SILO

HUMANISTAS

Movimiento Humanista - Partido Humanista - Verdes Ecologistas - La Comunidad

El nombre de la 'secta madre' era La Comunidad. Según se fue diseminando cambió a Movimiento Humanista (grupos vecinales) y diversos partidos políticos. Es un poco delicado calificar de secta a un partido político, y no debe hacerse nunca por la ideología que defienda. Tampoco debemos confundir a los 'Verdes Ecologistas' con el autйntico movimiento verde que ellos quisieron copiar y absorber.

Su líder es llamado 'Silo, el mesías de los Andes'. Un típico iluminado que afirma tener la clave para solucionar todos los problemas del mundo. Considerado un 'nuevo Karl Marx' por sus seguidores y desconocido fuera de este ámbito. Entonces fue considerado extra-terrestre y el Mesías anunciado. Con el tiempo han ido dejando atrás estas ideas místicas.

Silo hizo su propia versión del sermón de la montaña. Una de sus frases, 'Sabéis cual es vuestro destino? Yo os lo diré: Humanizar la Tierra', deja tan alucinados a sus seguidores que pasan a llamarse Movimiento Humanista.

Son izquierdistas, pero a pesar de sus ideas sobre la libertad rindieron cierta forma de adoración a sus líderes. En un reportaje de Informe Semanal, en TVE, se llegó a decir que cada líder tenía derecho de pernada sobre todos sus adeptos. El grupo demandó a TVE y los tribunales les dieron la razón, por lo que podemos decir que tal acusación nunca ha sido probada aunque aparece muy a menudo.

Pegan carteles invitando a los jóvenes a unirse para cambiar el mundo. Publican revistas en los barrios, y piden donaciones para seguir publicando. Cada humanista paga una cuota mensual para el estudio de materiales, que es calculada según los ingresos. Se apuntan a muchas manifestaciones. Aprovechan los espacios gratuitos de propaganda electoral para hacer proselitismo (no explican ningún programa electoral, sólo dicen lo buenos que son y cómo contactar con ellos). Se han extendido por todo el mundo, formando pequeños grupos con su pequeño líder cada uno, presumiendo de ser muchos cuando en realidad no suelen serlo. Y por supuesto, tienen miles de pequeñas páginas en Internet, donde exponen las bondades de su ideología.