KOJI TAKAHASHI

LIFE SPACE

Life Space, otra secta japonesa

El 11 de noviembre de 1999 los empleados del Hotel "Marroad International", en Narita cerca de Tokio, ya no pudieron aguantar más y llamaron a la Policía. Durante meses, cada vez que pasaban frente a la habitación 1272 se les ponía la carne de gallina. Sus ocupantes rechazaban sistemáticamente el servicio de habitaciones, vivían como ermitaños y no hacían el menor caso a las amables indicaciones de la dirección para que dejaran el Hotel.

Cuando por fin los agentes entraron en la habitación se encontraron con un cadáver, ataviado con un albornoz, y a dos sujetos que les advirtieron educadamente: "No le toquen, todavía está vivo". Sin embargo el olor que despedía indicaba todo lo contrario.

Posteriormente, los investigadores lo describirían como "momificado", y los forenses calcularían en no menos de 4 meses el tiempo que llevaba muerto. La momia no tardó mucho en ser identificada como Shinichi Kobayashi, un veterano miembro de la secta "Life Space", pero los detalles de su muerte eran aún un misterio.

Poco después las investigaciones revelaron que el 24 de junio del '99, Kobayashi, de 66 años y de profesión grabador, se resbaló en el cuarto de baño y fue trasladado inconsciente a un Hospital de Osaka, donde se le diagnosticó un derrame cerebral que podía llegar a poner en peligro su vida. Ocho días más tarde, Kenji, el mayor de los hijos de Kobayashi (31 años), apareció en el Hospital junto a otros seis miembros de la secta y, a pesar de las órdenes de los médicos, se llevaron a su padre al Hotel "Marroad International".

Una vez allí, el gurú de "Life Space", Koji Takahashi, comenzó a aplicarle un tratamiento a base de imposiciones de manos y suaves golpecitos en el cuerpo y la cabeza que, en la secta, se conoce como "Shakty Pat ". De hecho a "Life Space" se le conoce también con el nombre de "Shakty Pat Guru Foundation" (SPGF).

Según la autopsia el paciente murió al día siguiente a su traslado, cuando sus esputos bloquearon su traquea asfixiándole, mientras que Takahashi asegura que se mantuvo con vida hasta que el forense practicó la autopsia. En una incoherente entrevista de tres horas concedida a Newsweek, Takahashi aseguraba que "Él no era la clase de loco que atendería a un muerto durante meses" y preguntaba una y otra vez al periodista "¿parezco yo un loco?"

Pero la policía japonesa no se tragó la historia del líder sectario y no dudaron en registrar todos los locales pertenecientes a la secta en busca de pruebas para incriminarle en la muerte de Kobayashi y, sorprendentemente, no tardaron mucho en encontrarlas.

La prueba principal consistía en un fascinante "Diario-informe" escrito por los ayudantes de Takahashi durante los algo más de 4 meses que duró el tratamiento ( 2.000 páginas en cinco volúmenes), en el que se detallan con pelos y señales los esfuerzos realizados por el líder para dirigir a Kenji en la tarea de reanimar a su padre, así como de todas las conversaciones que tuvieron lugar en la habitación, incluidas las que mantuvieron con el muerto.

El título del informe era "Los lazos entre Padre e hijo se establecen de inmediato cuando el hijo cuida del Padre", y gracias a una copia obtenida por Newsweek, sabemos que comienza con varios capítulos en los que se ataca al sistema sanitario japonés, para, a partir de la mitad del primer volumen, centrarse en relatar el "tratamiento". Por cierto Se ha comprobado que el tratamiento antes descrito ha sido copiado del guru Sai Baba, del que Takahashi afirma ser un aventajado discípulo desde hace más de 6.000 años a través de incontables reencarnaciones.

En realidad Takahashi nació al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1939), y es un hombre rechoncho con una larga barba gris que perdió la visión en su ojo derecho en un accidente con una escopeta de aire comprimido a la edad de 14 años.

Trabajó como contable hasta que, en 1983 cuando vivía en Osaka, se decidió a fundar "Life Space" para ofrecer a la gente "seminarios de auto-iluminación", eso sí, cobrando hasta 5.000 dólares por curso. En esos seminarios, los participantes jugaban los papeles de mendigos o ciegos para "experimentar diferentes perspectivas" y por extraño que parezca, atraían miles de personas.

