En
1898 un autor poco conocido, llamado Morgan Robertson, tramo una novela sobre
un trasatlantico fabuloso, mucho mayor que cualquiera construido hasta entonces.
Robertson cargo su barco de gente rica y despreocupada y lo hizo perderse en
un fria noche de abril como consecuencia de chocar contra un iceberg.
Esto demostraba en cierta manera la futilidad de todas las cosas, y, en efecto,
el libro se titulo Futilidad cuando aquel mismo año se puso a la venta
editado por M.F. Mansfield.
Catorce años
mas tarde, una compañia naviera britanica llamada la White Star Line
construyo un vapor parecidisimo al de la novela de Robertson.
El nuevo trasatlantico desplazaba 66.000 toneladas; el de Robertson, 70.000.
El barco verdadero tenia una longitud de 882,5 pies (alrededor de 265 metros);
el de la novela, 800.
Ambos barcos tenian tres helices y podian llevar unas tres mil personas y
ambos disponian de suficientes botes salvavidas para una fraccion de este
numero. Pero, claro, esto parecia carecer de importancia porque ambos estaban
considerados «insumergibles».
El dia 10 de abril de 1912, el verdadero barco abandono Southampton en su
viaje inaugural hacia Nueva York. Entre su cargamento habia una valiosa copia
del Rubaiyat de Omar Khayyam y una lista de pasajeros cuyo valor colectivo
era algo asi como de 250 millones de dolares.
Durante el viaje, este barco tambien tropezo con un iceberg y se hundio en
una fria noche de abril
Robertson llamo Titan a su barco; la White Star Line llamo al suyo Titanic.
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Entre
los ricos pasajeros del Titanic se encontraba lady Duff Gordon, mas conocida
como la modista «Madame Lucile», y su marido, sir Cosmo Duff Gordon.
La pareja viajaba en primera clase bajo el nombre de «Sr. y Sra. Morgan»
y embarcaron en el Titanic en Cherburgo (Francia), primera parada del trasatlantico
tras partir de Southampton. Ambos sobrevivieron al hundimiento.
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