"Esos
hombres del Titanic fueron grandes... habia algo en Ben Guggenheim cambiandose
de traje para vestirse de etiqueta... o en Howard Case tirando el cigarrillo
para saludar con la mano a Mrs. Graham... o incluso en el coronel Gracie jadeando
por las cubiertas en la busqueda valiente pero inutil de Mrs. Candee. Hoy nadie
seria capaz de esos pequeños gestos de caballerosidad, pero si los hicieron
aquella noche.
Un aire de noblesse oblige es algo que tambien se ha desvanecido..."
Sala
de lectura de estilo georgiano para las señoras que ofrecia la comodidad
exigida para la primera clase en el Olympic y el Titanic