En su momento álgido llegaron a tener 10.000 inscritos, pero últimamente el número de habituales que podían considerarse miembros de la secta se había reducido a unos 200, casi todos ellos profesores o altos ejecutivos estresados.

Volviendo al informe antes citado, hay que decir que leyéndolo se adivinan las dudas del hijo de Kobayashi, y se ve como el gurú le guía a través de todo el tratamiento. Durante los cuatro meses no paró de insistir en que el viejo seguía vivo a pesar del progresivo y evidente deterioro del cadáver.

Es impresionante leer como cuando los asistentes notaron que había tres insectos blancos cerca de los agujeros de la nariz del cadáver, Takahashi los identificó como una especie de "bichos ascéticos" que vivían alrededor de los hombres santos en el río Ganges. Y después añadió con todo desparpajo que cuando alguien muere los insectos que aparecen son de color amarillo no blanco.

El 23 de septiembre se anota un comentario del gurú en el que observa que el pelo de Kobayashi no se cae ni siquiera cuando se pegan tirones, mientras que en los cadáveres cae a los tres días. El 9 de octubre pregunta a uno de sus ayudantes si ha tomado el pulso del paciente, y, cuando le responde que ese día no han podido encontrarlo, les dice que no es algo que pueda hacer cualquier amateur.

Las páginas más espeluznantes corresponden, sin embargo, a los volúmenes 4 y 2, en los que aparecen primeros planos en color del cadáver tomados el 7 de octubre. Para colmo, la última anotación del quinto volumen está hecha el 28 de octubre, un par de semanas antes de que la policía irrumpiera en la habitación, y es nada menos que una triunfante observación de Takahashi: "Caramba, Shinichi está sonriendo".

Pero quizás el colmo de los colmos sean los dos millones de yenes que la familia de Kobayashi tuvo que pagar a Takahashi para que iniciara el tratamiento. Y no debemos perder la esperanza de disfrutar de más literatura de la buena, porque los recalcitrantes miembros de "Life Space" afirman que pronto editaran un volumen con un resumen del tratamiento y de lo que realmente ocurrió en la autopsia para producir la muerte del anciano.

En cualquier caso el acoso de la Policía japonesa ha comenzado, espoleada por la opinión pública nipona que está harta de escándalos sectarios. Además, ex sectarios liderados por Kosuke Kawamura han pedido al gobierno que tome cartas en el asunto de los niños, sin escolarizar y medio salvajes, ya que la secta tampoco cree en el sistema educativo japonés.

Y efectivamente, en diciembre del '99 a los miembros de "Life Space" se les retiró la potestad sobre 9 niños que vivían en evidente estado de abandono en locales de la secta y dos de ellos cuidando de una momia. Según parece les daban unos 10 dólares al día para que se buscaran la vida y no les llevaban a la escuela. Algunos ya han sido entregados a sus abuelos y otros están bajo custodia del estado.

Las investigaciones también han revelado que, en abril del '98, otro miembro de la secta falleció tras negarse a recibir atención médica, y que, cuatro años atrás, un joven murió durante un seminario. En marzo del 2000, se acusó por fin a Takahashi de homicidio, ya que los fiscales opinaban que aunque no tenía intención de matar al anciano, si sabía perfectamente que podía suceder. A Kenji Kobayashi se le acusó de "negligencia con resultado fatal" en el cuidado de su padre.

Además de Takahashi y Kobayashi también fueron arrestados , Nobuko la mujer de 38 años de Takahashi, la mujer de Kobayashi, Aiko de 61, Midori Nishizawa de 32, Hideaki Aramachi, de 35, Nobuyuki Sunada, de 35 y Chikako Tatsumi, de 31. Todos menos Takahashi ya han sido puestos en libertad. El 4 de julio tuvo lugar el juicio y se declaró inocente. Parece ser que durante la vista daba escalofríos ver a todos los sectarios apoyar a su líder asegurando que el viejo estaba vivo y solo necesitaba "Sakti Pat" y reposo absoluto.

El futuro de la secta depende desde luego del veredicto del juicio de Takahashi, pero en cualquier caso no parece que tenga demasiado futuro aunque algunos de sus miembros han demostrado ser inasequibles al desaliento. Estaremos pendientes de ellos.