|
|
«El
fumador no estaba completamente desierto.
Cuando un mayordomo miro a las 2,10 le sorprendio ver a Thomas Andrews de pie
y solo. El salvavidas de Andrews estaba tirado con descuido sobre el tapete
verde de una mesa de juego. Tenia los brazos cruzados sobre el pecho; su expresion
era de incredulidad; toda su energia habia desaparecido. Despues de unos segundos
de silencio angustiado, el mayordomo se atrevio a decir timidamente:
-¿Va a intentar saltar, Mr. Andrews?
No obtuvo respuesta, ni siquiera pudo saber si le habia oido. El constructor
del Titanic tenia la mirada perdida. En la pared recubierta de caoba, frente
a el, habia un cuadro titulado: El paso al nuevo mundo...» |
|