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Al
acercarse el 10 de abril, fecha de partida, los preparativos de ultima hora
entraron en un periodo de actividad febril. El barco estaba cargado con enormes
cantidades de provisiones, cristalerias y vajillas. Tambien se cargaron las
mercancias, muy probablemente no las fortunas que muchos creyeron posteriormente,
sino menos de medio millon de dolares en articulos corrientes, como libros,
medicamentos, vinos, linoleo, esponjas, instrumental quirurgico, panfletos,
material cientifico, marcos de ventana, plumas de avestruz y te.
Gran parte de las mercancias del Titanic -incluidas cintas, sedas y algodon
de Manchester- estaban destinadas a las tiendas de moda de estilo europeo de
Nueva York.
Conforme se acababa el tiempo, los trabajadores se apresuraban cada vez mas
a dar los ultimos toques, desde la ultima capa de pintura de las inmensas chimeneas
para que brillaran, hasta los retoques de carpinteria, decoracion y amueblado
para que el enorme barco estuviera a punto el dia de la partida. |
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Los
trabajos iban retrasados con respecto al horario previsto, y el ambiente en
el Titanic era excepcionalmente tenso. «Poner un barco nuevo en marcha
-explicaba el oficial Lightoller- es, en el mejor de los casos, un trabajo muy
estresante. Pero en el caso del Titanic se trata de un trabajo de dia y noche,
organizando aqui, recibiendo los diferentes dispositivos». El diseñador
del Titanic, Thomas Andrews, se encargaba de supervisar la frenetica actividad.
Ningun detalle, por pequeño que fuera, escapaba de su meticulosa observacion.
Hablaba con ingenieros, oficiales y subcontratadores, discutia sobre los planos,
guiaba a lso propietarios por el barco, se dedicaba a ajustar comodas, mesas,
sillas, escaleras de literas y ventiladores electricos y supervisaba todos los
acabados del barco.
Por fin llego el dia de la partida, y Lightoller relataba: «Desde un extremo
al otro, el barco que durante unos dias habia sido como un nido de abejas ahora
parecia una colmena a punto de rebosar de actividad».
Nada mas amanecer, los miembros de la tripulacion empezaron a subir a bordo,
se pusieron los uniformes y realizaron un ejercicio simulado de treinta minutos:
se arriaron dos de los botes salvavidas del barco con dieciocho hombres dentro
y «dieron un par de vueltas a remo», segun recuerda el oficial Harold
Lowe.
Poco despues, los pasajeros del Titanic empezaron a aparecer en el muelle de
la White Star.
A las 9,30 de la mañana, el tren procedente de la estacion de Waterloo,
en Londres llegaba a Southampton, con muchos de los 271 pasajeros de segunda
clase y de los 712 de tercera. |
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