra Isolda llega y ve a su amor muerto se tiende junto a él y muere también. Son enterrados en tumbas contiguas de las que brotan zarzas rojas y blancas que se entrelazan. La Isolda esposa se arroja desde una ventana al acantilado y muere también. El rey Mark sigue vivo y cuando Arturo marcha a Avalon, asola el reino de Bretaña.
Se cuenta otra versión poco probable que afirma que cierta tarde, mientras Tristan tocaba su arpa ante la reina Isolda, el celoso rey Mark le hizo asesinar por la espalda.
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