“40 días y 40 noches” Director: Michael Lehmann Protagonistas: Josh
Hartnett Shannyn Sossamon
Me ha tocao!!! Si si, me apunté a ir algún martes a la sesión de “devorar la
pizza en 5 minutos porque ya empieza la peli y el atracón de palomitas que
pocos se acaban –sobretodo si compras el cucurucho gigante-“. Como mis compañeros ya habían hecho alguna
crítica, me tocó a mí hacer la de este “flin”.
Lo cierto es que si no hay nada más interesante en la cartelera o
tus amigotes ya han visto las otras pelis puedes entrar al cine, acomodarte y
reírte un rato.
Argumento:
Josh Hartnett
(para quien le suene su cara es el que hizo “Pearl Harbor”) protagoniza a Matt
Sullivan, un atractivo e inteligente joven diseñador de páginas web que ha
terminado su relación con una chica que parece espectacular (Nicole). Para superar
la ruptura pasa de una relación a otra, todas sexuales, sin que éstas sean
satisfactorias. En el momento en que se entera que su “ex” se ha prometido con
otro, decide entrar en cuarentena (es época de Cuaresma, momento en el que la
persona deja de hacer algo) y no tener durante 40 días ni 40 noches ninguna
relación sexual, ni besitos, ni achuchones, ni juego alguno que le haga pensar
en el sexo y así conseguir olvidar definitivamente a Nicole. En un principio todo
parece bajo control hasta que conoce a la mujer de su vida (Erica, la chica
buena de la peli!!) y le va a ser muy difícil cumplir con el celibato.
Mientras tanto y a espaldas de Matt, los compañeros de su trabajo
están convencidos de que no cumplirá con la promesa y apuestan por el día en el
que va a dejar su abstinencia.
Crítica:
Esta comedia no está basada en el sexo (como parece) sino en la
abstinencia sexual. Para eso, se mezclan elementos como la festividad religiosa
y las obsesiones sexuales, buscando así el consuelo en el sacrificio.
Aparecen situaciones ridículas ya que después de unos días de abstinencia
los objetos que rodean al protagonista se acaban erotizando, todos los
personajes están calientes, piensan y hablan de sexo sin cesar y las mujeres
del trabajo son una tentación constante. Ahí es cuando uno puede pensar “ellos
siempre piensan en lo mismo”. Pero ellas no salen impunes ya que son las que en
todo momento provocan: las mujeres utilizan su feminidad o su sexualidad de forma
agresiva para lograr sus objetivos. Pero finalmente… surge el amor sincero,
pulcro e inmaculado.
Es una película que no destaca por su guión, es de risa fácil y
los productores (que son los mismos de “El diario de Bridget Jones” –lo pone en
el panfleto del cine-) cumplen con el
objetivo de divertir al espectador.
“Suellen”