ðHwww.oocities.org/es/triada_revista/usted_sabe/usted_sabe02.htmwww.oocities.org/es/triada_revista/usted_sabe/usted_sabe02.htm.delayedxÉ~ÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ@§†¹QOKtext/html_Á)°¹Qÿÿÿÿb‰.HTue, 10 Dec 2002 01:34:56 GMTíMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *Ç~ÕJ¹Q Revista Triada - Usted Sabe...

Una cultura milenaria

Por: Alberto Javier Mayorga Rojel

Licenciado en Comunicación  Social

Periodista

 

Que los celtas son un grupo de pueblos prerromanos que poblaron parte del oeste y centro de Europa durante el primer milenio a.C. Además, es importante dejar en claro que existían dos grupos de celtas: los primeros poblaron Europa desde el río Danubio, se caracterizaban por ser un pueblo pacífico y que vivían de la agricultura y de la artesanía. Por su parte, el otro grupo son los celtas guerreros como los conocemos hoy, que provenían de la zona de Los Balcanes. Estos últimos, fueron conocidos por algunas acciones de violencia, como fueron el saqueo de las ciudades de Delfos en el año 278 y Roma en el año 387.

Pero no toda la idiosincrasia de este pueblo milenario giraba en torno al mundo bélico, ya que ellos poseían un gran sentido por la música, la poesía y la filosofía. Incluso, algunos escritores romanos como Julio César y griegos como Estrabón y Diodoro describen a los celtas como propensos a las grandes celebraciones, la buena bebida y el relato de leyendas y hazañas ocurridas en el campo de batalla. Por ejemplo, Julio Cesar señaló que los hombres de la clase guerrera estaban muy orgullosos de la lucha, que eran expertos aurigas y que para parecer más terroríficos en la batalla, se pintaban el cuerpo con woad, un tinte vegetal azul.

En cuanto a su tipología física, los celtas son, por lo general, dolicocéfalos, es decir, de cráneo más alargado que ancho, como son también los teutones. Asimismo, sus rostros tenían una forma redondeada bien definida y con los ojos de color azul.

Por su parte, la mujer ostenta una posición bastante aceptable dentro de esta sociedad celta, ya que se la considera tan valiente como al hombre, puede poseer bienes propios, aún estando casada, puede elegir libremente a un hombre para casarse, al mismo tiempo puede divorciarse y percibir daños y perjuicios si su marido la molesta o abandona.

Las primeras pruebas arqueológicas relacionadas con los celtas los sitúan en lo que ahora se conoce como Francia y Alemania occidental, al final de la edad del bronce, hacia el 1200 a.C.

Ahora, el dialecto celta es una lengua indogermánica. Por tanto, todas las lenguas indogermánicas, como el alemán o también el español, son parientes de la lengua proveniente de esta cultura. Además, la palabra celta significa, originalmente, "héroe" y su nombre genérico aparece en documentos romanos como celtae, concepto derivado del término keltoi (denominación que Heródoto y otros escritores griegos dieron a este pueblo).

Desde un punto de vista religioso, los celtas tienen un especial unión con la naturaleza, la cual debe ser entendida como un ser activo. Por ende, este pueblo ostentaba una creencia pagana, puesto que centraban su fe en distintos dioses como son:

Alisanos: Dios de las piedras y las rocas

Arduinna: Diosa de la fertilidad.

Belisama: Diosa del fuego doméstico

Brigid: Diosa del aprendizaje, de la cultura y los talentos.

Dagda: Dios y señor del conocimiento (Padre de todos)

Dana: madre de los dioses irlandeses.

Finn: Dios ciervo o  señor de los animales.

Morgan: Diosa y regente de Avalón.

Estos son algunas de las variadas divinidades existentes en la cultura celta, pero lo central que se debe entender en relación a su religión pasa por el papel que juega el denominado Druida. Este personaje fue un sacerdote y sus funciones incluían la adivinación, la ejecución de sacrificios y la dirección de rituales en festivales religiosos.

En fin, existen muchos textos que versan en profundidad sobre el mundo celta y sus costumbres, pero una de las referencias históricas más antiguas que existen sobre la presencia de los celtas, podría ser la del encuentro que tuvo Alejandro Magno con un supuesto druida, al que el conquistador le habría preguntado a qué tenía miedo, y cuya memorable respuesta habría sido “A nada..., mientras no se desplome el cielo o el mar no reviente sus límites”.

Información Complementaria